El presidente Evo Morales Ayma denunció que los opositores en el Senado vulneraron la Constitución Política del Estado (CPE) al incluir modificaciones al contrato suscrito con la Jindal Steel Bolivia SA para la explotación del hierro del Mutún.
El Primer Mandatario, en conferencia de prensa en Palacio Quemado, indicó que la CPE en su artículo 59 referido a las atribuciones del Poder Legislativo señala que debe "autorizar y aprobar la contratación de empréstitos que comprometan las rentas generales del Estado, así como los contratos relativos a la explotación de las riquezas nacionales".
Sin embargo, indicó que la semana pasada el Senado ha aprobado, no el contrato, sino una nueva ley que incorpora la conformación de la Directiva y sus atribuciones, aspecto que va en contra de los que establece la Constitución.
El opositor Poder Democrático y Social (Podemos) modificó la composición del directorio de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM), como una de las 11 enmiendas que realizó la Cámara Alta (donde Podemos tiene 13 senadores, el MAS 12, el MNR uno y UN uno) al contrato para la explotación del hierro del Mutún. El Directorio de la Siderúrgica está compuesto por un presidente ejecutivo, cuatro representantes de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), dos del Ministerio de Producción y Microempresa, uno de la provincia Germán Busch, uno del gobierno municipal de Puerto Suárez, uno de la Prefectura de Santa Cruz y un representante indígena de la Chiquitania.
Es decir, un presidente (dirimidor), seis representantes del Gobierno, tres regionales de Santa Cruz y un indígena, 11 en total.
La propuesta del Senado reduce el número a un presidente y seis representantes: uno del Ministerio de Minería, dos de Comibol, uno de la Prefectura de Santa Cruz, uno de la provincia Germán Busch y uno de la municipalidad de Puerto Suárez.
Es decir, un presidente (dirimidor), tres del Estado y tres representantes regionales. En la actualidad, el presidente del directorio representa al departamento de Santa Cruz. En ese contexto el dignatario señaló que es importante que el Senado haga observaciones, pero no puede modificar el contrato.
"La tarea del Senado es aprobar o rechazar el contrato que se ha suscrito con la Jindal. Y que incorpore otras atribuciones, otras tareas, no sé a qué está orientado tal vez a seguir postergando la inversión en el departamento de Santa CruzE", advirtió Morales.
"En el fondo cuando aprueba esa ley es para perjudicar. Tal vez piensan en perjudicar a Evo Morales, no están perjudicando al Gobierno están perjudicando a una región", indicó el Mandatario.
El fabuloso reservorio de hierro está situado a 27 km de la población de Puerto Suárez cerca de la frontera con Brasil y tiene reservas de 40.000 millones toneladas de hierro y 10.000 millones de manganeso, según cálculos oficiales.La Jindal Steel and Power invertirá 1.500 millones de dólares en el primer quinquenio para desarrollar las obras, que deberá subir hasta 2.100 millones de dólares en un plazo de ocho años, y generar unos 6.000 puestos de trabajo directos y otros 15.000 indirectos.
El Primer Mandatario, en conferencia de prensa en Palacio Quemado, indicó que la CPE en su artículo 59 referido a las atribuciones del Poder Legislativo señala que debe "autorizar y aprobar la contratación de empréstitos que comprometan las rentas generales del Estado, así como los contratos relativos a la explotación de las riquezas nacionales".
Sin embargo, indicó que la semana pasada el Senado ha aprobado, no el contrato, sino una nueva ley que incorpora la conformación de la Directiva y sus atribuciones, aspecto que va en contra de los que establece la Constitución.
El opositor Poder Democrático y Social (Podemos) modificó la composición del directorio de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM), como una de las 11 enmiendas que realizó la Cámara Alta (donde Podemos tiene 13 senadores, el MAS 12, el MNR uno y UN uno) al contrato para la explotación del hierro del Mutún. El Directorio de la Siderúrgica está compuesto por un presidente ejecutivo, cuatro representantes de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), dos del Ministerio de Producción y Microempresa, uno de la provincia Germán Busch, uno del gobierno municipal de Puerto Suárez, uno de la Prefectura de Santa Cruz y un representante indígena de la Chiquitania.
Es decir, un presidente (dirimidor), seis representantes del Gobierno, tres regionales de Santa Cruz y un indígena, 11 en total.
La propuesta del Senado reduce el número a un presidente y seis representantes: uno del Ministerio de Minería, dos de Comibol, uno de la Prefectura de Santa Cruz, uno de la provincia Germán Busch y uno de la municipalidad de Puerto Suárez.
Es decir, un presidente (dirimidor), tres del Estado y tres representantes regionales. En la actualidad, el presidente del directorio representa al departamento de Santa Cruz. En ese contexto el dignatario señaló que es importante que el Senado haga observaciones, pero no puede modificar el contrato.
"La tarea del Senado es aprobar o rechazar el contrato que se ha suscrito con la Jindal. Y que incorpore otras atribuciones, otras tareas, no sé a qué está orientado tal vez a seguir postergando la inversión en el departamento de Santa CruzE", advirtió Morales.
"En el fondo cuando aprueba esa ley es para perjudicar. Tal vez piensan en perjudicar a Evo Morales, no están perjudicando al Gobierno están perjudicando a una región", indicó el Mandatario.
El fabuloso reservorio de hierro está situado a 27 km de la población de Puerto Suárez cerca de la frontera con Brasil y tiene reservas de 40.000 millones toneladas de hierro y 10.000 millones de manganeso, según cálculos oficiales.La Jindal Steel and Power invertirá 1.500 millones de dólares en el primer quinquenio para desarrollar las obras, que deberá subir hasta 2.100 millones de dólares en un plazo de ocho años, y generar unos 6.000 puestos de trabajo directos y otros 15.000 indirectos.
LULA ESTIMULA INVERSIONES
GAS: BRASIL BUSCA LA AUTONOMÍA
El Clarín de Argentina (www.clarin.com)
En su programa radial de los lunes, Lula da Silva reafirmó la decisión de Brasil de "marchar hacia la independencia en la producción de gas".
Pero admitió que ese objetivo está lejos: "Brasil precisa hoy del gas de Bolivia. Y la Argentina, y Chile, también". Así, el jefe de Estado brasileño ordenó a la estatal petrolera Petrobras a reiniciar las inversiones paralizadas a principios del año.
"Nosotros precisamos invertir más en Bolivia para atender el mercado interno boliviano, el mercado interno de Brasil y el de Argentina" sostuvo el presidente. Mientras los grandes empresarios brasileños empiezan a revisar sus proyecciones de inversión, en vista de la escasez prevista en el empleo de gas como insumo de sus propias centrales de generación eléctrica.
Lula fue claro: resaltó que la prioridad en el abastecimiento corresponderá a las usinas termoeléctricas que entregan su energía a la red eléctrica nacional. "Cuando los lagos que producen energía tuvieran un nivel muy bajo, inmediatamente accionaremos las termoeléctricas a gas". Estas tendrán supremacía sobre otros consumos del combustible: Luego "Petrobras atenderá sus propias necesidades porque precisa inyectar gas en los pozos petroleros para recuperar crudo. Y después de eso, podrá ofrecer el remanente a las industrias y a los automóviles". Un aviso para industriales y automovilistas a quienes les recomendó que se preparen para reconvertirse del gas al diesel o la nafta.
MAPUCHES DE CHILE Y OBRERAS DE BOLIVIA, TESTIMONIOS DE EXCLUSIÓN
Diario León de España (www.diariodeleon.es)
La situación de exclusión y marginación de la población mapuche en Chile, particularmente de las mujeres, y de las obreras bolivianas que trabajan en la industria de la castaña (nuez de Brasil) en Beni, fueron ayer denunciadas en León por dos de sus protagonistas, Dominica Quilapi y Narda Baqueros, en un acto organizado por la Asociación Mujer y Revolución.
Dominica Quilapi subrayó que la cultura mapuche se encuentra al borde de la desaparición por falta de «tierra para alimentar al pueblo», ya que las transnacionales son las principales propietarias. Las mujeres, que sufren una dependencia absoluta de maridos, padres y hermanos, son las principales víctimas: «Las mujeres tenemos que tener la autorización del marido para poder salir», dijo Dominica Quilapi, que a sus 42 años ha alcanzado el «gran lograr» de salir por primera vez de su casa. El pueblo mapuche (40% en Chile y 60% en Argentina) reclama la conservación de su lengua indígena.
Narda Baqueros, boliviana de la región de Beni, explicó que 11.000 mujeres trabajan en este rincón de la Amazonía en la recolección y quebrado de castañas, el fruto que la selva regala entre los meses de noviembre y febrero y que las fábricas transforman a temperaturas de más de 70 para su exportación. La mano de obra femenina e infantil y juvenil -85% del total- quiebra las castañas una a una.
La jornada empieza a las cuatro de la madrugada y termina doce horas después para ganar cinco dólares. Ahora, pende sobre estas familias la amenaza de la emigración a consecuencia de una central hidroeléctrica que promueve Brasil.
EVO MORALES ACUSA AL SENADO, CONTROLADO POR LA OPOSICIÓN, DE VIOLAR LA CONSTITUCIÓN
Europa Press de España (www.europapress.es)
El presidente boliviano, Evo Morales, acusó ayer a los senadores del partido opositor Poder Democrático y Social (Podemos), que dominan la cámara Alta, de vulnerar la Constitución al incluir modificaciones al contrato suscrito con la Jindal Steel Bolivia SA para la explotación del hierro del Mutún, según recoge la Agencia Boliviana de Noticias.
El Primer Mandatario, en una rueda de prensa en Palacio Quemado, indicó que el Senado no se había limitado a aprobar el contrato, sino que había elaborado una nueva ley que incorpora modificaciones en la conformación de la Directiva y sus atribuciones, aspecto que va en contra de los que establece la Constitución.
El opositor Poder Democrático y Social (Podemos) modificó la composición de la directiva de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM), como una de las 11 enmiendas que realizó la Cámara Alta al contrato para la explotación del hierro del Mutún.
La junta directiva de la siderúrgica está compuesta por un presidente ejecutivo, cuatro representantes de la Corporación Minera de Bolivia, dos del Ministerio de Producción y Microempresa, uno de la provincia Germán Busch, uno del gobierno municipal de Puerto Suárez, uno de la Prefectura de Santa Cruz y un representante indígena de la Chiquitania. Es decir, un presidente, seis representantes del Gobierno, tres regionales de Santa Cruz y un indígena, 11 en total.
La propuesta del Senado reduce el número a un presidente y seis representantes: uno del Ministerio de Minería, dos de la Corporación Minera de Bolivia, uno de la Prefectura de Santa Cruz, uno de la provincia Germán Busch y uno de la municipalidad de Puerto Suárez. Es decir, que recorta a la mitad el número de representantes del Estado y elimina la representación indígena.
En este contexto Morales señaló que es importante que el Senado haga observaciones, pero no puede modificar el contrato. "La tarea del Senado es aprobar o rechazar el contrato que se ha suscrito con la Jindal", subrayó el presidente boliviano. "El incorporar otras atribuciones, otras tareas, no sé a qué está orientado, tal vez a seguir postergando la inversión en el departamento de Santa Cruz", consideró Morales.
En referencia la Senado dijo que "cuando aprueba esa ley es para perjudicar. Tal vez piensan en perjudicar a Evo Morales, no están perjudicando al Gobierno están perjudicando a una región", sentenció.
La reserva de hierro a la que incumbe el contrato está situada a 27 kilómetros de la población de Puerto Suárez, cerca de la frontera con Brasil, y tiene reservas de 40.000 millones toneladas de hierro y 10.000 millones de manganeso, según cálculos oficiales.
La Jindal Steel and Power invertirá 1.000 millones de euros en el primer quinquenio para desarrollar las obras, que aumentará progresivamente hasta unos 1.500 millones de euros en un plazo de ocho años, y generar unos 6.000 puestos de trabajo directos y otros 15.000 indirectos.
Nueva polémica por el Presidente venezolano
SORPRESIVAS ESCALAS DE CHÁVEZ EN BOLIVIA DESATAN PROTESTAS
Senadores de la oposición pidieron que el canciller explique los dos aterrizajes hechos por el Mandatario en su viaje a Santiago.
El Diario de Chile (www.elmercurio.com)
Dos inesperadas escalas de Hugo Chávez en Bolivia, en su camino de ida y vuelta a la Cumbre Iberoamericana celebrada en Santiago, bastaron para que la oposición del país vecino acusara una injerencia del Presidente venezolano y exigiese al canciller David Choquehuanca concurrir al Senado para dar explicaciones.
Políticos de la oposición consideraron impresentable que no se anunciara que Chávez pararía en la ciudad de Trinidad los últimos viernes y domingo, oficialmente para verificar el avance de un dique financiado por Venezuela (a un costo de US$ 13,5 millones) y recargar combustible.
Terminal militarizado
Según el diario cruceño "El Deber", las escalas obligaron a "militarizar" el terminal aéreo de la capital del departamento amazónico del Beni, donde ingenieros y militares venezolanos trabajan en la construcción de un dique de 28 km de largo.
"Es preocupante, porque cuando aterriza un Mandatario tiene que estar presente la cancillería, cosa que no se dio. Segundo, es preocupante cuando sabemos que hay fuerzas militares venezolanas realizando trabajos", dijo a este diario el prefecto de Beni, Ernesto Suárez.
El senador por el Beni del partido opositor Podemos, Roberto Yáñez, señaló que no es aceptable que militares venezolanos hubiesen "tomado" el aeropuerto de Trinidad para garantizar la seguridad de Chávez.
Yáñez agregó que la presencia de Chávez también resultaba ofensiva para el oriente boliviano, ya que el sábado el venezolano dijo que la "oligarquía" de esa zona del país intentaba derrocar a Morales, y que en ese caso Venezuela podría intervenir ("tronarán fusiles y ametralladoras", declaró, según AP).
La petición de que el canciller dé explicaciones al Senado (de mayoría opositora), realizada por la colectividad opositora Podemos, motivó a que Morales avalara al líder venezolano.
El Mandatario comentó que fue su idea "recibirlo" y que "sobrevolar la construcción (del dique) era una iniciativa mía" que no pudo cumplir porque estaba en Santiago. "Sería importante no magnificar", dijo Morales a los críticos, agregando que su homólogo "tiene derecho" a inspeccionar las obras del dique.
Para algunos, el apoyo incondicional que Morales le muestra a Chávez responde en parte a la asistencia financiera de Caracas.
"Chávez prácticamente ha comprado al gobierno con la plata que le ha dado, y eso al parecer le da el derecho de entrar y salir de Bolivia cuando él guste", dijo a este diario el prefecto Suárez.
Caracas ha entregado "ayudas" por US$ 80 millones al gobierno para desarrollar proyectos en alcaldías. Los críticos cuestionan que los recursos suministrados a través de cheques no figuran en la contabilidad oficial ni son controlados, además de que dependen de la "voluntad" de Chávez.
"Esos cheques son una aberración. Tanto que pregona el Presidente la lucha contra la corrupción, pero en la práctica se la fomenta", agregó Suárez.
Según AFP, Venezuela también tiene un acuerdo con Bolivia para invertir unos US$ 700 millones para explorar hidrocarburos y construir una planta de industrialización gasífera.
Sin embargo, para políticos oficialistas, la oposición sobrerreacciona.
"Yo creo que es una exageración de la oposición (la reacción a las escalas de Chávez). Es una polémica artificial e innecesaria, y de todas maneras ha debido haber alguna coordinación" de Caracas con el gobierno de La Paz para los aterrizajes, comentó a "El Mercurio" Raúl Prada, constituyente por el oficialista MAS. "Estamos ante una oposición intransigente y paranoica, que constantemente trata de armar un rompecabezas a partir de cualquier detalle", agregó.
EL REY Y LOS AMIGOS DE ZAPATERO
ABC de España (www.abc.es)
“¿POR qué no te callas?”, y “¡Viva el Rey!” se han convertido en frases universales, comentadas masivamente en Europa y las Américas.
New York Times, Financial Times, Frankfurter Allgemeine Zeitung y Le Monde han informado con precisión sobre el aldabonazo de hombría patriótica de Don Juan Carlos en la XVII Cumbre Iberoamericana.
La universalidad del mensaje nacional de Don Juan Carlos contrasta con los severísimos juicios que suscitan la personalidad de Hugo Chávez y la diplomacia ideológica de Rodríguez Zapatero, embarcando a España en desastrosas aventuras.
Una sola cita, de Luis Fernando Valero, en El Faro salvadoreño, en este grave contexto internacional: «A la izquierda chavista, poscubana, marxista, bolivariana, se le une una izquierda indigenista, ancestral, comunitaria de Evo Morales de Bolivia, a la que ahora también se suma la de Rafael Correa de Ecuador, que es más nacionalista que izquierdista y que es más doctrinaria que política en un país en donde cada día se vacía más de sus nacionales y a los que les urge encontrar una auténtico camino para desarrollar sus países. Aunque mucho nos tememos que con las doctrinas que practican y sus actos van a hundir más a sus países en la miseria por la indefensión jurídica que practican, no acorde con las reglas del juego de un mundo cada vez más globalizado (...) Y por último tenemos la izquierdista socialista de pedigrí europeo, cien por cien, que es Rodríguez Zapatero, de un izquierdismo cada día más diluido que observa cómo su partido se está diluyendo en un reino de Taifas socialistas, en que cada «barón» socialista se convierte en un reyezuelo en su autonomía y, en algunas de ellas, para poder tocar poder, debe aliarse con partidos que son la negación de su ideología, como son los partidos nacionalistas, antítesis del internacionalismo proletario y obrero de su querido PSOE».
KIRCHNER INAUGURARÁ EL BANCO DEL SUR EN BUENOS AIRES
Diario Infobae de Argentina (www.infobae.com)
El 9 de diciembre, en su último día de mandato, el Presidente de la Nación encabezará el acto del lanzamiento de la entidad financiera que cuenta con fuerte apoyo de Venezuela, Ecuador y Bolivia.
Los presidentes de Brasil, Venezuela, Paraguay, Bolivia y Ecuador, -se ignora aún si también el de Uruguay- estarán el 9 de diciembre en Buenos Aires para despedir a Néstor Kirchner, asistir a la asunción de Cristina Fernández un día después, y dejar inaugurado el Banco del Sur, una entidad que servir para financiar proyectos de la región.
El acto de lanzamiento del banco será una de las últimas actividades oficiales de Kirchner como jefe de Estado, ya que un día después deberá entregar el mandato a su esposa, Cristina Fernández.El Banco del Sur cuenta con un fuerte apoyo de Venezuela, Ecuador y Bolivia, mientras que la Argentina y Brasil demostraron menores expectativas.
La idea es que esta nueva entidad se convierta en una especie de Banco Mundial y de Banco Interamericano de Desarrollo para financiar proyectos de la región.
La confirmación sobre el lanzamiento de la entidad en Buenos Aires fue realizada por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, al ratificar un anuncio formulado por el Jefe de Estado ecuatoriano, Rafael Correa. "Caracas será la sede. Habíamos previsto firmarlo en Caracas por esos días, pero no hay tiempo por cruces de agenda", señaló el mandatario venezolano a periodistas en Santiago después de la Cumbre Iberoamericana.Explicó que el nuevo sitio fue una "propuesta (del presidente brasileño Luiz Inácio) Lula da Silva" ya que el 10 de diciembre estarán en Buenos Aires.
LA CONTITUYENTE DE BOLIVIA CONVOCA DE NUEVO A SESIONES
ADN Mundo de España (www.adnmundo.com)
Luego de tres meses de parálisis, la directiva de la Asamblea llamó hoy nuevamente a la reanudación de sus sesiones el próximo miércoles.
La convocatoria fue hecha por la presidenta de la Asamblea, la dirigente quechua Silvia Lazarte, quien anunció que mañana se realizarán reuniones previas de concertación con las diversas fuerzas para llegar a acuerdos antes de la sesión plenaria.
Desde el pasado 15 de agosto, cuando suspendió sus funciones, la Asamblea intentó varias veces reanudar sus sesiones, pero chocó con las protestas que realizaron en su contra los movimientos y sectores cívicos de Sucre. Los sucrenses reclaman que el foro reponga en su agenda el debate sobre el traslado de los poderes Ejecutivo y Legislativo que están en La Paz hacia Sucre, que es la capital constitucional, pero sólo alberga al poder Judicial.
El conflicto por la sede de los poderes estatales ha puesto al borde del fracaso a la Asamblea convocada por el presidente Evo Morales para refundar su país.
El último intento fallido por reanudar sus sesiones fue el pasado viernes, cuando violentas protestas ocurridas en las calles de Sucre con agresiones a constituyentes del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) y a periodistas impidieron el funcionamiento del foro.
La agenda de las sesiones para el próximo miércoles no contiene el tema de la capital, como exigen las organizaciones de Sucre.
A partir de mañana deben comenzar a llegar a esa ciudad organizaciones campesinas e indígenas aliadas de Morales con el propósito de garantizar la continuidad de la Asamblea y defenderla de eventuales protestas de los sectores cívicos sucrenses.
Pero además, constituyentes oficialistas y de otras fuerzas afines crearon el fin de semana pasado un frente común en un enésimo intento de salvar a la Asamblea, que en quince meses no ha logrado aprobar ni una línea de la nueva Constitución. El llamado Frente Amplio de Asambleístas Patriotas, integrado por miembros de siete de las 16 fuerzas políticas, pretende elaborar propuestas que permitan garantizar la reanudación de las plenarias el próximo miércoles.
Pese al hallazgo de un pozo petrolero en su país
LULA AFIRMÓ QUE BRASIL VA A INVERTIR EN EL GAS DE BOLIVIA
También ratificó que mantendrá las inversiones en los biocombustibles.
El Tribuno de Argentina (www.eltribunosalta.com.ar)
Tras el hallazgo de un multimillonario yacimiento petrolero, Brasil no abandonará los biocombustibles y busca hacer nuevas inversiones en el sector gasífero de Bolivia, afirmó ayer el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. "Nosotros vamos a continuar invirtiendo en los biocombustibles", aseguró.
La semana pasada el conglomerado estatal Petrobras anunció que el yacimiento "ultraprofundo" de Tupi, situado frente a la costa de Río de Janeiro, podría contener entre 5.000 millones a 8.000 millones de barriles de crudo en reservas.
Tal volumen de crudo podrá ser explotado en unos cinco o seis años porque está ubicado a unos 7.000 metros de profundidad, pero Petrobras tiene la tecnología para recuperarlo, aseguró Lula en su programa radial de cada lunes, "Café con el Presidente".
"Fue una bendición de Dios a Brasil el tener una empresa que creyera en buscar petróleo a tanta profundidad como la Petrobras", agregó el mandatario.
"Brasil se congratula y Petrobras se congratula por haber encontrado ese campo petrolero", dijo. Pero tal hallazgo, que "significa que Brasil pasa a ser uno de los mayores productores de petróleo del mundo", dijo Lula, no significa que el país abandone sus programas de producción de combustibles alternativos como el etanol, o alcohol combustible producido aquí a partir de la caña de azúcar. "Brasil depende hoy del gas de Bolivia, Argentina depende del gas de Bolivia, Chile depende del gas de Bolivia y necesitamos hacer inversiones en Bolivia para que podamos producir más" y atender el mercado doméstico de esa nación andina y de los vecinos, dijo Lula.
EL POLVORÍN DE SANTA CRUZ DE LA SIERRA POR LA BÚSQUEDA DE SU AUTONOMÍA
El Tiempo de Colombia (www.eltiempo.com)
EL TIEMPO estuvo presente en la más próspera ciudad boliviana, que quiere, junto a otras regiones, un estatus de autonomía que haga justicia al enorme aporte económico que hacen el país.
El sueño de cuatro grandes regiones bolivianas de organizarse administrativamente mediante departamentos (en un sistema similar al colombiano) para contrarrestar el histórico centralismo de La Paz, tiene a este país de 9 millones de habitantes al borde de una confrontación civil.
En las paredes de Santa Cruz, la ciudad más próspera de Bolivia, han aparecido grafitis que invitan a tomar las armas si el presidente Evo Morales hace caso omiso de este anhelo en la Asamblea Constituyente. Allí, bajo un crispado ambiente político, debe salir a la luz el texto de una nueva Constitución el 14 de diciembre, lo que podría no ocurrir, pues la entidad está paralizada hace 13 semanas.
Hace más de un año, en un referendo nacional para indagar qué regiones apostaban por la autonomía, Santa Cruz, Tarija, Pando y Beni votaron sí. La Paz, Chuquisaca, Potosí, Oruro y Cochabamba votaron no.
Hoy, la situación de Bolivia es atípica porque, a diferencia de muchos países, cuenta apenas con dos instancias de gobierno (nacional y local). En este país no tienen vida los gobiernos departamentales y eso es lo que persiguen estas cuatro regiones, ricas en hidrocarburos y agroindustria.
El ejemplo de Santa Cruz, epicentro de la oposición a Evo, y donde se concentra la mayoría de la población 'blanca' de Bolivia, no puede ser más diciente: recauda 617 millones de dólares en impuestos nacionales, aranceles y regalías y solo recibe a cambio 168 millones, es decir, el 27 por ciento. Los 'autonomistas' proponen que del total de los impuestos, el 66 por ciento sea de las regiones y el 33 vaya al gobierno central.
Pero para los opositores, concentrados en el occidente, se trata de un plan que le daría tal independencia a las regiones que podrían generarse aires separatistas, lo que atenta contra la unidad nacional.
"En estos momentos sostenemos buena parte del país y, prácticamente no recibimos nada a cambio, por culpa de ese centralismo dañino", aseguró, en diálogo con EL TIEMPO, el prestigioso abogado Juan Carlos Urenda, autor de la propuesta de reforma para crear las autonomías.
Urenda niega que el proyecto tenga una intención separatista y dice que con las gobernaciones se agilizará la inversión nacional. "Esto se enmarca dentro de un Estado que no rompe su unidad. Las autonomías o los departamentos, como ocurre en España y la mayoría de los países, tienen competencias compartidas con el Gobierno".
Actualmente, la reivindicación de las autonomías de las cuatro regiones la lidera el Comité Cívico Pro Santa Cruz, una poderosa organización de empresarios, sindicalistas y gente del común, creada hace 50 años. Luis Núñez, curtido opositor de Evo, es su primer vicepresidente y habla de cifras que, según él, evidencian el costo del centralismo:
"Solo hasta 1966 tuvimos nuestra primera calle asfaltada. Hoy hay un déficit de 5.000 profesores y 4.000 médicos. En Santa Cruz hay 1'500.000 habitantes y solo 5 hospitales públicos. De La Paz todo se demora en llegar. Dan migajas". Según la Cámara de Industria y Comercio, Santa Cruz aporta el 30,6 por ciento al Producto Interno Bruto; genera el 50,7 por ciento de las exportaciones nacionales y allí se percibe el 47,6 por ciento de la inversión extranjera.
Santa Cruz está a la expectativa, pues existe el temor de que en la nueva Constitución se desconozcan los resultados del referendo, bajo el argumento de que el 'no' ganó en cinco de las nueve regiones.
Los miedos se incrementan aún más por la actitud asumida antes del referendo por Evo, quien se inclinó a favor del 'no', al considerar que las autonomías son para la "burguesía cruceña".
Además, Urenda le atribuye a la desinformación el hecho de que los bolivianos simplifiquen sus conversaciones y vean todo este debate como una pelea de poderes políticos entre La Paz y Santa Cruz.
Hoy, en esta ciudad, en el parque principal, hay una gran bandera blanca y verde, que dice: 'Si la querés, defendela', en clara alusión a la autonomía. Y Núñez, el opositor a Evo, advierte que, si los sueños no se plasman en la Constitución, no queda otra salida: "Dar la sangre".
PALPALÁ ESTUVO PRESENTE EN EL “III ENCUENTRO DE GOBIERNOS MUNICIPALES” ARGENTINA – BOLIVIA – CHILE
Diario Jujuy al Día de Argentina (www.jujuyaldia.com.ar)
Se llevó a cabo en la Ciudad de Tarija, Provincia Cercado, República de Bolivia el “III° Encuentro de Gobiernos Municipales” que convocó a gobiernos municipales de Argentina, Bolivia y Chile.
El objetivo que se persigue a través de estos encuentros es el trabajo mancomunado entre las diferentes regiones para incrementar el desarrollo turístico, productivo y cultural.
Este III° Tercer Encuentro de Gobiernos Municipales tuvo lugar en el Hotel Viñas del Sur de la ciudad de Tarija, y asistieron al mismo representantes de los Municipios de la I°, II° y III° region de Chile, de todo el sur Boliviano. En tanto que por nuestro país estuvieron presentes funcionarios de la Secretaria de Turismo de la Provincia, representantes del sector privado y la Municipalidad de Palpalá a través de su titular el Intendente Alberto Ortiz, también estuvieron presentes los Diputados Provinciales Mariela Ortiz y Miguel Morales, el Intendente Electo de San Pedro, Esteban Fado Zamar y otro importante grupo de empresarios Jujeños y de la vecina provincia de Salta.
Al igual que en los encuentros anteriores se trabajó en tres temas principales: Mesa de Turismo hacia un turismo sin fronteras, Mesa de Alcaldes y autoridades municipales, Mesa de Cultura y Mesa de Fomento Productivo.
Conclusiones: Un nuevo producto turístico SUDAMERICA ANDINA
Es así que al término del encuentro se dio a conocer como resultado final la unificación de la oferta turística a través del producto denominado SUDAMERICA ANDINA.
El logotipo fue presentado por la delegación chilena, siendo aprobado con modificaciones. En tanto que el nombre “Sudamérica Andina” fue puesto a consideración por la delegación de Palpalá y aprobada por unanimidad.
Otro de los aspectos fundamentales puesto de manifiesto por los organizadores fue: “el hecho de la realización de este encuentro que realmente ha sido el más grande de los efectuados hasta la fecha, reafirmando la importancia de habernos puesto la meta de continuar con estos encuentros, sentada la unión de municipios de los tres países que nos ha permitido continuar trabajando en conjunto con un proyecto realmente importante”.
También se propuso el armado de una web site para lo cual los municipios que integran el encuentro deberán trabajar en forma conjunta en el armado de las ofertas de cada región.
En los próximos encuentros los integrantes de la mesa de turismo continuarán con el desarrollo del circuito turístico principal de cada país, que se unirá con el de los otros dos países, del que partirán una serie de sub. circuitos que serán ordenados por cada país.
Con Referencia a la brillante organización y realización del evento, el Intendente de Palpalá, Alberto Ortiz, junto a sus pares de Tarija Lic. Oscar Montes y de Mejillones Marcelino Carvajal, destacaron, que todo esto que comenzó como el sueño de tres amigos, hoy se ha convertido en un inmenso espacio de acciones sin fronteras, buscando el crecimiento Trinacional, tanto en el ámbito de producción, turismo, cultura y realmente ha tomado dimensiones insospechadas, muy positivas para toda la región, siendo una de las pocas iniciativas tripartitas que no solo funciona, sino que lo hace brillantemente y con la participación cada día de mas representantes de los Municipios de los tres países.-
Asimismo destacaron su total convicción de que durante los encuentros a desarrollarse durante el año venidero, se lograrán objetivos mucho más rápidamente, ya que en varios temas se avanzó en forma muy eficaz y muy positiva, por lo que seguramente ya comenzarán a aplicarse en la región nuevas estrategias, para la definitiva unión de las mismas, tratando en todo sentido de borrar las fronteras que nos separan y comenzar a trabajar como hermanos que somos.
LAS EMPRESAS ESPAÑOLAS SE JUEGAN INVERSIONES DE 129.000 MILLONES EN LATINOAMÉRICA
Expansión de España (www.expansion.com)
Los empresarios mantienen firme su apuesta por la región pese a los continuos ataques de algunos gobiernos latinoamericanos, liderados por el presidente de Venezuela, que reventó con sus criticas la reciente Cumbre Iberoamericana.
Las aguas del Atlántico vuelven a estar agitadas. El rifirrafe dialéctico entre el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, el Rey y el presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha recordado al mundo empresarial español la incertidumbre que supone invertir en algunos países latinoamericanos, los denominados populistas. Durante la Cumbre Iberoamericana que se celebró el pasado fin de semana en Chile, Chávez lanzó duras críticas a las compañías españolas por apoyar el golpe de Estado de 2002, y esquilmar al país, una opinión que apoya su homólogo en Nicaragua, Daniel Ortega.
Los recados de los dos mandatarios suponen el último capítulo de las tensas relaciones entre algunos de los gobiernos latinoamericanos, liderados por Venezuela, Bolivia y Ecuador, y las más poderosas compañías españolas, que desde mediados de los noventa, se han convertido en los principales inversores en la región, después de EEUU. En total, la inversión bruta española asciende a más de 129.000 millones de euros entre 1993 y junio de 2007, según datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, para tomar el control de las principales compañías sudamericanas.
Basta sólo algunos ejemplos: BBVA y Santander tienen las mayores franquicias bancarias de la región y han aguantado las crisis económicas que han azotado a estos países; Repsol posee YPF, la mayor petrolera argentina; Telefónica controla los principales grupos de telefonía de Brasil, Venezuela, Chile y Perú; mientras que Endesa es el operador eléctrico privado más relevante del conjunto de Latinoamérica. Desde Río Grande, en México, hasta Tierra de Fuego, en Argentina, se encuentra una empresa con ADN español.Pese a esta ingente cantidad de dinero comprometido en la zona y al esfuerzo inversor de las empresas españolas, Chávez y sus aliados en una nueva corriente populista que impregna Latinoamérica lanzan a menudo sus diatribas contra las empresas españolas, a quienes acusan de estar allí para ganar dinero sin importarles la situación social y económica de los países.
Pese a las críticas, las empresas españolas mantienen la calma y subrayan abiertamente que mantienen su apuesta por la región, según han manifestado a EXPANSIÓN. “No estamos preocupados por nuestra inversión en Venezuela. Es un gran mercado para la operadora, con unos márgenes muy buenos”, subrayó ayer el director general para Latinoamérica de Telefónica, José María Alvarez Pallete.
