Chile está realizando perforaciones cerca a la frontera con Bolivia, sobre todo en las zonas aledañas a las aguas del manantial Silala, presuntamente para seguir desviando el líquido elemento, denunció este martes René Navarro, ex representante presidencial en Potosí y ex dirigente cívico.
La información la dio a conocer la radio Aclo de la Red Erbol, al reportar que Navarro pidió a la Cancillería boliviana presentar una denuncia a nivel internacional sobre esa realidad, debido a que los chilenos pretenderían succionar o desviar aún más las aguas de Silala hacia el norte chileno.
“Los chilenos están realizando algunas perforaciones en la frontera Chile –Bolivia, porque la zona de Chile es árido y las aguas del Silala específicamente van al norte chileno, lo que preocupa es que Chile siempre perfora pozos y haciendo un estudio hidrogeológico las aguas subterráneas de Silala (que emergen en Bolivia) puede tener ramificaciones hacia Chile y lamentablemente pueden succionar las aguas”, dijo Navarro.
Indicó que por esa razón necesariamente hay que ir a los tribunales internacionales y solicitar que Chile no haga perforaciones en su territorio, mientras no se haga el estudio correspondiente de las bolsas de agua del subterráneo del Silala.
Agregó que Chile cambió su estrategia, porque el Estado chileno ahora vende a una empresa que comercializa ese líquido, mientras en el pasado era al revés.
“Por eso nos corresponde hacer una estrategia entre la Cancillería, el Estado y el pueblo potosino para poblar la zona del Silala y ver el tema agropecuario”, sostuvo.
La información la dio a conocer la radio Aclo de la Red Erbol, al reportar que Navarro pidió a la Cancillería boliviana presentar una denuncia a nivel internacional sobre esa realidad, debido a que los chilenos pretenderían succionar o desviar aún más las aguas de Silala hacia el norte chileno.
“Los chilenos están realizando algunas perforaciones en la frontera Chile –Bolivia, porque la zona de Chile es árido y las aguas del Silala específicamente van al norte chileno, lo que preocupa es que Chile siempre perfora pozos y haciendo un estudio hidrogeológico las aguas subterráneas de Silala (que emergen en Bolivia) puede tener ramificaciones hacia Chile y lamentablemente pueden succionar las aguas”, dijo Navarro.
Indicó que por esa razón necesariamente hay que ir a los tribunales internacionales y solicitar que Chile no haga perforaciones en su territorio, mientras no se haga el estudio correspondiente de las bolsas de agua del subterráneo del Silala.
Agregó que Chile cambió su estrategia, porque el Estado chileno ahora vende a una empresa que comercializa ese líquido, mientras en el pasado era al revés.
“Por eso nos corresponde hacer una estrategia entre la Cancillería, el Estado y el pueblo potosino para poblar la zona del Silala y ver el tema agropecuario”, sostuvo.
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LA PAZ CELEBRA EL BICENTENARIO DEL PRIMER GRITO LIBERTADOR CONTRA ESPAÑA… ¡¡¡ VIVA LA PAZ..!!! CRISOL DE LA NACIONALIDAD.
La Paz será centro el jueves de los festejos por los 200 años del primer grito libertador contra la Corona española. Los presidentes de Argentina, Cristina Fernández; de Ecuador, Rafael Correa; de Nicaragua, Daniel Ortega; de Paraguay, Fernando Lugo y de Venezuela, Hugo Chávez, además de 20 alcaldes iberoamericanos arribarán hoy a la Sede de Gobierno, para participar de los actos centrales de homenaje al Bicentenario del Grito Libertario paceño.
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PACEÑOS Y NO PACEÑOS DE PIE
El pueblo de La Paz, orgulloso heredero de la rebeldía de sus próceres, celebra el Bicentenario del levantamiento en armas con Pedro Domingo Murillo a la cabeza, que representa la universalidad del sentimiento libertario. Su encendido verbo revolucionario presente en la famosa proclama de la Junta Tuitiva, es una expresión de fe en el futuro de dignidad y justicia para el Alto Perú y todos los pueblos libres del continente.
La estatura moral y patriótica de Murillo y los protomártires que compartieron sus luchas y sacrificios, se agiganta en la Bolivia de hoy. Un pueblo empeñado en vencer la adversidad para vivir en democracia, con justicia social, sin injerencia extranjera, tiene en el símbolo murillano de la libertad un derrotero para seguir en el futuro el camino de la dignidad nacional, inseparable de la liberación de nuestro país a través de un desarrollo favorable a las mayorías y a la defensa del patrimonio nacional, como es el Silala.
La mística libertaria y democrática del jefe de la revolución sigue vigente en el alma del pueblo de Murillo y el Illimani, majestuoso centinela eterno, sin importar las derrotas obtenidas a lo largo del tiempo. Por densa que parezca la confusión que bajo el peso de circunstancias especiales rodea al momento actual, nuestra Bolivia, católica, cristiana y democrática seguirá activa y de pie. Nadie la doblegará, ya que la vocación de justicia y de verdadera independencia de nuestro pueblo, es superior al sentimiento errático circunstancial. La Paz sobrevivirá pese a los enemigos que tiene.
