Hace un año, a las 18.30 del 18 de diciembre de 2005, los primeros resultados electorales esbozaban lo que luego la Corte Nacional Electoral confirmó: El cambio recibió en las urnas el respaldo popular de 54 de cada 100 bolivianos que emitieron su voto por Evo Morales Ayma, candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS). Por primera vez en la historia del país un indígena era designado Presidente de la República. La democracia boliviana se impuso pese a las piedras que pusieron en el camino grupos políticos desplazados por la rebelión popular de octubre de 2003 y las advertencias de intereses ajenos sobre la supuesta inviabilidad de un Gobierno encabezado por el “dirigente cocalero”, como peyorativamente se referían al candidato socialista.Pero antes del 18 de diciembre de 2005, las elites regionales intentaron patear el tablero electoral exigiendo la redistribución de los escaños en la Cámara de Diputados y amenazaron con movilizaciones. El Congreso --dominado por los partidos tradicionales-- no encontró una salida y puso en peligro los comicios; tuvo que ser el entonces presidente Eduardo Rodríguez, quien a través del Decreto Supremo 28429 del 1 de noviembre de 2005, asignó la nueva distribución de escaños y trasladó las elecciones del 4 de diciembre al 18 de diciembre. La derecha no tuvo otro camino que aceptar las urnas.Durante noviembre, varias capitales del país, especialmente del occidente, fueron desabastecidas de la provisión de GLP, gasolina y diesel y en el mismo mes ingresaron a Bolivia expertos militares de Estados Unidos con la misión de confiscar y desactivar 31 misiles de fabricación china. Ninguna autoridad de Gobierno o del entonces alto mando de las FFAA dijeron algo al respecto. Tuvo que ser Evo Morales quien denunciara al país ese atropello a la soberanía nacional. A estas acciones se sumaron las encuestas que si bien reconocían una victoria de Morales en las urnas, no le daban más allá del 30 o 32 por ciento del favor popular y situaban al principal candidato de la derecha, Jorge Tuto Quiroga (Podemos), en el segundo lugar, pero a sólo 3 o 4 puntos porcentuales por debajo del candidato socialista. La oposición mediática al proceso de cambio que encarnaba Morales había dado sus primeros pasos y en este escenario político se produce la victoria electoral de Evo Morales y el MAS con el 53.71 por ciento de los votos.El actual Presidente recibió el apoyo de 1.539.045 bolivianos, mientras que Quiroga (Podemos) 819.817 votos (28.62 por ciento), Samuel Doria Medina (UN) 223.615 sufragios (7.81 por ciento), Michiaki Nagatani (MNR) 184.937 votos (6.46 por ciento), Felipe Quispe (MIP) 61.833 sufragios (2.16 por ciento), Gildo Angulo (NFR) 19.557 (0.68 por ciento), Eliseo Rodríguez (Prepab) 8.733 votos (0.31 por ciento), y Néstor García (USTB) 7.331 (0.26 por ciento).
EVO, PRESIDENTE
Apenas se conocieron los resultados del histórico triunfo del MAS y mientras las voces se regocijo no se habían apagado aún y Morales iniciaba el proceso de transición con el presidente saliente, Estados Unidos reconocía la victoria electoral, pero a través de su Departamento de Estado aseguraba que observaría la conducta del nuevo Gobierno boliviano.A la par, los prefectos electos en la denominada “media luna” y opositores a la propuesta masista, si bien reconocieron el gran caudal electoral del electo Presidente de la República, también advirtieron que ellos representaban las autonomías departamentales. Con el tiempo, actuarían en consecuencia. Pero la victoria electoral más rotunda de la historia democrática de Bolivia, no sólo trajo preocupación a la única potencia mundial ni a los opositores internos a Morales sino también a las compañías transnacionales que explotaban entonces los grandes reservorios de gas en territorio boliviano en condiciones por demás favorables.Por ejemplo, al día siguiente del 18 de diciembre, los títulos de la petrolera Repsol YPF cayeron de 25.14 euros a 24.87 euros. Los mercados internacionales consideraban que la nacionalización de los hidrocarburos, la principal promesa electoral del presidente electo, era una “mala noticia”. La asunción originaria de Morales a la Primera Magistratura del país en la milenaria Tiwanacu el 21 de enero de 2006 fue noticia mundial, así como su posesión legal, un día después, en el Congreso Nacional. De manos del vicepresidente Álvaro García Linera, Evo recibió la medalla presidencial y no pudo contener las lágrimas que rodaron por su rostro. En 181 años de vida republicana, un indígena había asumido la Presidencia de la República.En su discurso de posesión, Morales enumeró al pueblo boliviano cada una de las propuestas electorales y se comprometió a ejecutarlas a partir del primer día de su Gobierno. Citó a la convocatoria a la Asamblea Constituyente y al referéndum sobre autonomías, nacionalización de los hidrocarburos, la reversión de los latifundios improductivos y su redistribución a indígenas y campesinos sin tierra, lucha frontal contra la corrupción, cero gastos reservados, austeridad de la gestión de Gobierno y reducción de los sueldos de los altos jerarcas del Estado, eliminación de los pluses y pagos extraordinarios, entre muchas otras promesas.Conforme el Gobierno empezó a andar, casi todas esas promesas electorales comenzaron a ser realidad, y esa firme actitud no sólo incomodó a quienes siempre disfrutaron del poder al amparo del Estado centralista que consolidaron sino que a la par de su descontento también empezaron a cuestionar la figura y la gestión del Presidente y los afanes desestabilizadores no se dejaron esperar.
PROMESAS ELECTORALES
La primera promesa cumplida de Morales fue la convocatoria a la Constituyente. El vicepresidente García Linera negoció durante dos días con los representantes de la oposición y logró que la forma y los alcances de las autonomías sean diseñadas por la Asamblea, aunque estos impusieron que la Ley Especial de Convocatoria a la Asamblea Constituyente les garantice, aún siendo minoría, más de un tercio de los constituyentes. El apoyo popular para la elección de constituyentes se reflejó en que el MAS logró el 50.72 por ciento de los votos y ganó en siete departamentos, incluidos Santa Cruz y Tarija, mientras que los principales grupos opositores como Podemos y UN lograron el 15.32 por ciento y el 7.19 por ciento del favor popular, respectivamente.La oposición de derechas hoy reivindica los dos tercios para aprobar cada uno de los artículos de la nueva la Carta Magna, aunque la ley especial ni el artículo 232 de la actual Constitución Política del Estado, sobre la que se redactó esa norma, no son taxativos con la interpretación opositora. Por ello, el MAS considera que la demanda de dos tercios para cada artículo de la nueva Carta Magna no es constitucional ni respeta el principio básico de la democracia: mayorías y minorías.