El Consejo Superior de Cámaras de Comercio quiso ratificar el “permanente compromiso de las empresas con el desarrollo económico y social de todos los países iberoamericanos”, y agradeció al Rey y a Rodríguez Zapatero su “defensa del respeto, la honestidad y la dignidad de las empresas y empresarios españoles, ante los insultos recibidos por parte de algunos mandatarios”.
“En muchos casos, estos dirigentes han cogido a las empresas españolas como cabezas de turco por problemas estructurales que existen en esos países y no producidos por las compañías sino por los Gobiernos”, señalan en una compañía.
Un buen ejemplo de esta situación es Unión Fenosa en Nicaragua, que durante la cumbre volvió a ser atacada por Daniel Ortega. El presidente nicaragüense culpa a la empresa de los fallos en la red eléctrica, cuando la empresa asegura que el problema del país es de generación, al ser poca y cara, y no de distribución. “No hay duda alguna que seguiremos en Nicaragua. Estamos trabajando activamente con el Gobierno para resolver los problemas eléctricos que tiene el país, que no son responsabilidad directa nuestra”, comentan en Fenosa.
Sin embargo, no conviene confundir los diferentes gobiernos de cada país, ya que hay un bloque, en el que se encuentran las dos primeras economías de la región (Brasil y México) junto con Chile, Colombia o Argentina, donde las políticas económicas y la seguridad jurídica han mejorado mucho en los últimos años. Siguiendo el ejemplo de Chávez, que ha renacionalizado parcialmente el potente sector energético de Venezuela, otros países han optado por poner sus recursos naturales en manos del Estado. A los pocos meses de llegar al poder, el presidente de Bolivia, Evo Morales decidió que el Estado recuperara el control de sus hidrocarburos, lo que afectó a los resultados de Repsol en el país andino. Por su parte, Rafael Correa, ganador de las elecciones de Ecuador en 2006, quiere endurecer las concesiones de las empresas privadas. Toda una corriente de proteccionismo que ha puesto en jaque los intereses españoles en América Latina.Telefónica, operadora omnipresente
Telefónica es una de las empresas españolas con más intereses en América Latina. La compañía presidida por César Alierta controla los mayores operadores de telefonía de Brasil, Argentina, Chile, y Perú y posee empresas en casi todos los países de la zona. Es el segundo mayor operador de telefonía móvil de la región con 94 millones de clientes, frente a 134 millones de América Móvil, la compañía controlada por el magnate mexicano Carlos Slim. En total, la región aportará este año el 35% de sus ingresos, cerca de 19.000 millones de euros.
En este contexto, Telefónica está sufriendo en sus propias carnes el populismo que se está extendiendo por América Latina con medidas proteccionistas que van en contra de sus intereses. En Ecuador, el Gobierno de Rafael Correa ha prometido que endurecerá las condiciones de la licencia de móviles que posee Telefónica, mientras que Hugo Chávez ha rebajado un 20% las tarifas de la venezolana Cantv, el principal rival del operador español. En Argentina, las tarifas de Telefónica, como las del resto de empresas de servicios públicos, están congeladas desde 2002.
La región impulsa a Santander y BBVA
América Latina ha sido una de las claves del éxito de los dos grandes bancos españoles, que allí empezaron su proceso de internacionalización. Santander tiene presencia en ocho países, aunque su principal apuesta es Brasil donde, con la compra de Banco Real a ABN Amro, situará su franquicia entre el tercer y el cuarto puesto del ránking. También controla el primer banco de Chile y el tercero de México. La región aporta un 32% del beneficio atribuido ordinario.
BBVA, a su vez, controla Bancomer, la primera entidad de México, además de contar con bancos y gestoras de fondos de pensiones en la práctica totalidad de países latinoamericanos. El área de América del Sur aporta cerca de un 15% del beneficio ordinario del grupo, mientras que México supone otro 20%. Más allá de los dos grandes bancos, también hay que destacar la presencia de Caja Madrid en la sociedad hipotecaria mexicana Su Casita, así como en la sociedad mixta hispano cubana Corporación Financiera La Habana. Y no se puede olvidar a Mapfre, ya que la aseguradora, presente en 17 países de la región, obtiene cerca de un 13% de su beneficio en esta área.
La inseguridad jurídica frena a las pymes
Las pequeñas y medianas empresas españolas ven en los países latinoamericanos un mercado potencial en el que vender sus productos, pero no en el que levantar fábricas propias. En la mayoría de los casos, cruzar el charco supone una apuesta financiera que la mayoría no se puede permitir, entre otros motivos, porque no están dispuestas a asumir los sobrecostes de complejos sistemas burocráticos e incluso corrupción. La falta de seguridad jurídica es uno de los principales obstáculos, tal y como señala el ejecutivo de una firma aceitera que exporta a varios países latinoamericanos, pero que asegura que “todavía no es el momento” de establecerse allí físicamente.
Aunque fabricar fuera de España es todavía una asignatura pendiente para las pymes, puestos a hacerlo, la mayoría se decanta por los países asiáticos, ya que la distancia es similar pero la mano de obra es más barata. Las firmas del sector de la consultoría, como Intersalus, son las que más presencia tienen en Latinoamérica, ya que el idioma facilita su desembarco. También están presentes, aunque en menor medida, empresas del sector vinícola como Torres, conservero –Jealsa Rianxeira– y de los insectidas, como Fumihogar.
Constructoras e inmobiliarias hacen las Américas
Tanto inmobiliarias como constructoras han cruzado el océano en búsqueda de nuevas oportunidades ante la ralentización del mercado español. Las promotoras han optado por las regiones bañadas por el Atlántico y los mares caribeños para desarrollar proyectos residenciales-turísticos, pero también promueven viviendas en poblaciones con un escaso parque de pisos y una alta demanda. En México, se encuentran Grupo Mall, que desarrolla un proyecto con 2.500 viviendas, un hotel de cinco estrellas y una marina deportiva, en Campeche. Anida, la inmobiliaria de BBVA, Grupo Lar, Hansa Urbana y OHL también están presentes en México. Martinsa-Fadesa tiene cuatro proyectos residencial-turísticos en el país. Natal (Brasil) ha despertado el interés de Grupo Sánchez, Nicolás Mateos y Grupo Balboa, que construyen resorts y pisos de lujo. En Panamá destaca Grupo Mall. Este país ha suscitado el interés por el contrato de ampliación del Canal de Panamá, valorado en 2.258 millones de euros. Además, todas las grandes constructoras como ACS, Ferrovial, FCC, Sacyr, etcétera tienen presencia, a través de concesiones, aeropuertos, construcción u obra civil en Latinoamérica.
Las presiones de Kirchner en Aerolíneas Argentinas
Aerolíneas Argentinas, controlada por el grupo Marsans desde el año 2001, ha sido uno de los puntos conflictivos en el panorama inversor nacional en Latinoamérica. El Gobierno de Néstor Kirchner congeló durante años las tarifas en las rutas aéreas nacionales, controladas casi totalmente por Aerolíneas Argentinas, compañía que, a diferencia de sus competidoras en todo el mundo, se vio imposibilitada para trasladar el encarecimiento del combustible a las tarifas.
El resto de corporaciones turísticas españolas, fundamentalmente grupos hoteleras como Sol Meliá, Iberostar, NH Hoteles, Occidental, Barceló o RIU ha encontrado un clima muy favorable para sus inversiones en todo el continente, desde el Caribe, fundamentalmente Cuba y República Dominicana, hasta Brasil. Desde la crisis turística de 2002, las cadenas hoteleras vacacionales están redirigiendo la parte del león de sus inversiones desde el merc ado español a las playas del Caribe o Pacífico, mucho más rentables que en España, debido al coste del suelo, la mano de obra y la doble afluencia turística desde Europa y Norteamérica.
Repsol YPF y Endesa, las energéticas más expuestas
Las empresas energéticas son, junto con los bancos, las empresas españolas más expuestas a los vaivenes de Latinoamérica. Dos ejemplos paradigmáticos son, del lado de las petroleras, Repsol YPF, y del lado de los grupos eléctricos, Endesa. El 70% del negocio de RepsolYPF está concentrado en Latinoamérica (incluyendo la zona del Caribe y México). Precisamente, uno de los objetivos de su próximo plan estratégico será reequilibrar este fuerte peso, con más inversiones en otras áreas, como Canadá y Oriente Medio. En concreto, en Venezuela, Repsol ya sufrió los efectos de la renacionalización parcial del sector energético introducida por Hugo Chávez. A diferencia de hace unos años, en los que era propietario de sus actividades de exploración y producción en Venezuela, ahora las tiene que compartir al 50% con el grupo estatal del país. Repsol ha sido una de las pocas petroleras que se ha adaptado a esta situación, aunque a costa de que le afecte a sus niveles de producción. Endesa tiene presencia en cinco países (Argentina, Chile, Colombia, Perú y Brasil), y es el operador eléctrico privado más relevante de Latinoamérica, de dónde viene el 10% de su beneficio.
ALERTA EL PAÍS “DEMAGOGIA POPULISTA” DAÑA INTERESES ESPAÑOLES EN AL
De acuerdo con el rotativo, es una realidad bien conocida que España es el segundo inversor más importante de Latinoamérica. El primero, si se excluye Brasil.
Milenio de México (www.milenio.com)
La inseguridad jurídica de algunos países de Latinoamérica amenaza cada vez más las inversiones españolas en la región, consideró hoy el diario El País en un editorial titulado “Demagogia populista”.
De acuerdo con el rotativo, es una realidad bien conocida que España es el segundo inversor más importante de Latinoamérica. El primero, si se excluye Brasil.
En los últimos 20 años, enumeró, empresas como Telefónica, Repsol, Indra, las grandes eléctricas, Gas Natural o los bancos Santander y BBV entendieron que era rentable invertir en países que tenían una escasez preocupante de infraestructuras.
Así como de servicios “y cuyos gobiernos, en términos generales, eran más que favorables a la llegada de dinero exterior que dinamizara unas economías casi siempre al borde del precipicio”.
A juicio del matutino, los grupos españoles conocían los riesgos políticos y regulatorios que corrían al invertir en algunos de esos países, especialmente los más proclives a variar las reglas del juego con el partido empezado.
Pese a lo cual, añadió, decidieron apostar por el desarrollo de un continente con grandes expectativas y necesidades de capital. “Es absurdo pasarles factura porque intenten rentabilizar esas inversiones en interés de ambas partes”.
Para El País, las imputaciones contra algunas de ellas han sido utilizadas básicamente como elemento, con frecuencia demagógico, de política interior por parte de los más populistas dirigentes latinoamericanos.
Según dijo es el caso de la Venezuela de Hugo Chávez o la Bolivia de Evo Morales. La Argentina de Néstor Kirchner tampoco ha escapado por completo a esa tentación.
“Los ataques contra inversores extranjeros, por poca base que tengan, suelen producir réditos electorales. Más elevados cuanto mayor es el grado de nacionalismo del gobierno que los patrocina”.
Agregó que este tipo de imputaciones en ningún caso justifican la presión asfixiante sobre algunas empresas españolas en los últimos años. El problema de fondo de nuestras inversiones en Latinoamérica es que operan en mercados regulados a su antojo por el líder de turno.
El rotativo afirmó que esta “arbitrariedad” se mantuvo en límites razonables durante la década de los 90, pero la llegada al poder de Chávez y en su estela, de dirigentes como los de Bolivia o el resucitado Daniel Ortega, en Nicaragua, ha exacerbado la demagogia contra las empresas españolas.
“Con el pretexto de una rapacidad proclamada como verdad absoluta, estos gobiernos, pero no sólo ellos, han entrado en la dinámica perversa de las amenazas de nacionalización y en la revisión permanente de las concesiones de explotación”.
Aseveró que las acusaciones de inseguridad jurídica están bien fundadas, por mucho que molesten a Chávez u Ortega.
“Si no se pactan relaciones claras y estables entre los gobiernos y las empresas, es de temer que las reivindicaciones razonables sobre los recursos nacionales se conviertan en un simple expolio de las cuentas de resultados de las firmas extranjeras”.
Para El País, no es de extrañar que empresas españolas estén considerando la hipótesis de retirar sus inversiones en la zona, y de Venezuela en particular, a pesar del coste de semejante decisión. “La demagogia y la intervención arbitraria asfixian cualquier negocio”.
EDITORIAL
DEMAGOGIA POPULISTA
La inseguridad jurídica amenaza cada vez más las inversiones españolas en Latinoamérica
El País de España (www.elpais.com)
Es una realidad bien conocida que España es el segundo inversor más importante de Latinoamérica. El primero, si se excluye Brasil. En los últimos 20 años, empresas como Telefónica, Repsol, Indra, las grandes eléctricas, Gas Natural o los bancos Santander y BBV entendieron que era rentable invertir en países que tenían una escasez preocupante de infraestructuras y servicios y cuyos Gobiernos, en términos generales, eran más que favorables a la llegada de dinero exterior que dinamizara unas economías casi siempre al borde del precipicio.
Los grupos españoles conocían los riesgos políticos y regulatorios que corrían al invertir en algunos de esos países, especialmente los más proclives a variar las reglas del juego con el partido empezado; pese a lo cual decidieron apostar por el desarrollo de un continente con grandes expectativas y necesidades de capital. Es absurdo pasarles factura porque intenten rentabilizar esas inversiones en interés de ambas partes.
Pero las imputaciones contra algunas de ellas han sido utilizadas básicamente como elemento, con frecuencia demagógico, de política interior por parte de los más populistas dirigentes latinoamericanos. Es el caso de la Venezuela de Hugo Chávez o la Bolivia de Evo Morales. La Argentina de Kirchner tampoco ha escapado por completo a esa tentación. Los ataques contra inversores extranjeros, por poca base que tengan, suelen producir réditos electorales. Más elevados cuanto mayor es el grado de nacionalismo del Gobierno que los patrocina.
Este tipo de imputaciones en ningún caso justifican la presión asfixiante sobre algunas empresas españolas en los últimos años. El problema de fondo de nuestras inversiones en Latinoamérica es que operan en mercados regulados a su antojo por el líder de turno. Esta arbitrariedad se mantuvo en límites razonables durante la década de los noventa. Pero la llegada al poder de Hugo Chávez, en Venezuela, y, en su estela, de dirigentes como los de Bolivia o el resucitado Daniel Ortega, en Nicaragua, ha exacerbado la demagogia contra las empresas españolas. Con el pretexto de una rapacidad proclamada como verdad absoluta, estos Gobiernos, pero no sólo ellos, han entrado en la dinámica perversa de las amenazas de nacionalización y en la revisión permanente de las concesiones de explotación.
Las acusaciones de inseguridad jurídica están bien fundadas, por mucho que molesten a Chávez u Ortega. Si no se pactan relaciones claras y estables entre los Gobiernos y las empresas, es de temer que las reivindicaciones razonables sobre los recursos nacionales se conviertan en un simple expolio de las cuentas de resultados de las firmas extranjeras. No es de extrañar que empresas españolas estén considerando la hipótesis de retirar sus inversiones en la zona, y de Venezuela en particular, a pesar del coste de semejante decisión. La demagogia y la intervención arbitraria asfixian cualquier negocio.
BOLIVIA EN LA CUMBRE
Cuba Nuestro (www.cubanuestra.nu)
También en el terreno de la táctica el neo movimientismo de los teóricos de la multitud parece no brindar soluciones ante las situaciones críticas que hoy se nos imponen.
Las situaciones críticas --pese a los guadalupanos de la "masa" en su variante desintegrada de la Multitud-- atraviesan todavía por la política y la densidad del Estado con sus tipos y variadas formas.
La denuncia realizada por el presidente Evo Morales en la Cumbre Iberoamericana de Chile, apenas ayer --más allá de los sainetes sintomáticos arriba en los palcos-- contra la conspiración estadunidense en su territorio, debe ser tomada seriamente como un anuncio de que el proceso boliviano se acerca aceleradamente a su punto de ruptura.
No existen repeticiones en la historia pero ello no nos libera de estudiar el momento de la Unidad Popular en Chile (1970-1973). La propia Bolivia tiene su rica historia al respecto. De 1952 a la capitulación del MNR en su alianza con los Boinas Verdes. Después con la guerrilla del Che y la Asamblea de principios de los setenta que analizó agudo y a posteriori René Zavaleta Mercado desde FLACSO.
Paradójicamente, siendo el punto más denso de la historia de la lucha de clases latinoamericana, Bolivia es hoy su punto débil --en en un sentido proletario-- debido a la dirección política que hegemoniza al gran movimiento que sacude a Bolivia desde hace ya casi 10 años. Debido también --y esto principalmente-- a la desaparición (por la mutación del modo de producción) del viejo proletariado de los cincuenta hecho todavía a imagen y semejante de los gremios.
En la agudización de la crisis boliviana intervienen factores de la lucha de clases interna, el separatismo de los gamonales que los enfrenta hoy contra el poder central, la desintegración geográfica que ha propiciado siempre la falta de una salida al mar, con agresiones externas que vienen principalmente de la embajada yanqui y de la fuerza centrípeta de la sociedad brasileña en el este de Bolivia.
Junto al capítulo de las FARC-Chávez-Uribe, la maduración política y social de la revolución en Bolivia interviene como problema crucial sobre los giros y virajes que se producen en la correlación de fuerzas de América del Sur.
Bolivia es el punto débil si la energía social revolucionaria sigue siendo conducida por el proyecto titubeante y conciliador que encabezan Evo Morales y el vicepresidente Álvaro García.
Ninguna revolución será posible en ninguna parte con "Asambleas Constituyentes" nacidas de la conciliación con los gobiernos del enemigo, vía las elecciones. Y el gobierno de Evo resultará incapaz de contener a los golpistas si no conquista el apoyo de los campesinos pobres indígenas a través de una reforma agraria radical en la que participen activamente los rasos del ejército y no quede rastro del viejo gamonal (cacique).
En el Chile que gobernó Salvador Allende no apareció nunca la "insurrección popular" ni proletaria que fuera capaz de imponer por la fuerza la constitucionalidad del gobierno socialista. Pero a diferencia de la tradición constitucionalista y largamente parlamentaria de Chile independiente (al menos eso decían los latinoamericanistas occidentalizados hasta antes de la larguísima dictadura pinochetista o cuando ésta comenzaba y muchos pensaban que no iba a durar), Bolivia cuenta en su historia con la insurrección minera de abril de 1952, cuando en una sola noche, según Zavaleta, el viejo aparato militar de la dictadura quedara convertido en añicos.
No hay determinismo genético, pero las diferencias en el código de información hacen el árbol de la historia. Para arriba y para abajo. En ramas y raíces.
CRÓNICA DE UNA INSERRUCCIÓN SEÑORIAL
Rebelión Org. (www.rebelion.org)
Una oligarquía que ve seriamente resentida su hegemonía, acude primeramente a recomponer esta de modo discursivo; es decir, retóricamente busca recomponer su hegemonía cooptando a su favor una situación revolucionaria. Subsumiendo el discurso revolucionario (que cuestiona explícitamente la dominación y la injusticia) subsume toda crítica y la instrumentaliza para perfeccionar de mejor modo su dominación. Cuando el discurso revolucionario queda atrapado en los esquemas conservadores entonces asistimos a una recomposición de la hegemonía dominante. La nueva situación y las nuevas perspectivas se diluyen en la aceptación inevitable de lo establecido; toda esperanza queda aplazada y las utopías son denunciadas desde el realismo cínico del beneficiario de la dominación. Por eso las oligarquías salen siempre de sus crisis robando a los oprimidos sus banderas de lucha y apareciendo después como sus redentores. La lógica de la inversión es la lógica que adopta el que transforma la liberación en justificación de la dominación; así se subsume lo nuevo que aparece y se lo domestica bajo los esquemas establecidos: nadie derrama vino nuevo en odres viejos, pero un discurso de dominación siempre hace eso. Pertinente a este discurso actúa también una política que instrumentaliza toda rebelión, de modo que todos sus propósitos se diluyen en una simple “resolución de conflictos” (donde la justicia y el hambre son asunto de beneficencia, no de ciencia). La performatividad del sistema es la que opera en toda esta suerte de praxis política instrumental y así el sistema se sigue recomponiendo por la “domesticación” de la crítica y la rebelión.Así opera una oligarquía cuando tiene capacidad, no sólo de retórica, sino de argumentación; la subsunsión es posible si las argucias intelectuales todavía funcionan, si pueden todavía aglutinar en torno a ella misma (y a sus valores) al conjunto de la nación que dice representar. Porque la oligarquía pretende siempre fundar todo proceso de liberación bajo su perspectiva histórica; de ese modo, todo proceso de liberación lo subsume como producto de su propia emancipación. Por eso la oligarquía boliviana trató infructuosamente de cooptar la Constituyente como fruto de su emancipación criollo-racista-eurocéntrica y derivar las transformaciones de sus estructuras políticas y jurídicas en la conservación de su legalidad y su sistema institucional. Como procedió el MNR, derivando la revolución del 52 en un nuevo y más refinado sometimiento; desde entonces nuestra dependencia se hizo tácita y siempre tuvimos que golpear las puertas de la embajada gringa para pedirles permiso si podíamos tener algo de lo nuestro (hace poco el embajador Goldberg tuvo que retractarse ante el gobierno boliviano, cosa inédita en nuestra historia, lo que demuestra que las cosas sí están cambiando, y en serio).
Pero cuando la oligarquía pierde la capacidad de cooptación, es cuando opta por desenmascarar lo que en realidad es: fascismo. Porque una hegemonía ficticia (la estatua de bronce con pies de barro) tiene siempre como último recurso la violencia, que demuestra la imposición nunca legítima de su presencia. Eso es lo que aparece en Santa Cruz y Sucre. Aunque la ceguera es evidente en la sedición camba, en Sucre sucede todavía una suerte de aglutinación simbólica, donde el provincianismo de plazuela acude, de modo ignaro, a cruces inquisitoriales y “cédulas reales”, para justificar pretensiones de nuevo rico. Esa asunción simbólica muestra el pasado que reclaman y la clase de ley que prescribe su inconsciente: es la ilusión monárquica que pide la devolución de sus títulos, la santificación de sus fracasos históricos y la regresión de toda aspiración nacional-popular a sus propias aspiraciones mezquinas de balcón y apellido rimbombante. Por eso el nuevo rico que aparece en el espectro político adopta los símbolos monárquicos realistas del dominio español que sufrimos, porque su afán es también dominar y por eso adopta el pasado del dominador para reivindicar sus afanes provincianos. Por eso vuelve, de modo retrógrado, a las cruces potentadas de la inquisición (aquellas que perseguían en el Nuevo Mundo a marranos, conversos, indios y todos los “herejes” que perseguía la cristiandad española, limpiando la “pureza de sangre” que reclamaba el primer racismo mundial, el que se produjo en el primer imperio moderno: el cristiano español).
El nuevo rico que aparece abraza el neoliberalismo como forma de vida y hace de su moral el credo que justifica acabar con todo y con todos. Es un individuo de-formado en el egoísmo, presentado como interés privado, que establece su derecho como el único posible; mal-educado en la acumulación y la ganancia extraordinaria, no sabe otra forma de perder sino haciendo perder a todos, es decir, si él pierde algo los demás deben de perder todo. Esa es una moral propia de la mafia: destruir todo, que no quede piedra sobre piedra. Por eso opta por la desintegración y la desaparición del país, y para eso se apoya en intereses extranjeros (como siempre se apoya aquel que no tiene respaldo interno): clama por la intervención extranjera, que es, en definitiva, la que sostiene una hegemonía construida a partir del visto bueno del imperio y el capital transnacional. Por eso este nuevo rico jamás podrá constituirse como burguesía (aunque pretenda, su dependencia es la que hace imposible este proyecto), porque no es ni siquiera consciente de lo que eso significa; adoctrinado en la dependencia sistemática, estima como lo único conveniente para sus propósitos, servir del mejor modo posible al capital transnacional, no sabiendo que eso mismo significa el no desarrollo de su propia independencia. Por eso vive pendiente de lo que se le ofrezca al capital extranjero, para brindarle todo lo que contenga esta tierra, como sucede con los madereros del oriente (entre ellos el dueño de la red UNITEL), que no les preocupa deforestar inmensas extensiones de tierra boliviana, mientras sigan cumpliendo la demanda de carbón vegetal que reclaman empresas, como la EBX del Brasil. Este nuevo rico no tiene ninguna proyección nacional, porque sus mezquinas pretensiones no conciben algo que no sea su propio beneficio; por eso se atrincheran ahora, de algún modo, defendiendo los espacios que se asignaron ellos mismos en una disgregación político-administrativa de este país, sobre todo prefecturas.
Desde esa descomposición, preparada en los gobiernos del Goni y su pupilo Mesa, operada por los actuales prefectos de la “media luna”, atentan a la integridad nacional y preparan la destrucción de un país que ya no es más su hacienda (por eso amenazan con declarar su independencia, es decir, la autonomía de facto). Esta mentalidad es la que pervivió en la idiosincrasia de quienes gobernaron este país, por eso Víctor Paz decía que Bolivia se nos muere, cuando el moribundo era él y su proyecto. El país moría para ellos porque se les escapaba de las manos, y el remedio (que ni siquiera imaginaban ellos, sino sus asesores gringos) era prometer todo de nuevo para seguir robando siempre; su dependencia les imposibilitaba imaginar otra suerte para este país que no sea abrirle las puertas al capital transnacional, ya que nunca fueron actores reales y siempre persiguieron la subordinación como forma de vida. Deslumbrados por el mito de la conquista, nunca se propusieron el esfuerzo como mediación para conseguir sus ambiciones, de modo que todo consistió en extender la mano afuera. Su quimera siempre consistió en el mito del excedente sin el menor esfuerzo, en esperar que todo les sea entregado en bandeja de plata o de gas (para correr la voz y que vengan los de afuera y premiarles la presteza); por eso nunca imaginaron un patrón de desarrollo, nunca una política exterior de Estado, nunca una independencia económica, nunca una soberanía digna (hasta en el fútbol, la desidia y desamor de las dirigencias corruptas arrastraron a nuestro fútbol al último lugar de la región). Por eso no es raro que los neoliberales cívicos de Sucre conciban que el desarrollo de su región consista en una pura acumulación burocrática, en tener el poder en sus manos. Afán típico de patrón que, látigo en mano, cree que la superioridad se mide ostentando poder y títulos; prejuicio propio de caballero medieval, cuya ostentación de su rango consistía en la cantidad extravagante de servidumbre que ostentaba y en el gasto irracional que hacía alarde de su posición. Los cívicos de Sucre no quieren desarrollo sino ostentación de poder; pero no lo quieren porque sí. Quieren el poder para hacer imposible cualquier cambio.
Pero el poder no es algo que se posee. Es, en última instancia, la voluntad de vivir que expresa el pueblo en tanto sujeto histórico. Por eso el pueblo (reunido como un conjunto de naciones originarias) es el sujeto constituyente, que se brinda las constituciones que crea necesarias, para producir, reproducir, desarrollar y ampliar la vida de toda esta comunidad política llamada Bolivia. Reconociendo al sujeto, reconocemos su memoria y reconocemos lo que proyecta: la emancipación criolla es nada frente a la liberación real de los oprimidos (oprimidos por los criollos). Cuando la oligarquía muestra su cara fascista, es cuando ya no hay posibilidad de cooptación, y es cuando apuesta por el “todo o nada”, curiosamente la misma consigna de los “capitalistas” de Sucre: lógica del que ha tenido siempre todo (cuando hablan los cívicos de Sucre, ¿hablan ellos o la “media luna”?). El “todo o nada” es una consigna sin moral, que busca el que apuesta al suicidio colectivo: la única forma de perder es que todos pierdan. Y es la cara fascista hecha discurso. Frente al cual no hay argumento posible, porque el “todo o nada” no escucha nada ni acepta nada, sólo el todo. Si no hay todo para el inconforme, entonces que todos se conformen con la nada que procurará este. La dilatación en la Asamblea Constituyente y, ahora, el franco atentado contra ella en Sucre, evidencia una intransigencia dispuesta a la destrucción de todo. Esta intransigencia muestra la verdadera cara de una idiosincrasia que gobernó este país en los últimos veinte años; irresponsable y ciega de las consecuencias que desata sus fallos: si destruye a todos no sobrevive nadie para demostrarle su error.
Es lo que produce la globalización moderna, con su expansión destruye a la humanidad y al planeta; y como acaba también con quienes le señalan su injusticia, acaba amputándose toda posibilidad de remediar aquello que en verdad produce: destruyendo todo, como es la tendencia del desarrollo moderno, se destruye ella misma. De modo que, el desarrollo moderno o la actual globalización, en el mediano plazo, significa una carrera por el suicidio colectivo. Por eso no es raro lo que acontece en Sucre y demuestra una mentalidad que está dispuesta a acabar con todo, antes de perder algo ella. Es una mentalidad que tiene 2000 años de historia, por eso el tamaño de su ceguera es histórico; permanece escondida en el inconsciente colectivo y se activa cuando las crisis remueven la estabilidad de sus certidumbres y creencias. San Agustín, ya en el siglo V, decía a propósito de la frase cristiana “y Dios se hizo hombre” que, por voluntad divina, “fuéramos dioses por participación y no por rebelión”. El teólogo del imperio justifica al imperio, pues este siempre busca la obediencia vía sometimiento, demonizando toda rebelión y divinizando al imperio. Cuando el imperio toma el lugar de Dios y la religión se hace su portavoz, lo que la religión declara ya no es palabra de Dios sino retórica del imperio. Se invierte, de ese modo, una religión de los pobres y los desposeídos. Una teología de liberación (como fue el cristianismo de los primeros siglos) aparece justificando al imperio. El Dios que “se hizo hombre” es ahora servidor del imperio y, como servidor, no puede rebelarse, sólo someterse; por eso las crucifixiones no acaban con el Mesías, sino que siguen a lo largo de la historia de la cristiandad (tanto en el viejo como en el Nuevo Mundo). La iglesia es la que administra la “ciudad de Caín” y es la que interpreta y justifica las acciones del imperio, siempre en nombre de Dios. Como imperio, busca expandirse, dominar, y la justificación que sostiene esta voluntad de dominio es que se hace siempre en nombre de Dios. El Mesías declaraba que su reino no era de este mundo, ahora el reino de este mundo somete al Mesías como garante de su dominio. La gloria de Dios es ahora gloria del imperio y consiste en la conquista de todo el mundo. El Dios del bien se transforma en Dios del mal y su apetito cobra como 50 millones de víctimas en su primera expansión fuera de Europa: la conquista del Nuevo Mundo; porque la gloria de Dios también se mide en riquezas, de modo que se conquista para Dios los lugares donde haya riquezas (así como antes se llevaba “la civilización” a lugares ricos en plata u oro, ahora se lleva “libertad y democracia” a lugares que preferentemente tengan petróleo o gas).
Este tipo de mentalidad interpreta que la conquista de la tierra para Dios es recompensada por las riquezas que se obtiene en dicha conquista; sus actos se justifican porque al perseguir la gloria de Dios, el premio a recibir es siempre todo, por eso no se persigue algo sino todo. Una vez devaluado el Mesías en el Kristos del imperio y secularizado el Dios medieval por medio de las ciencias y la filosofía modernas, la conquista ya no necesita justificarse teológicamente, ahora la conquista se justifica retóricamente, pues es en nombre de los valores de la sociedad moderna que se comete crucifixiones de pueblos enteros: en nombre de la libertad se persigue, en nombre de la democracia se financia dictaduras, en nombre de los derechos humanos se los viola, en nombre del libre mercado se cierran las fronteras a la humanidad, etc. La recompensa es inmensa para el que comete esta violencia y esa recompensa la interpreta como retribución divina. Este tipo de mentalidad es la que imagina un “choque de civilizaciones” o un “eje del mal”. En nuestros lados, la defensa intransigente de la legalidad neoliberal, adopta inconscientemente un maniqueísmo imposible de enfrentar de modo racional y argumentativo. Una situación de diálogo es sólo posible desde el respeto soberano de la dignidad de la humanidad del otro. Esto supone una honesta y seria pretensión de comunicatividad; es decir, de no usar el dialogo para instrumentalizar al oponente, sino para escuchar y aprender y ceder (“ceder es entender”, dice el canciller Choquehuanca). Pero esto es imposible si el diálogo está digitado por el racismo criollo propio de la oligarquía boliviana (capitaneada ahora por el sector más fascista del país: la oligarquía camba) y por un encubierto interés en destruir todo intento de revisar siquiera las estructuras jurídicas y políticas de este país. Como ya dijimos en un artículo anterior, se trata de una lógica del rapto: se rapta todo el proceso de cambios y como pago nos exigen renunciar a todo cambio.
Nuestra situación es por eso difícil: padecer un orden de cinco siglos de exclusión y negación sistemática y el renacimiento irrevocable de las aspiraciones más justas de todas nuestras generaciones. Por eso, desde el lado del pueblo, lo que se argumenta no es una mera retórica (a la cual nos tienen acostumbrados los doctorcitos de los medios de comunicación) sino que muestra la profunda esperanza de restaurar una base significativa para una nueva forma de vida donde todos “vivan bien”. Lo que vemos en Sucre o Santa Cruz es, como en la época nazi, la refutación radical de todo aquello que es esencialmente digno y sagrado: la humanidad de todo ser humano. El racismo declarado de la oligarquía (y sus reclutados, por los medios) es la negación de la humanidad del otro, y es antesala de toda la destrucción que desate la derecha política, en su afán de acabar con todo, siempre en nombre de todo aquello que socava ella misma.El racismo manifiesto que estalla en contra de la Asamblea Constituyente y en contra del presidente indio no es un desvarío fascista sino que expresa la experiencia original de la dominación moderna. La experiencia del conquistador europeo es constitutivamente racista y es su formalización, expresada en las ciencias y la filosofía, que clasifica a la población mundial, con la consecuente división mundial del trabajo; de ese modo nunca fuimos sino tierra a disposición, mano de obra sobrante, hasta deposito de desechos y, ahora, población prescindible, cuya desaparición es un costo más que puede asumir el capital trasnacional. Estas víctimas que produce el capital, gracias a la categoría de raza, son transformadas en inferiores; de modo que la violencia cometida contra ellos ya no es violencia sino “un bien que se les hace”: si el inferior no reconoce la autoridad del superior es por barbarie e incultura, lo cual merece un castigo ejemplar, que se realiza por el propio bien de su raza, para que aprenda a someterse a la autoridad de su señor (que viene del latín dominus, o sea, señor es quien domina, de modo que los domingos, el dominus dei, con la mediación de la iglesia, en realidad hacemos un culto a los señores que nos oprimen).