Tengamos fe en que con la pujanza característica del paceño, esta tierra, integradora de la nacionalidad boliviana, alcanzará el futuro de grandeza que por justicia le corresponde. La gesta libertaria de julio marca un hecho de profunda conciencia histórica trascendental, ya que América se iluminó con la tea que Murillo encendiera en las majestuosas cumbres de los Andes, extendiéndose sus luces más allá del Río de La Plata y muy cerca de los corazones latinoamericanos que con el ejemplo viril de lucha y emancipación, consiguieron sentar soberanía.
La Paz convertida en el núcleo de la nacionalidad, es vigilante infatigable de la unidad boliviana, aquí viven y trabajan unidos en torno a un mismo ideal de Dios, Patria, Progreso y liberación nacional, sin regionalismo ni egoísmos: benianos, cruceños, cochabambinos, tarijeños, chuquisaqueños, orureños, pandinos, potosinos, que firmes de pie saludan a La Paz, crisol civismo y trabajo.
El 16 de julio es la fecha cívica por excelencia en La Paz, es el recuerdo permanente de los héroes que nos dieron patria y libertad e hicieron de esta tierra una avanzada de la nacionalidad y un puntal del país que anhela progreso verdadero y definitivo.
El orgullo de quienes vivimos y trabajamos en esta latitud al pie del Illimani: ¡Gracias La Paz¡ A los que te respetan y te quieren; miran tu cielo azul con fe y esperanzas, educando a sus hijos para que mañana aporten a tu engrandecimiento: ¡La Paz, bendita seas¡ A todos aquellos heroicos hombres y mujeres que lucharon y ofrendaron sus preciosas vidas por legarnos libertad: ¡Honor y Gloria, La Paz¡
La honra de haber contribuido con sacrificio, tenacidad y fuerza de voluntad a la unidad de Oriente y Occidente, La Paz no sólo se define por ser sede de los poderes del Estado, sino fundamentalmente por el trabajo tesonero de todos los bolivianos en esta tierra de hombres libres: ¡Viva La Paz¡
En esta magna fecha, congratulamos al noble pueblo paceño, porque encierra ese espíritu de bolivianidad que se confunde con el abrazo fraterno de los nueve departamentos que constituyen nuestra amada Bolivia, digna de mejor suerte. Floren Sanabria G.
LA PAZ APUESTA SU FUTURO A UN NUEVO MODELO AUTONÓMICO
Al celebrar los 200 años de la gesta libertaria, La Paz apunta ahora a la autonomía como su principal eje de desarrollo. Un cambio que se debe concretar con inclusión social, igualdad y la recuperación del liderazgo en el país, según expresan autoridades locales, dirigentes vecinales, representantes del empresariado y campesinos.
En criterio del alcalde de La Paz, Juan del Granado, el nuevo rol político que le tocará ejercer a la región “estará marcado por el proceso de cambio, donde uno de sus componentes es la autonomía, pero sobre todo la inclusión social, igualdad, dignidad y soberanía, que son el legado de los héroes de 1809”.
Por su parte y en la misma línea, el secretario ejecutivo de la Federación de Campesinos de La Paz, Juan Marca, afirmó que las autonomías que buscan las 20 provincias del departamento “son autonomías incluyentes y no excluyentes, para dar el lineamiento al resto de los departamentos del país”.
En tanto que el asesor para las Autonomías de La Paz, Fabián Yaksic, señaló que se debe dar “el salto al primer municipio metropolitano autónomo”, para lo cual se deben reunir bajo un mismo objetivo los municipios de La Paz, El Alto, Mecapaca, Achocalla, Palca, Viacha y otros aledaños.
Yaksic va más allá y está seguro de que el Estado debe reconocer la condición de La Paz, de sede de los órganos Ejecutivo y Legislativo. “Los paceños hemos aportado a la construcción de este proceso con la nueva Constitución y creo que el Estado debe volcar su mirada a La Paz”.
Para el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Guillermo Morales, el proceso autonómico tomará su tiempo, no sólo en Bolivia, “sino en La Paz también”. En este caso, el aporte de los empresarios será la inversión, pese a los efectos de la crisis.
El presidente de la Federación de Juntas Vecinales de El Alto, Rubén Mendoza, indicó que lo que le hace falta a La Paz es “retomar nuevamente su liderazgo”.
El anteproyecto de la Carta Orgánica de La Paz, que delineará su autonomía, se aprobará en la Asamblea de la Paceñidad el 30 de julio. La propuesta será puesta a consideración de los paceños en una consulta pública.
Puntos de vista
“El modelo que puede articular”
Luis Revilla, presidente del Concejo Municipal.