Han trascurrido más de cuatro meses desde la instalación de la Asamblea y esta ni siquiera ha comenzado a considerar la redacción de la nueva Constitución. La estrategia opositora --asegura el MAS-- es dilatar el magno evento y hacer que fracase: dos tercios para todo o nada. La oposición no está comprometida con la Constituyente, el MAS sí.Hace tres semanas en la Cámara Alta, los senadores de Podemos, MNR y UN, defendiendo los intereses latifundistas, bloquearon las sesiones, pese a que no sólo estaba en debate la Ley de Reconducción Comunitaria de la Reforma Agraria, sino la autorización congresal de los 44 nuevos contratos petroleros y la aprobación del Presupuesto General Reformulado de la Nación que significaba para las regiones mayores recursos económicos.
El MAS señala que ese bloqueo opositor se trasladará a la Asamblea Constituyente si cede en la aprobación de los dos tercios para todos los artículos de la nueva Constitución Política del Estado. Es decir, si se impone la posición de las minorías, la mayoría le entregaría el derecho a veto a las resoluciones de la Asamblea. La derecha nunca estuvo de acuerdo con la Constituyente, menos con la transformación profunda del Estado colonial que construyeron, asegura el partido en función de Gobierno.
La irreducible posición de los partidos tradicionales conservadores y los comités cívicos de la denominada “media luna” que hicieron causa de Estado los dos tercios para aprobar cada uno de los artículos de la nueva Carta Magna precipitó una huelga de hambre, cuyos protagonistas aseguraron que la llevaron fielmente adelante, aunque algunas imágenes televisivas pusieron en duda la transparencia de esa extrema medida.Y ante la imposibilidad de imponer la voluntad de la minoría, los comités cívicos y prefectos (aunque estos se empeñan en hacerse llamar gobernadores) de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, a quienes el presidente Morales acusó de haber aprobado un plan desestabilizador y sedicioso junto al prefecto de Cochabamba, decidieron poner en entredicho al Gobierno legalmente constituido y convocaron a un cabildo abierto.
Con un impresionante despliegue de recursos humanos y económicos, con el apoyo de poderosas redes privadas de televisión y radio (algunas de propiedad de latifundistas), este 15 de diciembre lograron reunir a miles de bolivianos en las capitales de esos departamentos. Mediante una campaña mediática antes convencieron a los cruceños de que el Ejecutivo conducía a Bolivia hacia el “comunismo”, que estaba en contra de las autonomías, que el presidente Morales era anticruceño, que intentaba la redacción de una Constitución “masista”, y que la propiedad privada y el estilo de vida de la región estaban en peligro. Según el vicepresidente García Linera, las acciones del Gobierno desmienten cada una de esas aseveraciones.En el caso de Santa Cruz, dos preguntas dirigidas con un esperado sí como respuesta, fueron formuladas por el prefecto Rubén Costas ante la multitud que coreó en forma reiterada “autonomía” y “dos tercios”. En la concentración, tanto Costas como el dirigente cívico Germán Antelo buscaron deslegitimar al Gobierno del presidente Morales y se arrogaron la representación de los bolivianos.No obstante, el Primer Mandatario reconoció el carácter democrático del cabildo cruceño, como los de Tarija, Trinidad y Cobija, y felicitó a los dirigentes cívicos por haber archivado los afanes separatistas que, en el caso particular de los dirigentes cruceños, habían expresado el 8 de noviembre cuando llamaron a la concentración popular.
BOLIVIA RECUPERA SUS RECURSOS
La nacionalización de los hidrocarburos del 1 de mayo y decretada en el Campo San Alberto, uno de los mayores reservorios de gas del país, fue la medida más trascendental que asumió el Gobierno del presidente Morales apenas tres meses y nueve días después que asumiera el mando de la nación. “Queremos socios, no patrones”, fue la frase que acuñó el Jefe de Estado. El tiempo le daría la razón.La medida sorprendió a propios y extraños, pero representó para Bolivia la recuperación de sus recursos naturales entregados a intereses corporativos extranjeros en Gobiernos anteriores con el aval de quienes hoy se oponen a las medidas del proceso de cambio.Aunque la nacionalización, por el gran respaldo popular, fue apoyada inicialmente también por los opositores, pocas semanas después la alianza política Podemos, a través de una diputada nacional, presentó ante el Tribunal Constitucional un recurso de inconstitucionalidad contra la medida. La reacción del pueblo y del propio Gobierno hizo que la legisladora retire su demanda. Tuto Quiroga se lavó las manos.
Pero la arremetida contra la recuperación de los recursos naturales no se detuvo. Una denuncia sobre un presunto acto de corrupción en YPFB, la que luego fue desestimada por la justicia, hizo que los senadores de Podemos censurasen al ahora ex ministro de Hidrocarburos, Andrés Solíz.Ratificado en el cargo por el presidente Evo Morales, Solíz denunció que la verdadera intención fue bloquear el proceso de nacionalización.Pese a las acciones desestabilizadoras internas y la presión externa, el Gobierno coronó la nacionalización de los hidrocarburos con la firma de los 44 nuevos contratos petroleros entre el 27 y 28 octubre, cumpliendo el plazo impuesto en el Decreto Supremo 28701 del 1 de mayo.Producto de este hecho histórico el país recibirá, según cálculos oficiales, un promedio de 1.300 millones de dólares al año a partir de 2007, lejos de los 230 millones anuales que percibía Bolivia durante el periodo neoliberal cuando la propiedad de los hidrocarburos, en boca de pozo, era de las trasnacionales que fijaban precios y negociaban mercados con sus pares de Argentina y Brasil, particularmente. Un negocio redondo.
El Ministerio de Hidrocarburos calcula que en los siguientes 40 años Bolivia recibirá más de 50.000 millones de dólares por los negocios petroleros ahora en manos de YPFB. La estatal petrolera boliviana, este 1 de mayo asumirá el monopolio de la distribución de carburantes en el territorio boliviano.Además este 10 de diciembre, los presidentes de YPFB y de la venezolana PDVSA conformaron Petroandina e iniciaron el proceso para la industrialización del gas en territorio boliviano. En Yacuiba se levantará la primera planta separadora de líquidos, le seguirá otra en Río Grande (Santa Cruz) y una tercera igualmente en territorio chaqueño, aunque esta última en asociación con la estatal petrolera argentina Enarsa.
TIERRAS IMPRODUCTIVAS
El rechazo opositor (Podemos, MNR y UN) a la aprobación en la Cámara de Diputados de la Ley de Reconducción Comunitaria de la Reforma Agraria y su demanda de dos tercios para cada artículo de la nueva Constitución Política del Estado, generó un bloqueo a las sesiones de la Cámara Alta.Una marcha de miles de indígenas y campesinos de las tierras altas y bajas hacia la ciudad sede de Gobierno configuró la presión popular. En este escenario la actitud de dos senadores opositores suplentes (uno de Podemos y el otro de UN) que entendieron esa demanda permitió que la noche del 28 de noviembre el Senado Nacional sancione la nueva ley agraria y al filo de la jornada el presidente Morales la promulgue.Se había aprobado el marco legal para la reversión de miles de hectáreas de tierras improductivas, su redistribución a pueblos indígenas y campesinos sin tierra y se democratizó el acceso a la tierra; al igual que el respeto a las grandes propiedades agrarias que cumplen con la función económica y social que reclama la Constitución Política del Estado.Según el Primer Mandatario, la Revolución Agraria avanza y para ello ya se distribuyeron cientos de tractores y maquinaria agrícola en las diferentes regiones del país.