El fascismo nazi, en realidad, no negó al Kristos; sino que, en su nombre, desató una violencia de tal magnitud, que hace necesario buscar, en la sedimentación histórica que constituye a la subjetividad europea, el origen de esa violencia. Lo que hay detrás de esa violencia son 1500 años de odio cristiano a los judíos. Odio que se expresará después en la primera experiencia de dominación real (gracias a su superioridad sólo bélica) que tendrá Europa en el Nuevo Mundo (imposible ante árabes o hindúes o chinos que, hasta el siglo XVII, eran superiores en todo, a comparación de una Europa atrasada y marginada del comercio mundial); realizando un proceso de subjetivación de ese dominio que se formalizará en las categorías básicas de la filosofía moderna. De modo que ese odio se transforma en odio a todo lo que no es europeo; con el aditamento de que, desde el siglo XVI, Europa se convierte en centro del sistema-mundo moderno (con el robo acumulado del Nuevo Mundo), desde donde reorganiza a la humanidad, expandiendo su economía militarmente, destruyendo las economías mundiales y subsumiéndolas en torno a la lógica del capital: el excedente no es más propiedad de la humanidad sino del capital y la división mundial del trabajo consiste en suministrar al mundo moderno europeo (después norteamericano) de todo aquello que se le apetece. Por eso, Adam Smith analiza como último capítulo de la economía liberal, la defensa de la riqueza. La imposición y la defensa del sistema-mundo moderno fue siempre bélica, que es la instancia siempre presente en la conservación de este sistema de cinco siglos.
El señor es siempre magnánimo si el esclavo se somete voluntariamente, que es el modo como entiende su política: “la dominación legítima sobre obedientes” (así lo expresa Weber, el teórico de la dominación). Como ninguna dominación es legítima, pues se realiza por coacción, del mismo modo, si hay legitimidad no hay obedientes, pues la obediencia es sólo sumisión (esa definición weberiana es un puro contrasentido). Por eso el señor puede parecer hasta simpático, sobre todo cuando hace de la caridad espectáculo (mientras, por otro lado, apoya políticas que condenan a las grandes mayorías a la miseria); pero cuando aparece la rebelión es cuando empieza a sacarse la máscara y mostrar su verdadero rostro. Es cuando 2000 años de negación de toda otra humanidad, que no sea la suya, le empujan a desatar un odio milenario que le exige sacrificios: los “herejes” deben ser quemados en las hogueras para expiar el pecado de todos, porque se han atrevido a rebelarse, y la pena por la rebelión es la condena eterna, de modo que él se vuelve un “escogido” y 2000 años le dan la razón, él es el héroe que devuelve la paz a la “ciudad de Caín”, el orden al “reino del milenio”; el capital reclama sacrificios y él está dispuesto a ofrecérselos. Por eso aparece la insurrección señorial y en el éxtasis que le provoca resurgir como cruzado (bajo la misma consigna de Bernardo de Clarabal: “si ya no existe la misericordia tampoco se dará el sentimiento de la compasión”), portando las cruces que también llevaban los templarios (de quienes decía un sultán otomano: “es inconcebible esa sed que tienen de sangre y muerte, al grado de desear con los ojos abiertos la propia muerte”), no puede estimar ni ser consciente que acabando con todos acaba consigo mismo. La conciencia de que asesinato es suicidio es imposible para una racionalidad que no es capaz de hacerse responsable de las consecuencias que provoca. Cuando la racionalidad moderna formaliza aquel odio milenario y encubre este fundamento ideológicamente, es cuando la negación y exclusión del otro, su constitución histórica en despojado, aparece como natural: los pobres son porque así lo quiso Dios. El robo queda justificado y ya no aparece como robo sino como “aprovechamiento de oportunidades”. Los piadosos del Dios de este mundo (del “In Gold We Trust”), fieles a su tradición sacrificial, milenarista, no temen a la destrucción de todo, es más, la desean, porque así creen que su salvador aparecerá desde el cielo e impondrá la tierra nueva (no es de extrañar que Reagan confiara en cristianos fundamentalistas para activar las bombas nucleares); creencia que aparece en la edad media europea y resurge cada vez que el orden se siente amenazado.
Pero la palabra no habla de un Dios de la muerte sino de la vida, y el Mesías recuerda los Salmos cuando declara: “misericordia quiero no sacrificios”, es decir, la palabra se realiza en la justicia, por eso las bienaventuranzas son dadas a los pobres, no a los ricos, porque estos quitan al pobre su jornal y eso entregan como ofrenda. En los profetas eso es abominación, es como sacrificar al hijo en vista del padre; la exhortación es clara: “si quieres seguirme abandona tus cosas y dáselos a los pobres”, porque la vida en torno de la riqueza no redime a nadie sino que maldice a todos. La ética moderna es anulación de toda ética. Por eso la apuesta por los necro-combustibles no considera la vida del planeta y la humanidad, sólo las ganancias que se estiman por la demanda creciente en el primer mundo. Si sólo el acuerdo entre Bush y Lula ya provocó el alza del precio de los alimentos en toda la región, ¿qué pasará cuando el acuerdo sea producción acelerada, en desmedro de la alimentación de nuestros países? Sumado a esto los desastres que ocasionará una producción masiva y acelerada, en el frágil ecosistema de la región. La ciencia moderna primero pretendió desligarse de la teología, luego las ciencias humanas pretendieron desligarse de la filosofía, ahora la economía y la política desterraron de sus dominios a la ética; si esto es así, no es raro que un ideólogo del neoliberalismo, como Hayek, afirme que: “demandas de justicia son sencillamente incompatibles con cualquier proceso natural de carácter evolutivo”. El mercado moderno neoliberal se presenta como “natural”, de modo que el que se oponga a este resulta estar en contra del “proceso natural de carácter evolutivo”. La racionalidad moderna expresa de este modo su propia lógica: subordina no sólo la historia y la humanidad, sino también la naturaleza a sus propias exigencias. Agravando la cosa, subordina a la realidad, por eso anula toda ética; porque si la ética (desde Aristóteles hasta Habermas) es la relación práctica que establecen entre sí los seres humanos, acabando con estos y con lo que hace posible la vida de estos, la tierra, se acaba con lo que hace posible toda ética. Si no hay vida no hay nada; y una ética que no considera la miseria del 80% del planeta y la crisis medioambiental producida por una racionalidad que sólo estima sus beneficios y no se responsabiliza por las consecuencias que provoca, no es ética. Se trata más bien de la moral del ladrón y del asesino. Es Caín contra Abel. A este le persiguen los gritos de la muerte del hermano, por eso no deja de matar, para acallar los gritos que viene desde la tierra. Por eso construye ciudades y les pone murallas, como sus leyes, para defenderse de los gritos del hermano; por eso insulta y calumnia, por eso hace hogueras e intimida la memoria de las víctimas anunciando otra inquisición, otro holocausto. Por eso acude a sus símbolos amenazadores, a su tradición sacrificial, y ese peso histórico hincha su soberbia en improperios altisonantes, propagados por todos sus medios de comunicación.“Dice el insensato en su corazón: no hay Dios”; por eso no teme escupir al cielo y a la tierra con sus mentiras, por eso destruye la democracia en nombre de la democracia, se burla de toda ley en nombre del imperio de la ley, pisotea los derechos de los demás en nombre del derecho de todos, en nombre de la paz y la libertad persigue y golpea. Ayer fueron indígenas en Santa Cruz, luego en Cochabamba, hoy son constituyentes (representantes elegidos democráticamente) los agredidos. La sedición empezó siempre así. El gobierno de Allende fue el laboratorio donde aprendió el imperio cómo desestabilizar una democracia desde adentro; la especulación y la subida de precios son parte de una estratagema de erosión de la economía (sobre todo cuando, como en nuestro país, el Estado se encuentra imposibilitado del control de precios de la canasta familiar y todo está diseñado para que el mercado regule estos, es decir, para que el empresario haga su agosto); lo mismo sucede con el boicot parlamentario, imposibilitando al gobierno de realizar cambios estructurales (hasta el colmo de acusarlo constitucionalmente, como hicieron con Allende) y privarle de todas las atribuciones que gozaron los gobiernos de derecha (no otra cosa fue la inconstitucional elección de prefectos, para desarmar el aparato político del Estado).
Desarmando política y administrativamente al Estado, juegan a la desintegración de este, pero eso no les importa, su ceguera es la misma en 180 años, así desmembraron la unidad territorial de este país, quedando reducido a menos de la mitad en su vida republicana; otra escisión más no les importa a quienes jamás tuvieron conciencia nacional (menos a la oligarquía camba, que es más chilena, brasilera o croata que boliviana). Como en el Chile de Allende, les queda el golpe, auspiciado siempre por la embajada gringa (el nombramiento del embajador Goldberg es estratégico; se dice que este fue uno de los artífices de la desmembración de la ex Yugoslavia), que es lo que viene después de toda esta antesala de conflictos digitados desde las prefecturas, los comités cívicos, las universidades, y gozando siempre con ingentes cantidades de dólares que se reparte adonde se pueda comprar conciencias para acentuar más los conflictos. En esta hora crítica nuestro pueblo debe de saber mostrar cuánto ha acumulado como capacidad histórica. Porque el pueblo no se constituye de una vez y para siempre, la forma de su constitución es su constante autodeterminación. Enfrentado a la intransigencia señorial, que siempre tratará de desarticularlo, se enfrenta siempre a la capitulación. Por eso su aglutinación no puede ser efímera sino firme e inquebrantable. Si en el proceso de resistencia eso era necesario, lo es más en el proceso de constitución de un orden nuevo. La oligarquía, en el “todo o nada”, ya ha apostado a la destrucción total. Consciente de que no puede recuperar el gobierno de todo el país, opta por la escisión, para eso moviliza a sus contingentes, a su reserva de reclutamiento (sus nuevos sayones, que dan la cara por otros), para provocar y justificar la insurgencia. Después de la concentración de los abuelos y abuelas en Santa Cruz, no le queda sino la confrontación directa, promovida ya en la última reunión autonómica, donde los prefectos ya calculan sus intereses; de modo que (cosa ya maquinada por la embajada gringa) lo que se perfila no es ni siquiera otro país, sino seis republiquetas, enfrentadas después las unas a las otras. El laboratorio de los Balcanes hace ver ya un modelo de lo que sería todo aquello. La última declaración de los senadores, exhortando al gobierno a no permitir la injerencia del presidente Chávez, es otra de las estrategias, pues representa el colchón congresal que le brindará justificación posterior a una intervención gringa. Provocada la insurgencia, sobre todo en Sucre o Santa Cruz, se buscará el enfrentamiento (en Sucre esperan que La Paz se movilice para derramar sangre), lo cual justificará una intervención (diplomática primero), y el senado (vacío el tribunal constitucional) acusará de inconstitucionalidad al gobierno, haciendo una sucesión constitucional para que el poder ejecutivo recaiga en manos de la derecha (PODEMOS, UN y MNR, donde se prevé que se pelearan, como de costumbre, y tendrán que “pactar”, repartiéndose el patrimonio nacional); tendrán que disolver el congreso, pero sí disolverán la Asamblea Constituyente, después derogarán el decreto de nacionalización, la ley de tierras y todas aquellas medidas que estuvo realizando el gobierno de Evo Morales. Pero todo esto presupone una derecha por lo menos compacta y consistente (ya que inteligencia no le sobra), así que la primera instancia, la más descabellada, es la más probable. No hay peor contrincante que el más predecible. Y la oligarquía boliviana, además de fascista, nunca ha poseído las virtudes de la prudencia y el tacto, por eso su historia política está llena de traiciones y vilezas; por eso ha arribado a este desenlace abanderando la soberbia y la ignorancia, como único patrimonio en el baúl de sus evocaciones. Por eso ofrece, como única perspectiva suya, la disgregación de su propio país.
EVO MORALES Y LA INTERNACIONALIZACION DEL CAPITAL GLOBAL
Rebelión Org. (www.rebelion.org)
Se ha comparado, en alguna medida, similitudes entre Sudáfrica y Bolivia, debido a la existencia de un racismo violento y por la semejanza histórica que representa la construcción de estados que excluyeron desde sus inicios a grandes mayorías. En el primer caso a la población negra y en el segundo a los pueblos y naciones indígenas pre-existentes a la colonia española.
Asimismo la reciente candidatura no obtenida al Nóbel por la Paz, del presidente Evo Morales, se asemeja al de Nelson Mandela. Ambos son de origen popular y luchadores sociales. Ambos pasaron por cárceles de regímenes funestos y ambos son reconocidos como principales referentes de luchas históricas.
El milagro sudafricano producido hace ya dieciséis años evitó un exterminio de las poblaciones negras de manos de las minorías blancas. Asimismo estas también iban a quedar diezmadas por la guerra civil, y merced a una política de pactos, impidió las luchas en ascenso de las poblacione negras que terminarían no solo con el Apartheid sino con el capitalismo mismo.
Hoy la economía globalizada sudafricana crece al 5,5% a pesar de existir más del 50% de la población en estado de pobreza, y de aún prevalecer zonas donde los negros deben pagar, a pesar del fin del Apartheid.
Sudáfrica es presentada como un modelo de convivencia multicultural en tanto en Bolivia, las propuestas de Estado Plurinacional transformadoras se van transfigurando hacia otras pactadas con las derechas racistas.Sea como fuere, el proceso sudafricano, ya que es historia reciente, lo que se tiene como certidumbre de igualdad es la ferocidad y atraso de sus elites, que al igual que en Sudáfrica, en Bolivia las burguesías no dudan, ni por un minuto de ejercer la violencia criminal hacia las poblaciones indígenas indefensas, ante el menor atisbo de ver sus intereses afectados.
Otro elemento comprobable para la igualdad de los dos casos, es que las elites racistas detentan proyectos globalizadores en su propio beneficio y reciclado.
En Sudáfrica la integración de su economía al mercado mundial y en Bolivia, el proyecto acelerado de consolidación de una región agro-gasífera, con sede en Santa Cruz de la Sierra es apoyada por la burguesía del sur de Brasil y la burguesía chilena de la mano de Bachelet que necesitan un corredor de exportaciones, según un viejo sueño neo-imperial brasilero de hegemonía regional que para sorpresa de propios y extraños avanza de la mano del primer presidente indígena Evo Morales Ayma. Tema que abordamos en la nota anterior.
No estamos queriendo afirmar las idénticas similitudes, sino encontrar las diferencias y características dentro de las aparentes igualdades. También las similitudes dentro de lo distinto.
El presidente Evo Morales Ayma es el resultado de los procesos de levantamientos sociales de octubre del 2003 y mayo/junio del 2005.
En aquel entonces, la llamada Agenda de “octubre” de los movimientos sociales reclamaban, la Asamblea Constituyente, tierra y territorio, nacionalización de los hidrocarburos y el fin de la política neoliberal que había terminado por descapitalizar el estado a niveles casi insólitos, teniendo como resultado la fuga del entonces presidente anglo-parlante Gonzalo Sánchez de Lozada hoy reclamado ante la justicia norteamericana en un interminable juicio de responsabilidades.
A casi dos años de esa emergencia y del arrollador triunfo electoral de Evo Morales por más del 54% de los votos en el 2005, la Asamblea Constituyente termina siendo un instrumento de la derecha racista, la nacionalización de los hidrocarburos, a la “boliviana” no fue otra cosa que una readecuación fiscal de la renta petrolera y una renegociación de contratos leoninos anteriores.
Esta “nacionalización”, no realizó ninguna expropiación ni menos compensación al estado boliviano de los escándalos convenios con las trasnacionales como Petrobrás. Y por el contrario hubo pagos por indemnización del empobrecido país a las corporaciones petroleras. El saqueo continuó y aún continúa por otras vías.
La rebelión social de Octubre del 2003 con 67 muertos y más de 400 heridos catapultó a Evo Morales y cuando este produjo en mayo del 2006, la mediática nacionalización hizo acrecentar los ingresos fiscales de las regiones de elites más racistas agro-gasíferas como Santa Cruz quienes duplicaron sus ingresos mediante los cuales las derechas se rearticularon y ganaron un espacio que habían perdido. Colabora en esto; el buen momento de la economía(5) y la política de pactos (6) instrumentada desde el oficialista MAS (Movimiento al Socialismo).
La figura de Evo Morales es vista desde la mirada popular como la emergencia de una trasformación estructural capaz de lograr un nuevo pacto social en pro de una sociedad mas justa. Proceso que continúa hoy. Los movimientos sociales que lo llevaron al poder (8) poseen como características mas relevantes el hecho que afloran en momentos de crisis, es decir que sus movilizaciones no son continuas ni permanentes. Es por ello que sus dirigencias son reemplazadas con bastante frecuencia.
En este marco de esperanza, desmovilización de los actores sociales, y creencia de haber llegado al poder por parte de las masas campesinas es que asciende una corriente intelectual (Grupo “La Comuna”) cuya faz visible es el sociólogo y actual Vicepresidente Álvaro García Linera que sustenta la alianza de clases y promulga el capitalismo andino amazónico.
Hoy a casi dos años de gestión del gobierno indígena esta corriente interpretativa en los hechos es contraria a los movimientos sociales y a la agenda de octubre, ha puesto los cimientos para que la derecha se rearme y ha facilitado desde su inicios las bases legales y políticas para el fracaso de la Asamblea Constituyente y el establecimiento de pactos políticos que privilegian no solo la continuación de la economía del saqueo sino también la puesta al servicio de las economías familiares campesinas en función de polos de “desarrollos” que son promulgados por el capital internacional y sus socios locales del oriente boliviano; polos de desarrollos que, tales como la producción por monocultivos del biodiesel son altamente degradadores del medio ambiente y de la tierra.
Tal como el mismo Linera ha reconocido en una reciente entrevista el mismo Vicepresidente fue el autor intelectual de la pregunta con que se efectuó el referéndum autonómico del 2006 y que diera como resultado el mandato vinculante autonómico para las regiones agro-gasíferas y que a hoy es la principal bandera de legitimidad que sustentan las elites.
A pesar que a nivel nacional de Bolivia, triunfara el NO, con el 57% de los votos, la pregunta (19) estaba configurada de tal modo que la Asamblea Constituyente debía obedecerla. Referéndum insólito en Julio del 2006 en vísperas de la inauguración del foro constituyente que de antemano condicionaba sus decisiones soberanas ya que determinaba que en todo departamento (gobernación) donde era aprobada la pregunta por medio de una mayoría simple, era de acatamiento para la nueva Constitución Política del Estado (CPE)
Por ello la Asamblea Constituyente nació herida de muerte, gracias a la autoría intelectual de Linera, pero no fue el argot de la pregunta lo que este omite decir.
Lo que verdaderamente entrampó y chantajeó el sistema político y la democracia misma fue el establecimiento de la obligatoriedad de consensuar la nueva CPE por dos tercios de votos que hasta hoy día es funcional a la derecha autonomista como derivación de la Ley de Convocatoria que el mismo Vicepresidente acordó en medio de la algarabía del triunfo electoral.
En el vecino país Ecuador, el presidente Rafael Correa, ha corregido esta debacle hacia la derecha del proceso boliviano, y tomando las lecciones aprendidas, ha establecido que la futura CPE del Ecuador se efectúe por mayoría absoluta tal como era el planteo original del MAS boliviano.
Este fue el primer gran triunfo de la derecha, el haber contado desde sus inicios con un facilitador desde el gobierno para un sistema como el de los dos tercios que en la práctica, privilegió a las minorías por encima de las mayorías que habían ganado las elecciones otorgándoles poder de veto.
Poder de veto que las derechas emplearon generosamente dando portazos en la Asamblea, el Congreso y en todo lugar donde pudieron, gracias al poder omnímodo de casi todos los medios de desinformación en manos de las elites.
En un país tan diverso como Bolivia, el chantaje de los dos tercios de votos hasta para cambiar las sillas de lugar en el recinto constituyente no es original de la derecha racista oriental boliviana.
Si bien muchas constituciones preveen estos porcentajes calificado la extensión para el bloqueo en la arena deliberativa cotidiana, fue en parte re-descubierto-ideado en representación porcentual en la Kneset (Parlamento Israelí) hacia inicios de los años 90, cuando el movimiento pro-palestino “Shalom-Acshav” – “Paz-Ahora” ganaba lugar dentro de la conflictiva sociedad israelí sumado al sentimiento pacifista de los soldados judíos que se negaban a ir a los territorios ocupados de la Cisjordania declarándose objetores de conciencia, al tiempo que se acrecentaban los escaños de los diputados árabes-palestinos en el propio parlamento judío.
En aquel entonces la formulación-fundamentación de este tipos de porcentajes para la toma de decisiones, obligó a toda la política israelí a tener como árbitros nada menos que a los fundamentalismos ultra minoritarios religiosos hebreos que actuaban como árbitros desempatadores de las posiciones que confrontaban el Likud (Ultra-derecha liberal ) y Avodá (Laborismo israelí de base sindical) e impidió el desarrollo de la profundización de las democracia en el Medio Oriente todavía hoy en manos de fundamentalismo, y cercenó toda posibilidad de avance de los verdaderos protagonistas sociales israelíes por la paz.
La internacionalización y relación del oriente boliviano no es casual ya que las élites de Santa Cruz han sido conformadas por los hijos de ex - refugiados croatas, lituanos y otros que llegaron, luego de la segunda guerra, se hicieron del aparato productivo primitivo local, desplazaron a las débiles poblaciones de campo originarias “cambas” y hoy conforman la llamada “media luna” – (Hasta su mismo nombre como referencia política-popular dejaron intacto, a semejanza de la organización clandestina nazi de ayuda a prófugos colaboracionistas del régimen de Adolf Hitler)
Pero, regresando a Bolivia: Gracias a la Ley de Convocatoria y al sistema de los dos tercios, la Asamblea Constituyente excluyó a los movimientos sociales y pueblos indígenas e hizo prevalecer un sistema de partidos que en:
“una interpretación arbitraria de lo democrático, el Gobierno llegó a convenir con la oposición la obligatoriedad de las mayorías de alcanzar un voto cualificado de dos tercios para legitimar su proyecto político, lo que deriva en la imposición de validar una votación ampliamente mayoritaria sólo y exclusivamente si los sectores minoritarios de oposición y de derecha así lo avalan."
En el perverso sistema de los dos tercios para cualquier cosa, es que radica la toma de judo de la democracia boliviana.
Lo que no estaba claro hasta ahora, es como la derecha desde sus inicios iba a contar con el ala principal del gobierno como vehiculizadores del camino de legitimación y transpolación de sus demandas consensuadas en función del proyecto de consolidación económica y política de la región agro-gasífera con sede del poder financiero croata de Santa Cruz vía la concreción de las autonomías departamentales (gobernaciones) plenas.
Esto es lo que explica las asombrosas concesiones (6) que el gobierno indígena, viene efectuando a la derecha del Oriente boliviano a cambio de nada.
Simplemente a cambio de hacer prevalecer un dúo confrontativo mediático y de empate histórico permanente que permite al gobierno populista-nacionalista (pero en función de un proyecto global) posar ante los bolivianos y principalmente ante las mayorías campesinas-indígenas como asediado por las derechas siempre viéndose en la obligación de pactar a fin de evitar la guerra civil y el separatismo. El simulacro confrontativo-acuerdista es producido con no pocas dificultades entre los actores políticos tanto dentro del partido oficialista como de la oposición que no alcanza a visualizar a cada momento y circunstancia los alcances macro-políticos que pactaron y reacuerdan permanentemente los principales referentes del sistema.
En que consisten esos acuerdos macro-políticos?
En restablecer la hegemonía del empresariado pro-trasnacional, (Petrobras, brasileña pero con mayoría accionaria estadounidense)y sobre todo la Cámara de Hidrocarburos que nuclea a las multinacionales petroleras, el principal sustento del Comité pro Santa Cruz.
En fortalecer el sistema de partidos basados en lo “popular” expresado en el MAS que ha monopolizado la representación indígena e inter-urbana, impidiendo que las naciones originarias y pueblos indígenas tengan representación directa por usos y costumbres. (26)
En restablecer una nueva derecha expresada en las prefecturas (gobernaciones) de ámbito principalmente urbano y de clase media asustados por la “indiada” – Objetivos en lo que colabora de manera escandalosa la desinformación y tergiversación de hechos y opiniones de la mayoría de los medios de comunicación, tal como sucedió en Venezuela.
Ambos objetivos además de otros se han cumplido perfectamente polarizando y dividiendo al país luego que los distintos alzamientos sociales echaron por tierra la "democracia pactada", los partidos políticos impresentables de las oligarquías y de la embajada norteamericana que habían quedado en bancarrota.
De esa crisis institucional, social y política posterior al 2005, es que surge el llamado a la Asamblea Constituyente junto con los planteos autonomistas de las derechas que ven la necesidad de atrincherarse en sus regiones ya que no pueden controlar la totalidad del país.
La ingeniería constitucional de las autonomías departamentales, inspirada y asesorada por especialistas españoles (16) tiene como objetivo estratégico el movilizar las clases medias y, en lo posible, los sectores urbanos, para trasladar la sede de gobierno a Santa Cruz, tal como ya se evidenció en octubre de 2003. La "autonomía departamental " reclamada por las derechas, es eso: es recuperar el poder político. (17) por tanto no son separatistas.
Saben perfectamente de la imposibilidad del contexto internacional para esto. Su separatismo es discursivo y a solo efecto de agitar espantajos de guerra civil haciendo un paroxismo con Yugoeslavia o el Líbano. Las derechas racistas bolivianas son concientes que Latinoamérica no es medio oriente, ni los Balcanes. Forman parte de los planes de “descentralización” impulsados en América Latina que consisten en la transferencia de funciones de los estados naciones hacia niveles “intermedios” de gestión para facilitar el desarrollo y la circulación del capital vía inversiones (27)
En estos planes “descentralizadores” los servicios sociales descienden a niveles locales con sus débiles recursos en tanto que los ingresos del erario público financian a las elites económicas.
Hacia el 2005 la soberanía había sido recuperada por el pueblo en las calles, el triunfo de Evo Morales le da un nuevo oxígeno al viejo sistema de partidos liberal limitando la capacidad de movilización independiente de las organizaciones sociales.
Las oligarquías, primero, acordaron una Ley de Convocatoria basado en el chantaje de los dos tercios. Al mismo tiempo llamaron a un referéndum autonómico departamental vinculante a la Asamblea Constituyente que se sabía anticipadamente iba a triunfar en las regiones orientales dada la poca organización de las poblaciones migrantes ex-campesinas, que las caracterizan. La base legal de este referéndum es la principal arma hoy de lucha de estas.
La coalición conservadora empantanó a la Asamblea Constituyente en todos los temas que pudo, y no ocultó sus intenciones de hacer fracasar el foro. Buscó alianzas en otros sectores urbanos ya que el MAS no tuvo ni quiere tener ninguna política para la clase media. Colabora en esto el folklórico indigenismo discursivo que asusta a sectores urbanos permitiendo el rearme de la derecha que ensalza la xenofobia y la rabia anti-campesina.
Hasta agosto del 2007, las derechas, tenían como principal eje el fracaso de la Constituyente, la defensa incondicional del Tribunal Constitucional sobreviviente del gobierno neo-liberal, acusado de prevaricato, y la implementación de las autonomías “de hecho” ya que cuentan con los resultados favorables del referéndum. Innumerables actos de sedición se produjeron en las regiones controladas por la “media luna” solo explicables dada la poca presencia del estado nacional en las mismas. Falencia que no es subsanada por el MAS de Evo Morales ya que es parte de los pactos establecidos. (25)
Luego de agosto del 2007, el mismo MAS permite hacer crecer el tema de la demanda Chuquisaqueña reclamando la capitalía histórica y el traslado de los poderes para ese departamento. Para asombro, tamaño reclamo que demandaría miles de millones del tesoro de un país como Bolivia, lo realizan los sectores ilustrados y cívicos sin la menor propuesta, ni plan, tan solo plantean el reclamo y nadie, ni menos el gobierno, les piden ninguna fundamentación concreta.
Esto re-aviva profundos sentimientos históricos (incentivados por los medios de comunicación) de la Guerra Federal de 1899 y es allí donde la “media luna” encuentra la palanca de cambio mediante la cual paralizar hasta hoy la Asamblea, en medio de un clima de violencia.
El MAS demostró en Sucre, sede de la Asamblea Constituyente, la falta de voluntad política para defender al máximo organismo de la democracia
Primero produjo una exclusión del tratamiento del tema votado por 134 asambleístas, hecho que sabía iba a producir la confrontación regional. Luego no tuvo voluntad política y dejó desprotegido el foro haciendo que los propios representantes electos sean perseguidos por las hordas universitarias de derecha (y tan solo en el último minuto, cuando ya estaba todo perdido, sacó a la policía como acto de presencia) Voluntad política y fuerza y poder de Estado que emplea con eficiencia cuando reprime manifestaciones de mineros y sectores obreros o cuando recientemente debe tomar el control de un aeropuerto internacional como el de Viru-Viru dado el asombroso estado de corrupción.
Hasta hoy, pesan fallos judiciales sobre la directiva y miembros de la Asamblea Constituyente…"Conceder la capitalía no es sólo mudar el gobierno sino renunciar a este, porque la captación de la oligarquía camba, imposible en La Paz, sí puede ser posible en Sucre."
"El tema de la capitalía que se proclama desde el sector conservador de Sucre muestra, de nuevo, aquella mentalidad codiciosa, agria para con el esfuerzo, de una oligarquía embelesada (desde la conquista) por la riqueza en forma de milagro; mentalidad mendicante que espera todo sin el más mínimo esfuerzo, por eso su progreso lo estima en términos de acumulación burocrática. " (20)
La demanda de capitalía plena para Sucre finalmente paralizó el foro constituyente y este es reemplazado por un consejo suprapartidario encabezado por el mismo Linera, en pro de lograr un “gran acuerdo nacional” en aspiraciones, solo en aspiraciones, similar al pacto de la Moncloa español.
Si se leen los acuerdos firmados por la mayoría de las fuerzas políticas, acuerdos, de economía, de visión de país y de autonomías se verá como estos acuerdos no son otra cosa que las demandas de las derechas y las minorías legitimizadas como “mayorías”. En un proceso lento las organizaciones sociales indígenas originarias del oriente empiezan a darse cuenta del fraude (28)
En ellos se privilegia a las inversiones, se renuncia a la propuesta original del Estado Plurinacional (21) reemplazándola por las de las derechas pero “incluyendo” a modo decorativo la denominación “plurinacional” y se establecen hasta las facultades legislativas para las autonomías departamentales, tal como eran los postulados de las oligarquías (22)
Lo que realmente era el aporte boliviano en la arena internacional, era la propuesta de Estado Plurinacional Unitario y Comunitario, emanada de las organizaciones sociales originarias del Pacto de Unidad.En dicha propuesta el estado posee la impronta de admitir la existencia de territorios a su seno y las distintas poblaciones se reconocen como pertenecientes a diferentes nacionalidades que le permiten definir de manera autónoma una normativa legal y uno o más modos de de vida así como sus propias autoridades en el marco de un mismo estado.
Lo propio del Estado Plurinacional es ir más allá de la democracia representativa de “un individuo, un voto” ya que las poblaciones por medio de su autogobierno poseen el control de sus recursos naturales renovables y no renovables. Poseen el control de su espacio de vida y garantizan libremente su derecho a la sobrevivencia de sus usos y costumbres y se dan a si mismas la producción de sentidos y de su educación pues priman los derechos colectivos por encima de los individuales.
Por medio de las autonomías indígenas plenas incorporadas al Estado Plurinacional las comunidades originarias campesinas y las poblaciones inter-urbanas tienen la posibilidad de llevar adelante un tipo de etno-desarrollo basado en los derechos colectivos que las propulsan a asistirse en su derecho a la reproducción de la propia comunidad y ya no, como en el marco del desarrollo del capitalismo avanzado trasnacional, donde se ubica al colectivo en función del individuo y su acumulación y al capital.
Pero los grandes acuerdos “nacionales” que lleva adelante el Consejo Político Suprapartidario, hicieron posible que el reclamo de autoderminación de los pueblos indígenas junto con el autogobierno, dentro de sus propios territorios queden supeditados a los designios de los gobiernos departamentales (gobernaciones) y dentro del municipalismo anterior.
Asimismo las autonomías regionales, indígenas o inter-urbanas quedan dentro del viejo sistema de mancomunidades de municipios. Estos acuerdos son funcionales no a una descentralización, pregonada como eficiencia sino mas bien es un re-concentración centralizada y regionalizada del poder político y económico de sectores aliados a las inversiones del gran capital que buscan la libre circulación del mismo, en lugar de un régimen autonómico.
Las débiles economías campesinas en crisis (y de allí la permanente migración interna hacia las urbes y también externa principalmente a España y la Argentina) quedan expuestas y al servicio del “desarrollo productivo” del gran capital de inversiones que como ejemplo asientan industrias de agro-energía degradantes del medio ambiente como el Biodiesel promovido desde Brasil y en Santa Cruz. (23)
El eufemismo llega a niveles de paroxismo, pues en los acuerdos “nacionales” se habla de pluralidad de economías, mezclando la privada trasnacional y sus socios, con la comunitaria, mixtas y otras “plurales”, obviando el hecho de las enormes desigualdades de estas con respecto los impactos del gran capital.
Gran capital que crea las bases de una economía monetarizada basada en el consumo y para ello es necesario el desplazamiento de productos y servicios, ello conlleva la desaparición de las actividades tradicionales y la paulatina incorporación del trabajo asalariado en la economía, con el salario como variable de ajuste del capital.
El reclamo de tierra y territorio de los pueblos indígenas queda reducido al latifundio “productivo” y no se toca la gran propiedad agraria de los 50 millones de hectareas de tierras distribuidas ilegal y fraudulentamente entre las oligarquías en décadas de regimenes dictatoriales y otros. (25)
Que es lo que lleva a esto ? simplemente una traición más al reclamo de los movimientos sociales ? de mano de las billeteras de las elites ? o bien la miopía de un populismo suicida? Creemos que no, ya que existen numerosos hechos concientes en los actos del populismo masista que desde sus propios inicios demostró esta orientación.