“La Paz va a ser a partir de diciembre un departamento autónomo, con toda seguridad. Va a ser ejemplo de cómo un modelo puede articular a los municipios, pueblos indígenas y a las instituciones departamentales en una sola visión de desarrollo. Es demostrar que con transparencia, esfuerzo y eficiencia institucional se puede conducir un gobierno de izquierda”.
“Debe globalizar la economía”
Guillermo Morales, Cámara Nacional de Comercio.
“No se debe perder de vista la importancia que tiene La Paz al ser una ciudad fronteriza, próxima a Chile y Perú, así como su posibilidad de acceder directamente al Pacífico a través de las costas de Arica. En realidad la proyectan como una urbe que debe ver al futuro con una misión de integración, integración económica, política y social. La Paz está llamada a globalizar la economía de Bolivia”.
“Un municipio metropolitano”
Fabián Yaksic, asesor para las autonomías GMLP.
“Debemos dar el salto al primer municipio metropolitano autónomo y en esa medida proyectar sus alianzas estratégicas que compartimos con toda la región. Si asumimos esa realidad, el futuro de La Paz va a estar fortalecido y su doble rol de ser además sede de los poderes del Estado que le marcan esta otra identidad. El Estado Plurinacional debe reconocer esta cualidad del municipio”.
“Una autonomía de inclusión”
Juan del granado, alcalde de La Paz.
“Se ha restablecido el rol conductor de La Paz en el conjunto del país, sin ninguna pretensión y con toda sencillez y enorme amor que La Paz le tiene a Bolivia y que está marcando el rumbo del desarrollo nacional. El rol político estará marcado por el proceso de cambio que tiene uno de sus componentes, la autonomía sin duda, pero sobre todo a la inclusión social, igualdad, dignidad a la soberanía”.
LAS MONTAÑAS INSPIRAN HISTORIAS DE GRANDIOSIDAD
El ensayista boliviano Carlos Urquizo interpreta a la ciudad como un saco de aparapita, por su diversidad cultural. El periodista argentino Óscar Guisoni la definió como la capital del surrealimo en América Latina.
Rodeado de montañas, ningún paceño puede excusarse de las interpretaciones que inspiran estos colosos que disputan grandiosidad con el imponente Illimani. En la querella participan otros nevados, a fuerza de altura y nieve. Otras montañas protagonizan el enfrentamiento con las armas que les da su forma pura y simple; todo esto, enriquecido con la historia, las leyendas y el misterio.
Estas montañas motivaron un imaginario social paceño rico y diverso; esa representatividad de la realidad es la manera en la que los grupos de personas ubican mentalmente el espacio y el tiempo. Como señalara el sociólogo español Juan Luis Pintos, los imaginarios sociales son esquemas de inteligibilidad (puro conocimiento, sin intervención de los sentidos) de lo que es, en definitiva, la realidad invisible.
Gran parte de los paceños se identifica con el Illimani, otras prefieren las nieves del Mururata, el fiel acompañante de la cordillera Real; también se alzarán voces a favor del Huayna Potosí, especialmente los habitantes alteños, quienes coexisten con éste. Pero en el sector sur de la ciudad, los habitantes están más pendientes de la imagen de la Muela del diablo y el permanente misterio que parece envolver al Valle de las Ánimas.
Los argumentos a favor del Illimani llevan al extremo de afirmar que La Paz es impensable sin este gigante. “Aquí la nieve es mítica, / la luz seráfica”, anota el escritor Franz Tamayo. Mientras que el poeta Jaime Saenz dice: “El Illimani se está. /.../ No es la montaña lo que se mira. Es la presencia de la montaña”.
La literatura ha recogido un sinfín de leyendas y cuentos en torno a estas montañas; autores representativos en el género son Antonio Díaz Villamil y Fernando Diez de Medina, quienes escribieron que el Mururata es la cabeza de un coloso que perdió el combate con otro de los gigantes, el Illimani.
Las nieves y las rocas han inspirado a los plásticos, quienes recogieron en el lienzo la imagen de las montañas, caso significativo es el pintor Arturo Borda, quien ha dedicado varios cuadros, entre dibujos y óleos, al Illimani. El Huayna Potosí ha sido retratado por el pintor potosino Enrique Arnal.
Sin embargo, del entusiasmo creativo que han generado estas elevaciones, la realidad por la que atraviesa el planeta confronta a los paceños con un nuevo panorama visible en las paredes desnudas del Chacaltaya, que perdió sus nieves por el calentamiento global. Algunos investigadores calculan que esta misma suerte correrá el Mururata en unos 40 años más . Un destino que, aparentemente, acecha a las montañas que crecieron en la faja tropical.
El Mururata aún parece desafiar a combate al Illimani
Mururata en aymara quiere decir cabeza cortada, nombre que alimenta el imaginario paceño del porqué quedó así. Tiene una altitud de 5.869 metros. Está a 40 kilómetros de La Paz. Por sus pies atraviesa el Camino del Inca, Takesi. Se estima que en 40 años su sombrero blanco podría desaparecer por efecto del cambio climático.