AUSTERIDAD Y LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN
La lucha contra la corrupción tuvo en el presidente Morales a su principal referente. La destitución de dos viceministros, a quienes se les encontró indicios de manejos irregulares, y su remisión para que sean investigados por el Ministerio Público marcó la cancha.Pero la administración gubernamental no se quedó en el discurso para enfrentar el enriquecimiento ilícito de los funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones. Hace un mes envió el proyecto de Ley Anticorrupción “Marcelo Quiroga Santa Cruz” al Congreso Nacional para su respectiva sanción y posterior promulgación.Si bien esa norma fue aprobada por la Cámara de Diputados, donde el MAS tiene mayoría, hoy se encuentra bloqueada en la Cámara de Senadores, instancia legislativa donde la mayoría le corresponde a la minoría: Podemos, MNR y UN. Sus representantes expusieron una serie de observaciones, pero en el fondo su “apoyo” a la lucha contra ese mal social es sólo discursivo.Una de las primeras acciones que asumió el Gobierno del presidente Morales fue la ejecución de una política de austeridad fiscal. El Jefe de Estado rebajó su sueldo en un 50 por ciento y la suma quedó fijada en 15.000 bolivianos.Esta política transparente se extendió a la eliminación total de los gastos reservados, fuente principal de enriquecimiento ilícito de los antiguos jerarcas del Estado. Durante el último Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada los bolivianos no recibieron ninguna explicación sobre cómo se gastaron más de 160 millones de bolivianos. Incluso el ex ministro de Gobierno, Yerko Kukoc, fue sorprendido en poder de 1,5 millones de bolivianos y 120 mil dólares. Hoy Kukoc anda tranquilo por las calles cruceñas, capital donde reside.
POLÍTICAS SOCIALES
En el campo social, el Poder Ejecutivo derogó el artículo 55 del Decreto Supremo 21060 que cobijaba la libre contratación y comenzó a pagar el bono escolar Juancito Pinto de 200 bolivianos para cada estudiante que cursa entre el primero y el quinto grado de primaria como uno de los primeros beneficios de la nacionalización de los hidrocarburos. Aunque para algunos sectores 200 bolivianos significa muy poco, para los niños campesinos y de los sectores urbanos empobrecidos (donde la deserción escolar es muy alta) es una suma que, en muchos casos, nunca la tuvieron junta.
El Ministerio de Educación llevó adelante con éxito el Congreso Educativo en Sucre que aprobó la Ley Avelino Sinañi y Elizardo Pérez para descolonizar a la educación boliviana. Pese al inicial rechazo de algunos sectores, incluida la Iglesia y los maestros urbanos, el gobierno logró acuerdos con sus representantes y el proyecto de encuentra en el Congreso.Con la cooperación de los gobierno de Cuba y Venezuela, el presidente Morales puso en marcha la campaña de alfabetización “Yo sí puedo”, la “Operación Milagro” y la construcción de hospitales de segundo y tercer nivel en capitales departamentales y provinciales en todo el territorio nacional.La campaña incorporó hasta noviembre al menos a 300 mil iletrados en más de un millar de puntos de alfabetización diseminados por todo el territorio boliviano en coordinación con los gobiernos municipales. Al menos 2.000 personas ya saben leer y escribir por el trabajo de capacitadotes en las ciudades y maestros rurales en el campo.En cuanto a la “Operación Milagro”, destinada a curar cataratas y otros males oftalmológicos, miles de bolivianos fueron atendidos gratuitamente por médicos cubanos, e incluso pobladores fronterizos de otros países (Perú y Argentina).En los hospitales inaugurados también se atendieron gratis a miles de personas de escasos recursos económicos. No obstante, estas campañas para llevar salud a los lugares más alejados del país fueron cuestionadas por los dirigentes de los colegios médicos, quienes incluso denunciaron una presunta ingerencia ideológica cubana.
HUANUNI Y EL MUTUN
Entre el 5 y 6 de octubre, el país se vio sorprendido por un enfrentamiento armado entre cooperativistas y mineros asalariados de Comibol en el distrito de Huanuni.La posesión del cerro Posokoni, el mayor reservorio de estaño del país, fue la chispa que encendió la tragedia. No fueron suficientes más de 20 reuniones entre las autoridades del Ministerio de Minería y de la Comibol para encontrar una solución negociada.No obstante, varios analistas aseguraron que la principal causa de ese enfrentamiento fratricida que dejó 12 muertos y medio centenar de heridos, se halla en 1985 cuando se aprobó el Decreto Supremo 21060 que cerró las minas nacionalizadas y a partir de 1986 dejó en las calles a 27.000 mineros.Pocos se quedaron en Comibol y los más tuvieron que conformar cooperativas cuyos trabajadores laboran desde entonces en difíciles condiciones, con muy pocas excepciones. Hoy, Huanuni cuenta con 5.000 trabajadores ya que un gran porcentaje de los cooperativistas fueron incorporados a Comibol e iniciaron una nueva etapa de la historia minera del país.La minería también ingresará en la etapa industrial con la próxima firma del contrato final con la compañía hindú Jindal Steel & Power. El presidente Morales logró la expulsión de la empresa EBX que pretendía explotar el Mutún con la deforestación del bosque chiquitano y violando las leyes nacionales.Según las autoridades del Ministerio de Hidrocarburos, el contrato con la Jindal permitirá una inversión de 2.300 millones de dólares y ganancias para el país por 200 millones de dólares anuales con el proceso de industrialización del hierro del Mutún en territorio boliviano. Con EBX, el país hubiera recibido 18 millones de dólares al año.