Orientación que da como resultado un destino antitético a la agenda de octubre basado en un proyecto ideológico (el “capitalismo andino-amazónico”) que busca ser universal cuando en verdad ha llegado tarde y ha comprado para sí, y para su propio beneficio la supremacía del gran capital como una gran “llegada” a lo global, a lo impersonal irreversible porque es producto de las estructuras económicas. Una versión remozada del “fin de la historia”, paradigma liberal de principios de los noventa para el cual “ya vivimos en el mejor de los mundos posibles”
Un proyecto ideológico de Linera, basado en promulgar antes que el fin de las desigualdades por medio al derecho a la autodeterminación, las torna “superables” nada menos que en función del gran capital y de la globalización que expande las inversiones internacionalizando el capital monopólico, por medio de empresas que privatizan el agua y los bosques, que ponen el acento en el control fiscal y en programas de austeridad del Fondo Monetario Internacional (FMI). Idénticos postulados a la ultra reaccionaria y para nada democrática derecha.
"Apostamos a un proceso de redistribución pactada del poder con un nuevo núcleo articulador: el movimiento indígena." –
"Tenemos que trabajar junto con el sector empresarial cruceño en un relanzamiento de un modelo de desarrollo agro exportador que se acomode a las nuevas circunstancias de pérdida de los mercados de la Comunidad Andina y de competencia con el Mercosur." (30)
Linera omite no inconcientemente que el sector empresarial cruceño, aquellos sindicados como los que mas invierten, producen y exportan son precisamente los más explotadores en términos de relaciones entre capital y trabajo.
Para Linera esta, re-acomodación al proyecto global “viable” (el oriente agro-gasífero) impulsa al gobierno “indígena” a una inexistente predisposición a gobernar. Todo lo contrario: Hay mas bien una renuncia conciente al poder, sin ninguna visión ni a corto plazo disfrazada de “superación histórica” de las tensiones de la historia boliviana ya que en esta visión priman las lógicas internas de la reproducción del capital que forman una estructura objetiva que echa por tierra cualquier intento de cambio o transformación social y política. Visión mediante la cual el capitalismo se auto-transforma a si mismo de manera secuencial cuyos cambios solo ocurren entre distintas zonas geográficas dentro del mismo sistema auto-reproductivo pues es mundial, su propagación y por ende imposibilita cualquier cambio.
Una visión contraria a los movimientos sociales y la lucha por los derechos territoriales y humanos de los pueblos indígenas que con su acción, por medio de movilizaciones, paros y bloqueos, y víctimas fueron adquiriendo una consciencia de organización y disciplina y claridad ante la humillación y el saqueo. Fueron estas acciones humanas las que llevaron a Evo Morales a ocupar un gobierno que se auto-adscribe la multiplicidad de identidades plurales de Bolivia pero siempre dentro del firmamento del capitalismo.Sin embargo, tal como ha declarado recientemente el ex-ministro de Hidrocarburos del 2006 y autor de la nacionalización Andrés Solís Rada, Evo Morales
“no ha caído de un meteorito”.
El largo proceso que desemboca en la llamada “agenda de octubre” incorporó un rostro indio a la pulsa social cerrando definitivamente la identidad minera del sindicalismo obrero de la otrora poderosa Central Obrera Boliviana (COB), y a la narrativa del nacionalismo revolucionario del 52 (NR) con la reforma agraria.
Se puede hablar de la instalación de nuevas identidades en los imaginarios sociales por medio de cambios de sentido ?
Creemos que no. En un país con una mayoría indígena-campesina estas identidades han existido desde siempre y dan origen al “abigarramiento social” categoría empleada por el pensador boliviano Zabaleta quien caracterizó a la sociedad boliviana como una superposición de distintos tipos de sociedades que conviven en diferentes tiempos históricos provenientes de distintas civilizaciones de modo distorsionado y desarticulado donde se superponen unas a otras en un mismo territorio derivado de la Colonia dando lugar a un mosaico multi-societal que a lo largo de 180 años de vida republicana y de historia marcada por las elites se empeñó en ser nono-cultural y mono-societal y donde el único medio para esto no fue otra cosa que la exclusión del indio.
Estos intentos de “individuación” que se produjeron en Europa y en parte de América Latina fueron el resultado de procesos de modernización económica y de estados “exitosos” mediante los cuales se logró desprender a los individuos de los lazos comunitarios tradicionales. En Latinoamérica, la Argentina que vía exterminio del indígena por medio la llamada “campaña del desierto” “forma” la nacionalidad recién entrado el siglo XX. En Bolivia este proceso afortunadamente, se ha visto incompleto. (29)
Entonces mas que un proceso de construcción de identidades creemos junto a Anderson que mas bien se trata de un proceso de sustitución de creencias donde el sujeto social se anima una y otra vez a disputarle a las burguesías el sentido de la producción de la sociedad misma por medio de luchas por la hegemonía como una forma particular de articulación de universalidad y particularidad.
Lógicas articulatorias que se afianzaron con la Ley de Participación Popular (PP) para la acción colectiva que venía con el imaginario del Katarismo contra discursivo y antisistémico. (31)
Evo Morales llega como resultado electoral de una emergencia social entre el 2003 y el 2005 pero también cuando, en la historia de Bolivia, marcada por la Reforma Agraria de 1953, la emergencia del Katarismo/indianismo en el Altiplano hacia los años setenta, y el nuevo contexto pluri-multicultural instalado por los gobiernos neoliberales principalmente a partir de la reforma constitucional de 1994 producen la articulación de identidades efímeras colectivas como las llamadas “guerra del agua y de gas”.
En dichas puebladas se estructuran territorialmente significados que hacen converger a poblaciones urbanas y rurales que son “producto de la reforma agraria, la escuela rural, el cuartel y la nueva economía mercantil” (Rivera, 1984:128), y que se unen por reivindicaciones relacionadas con la gestión del agua, en manos de trasnacionales y la suba de los servicios públicos.
Fue justamente a partir del “multiculturalismo” instaurado en 1994, que convergieron multisectorialmente “regantes”, obreros fabriles, profesionales, cocaleros, trabajadores precarios, desocupados, universitarios, amas de casa y jóvenes en un mismo reclamo que capitaliza el movimiento social-político-sindical o MAS-IPSP en las elecciones del 2002. (32
Todo ello hizo que exista un vacío político que vino a cubrir el MAS-IPSP ya que habían fracasado experiencias neo-populistas como las del partido Conciencia de Patria (CONDEPA) y Unidad Cívica Solidaria (UCS) en la ciudades de La Paz y El Alto.
Un momento de alza social en el cual las masas estaban en una disponibilidad y apertura para producir un nuevo emergente canalizado esta vez de modo electoral.
Colaboró a esto el articulación un discurso, como el del MAS, que retomaba el colonialismo interno, principalmente desde la constitución de la CSUTCB y del liderazgo de Felipe Quispe, (34) sumado al descrédito de la dirigencia política corrupta, el acoso de la embajada norteamericana que con el Plan Dignidad; generó mayor violencia, dado el profundo sentimiento anti-imperialista en lo conflictos cocaleros del Chapare, que vieron afectada su economía básica creando un efecto multiplicador negativo sobre toda la región cochabambina.
Asimismo dada la intensidad de estos hechos se terminaba la vieja capacidad articulatoria “movimientista” del MNR entre distintos grupos sociales. El “movimientismo” ya no tenía nada para decirle a los bolivianos.
Su antagonismo pueblo=nación/oligarquía=antinación, propio del MNR lo incorporaba el MAS. Quien se benefició de la Ley de Participación Popular y la introducción de las diputaciones uninominales (reforma del Artículo 60 de la CPE), ya que mejoró la estructura de oportunidades políticas para el MAS-IPSP, al permitirle acceder a varios gobiernos municipales, especialmente en la región cocalera del departamento de Cochabamba, y cargos legislativos nacionales.
A pesar de la asunción presidencial en el Tiawanaco revestido de simbología indígena Evo Morales no conllevó desde sus inicios un discurso de autogobierno indígena reclamada en las postulados de las autonomías indígenas plenas dentro de las propuestas de cara a la Asamblea Constituyente del Pacto de unidad.Una vez en el gobierno, el punto de inflexión en la balanza de las relaciones de poder se produce cuando Evo “nacionaliza” los hidrocarburos y es partir de allí que tiene superávit fiscal para distribuir, situación que compite hoy con los cívicos conservadores, en el festival de cheques y bonos a municipios donde está su verdadera cartera electoral, sustituyendo la articulación sindicato-partido-Estado por una nueva estructura de estado donde coadyuvan nuevas posibilidades de ínter unificación entre los sectores subalternos, destruyendo las bases sindicales campesinas .
Del mismo modo que el decreto 21060 tuvo como principal meta desarticular al movimiento minero heredero de la revolución del 52, la política del gobierno de Morales resulta funcional a la desarticulación del movimiento sindical campesino y a las comunidades mismas por medio de su incorporación al capitalismo “andino-amazónico”.
Por medio de esta apropiación de símbolos y significantes las masas concentran en Evo Morales las aspiraciones al acceso de los derechos de ciudadanía y de ser convocantes de toda la sociedad misma.Volviendo a Anderson, y los mecanismos de condicionamiento, hoy en, Bolivia criticar a Evo, es atacar al pueblo. Las identidades y prácticas políticas de las masas hacia Evo no responden a una esencia ontológica, basado en el ser campesino (33) y en lo popular, sino que se definen de acuerdo a construcciones culturales de clase y etnicidad y de nuevas reglas de juego de estructuración económicas.El MAS de Evo Morales y García Linera, creció y se apoderó del poder vía elecciones legítimas, cuando la transfiguración de la sociedad misma, arriba descripta, migró desde la supremacía de los sindicatos mineros, prácticamente desde los años cuarenta, sobre las organizaciones políticas partidarias marcando a fuego las lógicas organizativas del movimiento campesino.
Esto es particularmente notorio en el principal movimiento que catapulta a Evo Morales. Los cocaleros del Chapare quienes cuentan dentro de sus filas numerosos ex mineros “relocalizados” (desocupados)
La particularidad boliviana reside en que los sindicatos son residentes de un poder dual, tal como lo señalara Zabaleta. Poder dual que se extiende al control del territorio y a la clase y a la etnicidad desconociendo en su tradición al estado mismo.
“En el caso de los campesinos, detrás del nombre “sindicato” se “ocultan” instituciones que en muchos casos se superponen con las instituciones originarias (ayllus) y corrientemente constituyen organismos de poder con funciones estatales en las comunidades (ver Gordillo, 2000; Lagos, 1997), maquinarias territoriales, sociales y ahora electorales.”
Al principio de su mandato, en el rosario discursivo del MAS en sus inicios, cuenta un poderosa artillería que re-significa lo social. Como sentido de identidad ampliada y pertenencia: Lo popular va estar en contra de los q´aras – que significa “desnudo”, se utiliza para nombrar a las élites blanco-mestizas. Los lluch’us --- colonizados y colonizadores a que los indios se dirijan a los q´aras en actitud de sumisión, de petición, de genuflexión o de reclamo lloroso” (ALBÓ 2002: Ibid:73).
Y el hoy, cada día menos nombrado - ama suwa, ama llulla, ama qhilla (no seas ladrón, mentiroso ni flojo), al que agregó un cuarto precepto en línea con su pasado katarista: ama llunk’u (no seas adulón) (Albó, 2002:71). llunk’u o traidor (Ibid)
Sin embargo lo más dejado de lado hoy día en tiempos de capitalismo modernizador andino-amázonico es el grito de - “Causachun Coca!, Wañuchun yanquis!” que ya no corresponde dado las negociaciones casi diarias a este respecto con la Casa Blanca.
Algunos intelectuales en Bolivia hablan de la fidelidad incondicional de Evo Morales hacia los cocaleros. Visualizan en este aspecto algunas esperanzas para que haya algún cambio. Sin embargo estos ya no están en la punta de la lanza de lo contestatario. Todo lo contrario.
Su estabilidad actual radica en las concesiones y trato preferencial que el gobierno le ha propinado y se mueven como fuerza de presión circunstancial. Esto fue muy visible en la semi-insurrección de Cochabamba el 11 de enero del 2007, cuando fue expulsado de su cargo el principal prefecto aliado de la media luna, Manfred Reyes Villa (un ex militar sobreviviente del régimen neoliberal y cercano a la embajada norteamericana) y cuando este ya se había fugado a Santa Cruz, expulsado por las bases campesinas, que habían desbordado en un momento a sus propias direcciones del MAS, el gobierno le dio plenas garantías para su retorno. La pulsa y señal del poder político a la “media luna”, costó algunas vidas y decenas de heridos.
Sin duda los cocaleros afianzaron su liderazgo dentro de los movimientos sociales en las largas marchas anteriores en contra de los gobiernos neoliberales. Marchas que sensibilizaban el tejido social. Marchas en la que era evidente y real su espíritu de sacrificio y resistencia, aspectos que irradiaban (y seguramente hoy pasaría lo mismo) a todo el cuerpo social. Una colectividad que a pesar de ser minoritaria despierta en sus reclamos solidaridades, y simpatías políticas – ideológicas
Los cocaleros, principalmente los de la zona del Chapare, de donde sale Evo Morales, han sellado sobre la tela del discurso masivo los significados populares de identificación de sentido. Actuaron como los portavoces y actores sacrificados de hecho de los intereses de la voluntad nacional interpelando al modelo económico e institucional neoliberal de años anteriores.
Con la irradiación de este movimiento es que el MAS de Evo Morales ha sustituido en la historia de las luchas sociales en Bolivia el imaginario del nacionalismo revolucionario de los años cincuenta que basaba su visión del país como mestizo - criollo al de “originario” y anticolonial. Hoy asistimos por medio de estas transmutaciones a la subordinación de lo campesino al estado que no solo sigue sigue siendo el mismo que históricamente combatieron y que por el contrario se afianza en su perspectiva neoliberal de la mano del gobierno indígena.
Con Evo Morales asistimos al encuentro del líder carismático que se encuentra cara a cara con la gente en el quehacer diario. A la inversa de lo que sucede en la mayoría de los países, no es difícil que cualquier boliviano conocer y darle la mano al presidente.
Este se mezcla con la gente en los cotidianos actos públicos, marchas y encuentros en ocasión de cada obra, de cada cambio “transformador” cuando entrega tractores, cuando entrega títulos TCO y en un festival de cheques a municipios y comunidades. Sin embargo mantiene a rajatabla el bajo salario de promedio de cuarenta dólares de los trabajadores pues ello le ocasionaría problemas con las corporaciones de empresarias.
Su vestimenta no se diferencia del ciudadano de a pie, contrasta con los políticos tradicionales almidonados cuyo principal antígono, el ex presidente “Tuto Quiroga” y principal fuerza de oposición, siempre es el símbolo del país de las logias oligárquicas.
La mantención de este binomio es funcional a la estrategia confrontativa-acuerdista. No es auxiliar, ni dada porque sí. Es estructural a la lógica de justificación de sus acciones y acuerdos con las derechas.
En los años cuarenta Perón en la Argentina lucía de igual manera. Eva Perón era la “mamita de los humildes” la excluida que por obra del mítico pueblo había llegado a lo máximo para distribuir justicia entre los pobres.
De igual modo Morales, llega como primer presidente indígena, a pesar que sus acciones van en contra de los reclamos históricos de estos y a pesar que se erigió como presidente de todos los bolivianos y no como mandatario ejecutor de la agenda de octubre del 2003/5 para el cual fue elegido, a pesar de venir del tronco mismo de las columnas sindicales. Perón en cambio era militar y no obrero y Eva Perón era actriz de cine.Estos detalles no son menores ni pueriles, forman parte del marketing político aplicado en cada localidad a la que Evo llega a diario, donde anticipadamente le preparan los atuendos y símbolos propios del lugar.Así es como Morales ya se ha fotografiado con las mas diversas ropas de las más de 36 etnias o grupos que existen en Bolivia. En tanto el Vicepresidente es el que lleva la voz en las cámaras empresariales y en el ámbito del Senado del Congreso Nacional. La diferencia a hoy es que antes del triunfo eleccionario del 2005 Morales se victimizaba, ahora se re-simboliza como prenda de paz en un recorrido que pasó de ser el principal bloqueador de Bolivia odiado por las elites a ser un émulo del mahatma Ghandi pero siempre abogando por la propiedad privada y las inversiones transnacionales como único camino para salir de la pobreza boliviana. País que por su diversidad y recursos naturales debería ser uno de los más ricos de Latinoamérica. La oposición conservadora oligárquica ha demonizado a Evo Morales, como totalitario, amigo de Irán, de Fidel Castro y del presidente venezolano Chávez. A diario la prensa desinformadora no pierde oportunidad en subrayar su populismo. Pero a diferencia de los populismos tradicionales, estos necesitan de la movilización permanente a riesgo de caer. Evo Morales desmoviliza a los movimientos sociales solo cuidando sus núcleos de choque popular basado en el control de las confederaciones sindicales, articuladas por una vasta red de dirigentes cooptados. Organizaciones que no han mantenido su independencia política a excepción de la minoritaria COB.
Lo específico central del populismo de MAS y de Evo Morales es su capacidad para conjugar en lo simbólico las diferencias particulares de los distintos grupos colectivos, disolviéndolos en significantes vacíos de contenido produciendo al mismo tiempo representaciones en el imaginario social de una universalidad que los trasciende. Así, es como concentra en su figura las esperanzas y confianza que por medio de su figura y trayectoria reconocida compele a los distintos grupos sectoriales sociales a depositar el apoyo y acciones en su gestión pues el MAS, y tal como señalábamos antes subsume la categoría histórica pueblo/nación del nacionalismo revolucionario del 52.
Hoy el pueblo, ya no son los alzamientos sociales de la guerra del agua, ni tampoco las marchas campesinas, es Evo Morales y “la nación” lo venidero, una universalidad que trasciende a la vista emocional de las bases campesinas. El otro segmento del imaginario del NR del 52, oligarquía=antinación es precisamente la necesidad permamente de alimentar el dúo confrontativo acuerdista. Sin esta lógica que se vive en el día a día en la realidad política boliviana sería imposible de comprender como su “giro a la derecha” no es en verdad un giro en si mismo sino la conformación de proyecto único con las elites mediante la cual Bolivia se articulará en la globalidad por medio de la consolidación del capital en la región oriental agro-gasífera, con sede en Santa Cruz como verdadera capital.
Lo específico del aporte boliviano es la propuesta original de las organizaciones sociales del Pacto de Unidad que llaman a la constitución de un Estado Plurinacional donde primen los derechos colectivos y el derecho a la diferencia para un desarrollo basado, en el derecho a la reproducción de la comunidad, como base para el mejor desarrollo de la persona que forma parte de la misma y ya no por medio del capitalismo, poniendo al colectivo en función de los intereses del individuo y del capital.
En el recorrido errático que lleva la Asamblea Constituyente se han presentado casi dos centenares de propuestas. Sin embargo los dos proyectos antagónicos claves quedan expresados en las propuestas de autonomías departamentales, de los representantes del capital y las propuestas del estado plurinacional de las organizaciones sociales indígenas originarias.
Hoy día asistimos a una suerte de travestizacion ya que el Consejo Político supra-partidario dirigido por el Vicepresidente Linera ha reemplazado el trabajo de los asambleístas y ha usurpado los términos originales de las propuestas del Pacto de Unidad transformando el verdadero aporte boliviano de mayorías indígenas y campesinas en una suerte de acuerdo donde la derecha ha incorporado casi hasta la última coma. Acuerdos impuestos por medio de un sistema de representación de partidos políticos y agrupaciones que no tenían ninguna vida política hasta ahora.
Siendo Bolivia un mosaico de pueblos diversos de mayorías campesinas e indígenas, donde incluso en las grandes urbes existen poblaciones aymaras o quechuas y asimismo en diferentes regiones a las se han trasladado en el curso de procesos de migración.
La propuesta del PU de estado plurinacional se diferencia porque prevalecen los derechos colectivos por sobre los individuales, pues:
“La ley NO puede ni debe ser indiferente sobre quien sea el sujeto, pues –contrariamente al caso del estado nación donde todos comparten una sola ciudadanía y la teoría es que todos son iguales ante la ley-, en el caso del estado pluricultural no hay una sola ley para todos, sino más bien hay varios sujetos colectivos numéricamente importantes que se rigen por sus propias leyes distintas de la ley primordial del estado”“Un estado plurinacional es una forma de estado que admite la existencia de territorios en su interior cuya población se reconoce como perteneciente a diferentes nacionalidades y define autónomamente la normativa, la legalidad, la forma de vida y la autoridad que la rigen, generalmente como formas de gobierno indirecto en el marco de un sistema de autoridad jerarquizado, un solo estado.”
En la propuesta de estado plurinacional las poblaciones indígenas y originarias diferenciadas culturalmente mantienen una autodefinición de identidad y tienen un control o gestión de los territorios en los que habitan y donde son mayoría, y donde realizan un manejo de sus recursos naturales según pautas propias y según un modelo de vida diferenciado.
Modelo de vida diferenciado que es expresado por medio de las autonomías indígenas originarias como escenario para mejorar la capacidad para la sobrevivencia de las poblaciones oprimidas.
Reorganización política y territorial que supone el pluralismo jurídico que sustenta y prioriza la propiedad colectiva sobre la tierra y otros recursos reproductivos, que permiten la posesión familiar sobre los recursos necesarios para la reproducción de la familia de acuerdo a cada cultura y no en base a las necesidades de expansión y acumulación del capital.
“El etno-desarrollo es que los indígenas y las otras etnias reclamen el derecho a decidir sobre sus propios asuntos, a tomar parte en los cuerpos y procesos donde se discute y decide su futuro; a la representación y participación políticas; al respeto a sus tradiciones y culturas; a la libertad de elegir que tipo de desarrollo quieren si es que quiere alguno, Significa mirar hacia adentro y hallar en la propia cultura del grupo la fuerza creativa y los recursos necesarios para enfrentar los retos del cambiante mundo moderno, en cuanto etnia. No significa autarquía, o aislamiento auto impuesto y mucho menos repliegue al museo de la tradición. No significa un desmembramiento de las naciones existentes, sino una redefinición de la naturaleza de dicha construcción y enriquecimiento de la compleja tela multicultural de la que están hechos los estados modernos”
“Las áreas que ocupan los pueblos indígenas son las últimas grandes reservas ecológicas sin utilizar, y existen presiones de agencias multilaterales de desarrollo por aplicar estrategias de incorporación de estas áreas a la economía nacional e internacional” (35)
Las propuestas de autonomías departamentales hoy avaladas por el gobierno de Morales y Linera no solo fue rechazada por el 57% del voto de todos los boliviano, hecho que parece no contar para el gobierno “indígena originario anticolonial” sino que en ellas los acuerdos económicos ya firmados para las mismas se ultragarantiza la propiedad privada sin limitaciones requerida para los procesos de acumulación de capital en manos privadas.
Esa es la base para que siga existiendo la libre disposición de la mano de obra dentro del país como lo sigue disponiendo el combatido decreto neoliberal 21060.
Asimismo en los acuerdos económicos se avala el reconocimiento al latifundio “productivo” que deriva en las actuales formas aberrantes de concesionamiento de recursos productivos a los grandes capitales monopólicos y a aquellos capitales nacionales que habiéndose apropiado fraudulentamente de grandes espacios actúan de modo depredatorio respecto a los recursos naturales no renovables y de la biodiversidad.En los acuerdos firmados no existe redefinición alguna de municipios, provincias y departamentos. Estos quedan igual que hasta ahora, con el mismo formato del estado colonial al cual dicen querer transformar, impidiendo a las poblaciones originarias, que culturalmente diferenciadas, mantienen una autodefinición de identidad que les proporcionan un control y gestión de sus territorios en los que habitan y donde son mayorías y donde asimismo efectúan un manejo de sus recursos naturales según sus propias pautas y según a modelos de vida diferenciados de la proclividad al consumo y a la expoliación del saqueo del gran capital.Las propuestas de estado Plurinacional se diferencian de los acuerdos del gobierno “indígena originario anticolonial” que conllevan los mismo nombres pero que los vacían de contenido, en que los distritos, entidades y regiones indígenas e inter culturales rurales y urbanas donde el territorio se reestructura a partir de una verdadera toma de desiciones democráticas y de manera concertado de abajo hacia arriba no permitiendo que las arbitrariedades tecnocráticas basadas en el lucro y la acumulación en los acuerdos de libre comercio y de tratados bilaterales de garantías a la inversión.
Toma de desiciones que solo se harán efectivas si los principios para la devolución de la soberanía es efectuada a sus verdaderos habitantes, estén estos en los campos, valles, andes o en las grandes ciudades.“La esencia de una nación es que todos los individuos tengan muchas cosas en común y que todos hayan olvidado muchas cosas” (Renan, 1987:85).”
Esta máxima de flósofo parece ser la premisa de Linera y del gobierno “indígena-originario anticolonial”. El consejo político suprapartidario y las oligarquías desean que los pueblos y naciones oprimidas de Bolivia olviden que son los verdaderos dueños de sus territorios, de su cultura y por tanto tienen el mas amplio derecho a decir como y cuando lo trasforman, y no los acuerdos con las derechas racistas cuyo único interés es instalar las autonomías departamentales para consolidar una gran región agro-gasífera con sede en Santa Cruz, núcleo del gran capital depredador y creadores de la “media luna”
Los acuerdos económicos y de autonomías suscriptos por el Consejo Político suprapartidario que reemplazó la tarea de los propios asambleístas dejó encerradas las autonomías indígenas en un municipalismo y a disposición de las leyes de las prefecturas-gobernaciones que les permiten llevar adelante políticas de inversiones del gran capital. El tipo de Autonomía indígena promulgada por el gobierno indígena y pactado con las derechas no son las autonomías de autogobierno de los movimientos sociales indígenas originarios y en su actual configuración son funcionales a los proyectos del gran capital y sus socios.
Regresando a Sudáfrica y Bolivia, países ambos caracterizados por la riqueza de sus recursos naturales y en el que régimen del Apartheid empleaba mano de obra barata de la población negra en las minas eludiendo de este modo los altos costos de producción luego del triunfo en 1992 del Congreso Nacional Africano (ANC en inglés) del Nelson Mandela significó un claro triunfo democrático de las mayorías y de los derechos colectivos. Sin embargo en los once años subsiguientes las privatizaciones masivas, el aumento del desempleo, la reducción del sector publico y una fuerte política monetaria basada en los mercados internacionales, hicieron que este triunfo democrático no se convirtiera en una sociedad socialista y que por el contrario de la mano del legendario luchador Mandela, se transformase en un reducto del subimperialismo en el África.
Al igual que en la Bolivia actual los únicos beneficiados fueron las oligarquías basadas en un proyecto global de hegemonía del gran capital.
Las dimensiones de Mandela y de Evo Morales no son simétricas. En la Sudáfrica del primero la lucha racial de los negros era una cosa mucho mas clara con respecto al mito de supremacía racial blanca impuesta. En Bolivia la larga historia de mestizaje por medio de las migraciones urbanas hacen que los procesos sociales muchas veces no se vean tan claros en su dinámica.
No obstante, el capitalismo tuvo en Mandela su salvador y potenciador, al igual que Evo Morales tiene como aliado al creciente expansionismo hegemónico regional de Brasil para cumplir la misma función, en pro de la circulación del capital, lo mismo que en Sudáfrica, tema que desarrollaremos en la próxima entrega.
ANÁLISIS
UN VISITANTE DESMESURADO
El paso de Chávez por Santiago fue muy instructivo. Hoy lo conocemos mejor. Entendemos también mejor las motivaciones de sus seguidores. Y está más claro lo que tenemos que defender, lejos de él.
La Nación de Chile (www.lanacion.cl)
No había ninguna posibilidad de que Hugo Chávez pasara desapercibido en la XVII Cumbre Iberoamericana. Su verbosidad e histrionismo son conocidos. También su tendencia a la demasía. Pero, además, vino en plan nada amistoso hacia la Presidenta Bachelet, probablemente porque el Gobierno de ella representa a los ojos del mundo una orientación muy distinta de la que él encarna y que se supone que todo "buen izquierdista" debería seguir. Demoró su llegada a Santiago y consiguió cobertura exclusiva de la prensa cuando lo hizo, ya iniciada la reunión; cuestionó el lema de la "Cohesión Social" propuesto por Chile; hizo de nuevo una referencia provocadora a la demanda marítima de Bolivia, lo que fue una muestra de hostilidad hacia el país anfitrión; tuvo expresiones despectivas hacia el Club de Madrid (que preside Lagos) y rompió todos los límites al insultar repetidamente al ex gobernante español José María Aznar delante del Rey Juan Carlos y el Presidente Rodríguez Zapatero, lo que obligó a éstos a reaccionar con molestia.
Chávez se las arregló, pues, para atraer la atención. Bien sabemos que su obsesión es que se le reconozca como líder revolucionario continental, portaestandarte de esa cosa que llama "socialismo del siglo XXI", continuador de Fidel Castro. En suma, un personaje con una desorbitada noción de sí mismo.
Es lógico que nadie quiera tener pleitos con él por temor a la respuesta desaforada que puede venir. Su fuerte son las descalificaciones y los insultos. Recordemos que el año pasado lanzó groseros ataques en contra de José Miguel Insulza, secretario general de la OEA, cuando éste manifestó preocupación por el futuro de la libertad de expresión en Venezuela. El único político latinoamericano que lo ha enfrentado duramente ha sido Alan García, pero eso quedó atrás.
Ha habido muchos caudillos populistas de verba incandescente en la historia de América Latina. Pero ninguno había tenido un poder económico como el que exhibe y derrocha este. Su influencia política sería mínima sin la abultada chequera con la que maneja a su arbitrio los cuantiosos ingresos de Venezuela por las exportaciones de petróleo. Imaginemos que él desplegara el mismo discurso incendiario, idénticas proclamas, igual manipulación de la figura de Bolívar, pero sin petrocheques. Sería sólo ruido. Su poder es el dinero. En la región ha repartido miles de millones de dólares, lo que le permite contar con la buena disposición de muchos agradecidos.
El 2 de diciembre se efectuará un referéndum en Venezuela en el que el Gobierno de Chávez intentará hacer aprobar numerosas reformas a la Constitución que fue redactada en 1999 en una Asamblea Constituyente y sancionada en otro referéndum. En ese texto se había ampliado el período presidencial de 5 a 6 años, con una sola reelección inmediata. Chávez cumplirá 9 años en el poder en enero próximo debido a los ajustes constitucionales y su actual período termina en enero de 2013. Pero eso no le basta. El artículo 230 de la nueva reforma establece que el período presidencial se amplía a 7 años y no pone límites a la reelección. Además, se concentran amplísimos poderes en el gobernante, el que podrá disponer constitucionalmente de propiedades, instituciones y recursos. La definición de Venezuela como "Estado democrático y social de derecho y de justicia" (artículo 2 de la Constitución vigente) es reemplazada por "Estado socialista" (artículo 16 de la reforma).
Es tan ostensible el proyecto autoritario de Chávez que hace pocos días el general retirado Raúl Baduel, que fue su ministro de Defensa hasta julio de este año, declaró que las reformas constituyen una especie de golpe de Estado y llamó a votar No.
Chávez les llena el gusto como líder a algunos chilenos, incluidos tres o cuatro parlamentarios. Ello quedó en evidencia en el acto que le organizaron en el velódromo del Estadio Nacional. Allí, entre abundantes banderas venezolanas y cubanas, el representante del régimen de La Habana lanzó la escalofriante consigna "Socialismo o muerte" y los asistentes gritaron acompasadamente "El que no salta es Bachelet".
El paso de Chávez por Santiago fue muy instructivo. Hoy lo conocemos mejor. Entendemos también mejor las motivaciones de sus seguidores. Y está más claro lo que tenemos que defender, lejos de él.
El ministro Alejandro Foxley destacó en TVN el éxito de la XVII Cumbre, en la que se adoptaron acuerdos que perfeccionan las relaciones constructivas y los mecanismos de colaboración en la comunidad iberoamericana. Ese es el fruto de una labor seria, sin estridencias, que contribuyó a reforzar el respeto internacional hacia nuestro país.
¿CUMBRE U ÓPERA BUFA ITALIANA?
El Periódico de España (www.elperiodico.com)
La cumbre era iberoamericana pero más se pareció a una ópera bufa italiana. En el primer acto el uruguayo Tabaré Vázquez entonó empalagosas palabras sobre la hermandad rioplatense y luego abrazó al sorprendido presidente argentino. Moratinos sonreía complacido.
Pero las cosas no eran lo que parecían. En la segunda escena, Kirchner supo que antes de comenzar su discurso, Vázquez había ordenado poner en marcha la pastera del escándalo sobre el río compartido y, solo en un aparte, clamó al cielo por semejante perfidia.
El Gobierno español había pedido a Vázquez que difiriera el anuncio hasta después de la reunión presidencial.EN LA TERCERA escena la delegación uruguaya le pasó una esquela con la mala noticia por debajo de su puerta al facilitador Juan Yáñez Barnuevo, que cantó en una triste aria el final de su sueño con el premio Nobel de la Paz.
Kirchner se contuvo para no responder a la provocación. Al concluir el acto solo agradeció los esfuerzos del Rey y se disculpó por la irrupción del conflicto en la cumbre multilateral. ¿Cómo manejarse con un niño caprichoso que patea los tobillos de un forzudo hermano mayor? Si le da un tirón de orejas es un grandote aprovechador, si le deja hacer, pasa por tonto. Kirchner prefiere lo segundo, por fortuna para todos nosotros.Con mayor sutileza se manejaron Chile, Bolivia y Perú, en las diversas escenas del segundo acto. También ellos tienen sus asuntos pendientes, secuelas de la guerra del Pacífico del siglo XIX, en la que Bolivia perdió su salida al mar y el Perú su provincia de Arica. Un tema que se insinuó sin desarrollarse fue el conflicto entre Evo Morales y Lula, por la situación de Petrobrás luego de la nacionalización del petróleo boliviano.En el tercer acto llegó el climax con el contrapunto entre Chávez, Rodríguez Zapatero, Daniel Ortega y el propio rey Juan Carlos.