Illimani es el Águila dorada en aymara. Tiene una altitud de 6.462 metros. Es la montaña más alta de la cordillera Real. Es un macizo de ocho kilómetros de longitud. Su imagen es símbolo principal del escudo de La Paz. Antes recibió también los nombres de Khunu Ururuncu (oso de nieve) y Chapa Punku ( puerta de espuma).
Huayna Potosí
En aymara significa Cerro joven, está a 25 kilómetros de La Paz. Tiene una altitud de 6.088 metros. Se le conoce como el que hace ruido, posiblemente por los sonidos subterráneos y por las caídas de agua del valle de Zongo, pero también por los truenos que se escuchan en su cima. Su imagen está inmortalizada en el escudo de El Alto.
Valle de las Ánimas
Esta serranía sobrecoge. Ningún observador ha de salvarse de sentir un poco de temor ante la verticalidad de su presencia. Está en la zona Sur, a 15 kilómetros del centro de La Paz. Son formaciones rocosas erosionadas por el viento. Unas se parecen a ánimas petrificadas, otras a órganos musicales con gigantescos tubos.
Muela del diablo
El peñasco negro impresiona desde cualquier ángulo. Supera los 3.897 msnm y tiene una altura de 150 metros. Hoy es un atractivo turístico, por lo que varias agencias ofrecen caminatas y ascenso en roca por la zona. Su forma monolítica se asemeja a una muela. En la cima hay un sector destinado para ceremonias rituales.
ALTURA, UN ORGULLO DESDE LOS PRIMITIVOS TIEMPOS
Las poblaciones asentadas en las tierras altas de Bolivia han sentido orgullo por su hábitat desde los inicios de su historia, pues consideraban que la residencia en estos sitios era apta para hombres fuertes, explicó el antropólogo Guery Chuquimia.
El investigador recordó que esas poblaciones vivían de la caza, pesca y recolección de frutos y desafiaban sin ningún temor las condiciones altiplánicas. “Vivir en tierras altas significaba privilegio”.
“(Los pobladores) buscaban dialogar con la naturaleza”, narra Chuquimia, y recuerda que la gente creó rituales para que la Pachamama (Madre Tierra) sea pródiga con sus hijos.
Esta visión de orgullo e identificación con la altura persiste en el imaginario de las tierras altas, en general, y La Paz, en particular. En el caso paceño, la urbe está construida sobre los 3.600 metros sobre el nivel del mar (msnm) y El Alto, en promedio, supera los 4.000 msnm.
El psicólogo Carlos Velásquez destacó que la altura es “el elemento de identidad y también el reconocimiento en lo deportivo, aunque para muchos malo; pese a ello hay un apoyo muy fuerte para vivir en la altura”.
Esta aseveración se afianza en la campaña de defensa del deporte en la altura que protagonizó casi toda la ciudadanía de la sede de gobierno, luego de que la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) prohibiera, dos años atrás, organizar determinados partidos de balompié a más de 2.750 msnm. En señal de protesta, el presidente Evo Morales jugó un partido a 5.270 msnm, en las faldas del Chacaltaya.
El sociólogo y politólogo Carlos Cordero considera que “nos han hecho creer que la altura es un elemento negativo, desventajoso, un factor de discriminación y que por lo tanto no hay que sentirse orgulloso”. Sin embargo, “creo que la altura es parte del imaginario colectivo del conjunto de los paceños. Sobre todo porque durante los últimos 100 años, La Paz es la vanguardia del mundo andino, es la más dinámica en todo sentido”.
El director del Instituto Boliviano de Biología de la Altura (IBBA), Enrique Vargas, derrumbó mitos. “La altura no hace mal a ningún futbolista; los deportistas que están bien entrenados no tienen por qué temer al desenvolvimiento. La altura no gana partidos, sino el estado físico”.
En todo caso, el Instituto reconoce que los recién llegados tienen que adaptarse a las condiciones paceñas. Quizás esto explica el comentario de un visitante español, quien por razones de trabajo reside eventualmente en la urbe.
“Uno observa el cielo más claro que existe en esta región, pero apenas sale del aeropuerto lee un letrero de bienvenida que dice: ‘Está a 3.065 metros más cerca del cielo’. Además, la pregunta más común es ¿y la altura, desea un matecito de coca?”
OPINIÓN
Los Andes signan los destinos de La Paz
El hombre siempre soñó dominar las montañas. La búsqueda de mundos nuevos lo ha llevado más allá de la atmósfera terrestre y, ya en 1969, se posó en la Luna y se prepara para hacerlo en otros planetas. Los primeros pobladores de Bolivia se instalaron hace más de 15.000 años en Viscachani (70 km, al SE de La Paz) a 3.800 metros de altitud.
Desde entonces, la historia boliviana está signada por los Andes. Tiwanaku, el mayor imperio andino preincaico, se ubicó a 3.800 m. La presencia Inca en Bolivia tuvo su eje en el Lago Sagrado.