RELACIONES INTERNACIONALES
Las relaciones internacionales fueron una de las prioridades del Gobierno del presidente Morales. Se consolidaron las mismas con Cuba y Venezuela con un Tratado de Comercio de los Pueblos (TPC) en contraposición al Tratadote Libre Comercio (TLC) que impulsa Estados Unidos.Morales asegura que un TLC acabará con los productores nacionales por las asimetrías económicas y tecnológicas entre el gigante del norte y los países latinoamericanos, particularmente con Bolivia, pero no se cierra a un acuerdo comercial de largo plazo con Estados Unidos que tome en cuenta esas asimetrías.Hace una semana, el Congreso de Estados Unidos aprobó por seis meses la extensión de la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de Drogas (ATPDEA, por su sigla en inglés) a los países andinos, incluido Bolivia, pero condicionó una nueva ampliación a la suscripción de un TLC. Además, las relaciones con Chile han tomado un nuevo rumbo y los presidentes Morales y Michelle Bachelet trabajan en una etapa de consolidación de la confianza mutua. Ambos Gobiernos aprobaron una agenda de 13 puntos y donde la centenaria reivindicación boliviana de retornar al océano Pacífico está incluida.Los contactos bilaterales con Argentina y Brasil son de las mejores y sellan las perspectivas para ampliar la integración energética sudamericana.Bolivia, bajo la presidencia de Morales, es uno de los principales impulsores de la creación de la Unión Sudamericana de Naciones y la II Cumbre Sudamericana de Cochabamba marcó el inicio de ese proceso de integración que busca dar a la región el peso político y económico que requiere en el contexto internacional.Ha transcurrido un año desde que la voluntad popular, expresada en las urnas el 18 de diciembre de 2005, hizo de Evo Morales Ayma el primer presidente indígena de Bolivia y hoy, su Gobierno enfrenta una arremetida opositora que a decir el propio Jefe de Estado esconde un plan desestabilizador.
El vicepresidente García Linera asegura que el pueblo conoce al Gobierno por sus hechos y no por las campañas de desprestigio. Los hechos están a la vista del soberano.
EVO MORALES SALUDÓ QUE CABILDOS DEJARAN DE LADO IDEAS SEPARATISTAS
Diario Pregón de Argentina (www.pregon.com.ar)
El presidente de Bolivia, Evo Morales, felicitó a las autoridades y pueblos de Santa Cruz, Tarija, Trinidad y Cobija, por dejar de lado las ideas separatistas y permitir que la Asamblea Constituyente decida la forma de autonomía y consensúe su forma de votación. Morales felicitó anoche al presidente del Comité Cívico pro Santa Cruz, Germán Antelo, y al prefecto de ese departamento, Rubén Costas, por haber decidido mantener la integridad del territorio nacional, informó la Agencia Boliviana de Información.
En breve contacto con los periodistas en el hall de Palacio Quemado, el Jefe de Estado destacó la decisión de cambio de discurso expresado por Antelo y Costas para preservar la integridad de Bolivia y la unidad de los bolivianos, dejando atrás esos afanes divisionistas. No obstante, los cabildos realizados simultáneamente el viernes en ciudades de Santa Cruz de la Sierra, Tarija, Trinidad y Cobija exigieron al Gobierno respeto a la ley, advirtieron sobre una declaración de “autonomías de facto” y el desacato a la nueva Constitución Política si no es aprobada por dos tercios. Las multitudinarias concentraciones plantearon dar cumplimiento a los resultados del referéndum del 2 de julio pasado, jornada en la que se determinó iniciar un proceso que consolide el régimen autonómico y el respeto a la Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente.La opción “no” del referéndum triunfó en los departamentos andinos de La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba y Chuquisaca, donde el presidente Morales concentra su mayor respaldo popular.Los cabildos fueron convocados por los comités cívicos y gobernadores a fin de reclamar la autonomía de esos departamentos y exigir que la Asamblea Constituyente apruebe la nueva Constitución por dos tercios de votos y no con el 51 por ciento como lo estipularon los constituyentes, 60 por ciento de ellos del oficialismo. Tras los cabildos de la noche del viernes, Morales expresó ante la prensa: “Mis felicitaciones por esa corrección. Podemos equivocarnos y me han impresionado esas intervenciones que están orientadas a la unidad del país, porque por encima de nuestras diferencias ideológicas, culturales y programáticas está la unidad de Bolivia, de la Patria y la unidad de nuestra nación”. El presidente Morales señaló que esa manifestación es una muestra de la decisión de avanzar juntos para la construcción de un nuevo país con igualdad y con justicia, dejando de lado posiciones que intranquilicen a la población. Sin embargo, Morales reiteró que la forma de autonomía no puede ser definida por el Poder Ejecutivo, Legislativo, los comités cívicos o los prefectos, sino únicamente por la Asamblea Constituyente. En ese marco, el jefe de Estado reiteró que la bancada del MAS -al interior de la Asamblea Constituyente- está dispuesta a retomar el diálogo en el momento que así lo requieran para encontrar una fórmula que permita allanar la forma de voto para la aprobación de los artículos de la nueva Carta Magna al interior de la Asamblea Constituyente.La tensión existente en Bolivia se intensificó el viernes con los enfrentamientos mantenidos por las distintas facciones en el bloque de ruta a San Julián (próximo a la capital cruceña) en la que resultaron heridas casi 70 personas.
¿BOLIVIA SE DIRIGE HACIA UNA NUEVA GUERRA CIVIL?
Para que una guerra civil se convierta en tal, debe haber dos bandos en pugna, y en Bolivia los hay. Dos sectores bien diferenciados, con intereses económicos, sociales y culturales bien disímiles y por momentos irreconciliables.
El Universal de México (www.eluniversal.com.mx)
Bolivia y la vorágine de su crisis despiertan temores y pueblan la agenda de conflictos para el 2007. No sólo en La Paz, sino la de todos los analistas y gobiernos de la región, que desde hace meses vienen elaborando planes para el peor de los escenarios: una guerra civil.
Para que una guerra civil se convierta en tal, debe haber dos bandos en pugna, y en Bolivia los hay. Dos sectores bien diferenciados, con intereses económicos, sociales y culturales bien disímiles y por momentos irreconciliables. Dos modelos de país, en su concepción y atados a ideologías enfrentadas. El altiplano empobrecido durante centurias, donde las culturas aborígenes tienen un peso notorio, y el Oriente, donde residen las mayores riquezas naturales de un país generoso en recursos primarios, pujante desde hace 40 años, hasta convertirse en el motor económico del país.
Para una guerra civil se necesitan dos bandos bien armados, o unas fuerzas armadas fracturadas a un lado y a otro de la trinchera, algo que todavía no se dio, y muchas veces, como fuerzas externas que pugnen por un conflicto, para sacar provecho, como ocurrió en Bolivia, en la guerra del Chaco, a finales de los años 30.
Por todo eso las posibilidades de que la irrupción en el gobierno, hace casi un año, de Evo Morales y su Movimiento al Socialismo (MAS), acelerara hasta el espíritu racista de muchos de los actores de la crisis, y esos dos modelos enfrentados de país devengan en una guerra civil, son altas.
Así lo establecen desde septiembre diversos documentos que circulan por las cancillerías de varios países sudamericanos. Un estudio realizado para el Banco Mundial por los especialistas Paul Collier y Anke Hoeffler arroja que existe 56% de posibilidades de que la crisis de Bolivia desemboque en una guerra civil. Algo similar analiza el canciller brasileño, Celso Amorín, quien desde entonces tiene en su despacho un estudio donde se sostiene que "antes de agosto del 2007", Morales y su gobierno "ingresarían en una crisis terminal.".