En abril, durante la convención en Filadelfia de la Heritage Foundation, el expresidente José María Aznar y su Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) instaron a "derrotar" al "socialismo del siglo XXI" promovido por Chávez. Pero una letra hace toda la diferencia. El intento de abril del 2002 no fue para derrotar al chavismo en las urnas sino para derrocarlo por las armas. Chávez respondió entonces que Aznar era un personaje de la calaña de Hitler, una exageración muy conveniente para que se perdiera de vista la enormidad de la propuesta.
Aznar tiene una prosa rústica pero un pensamiento lineal. En vísperas de la cumbre se despachó desde Miami contra el populismo autoritario y el indigenismo radical, dos de las "nuevas amenazas" identificadas por los planificadores del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. Esta vez Chávez lo llamó fascista. Es muy posible que una convención de historiadores o politólogos disienta con la definición. El fascismo fue un movimiento específico de un país determinado en un tiempo que ya feneció. Pero en cualquier caso, todos entendieron qué quería decir.
Aun quienes consideran apropiado tal epíteto para definir al exlíder del PP no aprecian el sentido de la oportunidad de Chávez, quien no le creó un problema a Aznar ni a su amigo Bush sino a Zapatero y a Juan Carlos. Fue como terminar la escena disparándose un tiro en el pie. Al día siguiente, Mariano Rajoy redujo la cuestión a las amistades de Zapatero. Es un típico problema de comunicación, en este caso entre Rajoy y Chávez. ¿Cómo hacer para que Chávez se entere de que Zapatero es su amigo?
El presidente del Gobierno respondió con serenidad y precisión a la tirada de Chávez, pero en la última escena el Rey pegó dos gritos e hizo mutis por el foro.
Y aquí apareció en toda su magnitud el hiato cultural e histórico entre España e Iberoamérica. Por molesta que haya resultado la intervención del presidente venezolano, Chávez no es Esperanza Aguirre ni Jiménez Losantos, ni el Rey tiene autoridad sobre él para mandarlo a callar. Van a hacer dos siglos de la independencia de Venezuela y de la Argentina, que con la Confederación Helvética y los Estados Unidos estuvieron entre las primeras repúblicas de ese mundo occidental en cuyo nombre se siente autorizado a hablar el señor Aznar, acaso sintiendo todavía la mano sobre el hombro que el ranchero de Crawford le puso en las islas Azores.
MÁS ALLÁ de las legítimas discusiones de intereses, de los niveles de inversión de las empresas españolas en los países americanos, de sus niveles de rentabilidad y de las tarifas que autoricen sus gobiernos, las relaciones iberoamericanas son de interés para ambas partes. A nosotros nos ayudan a escapar del panamericanismo asfixiante que propone Washington, cuyo componente militar relega cualquier otro tema a segundo plano. A ustedes les singulariza en Europa como puente con la porción más afín del nuevo mundo, que es al mismo tiempo un mercado en acelerada expansión. Preservarlas requiere mayor serenidad, sin confundir una cumbre como la de Santiago con una emisión de Aló Presidente ni con una sobremesa en el Palacio Real.
GAS: BRASIL BUSCA LA AUTONOMÍA
El Clarín de Argentina (www.clarin.com)
En su programa radial de los lunes, Lula da Silva reafirmó la decisión de Brasil de "marchar hacia la independencia en la producción de gas".
Pero admitió que ese objetivo está lejos: "Brasil precisa hoy del gas de Bolivia. Y la Argentina, y Chile, también". Así, el jefe de Estado brasileño ordenó a la estatal petrolera Petrobras a reiniciar las inversiones paralizadas a principios del año.
"Nosotros precisamos invertir más en Bolivia para atender el mercado interno boliviano, el mercado interno de Brasil y el de Argentina" sostuvo el presidente. Mientras los grandes empresarios brasileños empiezan a revisar sus proyecciones de inversión, en vista de la escasez prevista en el empleo de gas como insumo de sus propias centrales de generación eléctrica.
Lula fue claro: resaltó que la prioridad en el abastecimiento corresponderá a las usinas termoeléctricas que entregan su energía a la red eléctrica nacional. "Cuando los lagos que producen energía tuvieran un nivel muy bajo, inmediatamente accionaremos las termoeléctricas a gas". Estas tendrán supremacía sobre otros consumos del combustible: Luego "Petrobras atenderá sus propias necesidades porque precisa inyectar gas en los pozos petroleros para recuperar crudo. Y después de eso, podrá ofrecer el remanente a las industrias y a los automóviles". Un aviso para industriales y automovilistas a quienes les recomendó que se preparen para reconvertirse del gas al diesel o la nafta.
MAPUCHES DE CHILE Y OBRERAS DE BOLIVIA, TESTIMONIOS DE EXCLUSIÓN
Diario León de España (www.diariodeleon.es)
La situación de exclusión y marginación de la población mapuche en Chile, particularmente de las mujeres, y de las obreras bolivianas que trabajan en la industria de la castaña (nuez de Brasil) en Beni, fueron ayer denunciadas en León por dos de sus protagonistas, Dominica Quilapi y Narda Baqueros, en un acto organizado por la Asociación Mujer y Revolución.
Dominica Quilapi subrayó que la cultura mapuche se encuentra al borde de la desaparición por falta de «tierra para alimentar al pueblo», ya que las transnacionales son las principales propietarias. Las mujeres, que sufren una dependencia absoluta de maridos, padres y hermanos, son las principales víctimas: «Las mujeres tenemos que tener la autorización del marido para poder salir», dijo Dominica Quilapi, que a sus 42 años ha alcanzado el «gran lograr» de salir por primera vez de su casa. El pueblo mapuche (40% en Chile y 60% en Argentina) reclama la conservación de su lengua indígena.
Narda Baqueros, boliviana de la región de Beni, explicó que 11.000 mujeres trabajan en este rincón de la Amazonía en la recolección y quebrado de castañas, el fruto que la selva regala entre los meses de noviembre y febrero y que las fábricas transforman a temperaturas de más de 70 para su exportación. La mano de obra femenina e infantil y juvenil -85% del total- quiebra las castañas una a una.
La jornada empieza a las cuatro de la madrugada y termina doce horas después para ganar cinco dólares. Ahora, pende sobre estas familias la amenaza de la emigración a consecuencia de una central hidroeléctrica que promueve Brasil.
EVO MORALES ACUSA AL SENADO, CONTROLADO POR LA OPOSICIÓN, DE VIOLAR LA CONSTITUCIÓN
Europa Press de España (www.europapress.es)
El presidente boliviano, Evo Morales, acusó ayer a los senadores del partido opositor Poder Democrático y Social (Podemos), que dominan la cámara Alta, de vulnerar la Constitución al incluir modificaciones al contrato suscrito con la Jindal Steel Bolivia SA para la explotación del hierro del Mutún, según recoge la Agencia Boliviana de Noticias.
El Primer Mandatario, en una rueda de prensa en Palacio Quemado, indicó que el Senado no se había limitado a aprobar el contrato, sino que había elaborado una nueva ley que incorpora modificaciones en la conformación de la Directiva y sus atribuciones, aspecto que va en contra de los que establece la Constitución.
El opositor Poder Democrático y Social (Podemos) modificó la composición de la directiva de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM), como una de las 11 enmiendas que realizó la Cámara Alta al contrato para la explotación del hierro del Mutún.
La junta directiva de la siderúrgica está compuesta por un presidente ejecutivo, cuatro representantes de la Corporación Minera de Bolivia, dos del Ministerio de Producción y Microempresa, uno de la provincia Germán Busch, uno del gobierno municipal de Puerto Suárez, uno de la Prefectura de Santa Cruz y un representante indígena de la Chiquitania. Es decir, un presidente, seis representantes del Gobierno, tres regionales de Santa Cruz y un indígena, 11 en total.
La propuesta del Senado reduce el número a un presidente y seis representantes: uno del Ministerio de Minería, dos de la Corporación Minera de Bolivia, uno de la Prefectura de Santa Cruz, uno de la provincia Germán Busch y uno de la municipalidad de Puerto Suárez. Es decir, que recorta a la mitad el número de representantes del Estado y elimina la representación indígena.
En este contexto Morales señaló que es importante que el Senado haga observaciones, pero no puede modificar el contrato. "La tarea del Senado es aprobar o rechazar el contrato que se ha suscrito con la Jindal", subrayó el presidente boliviano. "El incorporar otras atribuciones, otras tareas, no sé a qué está orientado, tal vez a seguir postergando la inversión en el departamento de Santa Cruz", consideró Morales.
En referencia la Senado dijo que "cuando aprueba esa ley es para perjudicar. Tal vez piensan en perjudicar a Evo Morales, no están perjudicando al Gobierno están perjudicando a una región", sentenció.
La reserva de hierro a la que incumbe el contrato está situada a 27 kilómetros de la población de Puerto Suárez, cerca de la frontera con Brasil, y tiene reservas de 40.000 millones toneladas de hierro y 10.000 millones de manganeso, según cálculos oficiales.
La Jindal Steel and Power invertirá 1.000 millones de euros en el primer quinquenio para desarrollar las obras, que aumentará progresivamente hasta unos 1.500 millones de euros en un plazo de ocho años, y generar unos 6.000 puestos de trabajo directos y otros 15.000 indirectos.
Nueva polémica por el Presidente venezolano
SORPRESIVAS ESCALAS DE CHÁVEZ EN BOLIVIA DESATAN PROTESTAS
Senadores de la oposición pidieron que el canciller explique los dos aterrizajes hechos por el Mandatario en su viaje a Santiago.
El Diario de Chile (www.elmercurio.com)
Dos inesperadas escalas de Hugo Chávez en Bolivia, en su camino de ida y vuelta a la Cumbre Iberoamericana celebrada en Santiago, bastaron para que la oposición del país vecino acusara una injerencia del Presidente venezolano y exigiese al canciller David Choquehuanca concurrir al Senado para dar explicaciones.
Políticos de la oposición consideraron impresentable que no se anunciara que Chávez pararía en la ciudad de Trinidad los últimos viernes y domingo, oficialmente para verificar el avance de un dique financiado por Venezuela (a un costo de US$ 13,5 millones) y recargar combustible.
Terminal militarizado
Según el diario cruceño "El Deber", las escalas obligaron a "militarizar" el terminal aéreo de la capital del departamento amazónico del Beni, donde ingenieros y militares venezolanos trabajan en la construcción de un dique de 28 km de largo.
"Es preocupante, porque cuando aterriza un Mandatario tiene que estar presente la cancillería, cosa que no se dio. Segundo, es preocupante cuando sabemos que hay fuerzas militares venezolanas realizando trabajos", dijo a este diario el prefecto de Beni, Ernesto Suárez.
El senador por el Beni del partido opositor Podemos, Roberto Yáñez, señaló que no es aceptable que militares venezolanos hubiesen "tomado" el aeropuerto de Trinidad para garantizar la seguridad de Chávez.
Yáñez agregó que la presencia de Chávez también resultaba ofensiva para el oriente boliviano, ya que el sábado el venezolano dijo que la "oligarquía" de esa zona del país intentaba derrocar a Morales, y que en ese caso Venezuela podría intervenir ("tronarán fusiles y ametralladoras", declaró, según AP).
La petición de que el canciller dé explicaciones al Senado (de mayoría opositora), realizada por la colectividad opositora Podemos, motivó a que Morales avalara al líder venezolano.
El Mandatario comentó que fue su idea "recibirlo" y que "sobrevolar la construcción (del dique) era una iniciativa mía" que no pudo cumplir porque estaba en Santiago. "Sería importante no magnificar", dijo Morales a los críticos, agregando que su homólogo "tiene derecho" a inspeccionar las obras del dique.
Para algunos, el apoyo incondicional que Morales le muestra a Chávez responde en parte a la asistencia financiera de Caracas.
"Chávez prácticamente ha comprado al gobierno con la plata que le ha dado, y eso al parecer le da el derecho de entrar y salir de Bolivia cuando él guste", dijo a este diario el prefecto Suárez.
Caracas ha entregado "ayudas" por US$ 80 millones al gobierno para desarrollar proyectos en alcaldías. Los críticos cuestionan que los recursos suministrados a través de cheques no figuran en la contabilidad oficial ni son controlados, además de que dependen de la "voluntad" de Chávez.
"Esos cheques son una aberración. Tanto que pregona el Presidente la lucha contra la corrupción, pero en la práctica se la fomenta", agregó Suárez.
Según AFP, Venezuela también tiene un acuerdo con Bolivia para invertir unos US$ 700 millones para explorar hidrocarburos y construir una planta de industrialización gasífera.
Sin embargo, para políticos oficialistas, la oposición sobrerreacciona.
"Yo creo que es una exageración de la oposición (la reacción a las escalas de Chávez). Es una polémica artificial e innecesaria, y de todas maneras ha debido haber alguna coordinación" de Caracas con el gobierno de La Paz para los aterrizajes, comentó a "El Mercurio" Raúl Prada, constituyente por el oficialista MAS. "Estamos ante una oposición intransigente y paranoica, que constantemente trata de armar un rompecabezas a partir de cualquier detalle", agregó.
EL REY Y LOS AMIGOS DE ZAPATERO
ABC de España (www.abc.es)
“¿POR qué no te callas?”, y “¡Viva el Rey!” se han convertido en frases universales, comentadas masivamente en Europa y las Américas.
New York Times, Financial Times, Frankfurter Allgemeine Zeitung y Le Monde han informado con precisión sobre el aldabonazo de hombría patriótica de Don Juan Carlos en la XVII Cumbre Iberoamericana.
La universalidad del mensaje nacional de Don Juan Carlos contrasta con los severísimos juicios que suscitan la personalidad de Hugo Chávez y la diplomacia ideológica de Rodríguez Zapatero, embarcando a España en desastrosas aventuras.
Una sola cita, de Luis Fernando Valero, en El Faro salvadoreño, en este grave contexto internacional: «A la izquierda chavista, poscubana, marxista, bolivariana, se le une una izquierda indigenista, ancestral, comunitaria de Evo Morales de Bolivia, a la que ahora también se suma la de Rafael Correa de Ecuador, que es más nacionalista que izquierdista y que es más doctrinaria que política en un país en donde cada día se vacía más de sus nacionales y a los que les urge encontrar una auténtico camino para desarrollar sus países. Aunque mucho nos tememos que con las doctrinas que practican y sus actos van a hundir más a sus países en la miseria por la indefensión jurídica que practican, no acorde con las reglas del juego de un mundo cada vez más globalizado (...) Y por último tenemos la izquierdista socialista de pedigrí europeo, cien por cien, que es Rodríguez Zapatero, de un izquierdismo cada día más diluido que observa cómo su partido se está diluyendo en un reino de Taifas socialistas, en que cada «barón» socialista se convierte en un reyezuelo en su autonomía y, en algunas de ellas, para poder tocar poder, debe aliarse con partidos que son la negación de su ideología, como son los partidos nacionalistas, antítesis del internacionalismo proletario y obrero de su querido PSOE».
KIRCHNER INAUGURARÁ EL BANCO DEL SUR EN BUENOS AIRES
Diario Infobae de Argentina (www.infobae.com)
El 9 de diciembre, en su último día de mandato, el Presidente de la Nación encabezará el acto del lanzamiento de la entidad financiera que cuenta con fuerte apoyo de Venezuela, Ecuador y Bolivia.
Los presidentes de Brasil, Venezuela, Paraguay, Bolivia y Ecuador, -se ignora aún si también el de Uruguay- estarán el 9 de diciembre en Buenos Aires para despedir a Néstor Kirchner, asistir a la asunción de Cristina Fernández un día después, y dejar inaugurado el Banco del Sur, una entidad que servir para financiar proyectos de la región.
El acto de lanzamiento del banco será una de las últimas actividades oficiales de Kirchner como jefe de Estado, ya que un día después deberá entregar el mandato a su esposa, Cristina Fernández.El Banco del Sur cuenta con un fuerte apoyo de Venezuela, Ecuador y Bolivia, mientras que la Argentina y Brasil demostraron menores expectativas.
La idea es que esta nueva entidad se convierta en una especie de Banco Mundial y de Banco Interamericano de Desarrollo para financiar proyectos de la región.
La confirmación sobre el lanzamiento de la entidad en Buenos Aires fue realizada por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, al ratificar un anuncio formulado por el Jefe de Estado ecuatoriano, Rafael Correa. "Caracas será la sede. Habíamos previsto firmarlo en Caracas por esos días, pero no hay tiempo por cruces de agenda", señaló el mandatario venezolano a periodistas en Santiago después de la Cumbre Iberoamericana.Explicó que el nuevo sitio fue una "propuesta (del presidente brasileño Luiz Inácio) Lula da Silva" ya que el 10 de diciembre estarán en Buenos Aires.
LA CONTITUYENTE DE BOLIVIA CONVOCA DE NUEVO A SESIONES
ADN Mundo de España (www.adnmundo.com)
Luego de tres meses de parálisis, la directiva de la Asamblea llamó hoy nuevamente a la reanudación de sus sesiones el próximo miércoles.
La convocatoria fue hecha por la presidenta de la Asamblea, la dirigente quechua Silvia Lazarte, quien anunció que mañana se realizarán reuniones previas de concertación con las diversas fuerzas para llegar a acuerdos antes de la sesión plenaria.
Desde el pasado 15 de agosto, cuando suspendió sus funciones, la Asamblea intentó varias veces reanudar sus sesiones, pero chocó con las protestas que realizaron en su contra los movimientos y sectores cívicos de Sucre. Los sucrenses reclaman que el foro reponga en su agenda el debate sobre el traslado de los poderes Ejecutivo y Legislativo que están en La Paz hacia Sucre, que es la capital constitucional, pero sólo alberga al poder Judicial.
El conflicto por la sede de los poderes estatales ha puesto al borde del fracaso a la Asamblea convocada por el presidente Evo Morales para refundar su país.
El último intento fallido por reanudar sus sesiones fue el pasado viernes, cuando violentas protestas ocurridas en las calles de Sucre con agresiones a constituyentes del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) y a periodistas impidieron el funcionamiento del foro.
La agenda de las sesiones para el próximo miércoles no contiene el tema de la capital, como exigen las organizaciones de Sucre.
A partir de mañana deben comenzar a llegar a esa ciudad organizaciones campesinas e indígenas aliadas de Morales con el propósito de garantizar la continuidad de la Asamblea y defenderla de eventuales protestas de los sectores cívicos sucrenses.
Pero además, constituyentes oficialistas y de otras fuerzas afines crearon el fin de semana pasado un frente común en un enésimo intento de salvar a la Asamblea, que en quince meses no ha logrado aprobar ni una línea de la nueva Constitución. El llamado Frente Amplio de Asambleístas Patriotas, integrado por miembros de siete de las 16 fuerzas políticas, pretende elaborar propuestas que permitan garantizar la reanudación de las plenarias el próximo miércoles.
Pese al hallazgo de un pozo petrolero en su país
LULA AFIRMÓ QUE BRASIL VA A INVERTIR EN EL GAS DE BOLIVIA
También ratificó que mantendrá las inversiones en los biocombustibles.
El Tribuno de Argentina (www.eltribunosalta.com.ar)
Tras el hallazgo de un multimillonario yacimiento petrolero, Brasil no abandonará los biocombustibles y busca hacer nuevas inversiones en el sector gasífero de Bolivia, afirmó ayer el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. "Nosotros vamos a continuar invirtiendo en los biocombustibles", aseguró.
La semana pasada el conglomerado estatal Petrobras anunció que el yacimiento "ultraprofundo" de Tupi, situado frente a la costa de Río de Janeiro, podría contener entre 5.000 millones a 8.000 millones de barriles de crudo en reservas.
Tal volumen de crudo podrá ser explotado en unos cinco o seis años porque está ubicado a unos 7.000 metros de profundidad, pero Petrobras tiene la tecnología para recuperarlo, aseguró Lula en su programa radial de cada lunes, "Café con el Presidente".
"Fue una bendición de Dios a Brasil el tener una empresa que creyera en buscar petróleo a tanta profundidad como la Petrobras", agregó el mandatario.
"Brasil se congratula y Petrobras se congratula por haber encontrado ese campo petrolero", dijo. Pero tal hallazgo, que "significa que Brasil pasa a ser uno de los mayores productores de petróleo del mundo", dijo Lula, no significa que el país abandone sus programas de producción de combustibles alternativos como el etanol, o alcohol combustible producido aquí a partir de la caña de azúcar. "Brasil depende hoy del gas de Bolivia, Argentina depende del gas de Bolivia, Chile depende del gas de Bolivia y necesitamos hacer inversiones en Bolivia para que podamos producir más" y atender el mercado doméstico de esa nación andina y de los vecinos, dijo Lula.
EL POLVORÍN DE SANTA CRUZ DE LA SIERRA POR LA BÚSQUEDA DE SU AUTONOMÍA
El Tiempo de Colombia (www.eltiempo.com)
EL TIEMPO estuvo presente en la más próspera ciudad boliviana, que quiere, junto a otras regiones, un estatus de autonomía que haga justicia al enorme aporte económico que hacen el país.
El sueño de cuatro grandes regiones bolivianas de organizarse administrativamente mediante departamentos (en un sistema similar al colombiano) para contrarrestar el histórico centralismo de La Paz, tiene a este país de 9 millones de habitantes al borde de una confrontación civil.
En las paredes de Santa Cruz, la ciudad más próspera de Bolivia, han aparecido grafitis que invitan a tomar las armas si el presidente Evo Morales hace caso omiso de este anhelo en la Asamblea Constituyente. Allí, bajo un crispado ambiente político, debe salir a la luz el texto de una nueva Constitución el 14 de diciembre, lo que podría no ocurrir, pues la entidad está paralizada hace 13 semanas.
Hace más de un año, en un referendo nacional para indagar qué regiones apostaban por la autonomía, Santa Cruz, Tarija, Pando y Beni votaron sí. La Paz, Chuquisaca, Potosí, Oruro y Cochabamba votaron no.
Hoy, la situación de Bolivia es atípica porque, a diferencia de muchos países, cuenta apenas con dos instancias de gobierno (nacional y local). En este país no tienen vida los gobiernos departamentales y eso es lo que persiguen estas cuatro regiones, ricas en hidrocarburos y agroindustria.
El ejemplo de Santa Cruz, epicentro de la oposición a Evo, y donde se concentra la mayoría de la población 'blanca' de Bolivia, no puede ser más diciente: recauda 617 millones de dólares en impuestos nacionales, aranceles y regalías y solo recibe a cambio 168 millones, es decir, el 27 por ciento. Los 'autonomistas' proponen que del total de los impuestos, el 66 por ciento sea de las regiones y el 33 vaya al gobierno central.
Pero para los opositores, concentrados en el occidente, se trata de un plan que le daría tal independencia a las regiones que podrían generarse aires separatistas, lo que atenta contra la unidad nacional.
"En estos momentos sostenemos buena parte del país y, prácticamente no recibimos nada a cambio, por culpa de ese centralismo dañino", aseguró, en diálogo con EL TIEMPO, el prestigioso abogado Juan Carlos Urenda, autor de la propuesta de reforma para crear las autonomías.
Urenda niega que el proyecto tenga una intención separatista y dice que con las gobernaciones se agilizará la inversión nacional. "Esto se enmarca dentro de un Estado que no rompe su unidad. Las autonomías o los departamentos, como ocurre en España y la mayoría de los países, tienen competencias compartidas con el Gobierno".
Actualmente, la reivindicación de las autonomías de las cuatro regiones la lidera el Comité Cívico Pro Santa Cruz, una poderosa organización de empresarios, sindicalistas y gente del común, creada hace 50 años. Luis Núñez, curtido opositor de Evo, es su primer vicepresidente y habla de cifras que, según él, evidencian el costo del centralismo:
"Solo hasta 1966 tuvimos nuestra primera calle asfaltada. Hoy hay un déficit de 5.000 profesores y 4.000 médicos. En Santa Cruz hay 1'500.000 habitantes y solo 5 hospitales públicos. De La Paz todo se demora en llegar. Dan migajas". Según la Cámara de Industria y Comercio, Santa Cruz aporta el 30,6 por ciento al Producto Interno Bruto; genera el 50,7 por ciento de las exportaciones nacionales y allí se percibe el 47,6 por ciento de la inversión extranjera.
Santa Cruz está a la expectativa, pues existe el temor de que en la nueva Constitución se desconozcan los resultados del referendo, bajo el argumento de que el 'no' ganó en cinco de las nueve regiones.
Los miedos se incrementan aún más por la actitud asumida antes del referendo por Evo, quien se inclinó a favor del 'no', al considerar que las autonomías son para la "burguesía cruceña".
Además, Urenda le atribuye a la desinformación el hecho de que los bolivianos simplifiquen sus conversaciones y vean todo este debate como una pelea de poderes políticos entre La Paz y Santa Cruz.
Hoy, en esta ciudad, en el parque principal, hay una gran bandera blanca y verde, que dice: 'Si la querés, defendela', en clara alusión a la autonomía. Y Núñez, el opositor a Evo, advierte que, si los sueños no se plasman en la Constitución, no queda otra salida: "Dar la sangre".
PALPALÁ ESTUVO PRESENTE EN EL “III ENCUENTRO DE GOBIERNOS MUNICIPALES” ARGENTINA – BOLIVIA – CHILE
Diario Jujuy al Día de Argentina (www.jujuyaldia.com.ar)
Se llevó a cabo en la Ciudad de Tarija, Provincia Cercado, República de Bolivia el “III° Encuentro de Gobiernos Municipales” que convocó a gobiernos municipales de Argentina, Bolivia y Chile.
El objetivo que se persigue a través de estos encuentros es el trabajo mancomunado entre las diferentes regiones para incrementar el desarrollo turístico, productivo y cultural.
Este III° Tercer Encuentro de Gobiernos Municipales tuvo lugar en el Hotel Viñas del Sur de la ciudad de Tarija, y asistieron al mismo representantes de los Municipios de la I°, II° y III° region de Chile, de todo el sur Boliviano. En tanto que por nuestro país estuvieron presentes funcionarios de la Secretaria de Turismo de la Provincia, representantes del sector privado y la Municipalidad de Palpalá a través de su titular el Intendente Alberto Ortiz, también estuvieron presentes los Diputados Provinciales Mariela Ortiz y Miguel Morales, el Intendente Electo de San Pedro, Esteban Fado Zamar y otro importante grupo de empresarios Jujeños y de la vecina provincia de Salta.
Al igual que en los encuentros anteriores se trabajó en tres temas principales: Mesa de Turismo hacia un turismo sin fronteras, Mesa de Alcaldes y autoridades municipales, Mesa de Cultura y Mesa de Fomento Productivo.
Conclusiones: Un nuevo producto turístico SUDAMERICA ANDINA
Es así que al término del encuentro se dio a conocer como resultado final la unificación de la oferta turística a través del producto denominado SUDAMERICA ANDINA.
El logotipo fue presentado por la delegación chilena, siendo aprobado con modificaciones. En tanto que el nombre “Sudamérica Andina” fue puesto a consideración por la delegación de Palpalá y aprobada por unanimidad.
Otro de los aspectos fundamentales puesto de manifiesto por los organizadores fue: “el hecho de la realización de este encuentro que realmente ha sido el más grande de los efectuados hasta la fecha, reafirmando la importancia de habernos puesto la meta de continuar con estos encuentros, sentada la unión de municipios de los tres países que nos ha permitido continuar trabajando en conjunto con un proyecto realmente importante”.
También se propuso el armado de una web site para lo cual los municipios que integran el encuentro deberán trabajar en forma conjunta en el armado de las ofertas de cada región.
En los próximos encuentros los integrantes de la mesa de turismo continuarán con el desarrollo del circuito turístico principal de cada país, que se unirá con el de los otros dos países, del que partirán una serie de sub. circuitos que serán ordenados por cada país.
Con Referencia a la brillante organización y realización del evento, el Intendente de Palpalá, Alberto Ortiz, junto a sus pares de Tarija Lic. Oscar Montes y de Mejillones Marcelino Carvajal, destacaron, que todo esto que comenzó como el sueño de tres amigos, hoy se ha convertido en un inmenso espacio de acciones sin fronteras, buscando el crecimiento Trinacional, tanto en el ámbito de producción, turismo, cultura y realmente ha tomado dimensiones insospechadas, muy positivas para toda la región, siendo una de las pocas iniciativas tripartitas que no solo funciona, sino que lo hace brillantemente y con la participación cada día de mas representantes de los Municipios de los tres países.-
Asimismo destacaron su total convicción de que durante los encuentros a desarrollarse durante el año venidero, se lograrán objetivos mucho más rápidamente, ya que en varios temas se avanzó en forma muy eficaz y muy positiva, por lo que seguramente ya comenzarán a aplicarse en la región nuevas estrategias, para la definitiva unión de las mismas, tratando en todo sentido de borrar las fronteras que nos separan y comenzar a trabajar como hermanos que somos.
LAS EMPRESAS ESPAÑOLAS SE JUEGAN INVERSIONES DE 129.000 MILLONES EN LATINOAMÉRICA
Expansión de España (www.expansion.com)
Los empresarios mantienen firme su apuesta por la región pese a los continuos ataques de algunos gobiernos latinoamericanos, liderados por el presidente de Venezuela, que reventó con sus criticas la reciente Cumbre Iberoamericana.
Las aguas del Atlántico vuelven a estar agitadas. El rifirrafe dialéctico entre el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, el Rey y el presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha recordado al mundo empresarial español la incertidumbre que supone invertir en algunos países latinoamericanos, los denominados populistas. Durante la Cumbre Iberoamericana que se celebró el pasado fin de semana en Chile, Chávez lanzó duras críticas a las compañías españolas por apoyar el golpe de Estado de 2002, y esquilmar al país, una opinión que apoya su homólogo en Nicaragua, Daniel Ortega.
Los recados de los dos mandatarios suponen el último capítulo de las tensas relaciones entre algunos de los gobiernos latinoamericanos, liderados por Venezuela, Bolivia y Ecuador, y las más poderosas compañías españolas, que desde mediados de los noventa, se han convertido en los principales inversores en la región, después de EEUU. En total, la inversión bruta española asciende a más de 129.000 millones de euros entre 1993 y junio de 2007, según datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, para tomar el control de las principales compañías sudamericanas.
Basta sólo algunos ejemplos: BBVA y Santander tienen las mayores franquicias bancarias de la región y han aguantado las crisis económicas que han azotado a estos países; Repsol posee YPF, la mayor petrolera argentina; Telefónica controla los principales grupos de telefonía de Brasil, Venezuela, Chile y Perú; mientras que Endesa es el operador eléctrico privado más relevante del conjunto de Latinoamérica. Desde Río Grande, en México, hasta Tierra de Fuego, en Argentina, se encuentra una empresa con ADN español.Pese a esta ingente cantidad de dinero comprometido en la zona y al esfuerzo inversor de las empresas españolas, Chávez y sus aliados en una nueva corriente populista que impregna Latinoamérica lanzan a menudo sus diatribas contra las empresas españolas, a quienes acusan de estar allí para ganar dinero sin importarles la situación social y económica de los países.
Pese a las críticas, las empresas españolas mantienen la calma y subrayan abiertamente que mantienen su apuesta por la región, según han manifestado a EXPANSIÓN. “No estamos preocupados por nuestra inversión en Venezuela. Es un gran mercado para la operadora, con unos márgenes muy buenos”, subrayó ayer el director general para Latinoamérica de Telefónica, José María Alvarez Pallete.
El Consejo Superior de Cámaras de Comercio quiso ratificar el “permanente compromiso de las empresas con el desarrollo económico y social de todos los países iberoamericanos”, y agradeció al Rey y a Rodríguez Zapatero su “defensa del respeto, la honestidad y la dignidad de las empresas y empresarios españoles, ante los insultos recibidos por parte de algunos mandatarios”.
“En muchos casos, estos dirigentes han cogido a las empresas españolas como cabezas de turco por problemas estructurales que existen en esos países y no producidos por las compañías sino por los Gobiernos”, señalan en una compañía.
Un buen ejemplo de esta situación es Unión Fenosa en Nicaragua, que durante la cumbre volvió a ser atacada por Daniel Ortega. El presidente nicaragüense culpa a la empresa de los fallos en la red eléctrica, cuando la empresa asegura que el problema del país es de generación, al ser poca y cara, y no de distribución. “No hay duda alguna que seguiremos en Nicaragua. Estamos trabajando activamente con el Gobierno para resolver los problemas eléctricos que tiene el país, que no son responsabilidad directa nuestra”, comentan en Fenosa.
Sin embargo, no conviene confundir los diferentes gobiernos de cada país, ya que hay un bloque, en el que se encuentran las dos primeras economías de la región (Brasil y México) junto con Chile, Colombia o Argentina, donde las políticas económicas y la seguridad jurídica han mejorado mucho en los últimos años. Siguiendo el ejemplo de Chávez, que ha renacionalizado parcialmente el potente sector energético de Venezuela, otros países han optado por poner sus recursos naturales en manos del Estado. A los pocos meses de llegar al poder, el presidente de Bolivia, Evo Morales decidió que el Estado recuperara el control de sus hidrocarburos, lo que afectó a los resultados de Repsol en el país andino. Por su parte, Rafael Correa, ganador de las elecciones de Ecuador en 2006, quiere endurecer las concesiones de las empresas privadas. Toda una corriente de proteccionismo que ha puesto en jaque los intereses españoles en América Latina.Telefónica, operadora omnipresente
Telefónica es una de las empresas españolas con más intereses en América Latina. La compañía presidida por César Alierta controla los mayores operadores de telefonía de Brasil, Argentina, Chile, y Perú y posee empresas en casi todos los países de la zona. Es el segundo mayor operador de telefonía móvil de la región con 94 millones de clientes, frente a 134 millones de América Móvil, la compañía controlada por el magnate mexicano Carlos Slim. En total, la región aportará este año el 35% de sus ingresos, cerca de 19.000 millones de euros.
En este contexto, Telefónica está sufriendo en sus propias carnes el populismo que se está extendiendo por América Latina con medidas proteccionistas que van en contra de sus intereses. En Ecuador, el Gobierno de Rafael Correa ha prometido que endurecerá las condiciones de la licencia de móviles que posee Telefónica, mientras que Hugo Chávez ha rebajado un 20% las tarifas de la venezolana Cantv, el principal rival del operador español. En Argentina, las tarifas de Telefónica, como las del resto de empresas de servicios públicos, están congeladas desde 2002.