De las nueve capitales de departamento del país, cinco están por encima de los 2.500 metros y tres de ellas sobre los 3.000. El 68% de la población boliviana, casi 5 millones de los 7,4 millones que hacen el total de la población, viven por encima de los 2.500 metros. ¿Será entonces que en nuestro país deberíamos comprender la vida compartimentada entre zonas del llano y zonas de mediana y gran altura? ¿Deberá convertirse entonces éste en un asunto de Estado? Creo que muchos lo hemos hecho.
El estudio de los efectos de la altitud sobre los seres vivientes en la región andina tiene otra característica y es que la cercanía de los Andes a la línea del ecuador tropical permite a nuestras poblaciones residir, vivir y trabajar hasta cerca de los cinco mil metros de altitud, sin impedir la circulación del hombre y el aprovechamiento del medio físico y su pleno relacionamiento.
El grave intento de veto al fútbol en La Paz, por parte de FIFA y ciertos niveles futbolísticos vecinos, cuando justamente hoy cumple su bicentenario de la lucha por las libertades latinoamericanas, continúa constituyéndose, más que nunca, en una aberración y una ofensa a los derechos universales del hombre y de los pueblos.
Y es así, que si hay algún instrumento útil y poderoso de hermandad entre los pueblos, éste es sin duda el deporte. No lo intentan en los Apeninos (sur de Italia) ni en los Alpes del hemisferio norte, florecientes y ricos, del primer mundo; lo están haciendo en los Andes, donde vivimos luchando palmo a palmo contra la pobreza, donde los niños lo único que tienen fácil, es una pelota de sus propios trapos para hacerla correr, corriendo ellos mismos con profundo gozo en un “partidito” de fútbol. Ahí, en una esquina del barrio o en un campito polvoriento, convertido para ellos en un monumental estadio y luego a dormir soñando, apaciguando el hambre, engañándolo, gambeteándolo. Entonces, ¿a quién afecta el veto a la altura?
El pueblo de La Paz, orgulloso heredero de la rebeldía de sus próceres, celebra el Bicentenario del levantamiento en armas con Pedro Domingo Murillo a la cabeza, que representa la universalidad del sentimiento libertario. Su encendido verbo revolucionario presente en la famosa proclama de la Junta Tuitiva, es una expresión de fe en el futuro de dignidad y justicia para el Alto Perú y todos los pueblos libres del continente.
La estatura moral y patriótica de Murillo y los protomártires que compartieron sus luchas y sacrificios, se agiganta en la Bolivia de hoy. Un pueblo empeñado en vencer la adversidad para vivir en democracia, con justicia social, sin injerencia extranjera, tiene en el símbolo murillano de la libertad un derrotero para seguir en el futuro el camino de la dignidad nacional, inseparable de la liberación de nuestro país a través de un desarrollo favorable a las mayorías y a la defensa del patrimonio nacional, como es el Silala.
La mística libertaria y democrática del jefe de la revolución sigue vigente en el alma del pueblo de Murillo y el Illimani, majestuoso centinela eterno, sin importar las derrotas obtenidas a lo largo del tiempo. Por densa que parezca la confusión que bajo el peso de circunstancias especiales rodea al momento actual, nuestra Bolivia, católica, cristiana y democrática seguirá activa y de pie. Nadie la doblegará, ya que la vocación de justicia y de verdadera independencia de nuestro pueblo, es superior al sentimiento errático circunstancial. La Paz sobrevivirá pese a los enemigos que tiene.
Tengamos fe en que con la pujanza característica del paceño, esta tierra, integradora de la nacionalidad boliviana, alcanzará el futuro de grandeza que por justicia le corresponde. La gesta libertaria de julio marca un hecho de profunda conciencia histórica trascendental, ya que América se iluminó con la tea que Murillo encendiera en las majestuosas cumbres de los Andes, extendiéndose sus luces más allá del Río de La Plata y muy cerca de los corazones latinoamericanos que con el ejemplo viril de lucha y emancipación, consiguieron sentar soberanía.
La Paz convertida en el núcleo de la nacionalidad, es vigilante infatigable de la unidad boliviana, aquí viven y trabajan unidos en torno a un mismo ideal de Dios, Patria, Progreso y liberación nacional, sin regionalismo ni egoísmos: benianos, cruceños, cochabambinos, tarijeños, chuquisaqueños, orureños, pandinos, potosinos, que firmes de pie saludan a La Paz, crisol civismo y trabajo.
El 16 de julio es la fecha cívica por excelencia en La Paz, es el recuerdo permanente de los héroes que nos dieron patria y libertad e hicieron de esta tierra una avanzada de la nacionalidad y un puntal del país que anhela progreso verdadero y definitivo.