Asimismo la cancillería argentina mantiene viva su preocupación ante ese escenario. No sólo porque en medio de la crisis energética que vive el país, Bolivia es su principal proveedor de gas, sino porque una guerra civil equivaldría a recibir un gran número de refugiados, "entre 600 mil y un millón de refugiados a un costo anual para el Estado Nacional de entre 440 y 730 millones de dólares", según un análisis realizado sobre los datos de Collier y Hoeffler, quienes desde hace años estudian los desarrollos democráticos y sus respectivas crisis.
Ese informe, elaborado por el Grupo de Apoyo a las Colectividades Extranjeras de la Cancillería Argentina, a cargo de Leonardo Mazo, le fue entregado al ministro Jorge Taiana. Por eso, cuando días pasados en Cochabamba, durante la reunión de mandatarios de la Comunidad Andina de Naciones, Hugo Chávez se refirió a la crisis boliviana, dijo una de las más grandes verdades desde que irrumpió en el escenario internacional: "Los países de la región tenemos la responsabilidad de apoyar a Bolivia.". Poco hicieron Chávez y los mandatarios de la región para evitar el peligro. O tal vez lo hicieron mal, como es el caso del venezolano, quien en julio instó a su par Morales a hacer campaña contra la autonomía, lo que no hizo más que complicarle el programa.
Néstor Kirchner apuró en agosto el acuerdo por el aumento del precio del gas que llega a Argentina, como una forma de apuntalar al gobierno de Morales, y Lula se tragó el sapo en plena campaña electoral de cerrar el acuerdo tras la nacionalización del petróleo, que afectó a Petrobras más que a otras multinacionales europeas. Eso y no mucho más.
Morales goza de 56% de apoyo popular, según las últimas encuestas. Pero, restringido en votos, durante al Constituyente, donde siguió los consejos de Chávez en el tema autonómico, buscó forzar la votación por mayoría simple de los artículos de la nueva Constitución y de los dos tercios para el texto completo. De esa manera avanzó sobre la última trinchera que la oposición de derecha y la poderosa "Media Luna Oriental" (Beni, Pando, Tarija y Santa Cruz) tienen para salvar su poderío y lo que ellos entienden por autonomía, que se parece mucho a la secesión. A tal punto que en el último cabildo abierto, donde a último momento matizaron el discurso y frenaron la ruptura, impusieron 11 puntos (control de los recursos naturales y energéticos entre otros), poniendo en jaque la reciente nacionalización emprendida por el gobierno central. Morales abrió la mano a último momento para negociar la Constitución, pero no hay analista en Bolivia que no asegure que "el desenlace quedó para julio". En ese lapso, Evo y su gobierno deberán demostrar si tienen cintura para consensuar un país para todos y no el modelo que había propuesto cuando asumió, con una autonomía basada no sólo en los departamentos (como reclama la oposición), sino también en los municipios y las comunidades indígenas.
Si se escuchan los discursos y las acusaciones, se parece mucho a una pelea de sordos. Donde se tergiversan las propuestas y se busca voltear al rival con triquiñuelas políticas en la estancada Asamblea Constituyente. Por eso, en estos meses los autonomistas deberán demostrar, a su vez, que es la autonomía y no otros intereses más cercanos a gobiernos externos y multinacionales lo que los llevó a acelerar la crisis y a acusar a la administración Morales de "autoritaria, dictatorial y fascista".
Si uno y otro bando no logran demostrar esto y los países de la región no colaboran de lleno con Bolivia, el peor escenario puede plasmarse de forma que se dificulte que Bolivia siga siendo algo parecido a una nación.
Opinión
BOLIVIA: ENTRE LA IDEA DE REFUNDACIÓN Y LA GUERRA CIVIL
Evo Morales se acerca a su primer año de gobierno con simultáneos frentes de conflicto abiertos y una oposición en pie de guerra.
El Clarín de Argentina (www.clarin.com)
Por toda la violencia que signó su desarrollo desde la independencia en 1809, Bolivia ha conseguido esquivar el pozo ciego de una guerra civil. Esto puede parecer un flaco consuelo para una nación que ha visto perder más de la mitad de su territorio original a la codicia de sus vecinos; el puerto de Antofagasta a Chile en el siglo XIX y el estado de Acre a Brasil en 1903, entre otros. Pero el enfrentamiento fratricida no fue en Bolivia una de esas pesadillas que los pueblos sueñan despiertos.
¿Puede que esto cambie ahora, en pleno siglo XXI? Si uno se atiene al tenor del debate actual entre el gobierno de Evo Morales y sus opositores de la derecha del arco político, el horizonte de una guerra civil, que podría incluir un quiebre en la geografía política del país, parece por momentos incómodamente cercano. Morales habla abiertamente de la amenaza golpista de esa derecha y de resistirla por la fuerza si fuese necesario, y sus adversarios de "independizar" los cuatro departamentos (provincias) de la "media luna" oriental —Pando, Beni, Santa Cruz y Tarija— que son también las más ricas del país. Esta es una ecuación de extremos cuyo resultado final puede, sí, ser el infierno tan temido.
Es posible atribuirles a ambos bandos una dramatización deliberada de las circunstancias para reforzar sus propias posiciones. Pero el hecho de que las ideas más oscuras sobre el futuro nacional lleguen a la superficie de las cosas en el mismo momento en que una Asamblea Constituyente intenta, sin éxito hasta el momento, una refundación del Estado y del pacto social que deberá unir a los actuales y futuros bolivianos hace temer también una profecía autocumplida. Aquello que todos vaticinan pero ninguno quiere realmente que suceda puede suceder.
"¡No viviremos como esclavos; dos tercios o nada!", rezaba ayer una de las —para muchos— enigmáticas pancartas de los manifestantes convocados a los cuatro cabildos abiertos en los departamentos levantiscos, con el objeto de presentar un frente multitudinario de oposición a Morales. Morales acuarteló al Ejército, pero en rutas y calles ya se habían producido ayer enfrentamientos entre los grupos con muertos y heridos. El centro actual de esta puja puede parecer un arcano; se centra en un artículo del reglamento —el 71º— que se dio esa Asamblea que establece que los constituyentes pueden aprobar los artículos del nuevo texto constitucional con una mayoría simple.
La matemática: la Asamblea tiene 255 miembros de los cuales el oficialismo cuenta con 137. Si la mayoría es directa (128 votos) Morales y el Movimiento al Socialismo (MAS) podrían obtener una Constitución hecha a la medida del deseo. Si la norma es dos tercios, deberán negociar cada renglón de la nueva ley suprema con la oposición, horizonte desalentador para el presidente. La Constituyente ha sido reducida por el retiro de los delegados opositores a una escenificación hueca y ya hay quienes vaticinan su fracaso por la incapacidad de negociar posiciones, advirtiendo que puede vencer su plazo legal —agosto del 2007— sin tener un nuevo texto.