La región impulsa a Santander y BBVA
América Latina ha sido una de las claves del éxito de los dos grandes bancos españoles, que allí empezaron su proceso de internacionalización. Santander tiene presencia en ocho países, aunque su principal apuesta es Brasil donde, con la compra de Banco Real a ABN Amro, situará su franquicia entre el tercer y el cuarto puesto del ránking. También controla el primer banco de Chile y el tercero de México. La región aporta un 32% del beneficio atribuido ordinario.
BBVA, a su vez, controla Bancomer, la primera entidad de México, además de contar con bancos y gestoras de fondos de pensiones en la práctica totalidad de países latinoamericanos. El área de América del Sur aporta cerca de un 15% del beneficio ordinario del grupo, mientras que México supone otro 20%. Más allá de los dos grandes bancos, también hay que destacar la presencia de Caja Madrid en la sociedad hipotecaria mexicana Su Casita, así como en la sociedad mixta hispano cubana Corporación Financiera La Habana. Y no se puede olvidar a Mapfre, ya que la aseguradora, presente en 17 países de la región, obtiene cerca de un 13% de su beneficio en esta área.
La inseguridad jurídica frena a las pymes
Las pequeñas y medianas empresas españolas ven en los países latinoamericanos un mercado potencial en el que vender sus productos, pero no en el que levantar fábricas propias. En la mayoría de los casos, cruzar el charco supone una apuesta financiera que la mayoría no se puede permitir, entre otros motivos, porque no están dispuestas a asumir los sobrecostes de complejos sistemas burocráticos e incluso corrupción. La falta de seguridad jurídica es uno de los principales obstáculos, tal y como señala el ejecutivo de una firma aceitera que exporta a varios países latinoamericanos, pero que asegura que “todavía no es el momento” de establecerse allí físicamente.
Aunque fabricar fuera de España es todavía una asignatura pendiente para las pymes, puestos a hacerlo, la mayoría se decanta por los países asiáticos, ya que la distancia es similar pero la mano de obra es más barata. Las firmas del sector de la consultoría, como Intersalus, son las que más presencia tienen en Latinoamérica, ya que el idioma facilita su desembarco. También están presentes, aunque en menor medida, empresas del sector vinícola como Torres, conservero –Jealsa Rianxeira– y de los insectidas, como Fumihogar.
Constructoras e inmobiliarias hacen las Américas
Tanto inmobiliarias como constructoras han cruzado el océano en búsqueda de nuevas oportunidades ante la ralentización del mercado español. Las promotoras han optado por las regiones bañadas por el Atlántico y los mares caribeños para desarrollar proyectos residenciales-turísticos, pero también promueven viviendas en poblaciones con un escaso parque de pisos y una alta demanda. En México, se encuentran Grupo Mall, que desarrolla un proyecto con 2.500 viviendas, un hotel de cinco estrellas y una marina deportiva, en Campeche. Anida, la inmobiliaria de BBVA, Grupo Lar, Hansa Urbana y OHL también están presentes en México. Martinsa-Fadesa tiene cuatro proyectos residencial-turísticos en el país. Natal (Brasil) ha despertado el interés de Grupo Sánchez, Nicolás Mateos y Grupo Balboa, que construyen resorts y pisos de lujo. En Panamá destaca Grupo Mall. Este país ha suscitado el interés por el contrato de ampliación del Canal de Panamá, valorado en 2.258 millones de euros. Además, todas las grandes constructoras como ACS, Ferrovial, FCC, Sacyr, etcétera tienen presencia, a través de concesiones, aeropuertos, construcción u obra civil en Latinoamérica.
Las presiones de Kirchner en Aerolíneas Argentinas
Aerolíneas Argentinas, controlada por el grupo Marsans desde el año 2001, ha sido uno de los puntos conflictivos en el panorama inversor nacional en Latinoamérica. El Gobierno de Néstor Kirchner congeló durante años las tarifas en las rutas aéreas nacionales, controladas casi totalmente por Aerolíneas Argentinas, compañía que, a diferencia de sus competidoras en todo el mundo, se vio imposibilitada para trasladar el encarecimiento del combustible a las tarifas.
El resto de corporaciones turísticas españolas, fundamentalmente grupos hoteleras como Sol Meliá, Iberostar, NH Hoteles, Occidental, Barceló o RIU ha encontrado un clima muy favorable para sus inversiones en todo el continente, desde el Caribe, fundamentalmente Cuba y República Dominicana, hasta Brasil. Desde la crisis turística de 2002, las cadenas hoteleras vacacionales están redirigiendo la parte del león de sus inversiones desde el merc ado español a las playas del Caribe o Pacífico, mucho más rentables que en España, debido al coste del suelo, la mano de obra y la doble afluencia turística desde Europa y Norteamérica.
Repsol YPF y Endesa, las energéticas más expuestas
Las empresas energéticas son, junto con los bancos, las empresas españolas más expuestas a los vaivenes de Latinoamérica. Dos ejemplos paradigmáticos son, del lado de las petroleras, Repsol YPF, y del lado de los grupos eléctricos, Endesa. El 70% del negocio de RepsolYPF está concentrado en Latinoamérica (incluyendo la zona del Caribe y México). Precisamente, uno de los objetivos de su próximo plan estratégico será reequilibrar este fuerte peso, con más inversiones en otras áreas, como Canadá y Oriente Medio. En concreto, en Venezuela, Repsol ya sufrió los efectos de la renacionalización parcial del sector energético introducida por Hugo Chávez. A diferencia de hace unos años, en los que era propietario de sus actividades de exploración y producción en Venezuela, ahora las tiene que compartir al 50% con el grupo estatal del país. Repsol ha sido una de las pocas petroleras que se ha adaptado a esta situación, aunque a costa de que le afecte a sus niveles de producción. Endesa tiene presencia en cinco países (Argentina, Chile, Colombia, Perú y Brasil), y es el operador eléctrico privado más relevante de Latinoamérica, de dónde viene el 10% de su beneficio.
ALERTA EL PAÍS “DEMAGOGIA POPULISTA” DAÑA INTERESES ESPAÑOLES EN AL
De acuerdo con el rotativo, es una realidad bien conocida que España es el segundo inversor más importante de Latinoamérica. El primero, si se excluye Brasil.
Milenio de México (www.milenio.com)
La inseguridad jurídica de algunos países de Latinoamérica amenaza cada vez más las inversiones españolas en la región, consideró hoy el diario El País en un editorial titulado “Demagogia populista”.
De acuerdo con el rotativo, es una realidad bien conocida que España es el segundo inversor más importante de Latinoamérica. El primero, si se excluye Brasil.
En los últimos 20 años, enumeró, empresas como Telefónica, Repsol, Indra, las grandes eléctricas, Gas Natural o los bancos Santander y BBV entendieron que era rentable invertir en países que tenían una escasez preocupante de infraestructuras.
Así como de servicios “y cuyos gobiernos, en términos generales, eran más que favorables a la llegada de dinero exterior que dinamizara unas economías casi siempre al borde del precipicio”.
A juicio del matutino, los grupos españoles conocían los riesgos políticos y regulatorios que corrían al invertir en algunos de esos países, especialmente los más proclives a variar las reglas del juego con el partido empezado.
Pese a lo cual, añadió, decidieron apostar por el desarrollo de un continente con grandes expectativas y necesidades de capital. “Es absurdo pasarles factura porque intenten rentabilizar esas inversiones en interés de ambas partes”.
Para El País, las imputaciones contra algunas de ellas han sido utilizadas básicamente como elemento, con frecuencia demagógico, de política interior por parte de los más populistas dirigentes latinoamericanos.
Según dijo es el caso de la Venezuela de Hugo Chávez o la Bolivia de Evo Morales. La Argentina de Néstor Kirchner tampoco ha escapado por completo a esa tentación.
“Los ataques contra inversores extranjeros, por poca base que tengan, suelen producir réditos electorales. Más elevados cuanto mayor es el grado de nacionalismo del gobierno que los patrocina”.
Agregó que este tipo de imputaciones en ningún caso justifican la presión asfixiante sobre algunas empresas españolas en los últimos años. El problema de fondo de nuestras inversiones en Latinoamérica es que operan en mercados regulados a su antojo por el líder de turno.
El rotativo afirmó que esta “arbitrariedad” se mantuvo en límites razonables durante la década de los 90, pero la llegada al poder de Chávez y en su estela, de dirigentes como los de Bolivia o el resucitado Daniel Ortega, en Nicaragua, ha exacerbado la demagogia contra las empresas españolas.
“Con el pretexto de una rapacidad proclamada como verdad absoluta, estos gobiernos, pero no sólo ellos, han entrado en la dinámica perversa de las amenazas de nacionalización y en la revisión permanente de las concesiones de explotación”.
Aseveró que las acusaciones de inseguridad jurídica están bien fundadas, por mucho que molesten a Chávez u Ortega.
“Si no se pactan relaciones claras y estables entre los gobiernos y las empresas, es de temer que las reivindicaciones razonables sobre los recursos nacionales se conviertan en un simple expolio de las cuentas de resultados de las firmas extranjeras”.
Para El País, no es de extrañar que empresas españolas estén considerando la hipótesis de retirar sus inversiones en la zona, y de Venezuela en particular, a pesar del coste de semejante decisión. “La demagogia y la intervención arbitraria asfixian cualquier negocio”.
EDITORIAL
DEMAGOGIA POPULISTA
La inseguridad jurídica amenaza cada vez más las inversiones españolas en Latinoamérica
El País de España (www.elpais.com)
Es una realidad bien conocida que España es el segundo inversor más importante de Latinoamérica. El primero, si se excluye Brasil. En los últimos 20 años, empresas como Telefónica, Repsol, Indra, las grandes eléctricas, Gas Natural o los bancos Santander y BBV entendieron que era rentable invertir en países que tenían una escasez preocupante de infraestructuras y servicios y cuyos Gobiernos, en términos generales, eran más que favorables a la llegada de dinero exterior que dinamizara unas economías casi siempre al borde del precipicio.
Los grupos españoles conocían los riesgos políticos y regulatorios que corrían al invertir en algunos de esos países, especialmente los más proclives a variar las reglas del juego con el partido empezado; pese a lo cual decidieron apostar por el desarrollo de un continente con grandes expectativas y necesidades de capital. Es absurdo pasarles factura porque intenten rentabilizar esas inversiones en interés de ambas partes.
Pero las imputaciones contra algunas de ellas han sido utilizadas básicamente como elemento, con frecuencia demagógico, de política interior por parte de los más populistas dirigentes latinoamericanos. Es el caso de la Venezuela de Hugo Chávez o la Bolivia de Evo Morales. La Argentina de Kirchner tampoco ha escapado por completo a esa tentación. Los ataques contra inversores extranjeros, por poca base que tengan, suelen producir réditos electorales. Más elevados cuanto mayor es el grado de nacionalismo del Gobierno que los patrocina.
Este tipo de imputaciones en ningún caso justifican la presión asfixiante sobre algunas empresas españolas en los últimos años. El problema de fondo de nuestras inversiones en Latinoamérica es que operan en mercados regulados a su antojo por el líder de turno. Esta arbitrariedad se mantuvo en límites razonables durante la década de los noventa. Pero la llegada al poder de Hugo Chávez, en Venezuela, y, en su estela, de dirigentes como los de Bolivia o el resucitado Daniel Ortega, en Nicaragua, ha exacerbado la demagogia contra las empresas españolas. Con el pretexto de una rapacidad proclamada como verdad absoluta, estos Gobiernos, pero no sólo ellos, han entrado en la dinámica perversa de las amenazas de nacionalización y en la revisión permanente de las concesiones de explotación.
Las acusaciones de inseguridad jurídica están bien fundadas, por mucho que molesten a Chávez u Ortega. Si no se pactan relaciones claras y estables entre los Gobiernos y las empresas, es de temer que las reivindicaciones razonables sobre los recursos nacionales se conviertan en un simple expolio de las cuentas de resultados de las firmas extranjeras. No es de extrañar que empresas españolas estén considerando la hipótesis de retirar sus inversiones en la zona, y de Venezuela en particular, a pesar del coste de semejante decisión. La demagogia y la intervención arbitraria asfixian cualquier negocio.
BOLIVIA EN LA CUMBRE
Cuba Nuestro (www.cubanuestra.nu)
También en el terreno de la táctica el neo movimientismo de los teóricos de la multitud parece no brindar soluciones ante las situaciones críticas que hoy se nos imponen.
Las situaciones críticas --pese a los guadalupanos de la "masa" en su variante desintegrada de la Multitud-- atraviesan todavía por la política y la densidad del Estado con sus tipos y variadas formas.
La denuncia realizada por el presidente Evo Morales en la Cumbre Iberoamericana de Chile, apenas ayer --más allá de los sainetes sintomáticos arriba en los palcos-- contra la conspiración estadunidense en su territorio, debe ser tomada seriamente como un anuncio de que el proceso boliviano se acerca aceleradamente a su punto de ruptura.
No existen repeticiones en la historia pero ello no nos libera de estudiar el momento de la Unidad Popular en Chile (1970-1973). La propia Bolivia tiene su rica historia al respecto. De 1952 a la capitulación del MNR en su alianza con los Boinas Verdes. Después con la guerrilla del Che y la Asamblea de principios de los setenta que analizó agudo y a posteriori René Zavaleta Mercado desde FLACSO.
Paradójicamente, siendo el punto más denso de la historia de la lucha de clases latinoamericana, Bolivia es hoy su punto débil --en en un sentido proletario-- debido a la dirección política que hegemoniza al gran movimiento que sacude a Bolivia desde hace ya casi 10 años. Debido también --y esto principalmente-- a la desaparición (por la mutación del modo de producción) del viejo proletariado de los cincuenta hecho todavía a imagen y semejante de los gremios.
En la agudización de la crisis boliviana intervienen factores de la lucha de clases interna, el separatismo de los gamonales que los enfrenta hoy contra el poder central, la desintegración geográfica que ha propiciado siempre la falta de una salida al mar, con agresiones externas que vienen principalmente de la embajada yanqui y de la fuerza centrípeta de la sociedad brasileña en el este de Bolivia.
Junto al capítulo de las FARC-Chávez-Uribe, la maduración política y social de la revolución en Bolivia interviene como problema crucial sobre los giros y virajes que se producen en la correlación de fuerzas de América del Sur.
Bolivia es el punto débil si la energía social revolucionaria sigue siendo conducida por el proyecto titubeante y conciliador que encabezan Evo Morales y el vicepresidente Álvaro García.
Ninguna revolución será posible en ninguna parte con "Asambleas Constituyentes" nacidas de la conciliación con los gobiernos del enemigo, vía las elecciones. Y el gobierno de Evo resultará incapaz de contener a los golpistas si no conquista el apoyo de los campesinos pobres indígenas a través de una reforma agraria radical en la que participen activamente los rasos del ejército y no quede rastro del viejo gamonal (cacique).
En el Chile que gobernó Salvador Allende no apareció nunca la "insurrección popular" ni proletaria que fuera capaz de imponer por la fuerza la constitucionalidad del gobierno socialista. Pero a diferencia de la tradición constitucionalista y largamente parlamentaria de Chile independiente (al menos eso decían los latinoamericanistas occidentalizados hasta antes de la larguísima dictadura pinochetista o cuando ésta comenzaba y muchos pensaban que no iba a durar), Bolivia cuenta en su historia con la insurrección minera de abril de 1952, cuando en una sola noche, según Zavaleta, el viejo aparato militar de la dictadura quedara convertido en añicos.
No hay determinismo genético, pero las diferencias en el código de información hacen el árbol de la historia. Para arriba y para abajo. En ramas y raíces.
CRÓNICA DE UNA INSERRUCCIÓN SEÑORIAL
Rebelión Org. (www.rebelion.org)
Una oligarquía que ve seriamente resentida su hegemonía, acude primeramente a recomponer esta de modo discursivo; es decir, retóricamente busca recomponer su hegemonía cooptando a su favor una situación revolucionaria. Subsumiendo el discurso revolucionario (que cuestiona explícitamente la dominación y la injusticia) subsume toda crítica y la instrumentaliza para perfeccionar de mejor modo su dominación. Cuando el discurso revolucionario queda atrapado en los esquemas conservadores entonces asistimos a una recomposición de la hegemonía dominante. La nueva situación y las nuevas perspectivas se diluyen en la aceptación inevitable de lo establecido; toda esperanza queda aplazada y las utopías son denunciadas desde el realismo cínico del beneficiario de la dominación. Por eso las oligarquías salen siempre de sus crisis robando a los oprimidos sus banderas de lucha y apareciendo después como sus redentores. La lógica de la inversión es la lógica que adopta el que transforma la liberación en justificación de la dominación; así se subsume lo nuevo que aparece y se lo domestica bajo los esquemas establecidos: nadie derrama vino nuevo en odres viejos, pero un discurso de dominación siempre hace eso. Pertinente a este discurso actúa también una política que instrumentaliza toda rebelión, de modo que todos sus propósitos se diluyen en una simple “resolución de conflictos” (donde la justicia y el hambre son asunto de beneficencia, no de ciencia). La performatividad del sistema es la que opera en toda esta suerte de praxis política instrumental y así el sistema se sigue recomponiendo por la “domesticación” de la crítica y la rebelión.Así opera una oligarquía cuando tiene capacidad, no sólo de retórica, sino de argumentación; la subsunsión es posible si las argucias intelectuales todavía funcionan, si pueden todavía aglutinar en torno a ella misma (y a sus valores) al conjunto de la nación que dice representar. Porque la oligarquía pretende siempre fundar todo proceso de liberación bajo su perspectiva histórica; de ese modo, todo proceso de liberación lo subsume como producto de su propia emancipación. Por eso la oligarquía boliviana trató infructuosamente de cooptar la Constituyente como fruto de su emancipación criollo-racista-eurocéntrica y derivar las transformaciones de sus estructuras políticas y jurídicas en la conservación de su legalidad y su sistema institucional. Como procedió el MNR, derivando la revolución del 52 en un nuevo y más refinado sometimiento; desde entonces nuestra dependencia se hizo tácita y siempre tuvimos que golpear las puertas de la embajada gringa para pedirles permiso si podíamos tener algo de lo nuestro (hace poco el embajador Goldberg tuvo que retractarse ante el gobierno boliviano, cosa inédita en nuestra historia, lo que demuestra que las cosas sí están cambiando, y en serio).
Pero cuando la oligarquía pierde la capacidad de cooptación, es cuando opta por desenmascarar lo que en realidad es: fascismo. Porque una hegemonía ficticia (la estatua de bronce con pies de barro) tiene siempre como último recurso la violencia, que demuestra la imposición nunca legítima de su presencia. Eso es lo que aparece en Santa Cruz y Sucre. Aunque la ceguera es evidente en la sedición camba, en Sucre sucede todavía una suerte de aglutinación simbólica, donde el provincianismo de plazuela acude, de modo ignaro, a cruces inquisitoriales y “cédulas reales”, para justificar pretensiones de nuevo rico. Esa asunción simbólica muestra el pasado que reclaman y la clase de ley que prescribe su inconsciente: es la ilusión monárquica que pide la devolución de sus títulos, la santificación de sus fracasos históricos y la regresión de toda aspiración nacional-popular a sus propias aspiraciones mezquinas de balcón y apellido rimbombante. Por eso el nuevo rico que aparece en el espectro político adopta los símbolos monárquicos realistas del dominio español que sufrimos, porque su afán es también dominar y por eso adopta el pasado del dominador para reivindicar sus afanes provincianos. Por eso vuelve, de modo retrógrado, a las cruces potentadas de la inquisición (aquellas que perseguían en el Nuevo Mundo a marranos, conversos, indios y todos los “herejes” que perseguía la cristiandad española, limpiando la “pureza de sangre” que reclamaba el primer racismo mundial, el que se produjo en el primer imperio moderno: el cristiano español).
El nuevo rico que aparece abraza el neoliberalismo como forma de vida y hace de su moral el credo que justifica acabar con todo y con todos. Es un individuo de-formado en el egoísmo, presentado como interés privado, que establece su derecho como el único posible; mal-educado en la acumulación y la ganancia extraordinaria, no sabe otra forma de perder sino haciendo perder a todos, es decir, si él pierde algo los demás deben de perder todo. Esa es una moral propia de la mafia: destruir todo, que no quede piedra sobre piedra. Por eso opta por la desintegración y la desaparición del país, y para eso se apoya en intereses extranjeros (como siempre se apoya aquel que no tiene respaldo interno): clama por la intervención extranjera, que es, en definitiva, la que sostiene una hegemonía construida a partir del visto bueno del imperio y el capital transnacional. Por eso este nuevo rico jamás podrá constituirse como burguesía (aunque pretenda, su dependencia es la que hace imposible este proyecto), porque no es ni siquiera consciente de lo que eso significa; adoctrinado en la dependencia sistemática, estima como lo único conveniente para sus propósitos, servir del mejor modo posible al capital transnacional, no sabiendo que eso mismo significa el no desarrollo de su propia independencia. Por eso vive pendiente de lo que se le ofrezca al capital extranjero, para brindarle todo lo que contenga esta tierra, como sucede con los madereros del oriente (entre ellos el dueño de la red UNITEL), que no les preocupa deforestar inmensas extensiones de tierra boliviana, mientras sigan cumpliendo la demanda de carbón vegetal que reclaman empresas, como la EBX del Brasil. Este nuevo rico no tiene ninguna proyección nacional, porque sus mezquinas pretensiones no conciben algo que no sea su propio beneficio; por eso se atrincheran ahora, de algún modo, defendiendo los espacios que se asignaron ellos mismos en una disgregación político-administrativa de este país, sobre todo prefecturas.
Desde esa descomposición, preparada en los gobiernos del Goni y su pupilo Mesa, operada por los actuales prefectos de la “media luna”, atentan a la integridad nacional y preparan la destrucción de un país que ya no es más su hacienda (por eso amenazan con declarar su independencia, es decir, la autonomía de facto). Esta mentalidad es la que pervivió en la idiosincrasia de quienes gobernaron este país, por eso Víctor Paz decía que Bolivia se nos muere, cuando el moribundo era él y su proyecto. El país moría para ellos porque se les escapaba de las manos, y el remedio (que ni siquiera imaginaban ellos, sino sus asesores gringos) era prometer todo de nuevo para seguir robando siempre; su dependencia les imposibilitaba imaginar otra suerte para este país que no sea abrirle las puertas al capital transnacional, ya que nunca fueron actores reales y siempre persiguieron la subordinación como forma de vida. Deslumbrados por el mito de la conquista, nunca se propusieron el esfuerzo como mediación para conseguir sus ambiciones, de modo que todo consistió en extender la mano afuera. Su quimera siempre consistió en el mito del excedente sin el menor esfuerzo, en esperar que todo les sea entregado en bandeja de plata o de gas (para correr la voz y que vengan los de afuera y premiarles la presteza); por eso nunca imaginaron un patrón de desarrollo, nunca una política exterior de Estado, nunca una independencia económica, nunca una soberanía digna (hasta en el fútbol, la desidia y desamor de las dirigencias corruptas arrastraron a nuestro fútbol al último lugar de la región). Por eso no es raro que los neoliberales cívicos de Sucre conciban que el desarrollo de su región consista en una pura acumulación burocrática, en tener el poder en sus manos. Afán típico de patrón que, látigo en mano, cree que la superioridad se mide ostentando poder y títulos; prejuicio propio de caballero medieval, cuya ostentación de su rango consistía en la cantidad extravagante de servidumbre que ostentaba y en el gasto irracional que hacía alarde de su posición. Los cívicos de Sucre no quieren desarrollo sino ostentación de poder; pero no lo quieren porque sí. Quieren el poder para hacer imposible cualquier cambio.
Pero el poder no es algo que se posee. Es, en última instancia, la voluntad de vivir que expresa el pueblo en tanto sujeto histórico. Por eso el pueblo (reunido como un conjunto de naciones originarias) es el sujeto constituyente, que se brinda las constituciones que crea necesarias, para producir, reproducir, desarrollar y ampliar la vida de toda esta comunidad política llamada Bolivia. Reconociendo al sujeto, reconocemos su memoria y reconocemos lo que proyecta: la emancipación criolla es nada frente a la liberación real de los oprimidos (oprimidos por los criollos). Cuando la oligarquía muestra su cara fascista, es cuando ya no hay posibilidad de cooptación, y es cuando apuesta por el “todo o nada”, curiosamente la misma consigna de los “capitalistas” de Sucre: lógica del que ha tenido siempre todo (cuando hablan los cívicos de Sucre, ¿hablan ellos o la “media luna”?). El “todo o nada” es una consigna sin moral, que busca el que apuesta al suicidio colectivo: la única forma de perder es que todos pierdan. Y es la cara fascista hecha discurso. Frente al cual no hay argumento posible, porque el “todo o nada” no escucha nada ni acepta nada, sólo el todo. Si no hay todo para el inconforme, entonces que todos se conformen con la nada que procurará este. La dilatación en la Asamblea Constituyente y, ahora, el franco atentado contra ella en Sucre, evidencia una intransigencia dispuesta a la destrucción de todo. Esta intransigencia muestra la verdadera cara de una idiosincrasia que gobernó este país en los últimos veinte años; irresponsable y ciega de las consecuencias que desata sus fallos: si destruye a todos no sobrevive nadie para demostrarle su error.
Es lo que produce la globalización moderna, con su expansión destruye a la humanidad y al planeta; y como acaba también con quienes le señalan su injusticia, acaba amputándose toda posibilidad de remediar aquello que en verdad produce: destruyendo todo, como es la tendencia del desarrollo moderno, se destruye ella misma. De modo que, el desarrollo moderno o la actual globalización, en el mediano plazo, significa una carrera por el suicidio colectivo. Por eso no es raro lo que acontece en Sucre y demuestra una mentalidad que está dispuesta a acabar con todo, antes de perder algo ella. Es una mentalidad que tiene 2000 años de historia, por eso el tamaño de su ceguera es histórico; permanece escondida en el inconsciente colectivo y se activa cuando las crisis remueven la estabilidad de sus certidumbres y creencias. San Agustín, ya en el siglo V, decía a propósito de la frase cristiana “y Dios se hizo hombre” que, por voluntad divina, “fuéramos dioses por participación y no por rebelión”. El teólogo del imperio justifica al imperio, pues este siempre busca la obediencia vía sometimiento, demonizando toda rebelión y divinizando al imperio. Cuando el imperio toma el lugar de Dios y la religión se hace su portavoz, lo que la religión declara ya no es palabra de Dios sino retórica del imperio. Se invierte, de ese modo, una religión de los pobres y los desposeídos. Una teología de liberación (como fue el cristianismo de los primeros siglos) aparece justificando al imperio. El Dios que “se hizo hombre” es ahora servidor del imperio y, como servidor, no puede rebelarse, sólo someterse; por eso las crucifixiones no acaban con el Mesías, sino que siguen a lo largo de la historia de la cristiandad (tanto en el viejo como en el Nuevo Mundo). La iglesia es la que administra la “ciudad de Caín” y es la que interpreta y justifica las acciones del imperio, siempre en nombre de Dios. Como imperio, busca expandirse, dominar, y la justificación que sostiene esta voluntad de dominio es que se hace siempre en nombre de Dios. El Mesías declaraba que su reino no era de este mundo, ahora el reino de este mundo somete al Mesías como garante de su dominio. La gloria de Dios es ahora gloria del imperio y consiste en la conquista de todo el mundo. El Dios del bien se transforma en Dios del mal y su apetito cobra como 50 millones de víctimas en su primera expansión fuera de Europa: la conquista del Nuevo Mundo; porque la gloria de Dios también se mide en riquezas, de modo que se conquista para Dios los lugares donde haya riquezas (así como antes se llevaba “la civilización” a lugares ricos en plata u oro, ahora se lleva “libertad y democracia” a lugares que preferentemente tengan petróleo o gas).
Este tipo de mentalidad interpreta que la conquista de la tierra para Dios es recompensada por las riquezas que se obtiene en dicha conquista; sus actos se justifican porque al perseguir la gloria de Dios, el premio a recibir es siempre todo, por eso no se persigue algo sino todo. Una vez devaluado el Mesías en el Kristos del imperio y secularizado el Dios medieval por medio de las ciencias y la filosofía modernas, la conquista ya no necesita justificarse teológicamente, ahora la conquista se justifica retóricamente, pues es en nombre de los valores de la sociedad moderna que se comete crucifixiones de pueblos enteros: en nombre de la libertad se persigue, en nombre de la democracia se financia dictaduras, en nombre de los derechos humanos se los viola, en nombre del libre mercado se cierran las fronteras a la humanidad, etc. La recompensa es inmensa para el que comete esta violencia y esa recompensa la interpreta como retribución divina. Este tipo de mentalidad es la que imagina un “choque de civilizaciones” o un “eje del mal”. En nuestros lados, la defensa intransigente de la legalidad neoliberal, adopta inconscientemente un maniqueísmo imposible de enfrentar de modo racional y argumentativo. Una situación de diálogo es sólo posible desde el respeto soberano de la dignidad de la humanidad del otro. Esto supone una honesta y seria pretensión de comunicatividad; es decir, de no usar el dialogo para instrumentalizar al oponente, sino para escuchar y aprender y ceder (“ceder es entender”, dice el canciller Choquehuanca). Pero esto es imposible si el diálogo está digitado por el racismo criollo propio de la oligarquía boliviana (capitaneada ahora por el sector más fascista del país: la oligarquía camba) y por un encubierto interés en destruir todo intento de revisar siquiera las estructuras jurídicas y políticas de este país. Como ya dijimos en un artículo anterior, se trata de una lógica del rapto: se rapta todo el proceso de cambios y como pago nos exigen renunciar a todo cambio.
Nuestra situación es por eso difícil: padecer un orden de cinco siglos de exclusión y negación sistemática y el renacimiento irrevocable de las aspiraciones más justas de todas nuestras generaciones. Por eso, desde el lado del pueblo, lo que se argumenta no es una mera retórica (a la cual nos tienen acostumbrados los doctorcitos de los medios de comunicación) sino que muestra la profunda esperanza de restaurar una base significativa para una nueva forma de vida donde todos “vivan bien”. Lo que vemos en Sucre o Santa Cruz es, como en la época nazi, la refutación radical de todo aquello que es esencialmente digno y sagrado: la humanidad de todo ser humano. El racismo declarado de la oligarquía (y sus reclutados, por los medios) es la negación de la humanidad del otro, y es antesala de toda la destrucción que desate la derecha política, en su afán de acabar con todo, siempre en nombre de todo aquello que socava ella misma.El racismo manifiesto que estalla en contra de la Asamblea Constituyente y en contra del presidente indio no es un desvarío fascista sino que expresa la experiencia original de la dominación moderna. La experiencia del conquistador europeo es constitutivamente racista y es su formalización, expresada en las ciencias y la filosofía, que clasifica a la población mundial, con la consecuente división mundial del trabajo; de ese modo nunca fuimos sino tierra a disposición, mano de obra sobrante, hasta deposito de desechos y, ahora, población prescindible, cuya desaparición es un costo más que puede asumir el capital trasnacional. Estas víctimas que produce el capital, gracias a la categoría de raza, son transformadas en inferiores; de modo que la violencia cometida contra ellos ya no es violencia sino “un bien que se les hace”: si el inferior no reconoce la autoridad del superior es por barbarie e incultura, lo cual merece un castigo ejemplar, que se realiza por el propio bien de su raza, para que aprenda a someterse a la autoridad de su señor (que viene del latín dominus, o sea, señor es quien domina, de modo que los domingos, el dominus dei, con la mediación de la iglesia, en realidad hacemos un culto a los señores que nos oprimen).
El fascismo nazi, en realidad, no negó al Kristos; sino que, en su nombre, desató una violencia de tal magnitud, que hace necesario buscar, en la sedimentación histórica que constituye a la subjetividad europea, el origen de esa violencia. Lo que hay detrás de esa violencia son 1500 años de odio cristiano a los judíos. Odio que se expresará después en la primera experiencia de dominación real (gracias a su superioridad sólo bélica) que tendrá Europa en el Nuevo Mundo (imposible ante árabes o hindúes o chinos que, hasta el siglo XVII, eran superiores en todo, a comparación de una Europa atrasada y marginada del comercio mundial); realizando un proceso de subjetivación de ese dominio que se formalizará en las categorías básicas de la filosofía moderna. De modo que ese odio se transforma en odio a todo lo que no es europeo; con el aditamento de que, desde el siglo XVI, Europa se convierte en centro del sistema-mundo moderno (con el robo acumulado del Nuevo Mundo), desde donde reorganiza a la humanidad, expandiendo su economía militarmente, destruyendo las economías mundiales y subsumiéndolas en torno a la lógica del capital: el excedente no es más propiedad de la humanidad sino del capital y la división mundial del trabajo consiste en suministrar al mundo moderno europeo (después norteamericano) de todo aquello que se le apetece. Por eso, Adam Smith analiza como último capítulo de la economía liberal, la defensa de la riqueza. La imposición y la defensa del sistema-mundo moderno fue siempre bélica, que es la instancia siempre presente en la conservación de este sistema de cinco siglos.