El orgullo de quienes vivimos y trabajamos en esta latitud al pie del Illimani: ¡Gracias La Paz¡ A los que te respetan y te quieren; miran tu cielo azul con fe y esperanzas, educando a sus hijos para que mañana aporten a tu engrandecimiento: ¡La Paz, bendita seas¡ A todos aquellos heroicos hombres y mujeres que lucharon y ofrendaron sus preciosas vidas por legarnos libertad: ¡Honor y Gloria, La Paz¡
La honra de haber contribuido con sacrificio, tenacidad y fuerza de voluntad a la unidad de Oriente y Occidente, La Paz no sólo se define por ser sede de los poderes del Estado, sino fundamentalmente por el trabajo tesonero de todos los bolivianos en esta tierra de hombres libres: ¡Viva La Paz¡
En esta magna fecha, congratulamos al noble pueblo paceño, porque encierra ese espíritu de bolivianidad que se confunde con el abrazo fraterno de los nueve departamentos que constituyen nuestra amada Bolivia, digna de mejor suerte. Floren Sanabria G.
LA PAZ APUESTA SU FUTURO A UN NUEVO MODELO AUTONÓMICO
Al celebrar los 200 años de la gesta libertaria, La Paz apunta ahora a la autonomía como su principal eje de desarrollo. Un cambio que se debe concretar con inclusión social, igualdad y la recuperación del liderazgo en el país, según expresan autoridades locales, dirigentes vecinales, representantes del empresariado y campesinos.
En criterio del alcalde de La Paz, Juan del Granado, el nuevo rol político que le tocará ejercer a la región “estará marcado por el proceso de cambio, donde uno de sus componentes es la autonomía, pero sobre todo la inclusión social, igualdad, dignidad y soberanía, que son el legado de los héroes de 1809”.
Por su parte y en la misma línea, el secretario ejecutivo de la Federación de Campesinos de La Paz, Juan Marca, afirmó que las autonomías que buscan las 20 provincias del departamento “son autonomías incluyentes y no excluyentes, para dar el lineamiento al resto de los departamentos del país”.
En tanto que el asesor para las Autonomías de La Paz, Fabián Yaksic, señaló que se debe dar “el salto al primer municipio metropolitano autónomo”, para lo cual se deben reunir bajo un mismo objetivo los municipios de La Paz, El Alto, Mecapaca, Achocalla, Palca, Viacha y otros aledaños.
Yaksic va más allá y está seguro de que el Estado debe reconocer la condición de La Paz, de sede de los órganos Ejecutivo y Legislativo. “Los paceños hemos aportado a la construcción de este proceso con la nueva Constitución y creo que el Estado debe volcar su mirada a La Paz”.
Para el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Guillermo Morales, el proceso autonómico tomará su tiempo, no sólo en Bolivia, “sino en La Paz también”. En este caso, el aporte de los empresarios será la inversión, pese a los efectos de la crisis.
El presidente de la Federación de Juntas Vecinales de El Alto, Rubén Mendoza, indicó que lo que le hace falta a La Paz es “retomar nuevamente su liderazgo”.
El anteproyecto de la Carta Orgánica de La Paz, que delineará su autonomía, se aprobará en la Asamblea de la Paceñidad el 30 de julio. La propuesta será puesta a consideración de los paceños en una consulta pública.
Puntos de vista
“El modelo que puede articular”
Luis Revilla, presidente del Concejo Municipal.
“La Paz va a ser a partir de diciembre un departamento autónomo, con toda seguridad. Va a ser ejemplo de cómo un modelo puede articular a los municipios, pueblos indígenas y a las instituciones departamentales en una sola visión de desarrollo. Es demostrar que con transparencia, esfuerzo y eficiencia institucional se puede conducir un gobierno de izquierda”.
“Debe globalizar la economía”
Guillermo Morales, Cámara Nacional de Comercio.
“No se debe perder de vista la importancia que tiene La Paz al ser una ciudad fronteriza, próxima a Chile y Perú, así como su posibilidad de acceder directamente al Pacífico a través de las costas de Arica. En realidad la proyectan como una urbe que debe ver al futuro con una misión de integración, integración económica, política y social. La Paz está llamada a globalizar la economía de Bolivia”.
“Un municipio metropolitano”
Fabián Yaksic, asesor para las autonomías GMLP.
“Debemos dar el salto al primer municipio metropolitano autónomo y en esa medida proyectar sus alianzas estratégicas que compartimos con toda la región. Si asumimos esa realidad, el futuro de La Paz va a estar fortalecido y su doble rol de ser además sede de los poderes del Estado que le marcan esta otra identidad. El Estado Plurinacional debe reconocer esta cualidad del municipio”.
“Una autonomía de inclusión”
Juan del granado, alcalde de La Paz.
“Se ha restablecido el rol conductor de La Paz en el conjunto del país, sin ninguna pretensión y con toda sencillez y enorme amor que La Paz le tiene a Bolivia y que está marcando el rumbo del desarrollo nacional. El rol político estará marcado por el proceso de cambio que tiene uno de sus componentes, la autonomía sin duda, pero sobre todo a la inclusión social, igualdad, dignidad a la soberanía”.
LAS MONTAÑAS INSPIRAN HISTORIAS DE GRANDIOSIDAD
El ensayista boliviano Carlos Urquizo interpreta a la ciudad como un saco de aparapita, por su diversidad cultural. El periodista argentino Óscar Guisoni la definió como la capital del surrealimo en América Latina.