El argumento de los opositores parece una clásica reivindicación de principios de la teoría democrática. La mayoría directa es, dicen, una forma de excluir a las minorías, de dejarlas con apenas un hilo de voz pero sin fuerza para defenderse. Es también el modo que tiene Morales de contrabandear su "marxismo" en la ley de leyes y de asegurar condiciones que perpetúen a la izquierda, si no al propio presidente, en el centro de un poder que describen como "totalitario". Para más datos demonizadores, agregan que lo que quiere realizar es un remedo de la revolución bolivariana de su amigo, Hugo Chávez.
Pero ¿es realmente así? En esto ambos se parecen en algo, aunque no en lo que gritan sus respectivas oposiciones. Ninguno es el candidato apropiado para el sayo de autócrata o tirano. Ambos tienen innegable legitimidad en la voluntad popular expresada libremente —Morales ganó hace un año con un inédito 54% de los votos— y ninguno ejerce en sus países un perfil represivo siquiera vagamente parecido al de los regímenes dictatoriales. No importa lo que se piense de su calidad como gobernantes, tiranos no son. Morales ejerce, desde la perspectiva económica ortodoxa, una dosis adicional de cautela por sobre las prácticas de Chávez; en sí mismo esto no es necesariamente bueno pero habla a su favor desde la óptica de sus adversarios. En un año de gobierno, resistió fuertes presiones para conceder aumentos en el salario mínimo y en el que cobran los agentes estatales. Y el 2006 terminará superavitario para las arcas públicas en un cinco por ciento (-2,3% en 2005).
El Tesoro público crecerá en el 2007 un 7% del PBI, se estima, por el efecto del aumento de la recaudación sobre la riqueza energética que las empresas productoras aceptaron después del decreto supremo del pasado 1ø de mayo, no porque quisieran ayudar a Morales sino porque el petróleo y gas natural de Bolivia siguen siendo un buen negocio para ellas. Y el gobierno ha incluido la creación de un fondo de estabilización para hacer frente a tiempos en que los precios de la energía y de los minerales sean menos favorables que hoy.
Por supuesto, habrá también más inversión social, algo que Bolivia —donde dos tercios de sus nueve millones de habitantes viven en la pobreza— viene reclamando a gritos desde el fondo de su historia. ¿Esto significará menos para la minoría acaudalada? Sí, porque la distribución es siempre un juego de suma cero, pero no las reducirá a la miseria ni tanto menos.
Si se piensa que una buena parte de la nueva riqueza irá en cualquier caso a los departamentos que hoy aparecen rebeldes, ¿cuál es el fondo de la discusión? La refundación política, porque lo que intenta Morales no tiene que ver sólo con la distribución del ingreso, sino con el reparto del poder político que en Bolivia tiene aún un sesgo decididamente oligárquico.
Enfoque Internacional
CRECE LA TENSIÓN EN BOLIVIA
El Comercio de Ecuador (www.elcomercio.terra.com.ec)
La conducta del oficialismo en el seno de la Asamblea Constituyente, y en especial la intransigencia que se atribuye a la presidenta de ese cuerpo, Silvia Lazarte, parece haber acercado, una vez más, a Bolivia a una peligrosa encrucijada. En efecto, pese a que el artículo 232 de la Carta Magna boliviana y el artículo 4° de la ley de convocatoria a la constituyente establecen que cualquier cambio de la Constitución requiere el voto favorable de dos tercios de los constituyentes, la Asamblea aprobó por mayoría un reglamento que permite avanzar hacia la reforma por simple mayoría. Esta última norma ha sido impugnada por los partidos de la oposición y rechazada por las autoridades de los cuatro departamentos Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija.
El 4 de octubre pasado, cabe recordar, la Corte Suprema de Bolivia produjo un oportuno pronunciamiento que la mayoría de la Asamblea Constituyente, conformada en torno del MAS (la fuerza política que encabeza Evo Morales) ha desoído hasta ahora. Para el máximo tribunal boliviano, la Asamblea Constituyente es "derivada", razón por la cual no puede acumular facultades que corresponden a otros poderes del Estado.
Desoyendo las advertencias del referido tribunal, el MAS insiste en avanzar en la reforma por simple mayoría y, además, se niega a hacer público el proyecto de nueva Constitución que impulsa. Por esta razón, los líderes cívicos y los propios prefectos de los departamentos aludidos acaban de fundar la llamada Junta Autonómica Democrática de Bolivia. Simultáneamente los cuatro departamentos serán sede de cabildos abiertos que establecerán los pasos para obtener la autonomía, noción que incluye que los departamentos sean titulares de la propiedad de la tierra y de los recursos naturales ubicados en su jurisdicción. La falta de respeto al Estado de Derecho parece haber llevado una vez más a la sociedad boliviana al borde de peligrosos enfrentamientos sociales. Todavía queda algún tiempo para la búsqueda de consensos.
Opinión
BOLIVIA Y LOS SEPARATISMOS
El heartland o corazón del continente suramericano esta en conflicto, las noticias que no llega desde la Republica de Bolivia no pueden ser mas desalentadoras, ya que en los últimos días se están desarrollando acontecimientos que tienden progresivamente a una crisis que no sabemos cuales serán las consecuencias finales.
El Momarandu de Argentina (www.momarandu.com)
Hace ya mas de un año en un articulo que publicamos como parte de los conflictos regionales alertábamos sobre: los separatismos, (1) una nueva tendencia que se basaba en antiguos conflictos irresolutos e incentivar las diferencia entre pueblos ya sea por origen, por raza o por riqueza que debemos reconocerlo son apoyado por factores externos interesados en los recursos.
Creo que hemos sido mas que insistente en demostrar que el mundo esta en un proceso de reacomodamiento en grandes bloques por lo menos en los países centrales esa tendencia se profundiza en lo que los hemos definido como “Bloques Continentales Económicos”(2), y como consecuencia de ese reacomodamiento se libra una lucha por el “Control de los Recursos Naturales”,(3) por ello la acción de profundizar nuestra alianza estratégica tomando como base el núcleo fuerte de Argentina y Brasil como base para una conformación ampliada en un nuevo Espacio “Continental Económico” Suramericano.
Hoy esta posibilidad esta en riesgo, el Gobierno Boliviano puede tener “buenas intenciones”, pero “una buena política se mide por su eficacia y no por su intenciones”, y la realidad que nos esta planteando el panorama político de Bolivia es que Evo Morales no gobierna a la totalidad de Bolivia, que se profundiza el conflicto Oriente vs. Occidente, que se estigmatiza, a unos como blancos y otros como indios, y déjemelo bien en claro a esta altura de la historia del Continente todos somos criollos.
Que todos estos falsos paradigmas solo sirven a los diferentes sectores económicos políticos para sacar la mejor tajada posible de los conflictos que fogonean y que lanzan a la lucha callejera a la gente a ser sacrificados por intereses que no entienden y ni los favorece.