El señor es siempre magnánimo si el esclavo se somete voluntariamente, que es el modo como entiende su política: “la dominación legítima sobre obedientes” (así lo expresa Weber, el teórico de la dominación). Como ninguna dominación es legítima, pues se realiza por coacción, del mismo modo, si hay legitimidad no hay obedientes, pues la obediencia es sólo sumisión (esa definición weberiana es un puro contrasentido). Por eso el señor puede parecer hasta simpático, sobre todo cuando hace de la caridad espectáculo (mientras, por otro lado, apoya políticas que condenan a las grandes mayorías a la miseria); pero cuando aparece la rebelión es cuando empieza a sacarse la máscara y mostrar su verdadero rostro. Es cuando 2000 años de negación de toda otra humanidad, que no sea la suya, le empujan a desatar un odio milenario que le exige sacrificios: los “herejes” deben ser quemados en las hogueras para expiar el pecado de todos, porque se han atrevido a rebelarse, y la pena por la rebelión es la condena eterna, de modo que él se vuelve un “escogido” y 2000 años le dan la razón, él es el héroe que devuelve la paz a la “ciudad de Caín”, el orden al “reino del milenio”; el capital reclama sacrificios y él está dispuesto a ofrecérselos. Por eso aparece la insurrección señorial y en el éxtasis que le provoca resurgir como cruzado (bajo la misma consigna de Bernardo de Clarabal: “si ya no existe la misericordia tampoco se dará el sentimiento de la compasión”), portando las cruces que también llevaban los templarios (de quienes decía un sultán otomano: “es inconcebible esa sed que tienen de sangre y muerte, al grado de desear con los ojos abiertos la propia muerte”), no puede estimar ni ser consciente que acabando con todos acaba consigo mismo. La conciencia de que asesinato es suicidio es imposible para una racionalidad que no es capaz de hacerse responsable de las consecuencias que provoca. Cuando la racionalidad moderna formaliza aquel odio milenario y encubre este fundamento ideológicamente, es cuando la negación y exclusión del otro, su constitución histórica en despojado, aparece como natural: los pobres son porque así lo quiso Dios. El robo queda justificado y ya no aparece como robo sino como “aprovechamiento de oportunidades”. Los piadosos del Dios de este mundo (del “In Gold We Trust”), fieles a su tradición sacrificial, milenarista, no temen a la destrucción de todo, es más, la desean, porque así creen que su salvador aparecerá desde el cielo e impondrá la tierra nueva (no es de extrañar que Reagan confiara en cristianos fundamentalistas para activar las bombas nucleares); creencia que aparece en la edad media europea y resurge cada vez que el orden se siente amenazado.
Pero la palabra no habla de un Dios de la muerte sino de la vida, y el Mesías recuerda los Salmos cuando declara: “misericordia quiero no sacrificios”, es decir, la palabra se realiza en la justicia, por eso las bienaventuranzas son dadas a los pobres, no a los ricos, porque estos quitan al pobre su jornal y eso entregan como ofrenda. En los profetas eso es abominación, es como sacrificar al hijo en vista del padre; la exhortación es clara: “si quieres seguirme abandona tus cosas y dáselos a los pobres”, porque la vida en torno de la riqueza no redime a nadie sino que maldice a todos. La ética moderna es anulación de toda ética. Por eso la apuesta por los necro-combustibles no considera la vida del planeta y la humanidad, sólo las ganancias que se estiman por la demanda creciente en el primer mundo. Si sólo el acuerdo entre Bush y Lula ya provocó el alza del precio de los alimentos en toda la región, ¿qué pasará cuando el acuerdo sea producción acelerada, en desmedro de la alimentación de nuestros países? Sumado a esto los desastres que ocasionará una producción masiva y acelerada, en el frágil ecosistema de la región. La ciencia moderna primero pretendió desligarse de la teología, luego las ciencias humanas pretendieron desligarse de la filosofía, ahora la economía y la política desterraron de sus dominios a la ética; si esto es así, no es raro que un ideólogo del neoliberalismo, como Hayek, afirme que: “demandas de justicia son sencillamente incompatibles con cualquier proceso natural de carácter evolutivo”. El mercado moderno neoliberal se presenta como “natural”, de modo que el que se oponga a este resulta estar en contra del “proceso natural de carácter evolutivo”. La racionalidad moderna expresa de este modo su propia lógica: subordina no sólo la historia y la humanidad, sino también la naturaleza a sus propias exigencias. Agravando la cosa, subordina a la realidad, por eso anula toda ética; porque si la ética (desde Aristóteles hasta Habermas) es la relación práctica que establecen entre sí los seres humanos, acabando con estos y con lo que hace posible la vida de estos, la tierra, se acaba con lo que hace posible toda ética. Si no hay vida no hay nada; y una ética que no considera la miseria del 80% del planeta y la crisis medioambiental producida por una racionalidad que sólo estima sus beneficios y no se responsabiliza por las consecuencias que provoca, no es ética. Se trata más bien de la moral del ladrón y del asesino. Es Caín contra Abel. A este le persiguen los gritos de la muerte del hermano, por eso no deja de matar, para acallar los gritos que viene desde la tierra. Por eso construye ciudades y les pone murallas, como sus leyes, para defenderse de los gritos del hermano; por eso insulta y calumnia, por eso hace hogueras e intimida la memoria de las víctimas anunciando otra inquisición, otro holocausto. Por eso acude a sus símbolos amenazadores, a su tradición sacrificial, y ese peso histórico hincha su soberbia en improperios altisonantes, propagados por todos sus medios de comunicación.“Dice el insensato en su corazón: no hay Dios”; por eso no teme escupir al cielo y a la tierra con sus mentiras, por eso destruye la democracia en nombre de la democracia, se burla de toda ley en nombre del imperio de la ley, pisotea los derechos de los demás en nombre del derecho de todos, en nombre de la paz y la libertad persigue y golpea. Ayer fueron indígenas en Santa Cruz, luego en Cochabamba, hoy son constituyentes (representantes elegidos democráticamente) los agredidos. La sedición empezó siempre así. El gobierno de Allende fue el laboratorio donde aprendió el imperio cómo desestabilizar una democracia desde adentro; la especulación y la subida de precios son parte de una estratagema de erosión de la economía (sobre todo cuando, como en nuestro país, el Estado se encuentra imposibilitado del control de precios de la canasta familiar y todo está diseñado para que el mercado regule estos, es decir, para que el empresario haga su agosto); lo mismo sucede con el boicot parlamentario, imposibilitando al gobierno de realizar cambios estructurales (hasta el colmo de acusarlo constitucionalmente, como hicieron con Allende) y privarle de todas las atribuciones que gozaron los gobiernos de derecha (no otra cosa fue la inconstitucional elección de prefectos, para desarmar el aparato político del Estado).
Desarmando política y administrativamente al Estado, juegan a la desintegración de este, pero eso no les importa, su ceguera es la misma en 180 años, así desmembraron la unidad territorial de este país, quedando reducido a menos de la mitad en su vida republicana; otra escisión más no les importa a quienes jamás tuvieron conciencia nacional (menos a la oligarquía camba, que es más chilena, brasilera o croata que boliviana). Como en el Chile de Allende, les queda el golpe, auspiciado siempre por la embajada gringa (el nombramiento del embajador Goldberg es estratégico; se dice que este fue uno de los artífices de la desmembración de la ex Yugoslavia), que es lo que viene después de toda esta antesala de conflictos digitados desde las prefecturas, los comités cívicos, las universidades, y gozando siempre con ingentes cantidades de dólares que se reparte adonde se pueda comprar conciencias para acentuar más los conflictos. En esta hora crítica nuestro pueblo debe de saber mostrar cuánto ha acumulado como capacidad histórica. Porque el pueblo no se constituye de una vez y para siempre, la forma de su constitución es su constante autodeterminación. Enfrentado a la intransigencia señorial, que siempre tratará de desarticularlo, se enfrenta siempre a la capitulación. Por eso su aglutinación no puede ser efímera sino firme e inquebrantable. Si en el proceso de resistencia eso era necesario, lo es más en el proceso de constitución de un orden nuevo. La oligarquía, en el “todo o nada”, ya ha apostado a la destrucción total. Consciente de que no puede recuperar el gobierno de todo el país, opta por la escisión, para eso moviliza a sus contingentes, a su reserva de reclutamiento (sus nuevos sayones, que dan la cara por otros), para provocar y justificar la insurgencia. Después de la concentración de los abuelos y abuelas en Santa Cruz, no le queda sino la confrontación directa, promovida ya en la última reunión autonómica, donde los prefectos ya calculan sus intereses; de modo que (cosa ya maquinada por la embajada gringa) lo que se perfila no es ni siquiera otro país, sino seis republiquetas, enfrentadas después las unas a las otras. El laboratorio de los Balcanes hace ver ya un modelo de lo que sería todo aquello. La última declaración de los senadores, exhortando al gobierno a no permitir la injerencia del presidente Chávez, es otra de las estrategias, pues representa el colchón congresal que le brindará justificación posterior a una intervención gringa. Provocada la insurgencia, sobre todo en Sucre o Santa Cruz, se buscará el enfrentamiento (en Sucre esperan que La Paz se movilice para derramar sangre), lo cual justificará una intervención (diplomática primero), y el senado (vacío el tribunal constitucional) acusará de inconstitucionalidad al gobierno, haciendo una sucesión constitucional para que el poder ejecutivo recaiga en manos de la derecha (PODEMOS, UN y MNR, donde se prevé que se pelearan, como de costumbre, y tendrán que “pactar”, repartiéndose el patrimonio nacional); tendrán que disolver el congreso, pero sí disolverán la Asamblea Constituyente, después derogarán el decreto de nacionalización, la ley de tierras y todas aquellas medidas que estuvo realizando el gobierno de Evo Morales. Pero todo esto presupone una derecha por lo menos compacta y consistente (ya que inteligencia no le sobra), así que la primera instancia, la más descabellada, es la más probable. No hay peor contrincante que el más predecible. Y la oligarquía boliviana, además de fascista, nunca ha poseído las virtudes de la prudencia y el tacto, por eso su historia política está llena de traiciones y vilezas; por eso ha arribado a este desenlace abanderando la soberbia y la ignorancia, como único patrimonio en el baúl de sus evocaciones. Por eso ofrece, como única perspectiva suya, la disgregación de su propio país.
EVO MORALES Y LA INTERNACIONALIZACION DEL CAPITAL GLOBAL
Rebelión Org. (www.rebelion.org)
Se ha comparado, en alguna medida, similitudes entre Sudáfrica y Bolivia, debido a la existencia de un racismo violento y por la semejanza histórica que representa la construcción de estados que excluyeron desde sus inicios a grandes mayorías. En el primer caso a la población negra y en el segundo a los pueblos y naciones indígenas pre-existentes a la colonia española.
Asimismo la reciente candidatura no obtenida al Nóbel por la Paz, del presidente Evo Morales, se asemeja al de Nelson Mandela. Ambos son de origen popular y luchadores sociales. Ambos pasaron por cárceles de regímenes funestos y ambos son reconocidos como principales referentes de luchas históricas.
El milagro sudafricano producido hace ya dieciséis años evitó un exterminio de las poblaciones negras de manos de las minorías blancas. Asimismo estas también iban a quedar diezmadas por la guerra civil, y merced a una política de pactos, impidió las luchas en ascenso de las poblacione negras que terminarían no solo con el Apartheid sino con el capitalismo mismo.
Hoy la economía globalizada sudafricana crece al 5,5% a pesar de existir más del 50% de la población en estado de pobreza, y de aún prevalecer zonas donde los negros deben pagar, a pesar del fin del Apartheid.
Sudáfrica es presentada como un modelo de convivencia multicultural en tanto en Bolivia, las propuestas de Estado Plurinacional transformadoras se van transfigurando hacia otras pactadas con las derechas racistas.Sea como fuere, el proceso sudafricano, ya que es historia reciente, lo que se tiene como certidumbre de igualdad es la ferocidad y atraso de sus elites, que al igual que en Sudáfrica, en Bolivia las burguesías no dudan, ni por un minuto de ejercer la violencia criminal hacia las poblaciones indígenas indefensas, ante el menor atisbo de ver sus intereses afectados.
Otro elemento comprobable para la igualdad de los dos casos, es que las elites racistas detentan proyectos globalizadores en su propio beneficio y reciclado.
En Sudáfrica la integración de su economía al mercado mundial y en Bolivia, el proyecto acelerado de consolidación de una región agro-gasífera, con sede en Santa Cruz de la Sierra es apoyada por la burguesía del sur de Brasil y la burguesía chilena de la mano de Bachelet que necesitan un corredor de exportaciones, según un viejo sueño neo-imperial brasilero de hegemonía regional que para sorpresa de propios y extraños avanza de la mano del primer presidente indígena Evo Morales Ayma. Tema que abordamos en la nota anterior.
No estamos queriendo afirmar las idénticas similitudes, sino encontrar las diferencias y características dentro de las aparentes igualdades. También las similitudes dentro de lo distinto.
El presidente Evo Morales Ayma es el resultado de los procesos de levantamientos sociales de octubre del 2003 y mayo/junio del 2005.
En aquel entonces, la llamada Agenda de “octubre” de los movimientos sociales reclamaban, la Asamblea Constituyente, tierra y territorio, nacionalización de los hidrocarburos y el fin de la política neoliberal que había terminado por descapitalizar el estado a niveles casi insólitos, teniendo como resultado la fuga del entonces presidente anglo-parlante Gonzalo Sánchez de Lozada hoy reclamado ante la justicia norteamericana en un interminable juicio de responsabilidades.
A casi dos años de esa emergencia y del arrollador triunfo electoral de Evo Morales por más del 54% de los votos en el 2005, la Asamblea Constituyente termina siendo un instrumento de la derecha racista, la nacionalización de los hidrocarburos, a la “boliviana” no fue otra cosa que una readecuación fiscal de la renta petrolera y una renegociación de contratos leoninos anteriores.
Esta “nacionalización”, no realizó ninguna expropiación ni menos compensación al estado boliviano de los escándalos convenios con las trasnacionales como Petrobrás. Y por el contrario hubo pagos por indemnización del empobrecido país a las corporaciones petroleras. El saqueo continuó y aún continúa por otras vías.
La rebelión social de Octubre del 2003 con 67 muertos y más de 400 heridos catapultó a Evo Morales y cuando este produjo en mayo del 2006, la mediática nacionalización hizo acrecentar los ingresos fiscales de las regiones de elites más racistas agro-gasíferas como Santa Cruz quienes duplicaron sus ingresos mediante los cuales las derechas se rearticularon y ganaron un espacio que habían perdido. Colabora en esto; el buen momento de la economía(5) y la política de pactos (6) instrumentada desde el oficialista MAS (Movimiento al Socialismo).
La figura de Evo Morales es vista desde la mirada popular como la emergencia de una trasformación estructural capaz de lograr un nuevo pacto social en pro de una sociedad mas justa. Proceso que continúa hoy. Los movimientos sociales que lo llevaron al poder (8) poseen como características mas relevantes el hecho que afloran en momentos de crisis, es decir que sus movilizaciones no son continuas ni permanentes. Es por ello que sus dirigencias son reemplazadas con bastante frecuencia.
En este marco de esperanza, desmovilización de los actores sociales, y creencia de haber llegado al poder por parte de las masas campesinas es que asciende una corriente intelectual (Grupo “La Comuna”) cuya faz visible es el sociólogo y actual Vicepresidente Álvaro García Linera que sustenta la alianza de clases y promulga el capitalismo andino amazónico.
Hoy a casi dos años de gestión del gobierno indígena esta corriente interpretativa en los hechos es contraria a los movimientos sociales y a la agenda de octubre, ha puesto los cimientos para que la derecha se rearme y ha facilitado desde su inicios las bases legales y políticas para el fracaso de la Asamblea Constituyente y el establecimiento de pactos políticos que privilegian no solo la continuación de la economía del saqueo sino también la puesta al servicio de las economías familiares campesinas en función de polos de “desarrollos” que son promulgados por el capital internacional y sus socios locales del oriente boliviano; polos de desarrollos que, tales como la producción por monocultivos del biodiesel son altamente degradadores del medio ambiente y de la tierra.
Tal como el mismo Linera ha reconocido en una reciente entrevista el mismo Vicepresidente fue el autor intelectual de la pregunta con que se efectuó el referéndum autonómico del 2006 y que diera como resultado el mandato vinculante autonómico para las regiones agro-gasíferas y que a hoy es la principal bandera de legitimidad que sustentan las elites.
A pesar que a nivel nacional de Bolivia, triunfara el NO, con el 57% de los votos, la pregunta (19) estaba configurada de tal modo que la Asamblea Constituyente debía obedecerla. Referéndum insólito en Julio del 2006 en vísperas de la inauguración del foro constituyente que de antemano condicionaba sus decisiones soberanas ya que determinaba que en todo departamento (gobernación) donde era aprobada la pregunta por medio de una mayoría simple, era de acatamiento para la nueva Constitución Política del Estado (CPE)
Por ello la Asamblea Constituyente nació herida de muerte, gracias a la autoría intelectual de Linera, pero no fue el argot de la pregunta lo que este omite decir.
Lo que verdaderamente entrampó y chantajeó el sistema político y la democracia misma fue el establecimiento de la obligatoriedad de consensuar la nueva CPE por dos tercios de votos que hasta hoy día es funcional a la derecha autonomista como derivación de la Ley de Convocatoria que el mismo Vicepresidente acordó en medio de la algarabía del triunfo electoral.
En el vecino país Ecuador, el presidente Rafael Correa, ha corregido esta debacle hacia la derecha del proceso boliviano, y tomando las lecciones aprendidas, ha establecido que la futura CPE del Ecuador se efectúe por mayoría absoluta tal como era el planteo original del MAS boliviano.
Este fue el primer gran triunfo de la derecha, el haber contado desde sus inicios con un facilitador desde el gobierno para un sistema como el de los dos tercios que en la práctica, privilegió a las minorías por encima de las mayorías que habían ganado las elecciones otorgándoles poder de veto.
Poder de veto que las derechas emplearon generosamente dando portazos en la Asamblea, el Congreso y en todo lugar donde pudieron, gracias al poder omnímodo de casi todos los medios de desinformación en manos de las elites.
En un país tan diverso como Bolivia, el chantaje de los dos tercios de votos hasta para cambiar las sillas de lugar en el recinto constituyente no es original de la derecha racista oriental boliviana.
Si bien muchas constituciones preveen estos porcentajes calificado la extensión para el bloqueo en la arena deliberativa cotidiana, fue en parte re-descubierto-ideado en representación porcentual en la Kneset (Parlamento Israelí) hacia inicios de los años 90, cuando el movimiento pro-palestino “Shalom-Acshav” – “Paz-Ahora” ganaba lugar dentro de la conflictiva sociedad israelí sumado al sentimiento pacifista de los soldados judíos que se negaban a ir a los territorios ocupados de la Cisjordania declarándose objetores de conciencia, al tiempo que se acrecentaban los escaños de los diputados árabes-palestinos en el propio parlamento judío.
En aquel entonces la formulación-fundamentación de este tipos de porcentajes para la toma de decisiones, obligó a toda la política israelí a tener como árbitros nada menos que a los fundamentalismos ultra minoritarios religiosos hebreos que actuaban como árbitros desempatadores de las posiciones que confrontaban el Likud (Ultra-derecha liberal ) y Avodá (Laborismo israelí de base sindical) e impidió el desarrollo de la profundización de las democracia en el Medio Oriente todavía hoy en manos de fundamentalismo, y cercenó toda posibilidad de avance de los verdaderos protagonistas sociales israelíes por la paz.
La internacionalización y relación del oriente boliviano no es casual ya que las élites de Santa Cruz han sido conformadas por los hijos de ex - refugiados croatas, lituanos y otros que llegaron, luego de la segunda guerra, se hicieron del aparato productivo primitivo local, desplazaron a las débiles poblaciones de campo originarias “cambas” y hoy conforman la llamada “media luna” – (Hasta su mismo nombre como referencia política-popular dejaron intacto, a semejanza de la organización clandestina nazi de ayuda a prófugos colaboracionistas del régimen de Adolf Hitler)
Pero, regresando a Bolivia: Gracias a la Ley de Convocatoria y al sistema de los dos tercios, la Asamblea Constituyente excluyó a los movimientos sociales y pueblos indígenas e hizo prevalecer un sistema de partidos que en:
“una interpretación arbitraria de lo democrático, el Gobierno llegó a convenir con la oposición la obligatoriedad de las mayorías de alcanzar un voto cualificado de dos tercios para legitimar su proyecto político, lo que deriva en la imposición de validar una votación ampliamente mayoritaria sólo y exclusivamente si los sectores minoritarios de oposición y de derecha así lo avalan."
En el perverso sistema de los dos tercios para cualquier cosa, es que radica la toma de judo de la democracia boliviana.
Lo que no estaba claro hasta ahora, es como la derecha desde sus inicios iba a contar con el ala principal del gobierno como vehiculizadores del camino de legitimación y transpolación de sus demandas consensuadas en función del proyecto de consolidación económica y política de la región agro-gasífera con sede del poder financiero croata de Santa Cruz vía la concreción de las autonomías departamentales (gobernaciones) plenas.
Esto es lo que explica las asombrosas concesiones (6) que el gobierno indígena, viene efectuando a la derecha del Oriente boliviano a cambio de nada.
Simplemente a cambio de hacer prevalecer un dúo confrontativo mediático y de empate histórico permanente que permite al gobierno populista-nacionalista (pero en función de un proyecto global) posar ante los bolivianos y principalmente ante las mayorías campesinas-indígenas como asediado por las derechas siempre viéndose en la obligación de pactar a fin de evitar la guerra civil y el separatismo. El simulacro confrontativo-acuerdista es producido con no pocas dificultades entre los actores políticos tanto dentro del partido oficialista como de la oposición que no alcanza a visualizar a cada momento y circunstancia los alcances macro-políticos que pactaron y reacuerdan permanentemente los principales referentes del sistema.
En que consisten esos acuerdos macro-políticos?
En restablecer la hegemonía del empresariado pro-trasnacional, (Petrobras, brasileña pero con mayoría accionaria estadounidense)y sobre todo la Cámara de Hidrocarburos que nuclea a las multinacionales petroleras, el principal sustento del Comité pro Santa Cruz.
En fortalecer el sistema de partidos basados en lo “popular” expresado en el MAS que ha monopolizado la representación indígena e inter-urbana, impidiendo que las naciones originarias y pueblos indígenas tengan representación directa por usos y costumbres. (26)
En restablecer una nueva derecha expresada en las prefecturas (gobernaciones) de ámbito principalmente urbano y de clase media asustados por la “indiada” – Objetivos en lo que colabora de manera escandalosa la desinformación y tergiversación de hechos y opiniones de la mayoría de los medios de comunicación, tal como sucedió en Venezuela.
Ambos objetivos además de otros se han cumplido perfectamente polarizando y dividiendo al país luego que los distintos alzamientos sociales echaron por tierra la "democracia pactada", los partidos políticos impresentables de las oligarquías y de la embajada norteamericana que habían quedado en bancarrota.
De esa crisis institucional, social y política posterior al 2005, es que surge el llamado a la Asamblea Constituyente junto con los planteos autonomistas de las derechas que ven la necesidad de atrincherarse en sus regiones ya que no pueden controlar la totalidad del país.
La ingeniería constitucional de las autonomías departamentales, inspirada y asesorada por especialistas españoles (16) tiene como objetivo estratégico el movilizar las clases medias y, en lo posible, los sectores urbanos, para trasladar la sede de gobierno a Santa Cruz, tal como ya se evidenció en octubre de 2003. La "autonomía departamental " reclamada por las derechas, es eso: es recuperar el poder político. (17) por tanto no son separatistas.
Saben perfectamente de la imposibilidad del contexto internacional para esto. Su separatismo es discursivo y a solo efecto de agitar espantajos de guerra civil haciendo un paroxismo con Yugoeslavia o el Líbano. Las derechas racistas bolivianas son concientes que Latinoamérica no es medio oriente, ni los Balcanes. Forman parte de los planes de “descentralización” impulsados en América Latina que consisten en la transferencia de funciones de los estados naciones hacia niveles “intermedios” de gestión para facilitar el desarrollo y la circulación del capital vía inversiones (27)
En estos planes “descentralizadores” los servicios sociales descienden a niveles locales con sus débiles recursos en tanto que los ingresos del erario público financian a las elites económicas.
Hacia el 2005 la soberanía había sido recuperada por el pueblo en las calles, el triunfo de Evo Morales le da un nuevo oxígeno al viejo sistema de partidos liberal limitando la capacidad de movilización independiente de las organizaciones sociales.
Las oligarquías, primero, acordaron una Ley de Convocatoria basado en el chantaje de los dos tercios. Al mismo tiempo llamaron a un referéndum autonómico departamental vinculante a la Asamblea Constituyente que se sabía anticipadamente iba a triunfar en las regiones orientales dada la poca organización de las poblaciones migrantes ex-campesinas, que las caracterizan. La base legal de este referéndum es la principal arma hoy de lucha de estas.
La coalición conservadora empantanó a la Asamblea Constituyente en todos los temas que pudo, y no ocultó sus intenciones de hacer fracasar el foro. Buscó alianzas en otros sectores urbanos ya que el MAS no tuvo ni quiere tener ninguna política para la clase media. Colabora en esto el folklórico indigenismo discursivo que asusta a sectores urbanos permitiendo el rearme de la derecha que ensalza la xenofobia y la rabia anti-campesina.
Hasta agosto del 2007, las derechas, tenían como principal eje el fracaso de la Constituyente, la defensa incondicional del Tribunal Constitucional sobreviviente del gobierno neo-liberal, acusado de prevaricato, y la implementación de las autonomías “de hecho” ya que cuentan con los resultados favorables del referéndum. Innumerables actos de sedición se produjeron en las regiones controladas por la “media luna” solo explicables dada la poca presencia del estado nacional en las mismas. Falencia que no es subsanada por el MAS de Evo Morales ya que es parte de los pactos establecidos. (25)
Luego de agosto del 2007, el mismo MAS permite hacer crecer el tema de la demanda Chuquisaqueña reclamando la capitalía histórica y el traslado de los poderes para ese departamento. Para asombro, tamaño reclamo que demandaría miles de millones del tesoro de un país como Bolivia, lo realizan los sectores ilustrados y cívicos sin la menor propuesta, ni plan, tan solo plantean el reclamo y nadie, ni menos el gobierno, les piden ninguna fundamentación concreta.
Esto re-aviva profundos sentimientos históricos (incentivados por los medios de comunicación) de la Guerra Federal de 1899 y es allí donde la “media luna” encuentra la palanca de cambio mediante la cual paralizar hasta hoy la Asamblea, en medio de un clima de violencia.
El MAS demostró en Sucre, sede de la Asamblea Constituyente, la falta de voluntad política para defender al máximo organismo de la democracia
Primero produjo una exclusión del tratamiento del tema votado por 134 asambleístas, hecho que sabía iba a producir la confrontación regional. Luego no tuvo voluntad política y dejó desprotegido el foro haciendo que los propios representantes electos sean perseguidos por las hordas universitarias de derecha (y tan solo en el último minuto, cuando ya estaba todo perdido, sacó a la policía como acto de presencia) Voluntad política y fuerza y poder de Estado que emplea con eficiencia cuando reprime manifestaciones de mineros y sectores obreros o cuando recientemente debe tomar el control de un aeropuerto internacional como el de Viru-Viru dado el asombroso estado de corrupción.
Hasta hoy, pesan fallos judiciales sobre la directiva y miembros de la Asamblea Constituyente…"Conceder la capitalía no es sólo mudar el gobierno sino renunciar a este, porque la captación de la oligarquía camba, imposible en La Paz, sí puede ser posible en Sucre."
"El tema de la capitalía que se proclama desde el sector conservador de Sucre muestra, de nuevo, aquella mentalidad codiciosa, agria para con el esfuerzo, de una oligarquía embelesada (desde la conquista) por la riqueza en forma de milagro; mentalidad mendicante que espera todo sin el más mínimo esfuerzo, por eso su progreso lo estima en términos de acumulación burocrática. " (20)
La demanda de capitalía plena para Sucre finalmente paralizó el foro constituyente y este es reemplazado por un consejo suprapartidario encabezado por el mismo Linera, en pro de lograr un “gran acuerdo nacional” en aspiraciones, solo en aspiraciones, similar al pacto de la Moncloa español.
Si se leen los acuerdos firmados por la mayoría de las fuerzas políticas, acuerdos, de economía, de visión de país y de autonomías se verá como estos acuerdos no son otra cosa que las demandas de las derechas y las minorías legitimizadas como “mayorías”. En un proceso lento las organizaciones sociales indígenas originarias del oriente empiezan a darse cuenta del fraude (28)
En ellos se privilegia a las inversiones, se renuncia a la propuesta original del Estado Plurinacional (21) reemplazándola por las de las derechas pero “incluyendo” a modo decorativo la denominación “plurinacional” y se establecen hasta las facultades legislativas para las autonomías departamentales, tal como eran los postulados de las oligarquías (22)
Lo que realmente era el aporte boliviano en la arena internacional, era la propuesta de Estado Plurinacional Unitario y Comunitario, emanada de las organizaciones sociales originarias del Pacto de Unidad.En dicha propuesta el estado posee la impronta de admitir la existencia de territorios a su seno y las distintas poblaciones se reconocen como pertenecientes a diferentes nacionalidades que le permiten definir de manera autónoma una normativa legal y uno o más modos de de vida así como sus propias autoridades en el marco de un mismo estado.
Lo propio del Estado Plurinacional es ir más allá de la democracia representativa de “un individuo, un voto” ya que las poblaciones por medio de su autogobierno poseen el control de sus recursos naturales renovables y no renovables. Poseen el control de su espacio de vida y garantizan libremente su derecho a la sobrevivencia de sus usos y costumbres y se dan a si mismas la producción de sentidos y de su educación pues priman los derechos colectivos por encima de los individuales.
Por medio de las autonomías indígenas plenas incorporadas al Estado Plurinacional las comunidades originarias campesinas y las poblaciones inter-urbanas tienen la posibilidad de llevar adelante un tipo de etno-desarrollo basado en los derechos colectivos que las propulsan a asistirse en su derecho a la reproducción de la propia comunidad y ya no, como en el marco del desarrollo del capitalismo avanzado trasnacional, donde se ubica al colectivo en función del individuo y su acumulación y al capital.
Pero los grandes acuerdos “nacionales” que lleva adelante el Consejo Político Suprapartidario, hicieron posible que el reclamo de autoderminación de los pueblos indígenas junto con el autogobierno, dentro de sus propios territorios queden supeditados a los designios de los gobiernos departamentales (gobernaciones) y dentro del municipalismo anterior.
Asimismo las autonomías regionales, indígenas o inter-urbanas quedan dentro del viejo sistema de mancomunidades de municipios. Estos acuerdos son funcionales no a una descentralización, pregonada como eficiencia sino mas bien es un re-concentración centralizada y regionalizada del poder político y económico de sectores aliados a las inversiones del gran capital que buscan la libre circulación del mismo, en lugar de un régimen autonómico.
Las débiles economías campesinas en crisis (y de allí la permanente migración interna hacia las urbes y también externa principalmente a España y la Argentina) quedan expuestas y al servicio del “desarrollo productivo” del gran capital de inversiones que como ejemplo asientan industrias de agro-energía degradantes del medio ambiente como el Biodiesel promovido desde Brasil y en Santa Cruz. (23)
El eufemismo llega a niveles de paroxismo, pues en los acuerdos “nacionales” se habla de pluralidad de economías, mezclando la privada trasnacional y sus socios, con la comunitaria, mixtas y otras “plurales”, obviando el hecho de las enormes desigualdades de estas con respecto los impactos del gran capital.
Gran capital que crea las bases de una economía monetarizada basada en el consumo y para ello es necesario el desplazamiento de productos y servicios, ello conlleva la desaparición de las actividades tradicionales y la paulatina incorporación del trabajo asalariado en la economía, con el salario como variable de ajuste del capital.
El reclamo de tierra y territorio de los pueblos indígenas queda reducido al latifundio “productivo” y no se toca la gran propiedad agraria de los 50 millones de hectareas de tierras distribuidas ilegal y fraudulentamente entre las oligarquías en décadas de regimenes dictatoriales y otros. (25)
Que es lo que lleva a esto ? simplemente una traición más al reclamo de los movimientos sociales ? de mano de las billeteras de las elites ? o bien la miopía de un populismo suicida? Creemos que no, ya que existen numerosos hechos concientes en los actos del populismo masista que desde sus propios inicios demostró esta orientación.
Orientación que da como resultado un destino antitético a la agenda de octubre basado en un proyecto ideológico (el “capitalismo andino-amazónico”) que busca ser universal cuando en verdad ha llegado tarde y ha comprado para sí, y para su propio beneficio la supremacía del gran capital como una gran “llegada” a lo global, a lo impersonal irreversible porque es producto de las estructuras económicas. Una versión remozada del “fin de la historia”, paradigma liberal de principios de los noventa para el cual “ya vivimos en el mejor de los mundos posibles”
Un proyecto ideológico de Linera, basado en promulgar antes que el fin de las desigualdades por medio al derecho a la autodeterminación, las torna “superables” nada menos que en función del gran capital y de la globalización que expande las inversiones internacionalizando el capital monopólico, por medio de empresas que privatizan el agua y los bosques, que ponen el acento en el control fiscal y en programas de austeridad del Fondo Monetario Internacional (FMI). Idénticos postulados a la ultra reaccionaria y para nada democrática derecha.
"Apostamos a un proceso de redistribución pactada del poder con un nuevo núcleo articulador: el movimiento indígena." –
"Tenemos que trabajar junto con el sector empresarial cruceño en un relanzamiento de un modelo de desarrollo agro exportador que se acomode a las nuevas circunstancias de pérdida de los mercados de la Comunidad Andina y de competencia con el Mercosur." (30)
Linera omite no inconcientemente que el sector empresarial cruceño, aquellos sindicados como los que mas invierten, producen y exportan son precisamente los más explotadores en términos de relaciones entre capital y trabajo.
Para Linera esta, re-acomodación al proyecto global “viable” (el oriente agro-gasífero) impulsa al gobierno “indígena” a una inexistente predisposición a gobernar. Todo lo contrario: Hay mas bien una renuncia conciente al poder, sin ninguna visión ni a corto plazo disfrazada de “superación histórica” de las tensiones de la historia boliviana ya que en esta visión priman las lógicas internas de la reproducción del capital que forman una estructura objetiva que echa por tierra cualquier intento de cambio o transformación social y política. Visión mediante la cual el capitalismo se auto-transforma a si mismo de manera secuencial cuyos cambios solo ocurren entre distintas zonas geográficas dentro del mismo sistema auto-reproductivo pues es mundial, su propagación y por ende imposibilita cualquier cambio.
Una visión contraria a los movimientos sociales y la lucha por los derechos territoriales y humanos de los pueblos indígenas que con su acción, por medio de movilizaciones, paros y bloqueos, y víctimas fueron adquiriendo una consciencia de organización y disciplina y claridad ante la humillación y el saqueo. Fueron estas acciones humanas las que llevaron a Evo Morales a ocupar un gobierno que se auto-adscribe la multiplicidad de identidades plurales de Bolivia pero siempre dentro del firmamento del capitalismo.Sin embargo, tal como ha declarado recientemente el ex-ministro de Hidrocarburos del 2006 y autor de la nacionalización Andrés Solís Rada, Evo Morales
“no ha caído de un meteorito”.