Rodeado de montañas, ningún paceño puede excusarse de las interpretaciones que inspiran estos colosos que disputan grandiosidad con el imponente Illimani. En la querella participan otros nevados, a fuerza de altura y nieve. Otras montañas protagonizan el enfrentamiento con las armas que les da su forma pura y simple; todo esto, enriquecido con la historia, las leyendas y el misterio.
Estas montañas motivaron un imaginario social paceño rico y diverso; esa representatividad de la realidad es la manera en la que los grupos de personas ubican mentalmente el espacio y el tiempo. Como señalara el sociólogo español Juan Luis Pintos, los imaginarios sociales son esquemas de inteligibilidad (puro conocimiento, sin intervención de los sentidos) de lo que es, en definitiva, la realidad invisible.
Gran parte de los paceños se identifica con el Illimani, otras prefieren las nieves del Mururata, el fiel acompañante de la cordillera Real; también se alzarán voces a favor del Huayna Potosí, especialmente los habitantes alteños, quienes coexisten con éste. Pero en el sector sur de la ciudad, los habitantes están más pendientes de la imagen de la Muela del diablo y el permanente misterio que parece envolver al Valle de las Ánimas.
Los argumentos a favor del Illimani llevan al extremo de afirmar que La Paz es impensable sin este gigante. “Aquí la nieve es mítica, / la luz seráfica”, anota el escritor Franz Tamayo. Mientras que el poeta Jaime Saenz dice: “El Illimani se está. /.../ No es la montaña lo que se mira. Es la presencia de la montaña”.
La literatura ha recogido un sinfín de leyendas y cuentos en torno a estas montañas; autores representativos en el género son Antonio Díaz Villamil y Fernando Diez de Medina, quienes escribieron que el Mururata es la cabeza de un coloso que perdió el combate con otro de los gigantes, el Illimani.
Las nieves y las rocas han inspirado a los plásticos, quienes recogieron en el lienzo la imagen de las montañas, caso significativo es el pintor Arturo Borda, quien ha dedicado varios cuadros, entre dibujos y óleos, al Illimani. El Huayna Potosí ha sido retratado por el pintor potosino Enrique Arnal.
Sin embargo, del entusiasmo creativo que han generado estas elevaciones, la realidad por la que atraviesa el planeta confronta a los paceños con un nuevo panorama visible en las paredes desnudas del Chacaltaya, que perdió sus nieves por el calentamiento global. Algunos investigadores calculan que esta misma suerte correrá el Mururata en unos 40 años más . Un destino que, aparentemente, acecha a las montañas que crecieron en la faja tropical.
El Mururata aún parece desafiar a combate al Illimani
Mururata en aymara quiere decir cabeza cortada, nombre que alimenta el imaginario paceño del porqué quedó así. Tiene una altitud de 5.869 metros. Está a 40 kilómetros de La Paz. Por sus pies atraviesa el Camino del Inca, Takesi. Se estima que en 40 años su sombrero blanco podría desaparecer por efecto del cambio climático.
Illimani es el Águila dorada en aymara. Tiene una altitud de 6.462 metros. Es la montaña más alta de la cordillera Real. Es un macizo de ocho kilómetros de longitud. Su imagen es símbolo principal del escudo de La Paz. Antes recibió también los nombres de Khunu Ururuncu (oso de nieve) y Chapa Punku ( puerta de espuma).
Huayna Potosí
En aymara significa Cerro joven, está a 25 kilómetros de La Paz. Tiene una altitud de 6.088 metros. Se le conoce como el que hace ruido, posiblemente por los sonidos subterráneos y por las caídas de agua del valle de Zongo, pero también por los truenos que se escuchan en su cima. Su imagen está inmortalizada en el escudo de El Alto.
Valle de las Ánimas
Esta serranía sobrecoge. Ningún observador ha de salvarse de sentir un poco de temor ante la verticalidad de su presencia. Está en la zona Sur, a 15 kilómetros del centro de La Paz. Son formaciones rocosas erosionadas por el viento. Unas se parecen a ánimas petrificadas, otras a órganos musicales con gigantescos tubos.
Muela del diablo
El peñasco negro impresiona desde cualquier ángulo. Supera los 3.897 msnm y tiene una altura de 150 metros. Hoy es un atractivo turístico, por lo que varias agencias ofrecen caminatas y ascenso en roca por la zona. Su forma monolítica se asemeja a una muela. En la cima hay un sector destinado para ceremonias rituales.
ALTURA, UN ORGULLO DESDE LOS PRIMITIVOS TIEMPOS
Las poblaciones asentadas en las tierras altas de Bolivia han sentido orgullo por su hábitat desde los inicios de su historia, pues consideraban que la residencia en estos sitios era apta para hombres fuertes, explicó el antropólogo Guery Chuquimia.
El investigador recordó que esas poblaciones vivían de la caza, pesca y recolección de frutos y desafiaban sin ningún temor las condiciones altiplánicas. “Vivir en tierras altas significaba privilegio”.