Bolivia como bien lo expresara el filosofo Alberto Buela: “…..Bolivia necesita una constitución federal que contemple además de la representación partidocrática una representación estamental que defienda su diversidad cultural. Pero claro, esto es demasiado pedirle a la dirigencia boliviana ganada por el discurso multiculturalista norteamericano (García Linera), el discurso marxista-indigenista de Evo y el discurso liberal-burgués de la oposición”.
La Argentina no puede hacerse la desentendida, y debe operar con su socio estratégico Brasil, para lograr hacer un pívot que desde Santa Cruz de la Sierra, fortalezca un centro para la construcción de la una Geopolítica auténticamente Suramericana y no dejarla librada a elementos que desde Europa o EEUU fogonean los conflictos para sacar gigantescas ventajas económicas incentivando los rencores. Ya en esa Ciudad se instalo la Confederación Internacional por la Libertad y Autonomía Regional (CONFILAR), ONG que nuclea a los autonomistas de la Provincia de Zulia en Venezuela y Guayaquil del Ecuador y que lo preside un dirigente de Santa Cruz de la Sierra. Estos tienen el apoyo de los sectores liberales económicos y de las grandes empresas afectadas por la ola de renacionalización que circula por América del Sur después del fracaso Neoliberal.
Digámoslo con todas las letras un crisis grave en Bolivia nos afectara a los Argentinos y no solo en el suministro del Gas o Petróleo, sino por las consecuencia de que rompe y desconecta el norte Argentino de toda una región donde tenemos intereses e inversiones, además del drama social que conllevaría si se producen enfrentamientos armados, que por el momento están controlados, (el Ejercito Boliviano denuncio el robo de armas a unidades militares por elementos autonomistas), no podemos olvidar que por causas similares se inicio el conflicto en la ex Yugoslavia que termino en una guerra que disolvió a ese País y no tenia las riquezas que tiene la media luna Boliviana.
También, es tema de permanente preocupación para nuestro futuro mediato todo lo que ocurre en el otro extremo de nuestra frontera Norte la llamada Triple frontera, donde recientes denuncias del Departamento del Tesoro de EEUU indicaron que financistas de los grupos terroristas internacionales operan desde Ciudad del Este, denuncia que fue rechazada tanto por Argentina, Brasil y Paraguay, pero la administración Bush sigue con su política de militarizar todo conflicto, no olvidemos que tenemos la Base de mariscal Estigarribia desde donde monitorean la Triple Frontera y están cerca de Santa Cruz de la Sierra, que dicha base aérea permite el traslado de tropas y equipo pesado para intervenir en cualquiera de los dos lugares referenciados anteriormente en el caso de que ocurriera conflictos graves (4).
Esta Argentina, debe sacudirse su aletargamiento y conocer este cuadro de situación (por lo menos en sus cuadros dirigenciales), y comprender estos factores que nos afectaran a todos los habitantes del País, mas si se desmadra la situación antes mencionada, a lo cual debemos sumar el conflicto internacional con Uruguay por las pasteras que todos en su conjunto ponen en juego las relaciones de los Países del Cono Sur. Como vemos el camino de la integración esta lleno de dificultades y nos debe llevar a pensar en sacrificios para logra el objetivo mayor que es impedir la balcanización y fortalecer nuestro “Espacio continental Económico” propio, y para ello debemos defender nuestro heartland o corazón del continente suramericano.
Opinión
LA LECCIÓN DE BOLIVIA
El Comercio de Ecuador (www.elcomercio.terra.com.ec)
Si algo nos enseña la experiencia boliviana en torno a la asamblea constituyente es esto: para que sea exitosa, toda reforma debe contar con el amplio respaldo de los involucrados. Sin el beneplácito generalizado de la ciudadanía, aquel intento de transformación quedará trunco y sólo provocará división y violencia en la sociedad.
¿Por qué el país del altiplano ha llegado a ese estado de crispación social e inestabilidad política? A mi juicio, porque los líderes del Gobierno boliviano -con Evo Morales a la cabeza- no entienden los mecanismos que hacen de las democracias modernas instrumentos efectivos de Gobierno.
Tal vez sin proponérselo, el gobierno de Morales ha aupado una forma caduca de democracia, al estilo de la que se practicaba en la antigua Grecia. En efecto, hace dos mil años, los griegos gobernaban a través de asambleas populares con poderes ilimitados, donde las decisiones se tomaban por mayoría simple y todos debían someterse a los designios de esa mayoría (cambiante y temperamental), sin que hubiera ningún mecanismo para recurrir aquellas decisiones.
Benjamín Constant -insigne historiador de la antigüedad- ha explicado que en este tipo de democracia los derechos de las personas eran inexistentes y que la voluntad de los individuos era sometida a la autoridad de la comunidad. Como es obvio, un esquema así de gobierno indujo a muchos abusos e injusticias. La más grave de ellas fue, con toda seguridad, la condena a muerte de Sócrates por un grupúsculo de asambleístas radicales, incómodos con la forma de pensar y de vivir de aquel filósofo.
Los romanos aprendieron de los errores de los griegos y redefinieron a la democracia ya no como el gobierno de la mayoría simple, sino como el tratamiento igualitario de todos los ciudadanos frente a la Ley. Este nuevo concepto de la democracia dio pie al desarrollo de otra noción importantísima a la que me referí la semana pasada: el balance de poderes.
El imperio de la Ley y la división de poderes son, pues, los dos elementos clave que garantizan el buen funcionamiento de todo régimen democrático. Cualquier reforma que soslaye estos dos ingredientes fundamentales estará condenada al fracaso porque no contará con la legitimidad suficiente para que perdure en el tiempo y se consolide.
El caso boliviano ilustra perfectamente este punto: la asamblea constituyente de ese país ha aprobado, con solo la mitad más uno de los votos, una serie de leyes que suponen cambios profundos en la tenencia de la tierra. Si bien es cierto que la concentración de la propiedad ha sido siempre una fuente de pobreza y de retraso para las sociedades, tampoco es menos cierto que la forma como se quiso corregir ese problema carece de legitimidad por haber sido aprobado entre gallos y medianoche por solo la mitad más uno de los asambleístas.
Al igual que Bolivia, este país también pudiera entrar en una suerte de ‘furor asambleísta’ que nos hiciera creer que todos nuestros problemas pueden ser resueltos de un solo plumazo, irrespetando debidos procesos y violando la legalidad. Por tanto, es indispensable tener claro que los únicos mecanismos que aseguran la viabilidad de las reformas son la legalidad y la división de poderes.