El largo proceso que desemboca en la llamada “agenda de octubre” incorporó un rostro indio a la pulsa social cerrando definitivamente la identidad minera del sindicalismo obrero de la otrora poderosa Central Obrera Boliviana (COB), y a la narrativa del nacionalismo revolucionario del 52 (NR) con la reforma agraria.
Se puede hablar de la instalación de nuevas identidades en los imaginarios sociales por medio de cambios de sentido ?
Creemos que no. En un país con una mayoría indígena-campesina estas identidades han existido desde siempre y dan origen al “abigarramiento social” categoría empleada por el pensador boliviano Zabaleta quien caracterizó a la sociedad boliviana como una superposición de distintos tipos de sociedades que conviven en diferentes tiempos históricos provenientes de distintas civilizaciones de modo distorsionado y desarticulado donde se superponen unas a otras en un mismo territorio derivado de la Colonia dando lugar a un mosaico multi-societal que a lo largo de 180 años de vida republicana y de historia marcada por las elites se empeñó en ser nono-cultural y mono-societal y donde el único medio para esto no fue otra cosa que la exclusión del indio.
Estos intentos de “individuación” que se produjeron en Europa y en parte de América Latina fueron el resultado de procesos de modernización económica y de estados “exitosos” mediante los cuales se logró desprender a los individuos de los lazos comunitarios tradicionales. En Latinoamérica, la Argentina que vía exterminio del indígena por medio la llamada “campaña del desierto” “forma” la nacionalidad recién entrado el siglo XX. En Bolivia este proceso afortunadamente, se ha visto incompleto. (29)
Entonces mas que un proceso de construcción de identidades creemos junto a Anderson que mas bien se trata de un proceso de sustitución de creencias donde el sujeto social se anima una y otra vez a disputarle a las burguesías el sentido de la producción de la sociedad misma por medio de luchas por la hegemonía como una forma particular de articulación de universalidad y particularidad.
Lógicas articulatorias que se afianzaron con la Ley de Participación Popular (PP) para la acción colectiva que venía con el imaginario del Katarismo contra discursivo y antisistémico. (31)
Evo Morales llega como resultado electoral de una emergencia social entre el 2003 y el 2005 pero también cuando, en la historia de Bolivia, marcada por la Reforma Agraria de 1953, la emergencia del Katarismo/indianismo en el Altiplano hacia los años setenta, y el nuevo contexto pluri-multicultural instalado por los gobiernos neoliberales principalmente a partir de la reforma constitucional de 1994 producen la articulación de identidades efímeras colectivas como las llamadas “guerra del agua y de gas”.
En dichas puebladas se estructuran territorialmente significados que hacen converger a poblaciones urbanas y rurales que son “producto de la reforma agraria, la escuela rural, el cuartel y la nueva economía mercantil” (Rivera, 1984:128), y que se unen por reivindicaciones relacionadas con la gestión del agua, en manos de trasnacionales y la suba de los servicios públicos.
Fue justamente a partir del “multiculturalismo” instaurado en 1994, que convergieron multisectorialmente “regantes”, obreros fabriles, profesionales, cocaleros, trabajadores precarios, desocupados, universitarios, amas de casa y jóvenes en un mismo reclamo que capitaliza el movimiento social-político-sindical o MAS-IPSP en las elecciones del 2002. (32
Todo ello hizo que exista un vacío político que vino a cubrir el MAS-IPSP ya que habían fracasado experiencias neo-populistas como las del partido Conciencia de Patria (CONDEPA) y Unidad Cívica Solidaria (UCS) en la ciudades de La Paz y El Alto.
Un momento de alza social en el cual las masas estaban en una disponibilidad y apertura para producir un nuevo emergente canalizado esta vez de modo electoral.
Colaboró a esto el articulación un discurso, como el del MAS, que retomaba el colonialismo interno, principalmente desde la constitución de la CSUTCB y del liderazgo de Felipe Quispe, (34) sumado al descrédito de la dirigencia política corrupta, el acoso de la embajada norteamericana que con el Plan Dignidad; generó mayor violencia, dado el profundo sentimiento anti-imperialista en lo conflictos cocaleros del Chapare, que vieron afectada su economía básica creando un efecto multiplicador negativo sobre toda la región cochabambina.
Asimismo dada la intensidad de estos hechos se terminaba la vieja capacidad articulatoria “movimientista” del MNR entre distintos grupos sociales. El “movimientismo” ya no tenía nada para decirle a los bolivianos.
Su antagonismo pueblo=nación/oligarquía=antinación, propio del MNR lo incorporaba el MAS. Quien se benefició de la Ley de Participación Popular y la introducción de las diputaciones uninominales (reforma del Artículo 60 de la CPE), ya que mejoró la estructura de oportunidades políticas para el MAS-IPSP, al permitirle acceder a varios gobiernos municipales, especialmente en la región cocalera del departamento de Cochabamba, y cargos legislativos nacionales.
A pesar de la asunción presidencial en el Tiawanaco revestido de simbología indígena Evo Morales no conllevó desde sus inicios un discurso de autogobierno indígena reclamada en las postulados de las autonomías indígenas plenas dentro de las propuestas de cara a la Asamblea Constituyente del Pacto de unidad.Una vez en el gobierno, el punto de inflexión en la balanza de las relaciones de poder se produce cuando Evo “nacionaliza” los hidrocarburos y es partir de allí que tiene superávit fiscal para distribuir, situación que compite hoy con los cívicos conservadores, en el festival de cheques y bonos a municipios donde está su verdadera cartera electoral, sustituyendo la articulación sindicato-partido-Estado por una nueva estructura de estado donde coadyuvan nuevas posibilidades de ínter unificación entre los sectores subalternos, destruyendo las bases sindicales campesinas .
Del mismo modo que el decreto 21060 tuvo como principal meta desarticular al movimiento minero heredero de la revolución del 52, la política del gobierno de Morales resulta funcional a la desarticulación del movimiento sindical campesino y a las comunidades mismas por medio de su incorporación al capitalismo “andino-amazónico”.
Por medio de esta apropiación de símbolos y significantes las masas concentran en Evo Morales las aspiraciones al acceso de los derechos de ciudadanía y de ser convocantes de toda la sociedad misma.Volviendo a Anderson, y los mecanismos de condicionamiento, hoy en, Bolivia criticar a Evo, es atacar al pueblo. Las identidades y prácticas políticas de las masas hacia Evo no responden a una esencia ontológica, basado en el ser campesino (33) y en lo popular, sino que se definen de acuerdo a construcciones culturales de clase y etnicidad y de nuevas reglas de juego de estructuración económicas.El MAS de Evo Morales y García Linera, creció y se apoderó del poder vía elecciones legítimas, cuando la transfiguración de la sociedad misma, arriba descripta, migró desde la supremacía de los sindicatos mineros, prácticamente desde los años cuarenta, sobre las organizaciones políticas partidarias marcando a fuego las lógicas organizativas del movimiento campesino.
Esto es particularmente notorio en el principal movimiento que catapulta a Evo Morales. Los cocaleros del Chapare quienes cuentan dentro de sus filas numerosos ex mineros “relocalizados” (desocupados)
La particularidad boliviana reside en que los sindicatos son residentes de un poder dual, tal como lo señalara Zabaleta. Poder dual que se extiende al control del territorio y a la clase y a la etnicidad desconociendo en su tradición al estado mismo.
“En el caso de los campesinos, detrás del nombre “sindicato” se “ocultan” instituciones que en muchos casos se superponen con las instituciones originarias (ayllus) y corrientemente constituyen organismos de poder con funciones estatales en las comunidades (ver Gordillo, 2000; Lagos, 1997), maquinarias territoriales, sociales y ahora electorales.”
Al principio de su mandato, en el rosario discursivo del MAS en sus inicios, cuenta un poderosa artillería que re-significa lo social. Como sentido de identidad ampliada y pertenencia: Lo popular va estar en contra de los q´aras – que significa “desnudo”, se utiliza para nombrar a las élites blanco-mestizas. Los lluch’us --- colonizados y colonizadores a que los indios se dirijan a los q´aras en actitud de sumisión, de petición, de genuflexión o de reclamo lloroso” (ALBÓ 2002: Ibid:73).
Y el hoy, cada día menos nombrado - ama suwa, ama llulla, ama qhilla (no seas ladrón, mentiroso ni flojo), al que agregó un cuarto precepto en línea con su pasado katarista: ama llunk’u (no seas adulón) (Albó, 2002:71). llunk’u o traidor (Ibid)
Sin embargo lo más dejado de lado hoy día en tiempos de capitalismo modernizador andino-amázonico es el grito de - “Causachun Coca!, Wañuchun yanquis!” que ya no corresponde dado las negociaciones casi diarias a este respecto con la Casa Blanca.
Algunos intelectuales en Bolivia hablan de la fidelidad incondicional de Evo Morales hacia los cocaleros. Visualizan en este aspecto algunas esperanzas para que haya algún cambio. Sin embargo estos ya no están en la punta de la lanza de lo contestatario. Todo lo contrario.
Su estabilidad actual radica en las concesiones y trato preferencial que el gobierno le ha propinado y se mueven como fuerza de presión circunstancial. Esto fue muy visible en la semi-insurrección de Cochabamba el 11 de enero del 2007, cuando fue expulsado de su cargo el principal prefecto aliado de la media luna, Manfred Reyes Villa (un ex militar sobreviviente del régimen neoliberal y cercano a la embajada norteamericana) y cuando este ya se había fugado a Santa Cruz, expulsado por las bases campesinas, que habían desbordado en un momento a sus propias direcciones del MAS, el gobierno le dio plenas garantías para su retorno. La pulsa y señal del poder político a la “media luna”, costó algunas vidas y decenas de heridos.
Sin duda los cocaleros afianzaron su liderazgo dentro de los movimientos sociales en las largas marchas anteriores en contra de los gobiernos neoliberales. Marchas que sensibilizaban el tejido social. Marchas en la que era evidente y real su espíritu de sacrificio y resistencia, aspectos que irradiaban (y seguramente hoy pasaría lo mismo) a todo el cuerpo social. Una colectividad que a pesar de ser minoritaria despierta en sus reclamos solidaridades, y simpatías políticas – ideológicas
Los cocaleros, principalmente los de la zona del Chapare, de donde sale Evo Morales, han sellado sobre la tela del discurso masivo los significados populares de identificación de sentido. Actuaron como los portavoces y actores sacrificados de hecho de los intereses de la voluntad nacional interpelando al modelo económico e institucional neoliberal de años anteriores.
Con la irradiación de este movimiento es que el MAS de Evo Morales ha sustituido en la historia de las luchas sociales en Bolivia el imaginario del nacionalismo revolucionario de los años cincuenta que basaba su visión del país como mestizo - criollo al de “originario” y anticolonial. Hoy asistimos por medio de estas transmutaciones a la subordinación de lo campesino al estado que no solo sigue sigue siendo el mismo que históricamente combatieron y que por el contrario se afianza en su perspectiva neoliberal de la mano del gobierno indígena.
Con Evo Morales asistimos al encuentro del líder carismático que se encuentra cara a cara con la gente en el quehacer diario. A la inversa de lo que sucede en la mayoría de los países, no es difícil que cualquier boliviano conocer y darle la mano al presidente.
Este se mezcla con la gente en los cotidianos actos públicos, marchas y encuentros en ocasión de cada obra, de cada cambio “transformador” cuando entrega tractores, cuando entrega títulos TCO y en un festival de cheques a municipios y comunidades. Sin embargo mantiene a rajatabla el bajo salario de promedio de cuarenta dólares de los trabajadores pues ello le ocasionaría problemas con las corporaciones de empresarias.
Su vestimenta no se diferencia del ciudadano de a pie, contrasta con los políticos tradicionales almidonados cuyo principal antígono, el ex presidente “Tuto Quiroga” y principal fuerza de oposición, siempre es el símbolo del país de las logias oligárquicas.
La mantención de este binomio es funcional a la estrategia confrontativa-acuerdista. No es auxiliar, ni dada porque sí. Es estructural a la lógica de justificación de sus acciones y acuerdos con las derechas.
En los años cuarenta Perón en la Argentina lucía de igual manera. Eva Perón era la “mamita de los humildes” la excluida que por obra del mítico pueblo había llegado a lo máximo para distribuir justicia entre los pobres.
De igual modo Morales, llega como primer presidente indígena, a pesar que sus acciones van en contra de los reclamos históricos de estos y a pesar que se erigió como presidente de todos los bolivianos y no como mandatario ejecutor de la agenda de octubre del 2003/5 para el cual fue elegido, a pesar de venir del tronco mismo de las columnas sindicales. Perón en cambio era militar y no obrero y Eva Perón era actriz de cine.Estos detalles no son menores ni pueriles, forman parte del marketing político aplicado en cada localidad a la que Evo llega a diario, donde anticipadamente le preparan los atuendos y símbolos propios del lugar.Así es como Morales ya se ha fotografiado con las mas diversas ropas de las más de 36 etnias o grupos que existen en Bolivia. En tanto el Vicepresidente es el que lleva la voz en las cámaras empresariales y en el ámbito del Senado del Congreso Nacional. La diferencia a hoy es que antes del triunfo eleccionario del 2005 Morales se victimizaba, ahora se re-simboliza como prenda de paz en un recorrido que pasó de ser el principal bloqueador de Bolivia odiado por las elites a ser un émulo del mahatma Ghandi pero siempre abogando por la propiedad privada y las inversiones transnacionales como único camino para salir de la pobreza boliviana. País que por su diversidad y recursos naturales debería ser uno de los más ricos de Latinoamérica. La oposición conservadora oligárquica ha demonizado a Evo Morales, como totalitario, amigo de Irán, de Fidel Castro y del presidente venezolano Chávez. A diario la prensa desinformadora no pierde oportunidad en subrayar su populismo. Pero a diferencia de los populismos tradicionales, estos necesitan de la movilización permanente a riesgo de caer. Evo Morales desmoviliza a los movimientos sociales solo cuidando sus núcleos de choque popular basado en el control de las confederaciones sindicales, articuladas por una vasta red de dirigentes cooptados. Organizaciones que no han mantenido su independencia política a excepción de la minoritaria COB.
Lo específico central del populismo de MAS y de Evo Morales es su capacidad para conjugar en lo simbólico las diferencias particulares de los distintos grupos colectivos, disolviéndolos en significantes vacíos de contenido produciendo al mismo tiempo representaciones en el imaginario social de una universalidad que los trasciende. Así, es como concentra en su figura las esperanzas y confianza que por medio de su figura y trayectoria reconocida compele a los distintos grupos sectoriales sociales a depositar el apoyo y acciones en su gestión pues el MAS, y tal como señalábamos antes subsume la categoría histórica pueblo/nación del nacionalismo revolucionario del 52.
Hoy el pueblo, ya no son los alzamientos sociales de la guerra del agua, ni tampoco las marchas campesinas, es Evo Morales y “la nación” lo venidero, una universalidad que trasciende a la vista emocional de las bases campesinas. El otro segmento del imaginario del NR del 52, oligarquía=antinación es precisamente la necesidad permamente de alimentar el dúo confrontativo acuerdista. Sin esta lógica que se vive en el día a día en la realidad política boliviana sería imposible de comprender como su “giro a la derecha” no es en verdad un giro en si mismo sino la conformación de proyecto único con las elites mediante la cual Bolivia se articulará en la globalidad por medio de la consolidación del capital en la región oriental agro-gasífera, con sede en Santa Cruz como verdadera capital.
Lo específico del aporte boliviano es la propuesta original de las organizaciones sociales del Pacto de Unidad que llaman a la constitución de un Estado Plurinacional donde primen los derechos colectivos y el derecho a la diferencia para un desarrollo basado, en el derecho a la reproducción de la comunidad, como base para el mejor desarrollo de la persona que forma parte de la misma y ya no por medio del capitalismo, poniendo al colectivo en función de los intereses del individuo y del capital.
En el recorrido errático que lleva la Asamblea Constituyente se han presentado casi dos centenares de propuestas. Sin embargo los dos proyectos antagónicos claves quedan expresados en las propuestas de autonomías departamentales, de los representantes del capital y las propuestas del estado plurinacional de las organizaciones sociales indígenas originarias.
Hoy día asistimos a una suerte de travestizacion ya que el Consejo Político supra-partidario dirigido por el Vicepresidente Linera ha reemplazado el trabajo de los asambleístas y ha usurpado los términos originales de las propuestas del Pacto de Unidad transformando el verdadero aporte boliviano de mayorías indígenas y campesinas en una suerte de acuerdo donde la derecha ha incorporado casi hasta la última coma. Acuerdos impuestos por medio de un sistema de representación de partidos políticos y agrupaciones que no tenían ninguna vida política hasta ahora.
Siendo Bolivia un mosaico de pueblos diversos de mayorías campesinas e indígenas, donde incluso en las grandes urbes existen poblaciones aymaras o quechuas y asimismo en diferentes regiones a las se han trasladado en el curso de procesos de migración.
La propuesta del PU de estado plurinacional se diferencia porque prevalecen los derechos colectivos por sobre los individuales, pues:
“La ley NO puede ni debe ser indiferente sobre quien sea el sujeto, pues –contrariamente al caso del estado nación donde todos comparten una sola ciudadanía y la teoría es que todos son iguales ante la ley-, en el caso del estado pluricultural no hay una sola ley para todos, sino más bien hay varios sujetos colectivos numéricamente importantes que se rigen por sus propias leyes distintas de la ley primordial del estado”“Un estado plurinacional es una forma de estado que admite la existencia de territorios en su interior cuya población se reconoce como perteneciente a diferentes nacionalidades y define autónomamente la normativa, la legalidad, la forma de vida y la autoridad que la rigen, generalmente como formas de gobierno indirecto en el marco de un sistema de autoridad jerarquizado, un solo estado.”
En la propuesta de estado plurinacional las poblaciones indígenas y originarias diferenciadas culturalmente mantienen una autodefinición de identidad y tienen un control o gestión de los territorios en los que habitan y donde son mayoría, y donde realizan un manejo de sus recursos naturales según pautas propias y según un modelo de vida diferenciado.
Modelo de vida diferenciado que es expresado por medio de las autonomías indígenas originarias como escenario para mejorar la capacidad para la sobrevivencia de las poblaciones oprimidas.
Reorganización política y territorial que supone el pluralismo jurídico que sustenta y prioriza la propiedad colectiva sobre la tierra y otros recursos reproductivos, que permiten la posesión familiar sobre los recursos necesarios para la reproducción de la familia de acuerdo a cada cultura y no en base a las necesidades de expansión y acumulación del capital.
“El etno-desarrollo es que los indígenas y las otras etnias reclamen el derecho a decidir sobre sus propios asuntos, a tomar parte en los cuerpos y procesos donde se discute y decide su futuro; a la representación y participación políticas; al respeto a sus tradiciones y culturas; a la libertad de elegir que tipo de desarrollo quieren si es que quiere alguno, Significa mirar hacia adentro y hallar en la propia cultura del grupo la fuerza creativa y los recursos necesarios para enfrentar los retos del cambiante mundo moderno, en cuanto etnia. No significa autarquía, o aislamiento auto impuesto y mucho menos repliegue al museo de la tradición. No significa un desmembramiento de las naciones existentes, sino una redefinición de la naturaleza de dicha construcción y enriquecimiento de la compleja tela multicultural de la que están hechos los estados modernos”
“Las áreas que ocupan los pueblos indígenas son las últimas grandes reservas ecológicas sin utilizar, y existen presiones de agencias multilaterales de desarrollo por aplicar estrategias de incorporación de estas áreas a la economía nacional e internacional” (35)
Las propuestas de autonomías departamentales hoy avaladas por el gobierno de Morales y Linera no solo fue rechazada por el 57% del voto de todos los boliviano, hecho que parece no contar para el gobierno “indígena originario anticolonial” sino que en ellas los acuerdos económicos ya firmados para las mismas se ultragarantiza la propiedad privada sin limitaciones requerida para los procesos de acumulación de capital en manos privadas.
Esa es la base para que siga existiendo la libre disposición de la mano de obra dentro del país como lo sigue disponiendo el combatido decreto neoliberal 21060.
Asimismo en los acuerdos económicos se avala el reconocimiento al latifundio “productivo” que deriva en las actuales formas aberrantes de concesionamiento de recursos productivos a los grandes capitales monopólicos y a aquellos capitales nacionales que habiéndose apropiado fraudulentamente de grandes espacios actúan de modo depredatorio respecto a los recursos naturales no renovables y de la biodiversidad.En los acuerdos firmados no existe redefinición alguna de municipios, provincias y departamentos. Estos quedan igual que hasta ahora, con el mismo formato del estado colonial al cual dicen querer transformar, impidiendo a las poblaciones originarias, que culturalmente diferenciadas, mantienen una autodefinición de identidad que les proporcionan un control y gestión de sus territorios en los que habitan y donde son mayorías y donde asimismo efectúan un manejo de sus recursos naturales según sus propias pautas y según a modelos de vida diferenciados de la proclividad al consumo y a la expoliación del saqueo del gran capital.Las propuestas de estado Plurinacional se diferencian de los acuerdos del gobierno “indígena originario anticolonial” que conllevan los mismo nombres pero que los vacían de contenido, en que los distritos, entidades y regiones indígenas e inter culturales rurales y urbanas donde el territorio se reestructura a partir de una verdadera toma de desiciones democráticas y de manera concertado de abajo hacia arriba no permitiendo que las arbitrariedades tecnocráticas basadas en el lucro y la acumulación en los acuerdos de libre comercio y de tratados bilaterales de garantías a la inversión.
Toma de desiciones que solo se harán efectivas si los principios para la devolución de la soberanía es efectuada a sus verdaderos habitantes, estén estos en los campos, valles, andes o en las grandes ciudades.“La esencia de una nación es que todos los individuos tengan muchas cosas en común y que todos hayan olvidado muchas cosas” (Renan, 1987:85).”
Esta máxima de flósofo parece ser la premisa de Linera y del gobierno “indígena-originario anticolonial”. El consejo político suprapartidario y las oligarquías desean que los pueblos y naciones oprimidas de Bolivia olviden que son los verdaderos dueños de sus territorios, de su cultura y por tanto tienen el mas amplio derecho a decir como y cuando lo trasforman, y no los acuerdos con las derechas racistas cuyo único interés es instalar las autonomías departamentales para consolidar una gran región agro-gasífera con sede en Santa Cruz, núcleo del gran capital depredador y creadores de la “media luna”
Los acuerdos económicos y de autonomías suscriptos por el Consejo Político suprapartidario que reemplazó la tarea de los propios asambleístas dejó encerradas las autonomías indígenas en un municipalismo y a disposición de las leyes de las prefecturas-gobernaciones que les permiten llevar adelante políticas de inversiones del gran capital. El tipo de Autonomía indígena promulgada por el gobierno indígena y pactado con las derechas no son las autonomías de autogobierno de los movimientos sociales indígenas originarios y en su actual configuración son funcionales a los proyectos del gran capital y sus socios.
Regresando a Sudáfrica y Bolivia, países ambos caracterizados por la riqueza de sus recursos naturales y en el que régimen del Apartheid empleaba mano de obra barata de la población negra en las minas eludiendo de este modo los altos costos de producción luego del triunfo en 1992 del Congreso Nacional Africano (ANC en inglés) del Nelson Mandela significó un claro triunfo democrático de las mayorías y de los derechos colectivos. Sin embargo en los once años subsiguientes las privatizaciones masivas, el aumento del desempleo, la reducción del sector publico y una fuerte política monetaria basada en los mercados internacionales, hicieron que este triunfo democrático no se convirtiera en una sociedad socialista y que por el contrario de la mano del legendario luchador Mandela, se transformase en un reducto del subimperialismo en el África.
Al igual que en la Bolivia actual los únicos beneficiados fueron las oligarquías basadas en un proyecto global de hegemonía del gran capital.
Las dimensiones de Mandela y de Evo Morales no son simétricas. En la Sudáfrica del primero la lucha racial de los negros era una cosa mucho mas clara con respecto al mito de supremacía racial blanca impuesta. En Bolivia la larga historia de mestizaje por medio de las migraciones urbanas hacen que los procesos sociales muchas veces no se vean tan claros en su dinámica.
No obstante, el capitalismo tuvo en Mandela su salvador y potenciador, al igual que Evo Morales tiene como aliado al creciente expansionismo hegemónico regional de Brasil para cumplir la misma función, en pro de la circulación del capital, lo mismo que en Sudáfrica, tema que desarrollaremos en la próxima entrega.
ANÁLISIS
UN VISITANTE DESMESURADO
El paso de Chávez por Santiago fue muy instructivo. Hoy lo conocemos mejor. Entendemos también mejor las motivaciones de sus seguidores. Y está más claro lo que tenemos que defender, lejos de él.
La Nación de Chile (www.lanacion.cl)
No había ninguna posibilidad de que Hugo Chávez pasara desapercibido en la XVII Cumbre Iberoamericana. Su verbosidad e histrionismo son conocidos. También su tendencia a la demasía. Pero, además, vino en plan nada amistoso hacia la Presidenta Bachelet, probablemente porque el Gobierno de ella representa a los ojos del mundo una orientación muy distinta de la que él encarna y que se supone que todo "buen izquierdista" debería seguir. Demoró su llegada a Santiago y consiguió cobertura exclusiva de la prensa cuando lo hizo, ya iniciada la reunión; cuestionó el lema de la "Cohesión Social" propuesto por Chile; hizo de nuevo una referencia provocadora a la demanda marítima de Bolivia, lo que fue una muestra de hostilidad hacia el país anfitrión; tuvo expresiones despectivas hacia el Club de Madrid (que preside Lagos) y rompió todos los límites al insultar repetidamente al ex gobernante español José María Aznar delante del Rey Juan Carlos y el Presidente Rodríguez Zapatero, lo que obligó a éstos a reaccionar con molestia.
Chávez se las arregló, pues, para atraer la atención. Bien sabemos que su obsesión es que se le reconozca como líder revolucionario continental, portaestandarte de esa cosa que llama "socialismo del siglo XXI", continuador de Fidel Castro. En suma, un personaje con una desorbitada noción de sí mismo.
Es lógico que nadie quiera tener pleitos con él por temor a la respuesta desaforada que puede venir. Su fuerte son las descalificaciones y los insultos. Recordemos que el año pasado lanzó groseros ataques en contra de José Miguel Insulza, secretario general de la OEA, cuando éste manifestó preocupación por el futuro de la libertad de expresión en Venezuela. El único político latinoamericano que lo ha enfrentado duramente ha sido Alan García, pero eso quedó atrás.
Ha habido muchos caudillos populistas de verba incandescente en la historia de América Latina. Pero ninguno había tenido un poder económico como el que exhibe y derrocha este. Su influencia política sería mínima sin la abultada chequera con la que maneja a su arbitrio los cuantiosos ingresos de Venezuela por las exportaciones de petróleo. Imaginemos que él desplegara el mismo discurso incendiario, idénticas proclamas, igual manipulación de la figura de Bolívar, pero sin petrocheques. Sería sólo ruido. Su poder es el dinero. En la región ha repartido miles de millones de dólares, lo que le permite contar con la buena disposición de muchos agradecidos.
El 2 de diciembre se efectuará un referéndum en Venezuela en el que el Gobierno de Chávez intentará hacer aprobar numerosas reformas a la Constitución que fue redactada en 1999 en una Asamblea Constituyente y sancionada en otro referéndum. En ese texto se había ampliado el período presidencial de 5 a 6 años, con una sola reelección inmediata. Chávez cumplirá 9 años en el poder en enero próximo debido a los ajustes constitucionales y su actual período termina en enero de 2013. Pero eso no le basta. El artículo 230 de la nueva reforma establece que el período presidencial se amplía a 7 años y no pone límites a la reelección. Además, se concentran amplísimos poderes en el gobernante, el que podrá disponer constitucionalmente de propiedades, instituciones y recursos. La definición de Venezuela como "Estado democrático y social de derecho y de justicia" (artículo 2 de la Constitución vigente) es reemplazada por "Estado socialista" (artículo 16 de la reforma).
Es tan ostensible el proyecto autoritario de Chávez que hace pocos días el general retirado Raúl Baduel, que fue su ministro de Defensa hasta julio de este año, declaró que las reformas constituyen una especie de golpe de Estado y llamó a votar No.
Chávez les llena el gusto como líder a algunos chilenos, incluidos tres o cuatro parlamentarios. Ello quedó en evidencia en el acto que le organizaron en el velódromo del Estadio Nacional. Allí, entre abundantes banderas venezolanas y cubanas, el representante del régimen de La Habana lanzó la escalofriante consigna "Socialismo o muerte" y los asistentes gritaron acompasadamente "El que no salta es Bachelet".
El paso de Chávez por Santiago fue muy instructivo. Hoy lo conocemos mejor. Entendemos también mejor las motivaciones de sus seguidores. Y está más claro lo que tenemos que defender, lejos de él.
El ministro Alejandro Foxley destacó en TVN el éxito de la XVII Cumbre, en la que se adoptaron acuerdos que perfeccionan las relaciones constructivas y los mecanismos de colaboración en la comunidad iberoamericana. Ese es el fruto de una labor seria, sin estridencias, que contribuyó a reforzar el respeto internacional hacia nuestro país.
¿CUMBRE U ÓPERA BUFA ITALIANA?
El Periódico de España (www.elperiodico.com)
La cumbre era iberoamericana pero más se pareció a una ópera bufa italiana. En el primer acto el uruguayo Tabaré Vázquez entonó empalagosas palabras sobre la hermandad rioplatense y luego abrazó al sorprendido presidente argentino. Moratinos sonreía complacido.
Pero las cosas no eran lo que parecían. En la segunda escena, Kirchner supo que antes de comenzar su discurso, Vázquez había ordenado poner en marcha la pastera del escándalo sobre el río compartido y, solo en un aparte, clamó al cielo por semejante perfidia.
El Gobierno español había pedido a Vázquez que difiriera el anuncio hasta después de la reunión presidencial.EN LA TERCERA escena la delegación uruguaya le pasó una esquela con la mala noticia por debajo de su puerta al facilitador Juan Yáñez Barnuevo, que cantó en una triste aria el final de su sueño con el premio Nobel de la Paz.
Kirchner se contuvo para no responder a la provocación. Al concluir el acto solo agradeció los esfuerzos del Rey y se disculpó por la irrupción del conflicto en la cumbre multilateral. ¿Cómo manejarse con un niño caprichoso que patea los tobillos de un forzudo hermano mayor? Si le da un tirón de orejas es un grandote aprovechador, si le deja hacer, pasa por tonto. Kirchner prefiere lo segundo, por fortuna para todos nosotros.Con mayor sutileza se manejaron Chile, Bolivia y Perú, en las diversas escenas del segundo acto. También ellos tienen sus asuntos pendientes, secuelas de la guerra del Pacífico del siglo XIX, en la que Bolivia perdió su salida al mar y el Perú su provincia de Arica. Un tema que se insinuó sin desarrollarse fue el conflicto entre Evo Morales y Lula, por la situación de Petrobrás luego de la nacionalización del petróleo boliviano.En el tercer acto llegó el climax con el contrapunto entre Chávez, Rodríguez Zapatero, Daniel Ortega y el propio rey Juan Carlos.
En abril, durante la convención en Filadelfia de la Heritage Foundation, el expresidente José María Aznar y su Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) instaron a "derrotar" al "socialismo del siglo XXI" promovido por Chávez. Pero una letra hace toda la diferencia. El intento de abril del 2002 no fue para derrotar al chavismo en las urnas sino para derrocarlo por las armas. Chávez respondió entonces que Aznar era un personaje de la calaña de Hitler, una exageración muy conveniente para que se perdiera de vista la enormidad de la propuesta.
Aznar tiene una prosa rústica pero un pensamiento lineal. En vísperas de la cumbre se despachó desde Miami contra el populismo autoritario y el indigenismo radical, dos de las "nuevas amenazas" identificadas por los planificadores del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. Esta vez Chávez lo llamó fascista. Es muy posible que una convención de historiadores o politólogos disienta con la definición. El fascismo fue un movimiento específico de un país determinado en un tiempo que ya feneció. Pero en cualquier caso, todos entendieron qué quería decir.
Aun quienes consideran apropiado tal epíteto para definir al exlíder del PP no aprecian el sentido de la oportunidad de Chávez, quien no le creó un problema a Aznar ni a su amigo Bush sino a Zapatero y a Juan Carlos. Fue como terminar la escena disparándose un tiro en el pie. Al día siguiente, Mariano Rajoy redujo la cuestión a las amistades de Zapatero. Es un típico problema de comunicación, en este caso entre Rajoy y Chávez. ¿Cómo hacer para que Chávez se entere de que Zapatero es su amigo?
El presidente del Gobierno respondió con serenidad y precisión a la tirada de Chávez, pero en la última escena el Rey pegó dos gritos e hizo mutis por el foro.
Y aquí apareció en toda su magnitud el hiato cultural e histórico entre España e Iberoamérica. Por molesta que haya resultado la intervención del presidente venezolano, Chávez no es Esperanza Aguirre ni Jiménez Losantos, ni el Rey tiene autoridad sobre él para mandarlo a callar. Van a hacer dos siglos de la independencia de Venezuela y de la Argentina, que con la Confederación Helvética y los Estados Unidos estuvieron entre las primeras repúblicas de ese mundo occidental en cuyo nombre se siente autorizado a hablar el señor Aznar, acaso sintiendo todavía la mano sobre el hombro que el ranchero de Crawford le puso en las islas Azores.
MÁS ALLÁ de las legítimas discusiones de intereses, de los niveles de inversión de las empresas españolas en los países americanos, de sus niveles de rentabilidad y de las tarifas que autoricen sus gobiernos, las relaciones iberoamericanas son de interés para ambas partes. A nosotros nos ayudan a escapar del panamericanismo asfixiante que propone Washington, cuyo componente militar relega cualquier otro tema a segundo plano. A ustedes les singulariza en Europa como puente con la porción más afín del nuevo mundo, que es al mismo tiempo un mercado en acelerada expansión. Preservarlas requiere mayor serenidad, sin confundir una cumbre como la de Santiago con una emisión de Aló Presidente ni con una sobremesa en el Palacio Real.
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