“(Los pobladores) buscaban dialogar con la naturaleza”, narra Chuquimia, y recuerda que la gente creó rituales para que la Pachamama (Madre Tierra) sea pródiga con sus hijos.
Esta visión de orgullo e identificación con la altura persiste en el imaginario de las tierras altas, en general, y La Paz, en particular. En el caso paceño, la urbe está construida sobre los 3.600 metros sobre el nivel del mar (msnm) y El Alto, en promedio, supera los 4.000 msnm.
El psicólogo Carlos Velásquez destacó que la altura es “el elemento de identidad y también el reconocimiento en lo deportivo, aunque para muchos malo; pese a ello hay un apoyo muy fuerte para vivir en la altura”.
Esta aseveración se afianza en la campaña de defensa del deporte en la altura que protagonizó casi toda la ciudadanía de la sede de gobierno, luego de que la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) prohibiera, dos años atrás, organizar determinados partidos de balompié a más de 2.750 msnm. En señal de protesta, el presidente Evo Morales jugó un partido a 5.270 msnm, en las faldas del Chacaltaya.
El sociólogo y politólogo Carlos Cordero considera que “nos han hecho creer que la altura es un elemento negativo, desventajoso, un factor de discriminación y que por lo tanto no hay que sentirse orgulloso”. Sin embargo, “creo que la altura es parte del imaginario colectivo del conjunto de los paceños. Sobre todo porque durante los últimos 100 años, La Paz es la vanguardia del mundo andino, es la más dinámica en todo sentido”.
El director del Instituto Boliviano de Biología de la Altura (IBBA), Enrique Vargas, derrumbó mitos. “La altura no hace mal a ningún futbolista; los deportistas que están bien entrenados no tienen por qué temer al desenvolvimiento. La altura no gana partidos, sino el estado físico”.
En todo caso, el Instituto reconoce que los recién llegados tienen que adaptarse a las condiciones paceñas. Quizás esto explica el comentario de un visitante español, quien por razones de trabajo reside eventualmente en la urbe.
“Uno observa el cielo más claro que existe en esta región, pero apenas sale del aeropuerto lee un letrero de bienvenida que dice: ‘Está a 3.065 metros más cerca del cielo’. Además, la pregunta más común es ¿y la altura, desea un matecito de coca?”
OPINIÓN
Los Andes signan los destinos de La Paz
El hombre siempre soñó dominar las montañas. La búsqueda de mundos nuevos lo ha llevado más allá de la atmósfera terrestre y, ya en 1969, se posó en la Luna y se prepara para hacerlo en otros planetas. Los primeros pobladores de Bolivia se instalaron hace más de 15.000 años en Viscachani (70 km, al SE de La Paz) a 3.800 metros de altitud.
Desde entonces, la historia boliviana está signada por los Andes. Tiwanaku, el mayor imperio andino preincaico, se ubicó a 3.800 m. La presencia Inca en Bolivia tuvo su eje en el Lago Sagrado.
De las nueve capitales de departamento del país, cinco están por encima de los 2.500 metros y tres de ellas sobre los 3.000. El 68% de la población boliviana, casi 5 millones de los 7,4 millones que hacen el total de la población, viven por encima de los 2.500 metros. ¿Será entonces que en nuestro país deberíamos comprender la vida compartimentada entre zonas del llano y zonas de mediana y gran altura? ¿Deberá convertirse entonces éste en un asunto de Estado? Creo que muchos lo hemos hecho.
El estudio de los efectos de la altitud sobre los seres vivientes en la región andina tiene otra característica y es que la cercanía de los Andes a la línea del ecuador tropical permite a nuestras poblaciones residir, vivir y trabajar hasta cerca de los cinco mil metros de altitud, sin impedir la circulación del hombre y el aprovechamiento del medio físico y su pleno relacionamiento.
El grave intento de veto al fútbol en La Paz, por parte de FIFA y ciertos niveles futbolísticos vecinos, cuando justamente hoy cumple su bicentenario de la lucha por las libertades latinoamericanas, continúa constituyéndose, más que nunca, en una aberración y una ofensa a los derechos universales del hombre y de los pueblos.
Y es así, que si hay algún instrumento útil y poderoso de hermandad entre los pueblos, éste es sin duda el deporte. No lo intentan en los Apeninos (sur de Italia) ni en los Alpes del hemisferio norte, florecientes y ricos, del primer mundo; lo están haciendo en los Andes, donde vivimos luchando palmo a palmo contra la pobreza, donde los niños lo único que tienen fácil, es una pelota de sus propios trapos para hacerla correr, corriendo ellos mismos con profundo gozo en un “partidito” de fútbol. Ahí, en una esquina del barrio o en un campito polvoriento, convertido para ellos en un monumental estadio y luego a dormir soñando, apaciguando el hambre, engañándolo, gambeteándolo. Entonces, ¿a quién afecta el veto a la altura?
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