Editorial
LA SITUACIÓN BOLIVIANA
El enfrentamiento entre el gobierno de Evo Morales y las cuatro regiones autonomistas bolivianas está derivando rápidamente hacia un conflicto de características imprevisibles. Las FFAA bolivianas están "alertas y de vigilancia" según informa el diario boliviano La Razón del viernes 15. Aunque luego los responsables de las FFAA, el ministro de Defensa Walter San Miguel y el comandante general de las FFAA Gral. Wilfredo Vargas, se encargaron de atenuar el alcance de la medida, quedó flotando en el ambiente boliviano la declaración del militar quien dijo que las FFAA tienen como misión garantizar al "gobierno legalmente constituido y obedecer al Capitán General -que es Evo Morales". El presidente del Comité Cívico cruceño, Germán Antelo, manifestó que "las FFAA son del Estado boliviano" lo que, para quien sabe leer entre líneas, significa el repudio a su utilización para apoyar militarmente las políticas del gobierno.
La Nación de Paraguay (www.lanacion.com.py)
Se trata, desde luego, de una crisis creciente, que inevitablemente derivará en un fuerte enfrentamiento, porque la autonomía que reclaman Santa Cruz, Beni, Tarija y Pando puede terminar en una guerra de secesión. ¿Cuál será la política paraguaya si sucede lo peor? Nadie sabe, porque el presidente de la República se niega a considerar siquiera la posibilidad de una hipótesis de conflicto con Bolivia o de un derrame de refugiados sobre nuestras fronteras, por lo cual ni las FFAA están preparadas ni hay infraestructura para recibir a civiles en fuga. Mientras esto sucede en nuestras fronteras, y mientras existe un pacto militar entre Evo Morales y Hugo Chávez -quien ya amenazó con intervenir en Bolivia- el presidente de la República hace insensata gala de su política antinorteamericana.
Hay que ver en el mapa sudamericano las posibilidades de Hugo Chávez de intervenir militarmente en Bolivia. Como Venezuela no tiene fronteras con Bolivia tiene que hacerlo a través del cielo brasileño o de la costa chilena, suponiendo que pueda franquear el Canal de Panamá. Ambas cosas son muy poco probables. Pero si Brasil permite utilizar su espacio aéreo, Venezuela tiene capacidad de transportar tropas por vía aérea. Una intervención venezolana en Bolivia desataría una serie de reacciones internacionales peligrosas, porque no es de suponer que Chile y Perú admitan tal intervención.
Hay que recordar los episodios que precedieron a la Primera Guerra Mundial, cuando una pequeña chispa -el asesinato en Sarajevo del Archiduque Francisco Fernando de Austria- hizo estallar un barril de pólvora que incendió Europa. Uno tras otro los países de Europa fueron entrando en la conflagración que solamente se detuvo cuatro años más tarde y luego de treinta millones de muertos.
Nadie desea que se produzca una conflagración a raíz de una posible y hasta probable revolución secesionista en Bolivia, pero nadie puede desconocer que existe tal posibilidad y que, si sucede, Paraguay puede ser una de las víctimas.
El comandante en jefe de las FFAA es un negado en política internacional, en geopolítica y en estrategia militar y, sin embargo, impone su opinión a los profesionales, que se llaman a silencio para no aparecer como deliberantes. Y esto debilita la Defensa Nacional.
Lo más grave de todo es que el pueblo, que no confía en el gobierno, no quiere rearmar a las FFAA por considerar que serán un instrumento de dominación y no de salvación pública.
Opinión
‘COLLAS’ VS. ‘CAMBAS’
El Comercio de Ecuador (www.elcomercio.terra.com.ec)
En enero pasado, a pocos horas de que Evo Morales asuma la Presidencia de Bolivia, el analista paceño Carlos Cordero Garrafa advirtió en una entrevista con el autor de este enfoque que en su país, con el transcurso de los meses, pudiera sumergirse en una encrucijada.
Lo peor que pudiera suceder, decía, es que el primer Mandatario indígena en la historia del país del altiplano optara por la vía del chavecismo venezolano.
Queda claro que el chavecismo supone la concentración de poder, para implementar un sistema político, en este caso la revolución bolivariana o el socialismo del siglo XXI.
Pero la fórmula, como se ve, no funciona en Bolivia, básicamente porque Evo Morales no dispone de los miles de millones de ‘petrodólares’, que si posee su homólogo venezolano y que le han permitido a este último legitimar su poder e incluso ganar todas las elecciones en las cuales ha participado.
Al escoger la vía de la Asamblea Constituyente y, sin previo aviso, cambiar las reglas de juego para el funcionamiento de ese órgano, Morales ha empujado a su país hacia un proceso de fractura, que incluso puede derivar en una secesión, algo sin precedente en América Latina.
En Bolivia, de hecho, existe desde siempre una división no solo geográfica. Por un lado, está el rico oriente, y por el otro, el pauperizado occidente. Se trata de un conflicto político-social que se ha profundizado en estos 11 meses entre los ‘collas’ (indios) y los ‘cambas’ (‘blancos’) de Santa Cruz. El actual Régimen de La Paz ha exacerbado esa división y el resultado es que el país está más fracturado que nunca.
EL "OTRO PAÍS" QUE NO QUIERE COMPARTIR NADA CON LA PAZ
El Clarín de Argentina (wwwlclarin.com.ar)
Santa Cruz es lo que es gracias a Bolivia o a pesar de ella? La respuesta a esta pregunta sintetiza las actuales confrontaciones regionales que vive el país: en el occidente pobre resaltan que todo fue debido a la transferencia de parte del excedente minero hacia este departamento (provincia), mientras que en el oriente le asignan al "carácter emprendedor" de los cruceños todo el mérito por su actual alto lugar en la economía boliviana.
Lo cierto es que, en medio siglo, Santa Cruz pasó de ser una población marginal a ganarse un lugar como la capital del departamento más rico de Bolivia, con una economía basada en la agroindustria. Y hoy lidera a tres departamentos más "la denominada media luna" en su lucha por las autonomías: Tarija, sede de las principales reservas gasíferas y fronterizo con Argentina, Beni, dedicado a la ganadería, y el casi despoblado Pando en la Amazonia. Esta "otra" Bolivia suma el 43% del Producto Bruto Interno nacional.
Hasta los años 50 Santa Cruz se encontraba casi aislada del resto del país: un camión necesitaba seis días para hacer los quinientos kilómetros que la separan de Cochabamba. "En 1904, cuando pedimos un ferrocarril un diputado paceño dijo en el Parlamento: ¿para qué quiere Santa Cruz un ferrocarril, para separarse como Panamá de Colombia?, fíjese usted la perversidad", dice a Clarín el historiador Alcides Parejas. En estos días de pelea con La Paz, todos recuerdan las violentas luchas de 1957 por el 11% de las regalías petroleras "con las que se financiaron varios planes de desarrollo" y las "injurias" del gobierno central que, también entonces, los acusó de separatistas.
Pero los críticos de las "elites cruceñas" resaltan la otra cara de la moneda: los nexos entre el Comité Cívico pro Santa Cruz y los grupos falangistas para conspirar contra el gobierno nacionalista surgido de la revolución de 1952. Dicen que hoy hacen lo mismo con el actual presidente Evo Morales.
Según un informe de la Cámara de Industria y Comercio, Santa Cruz genera el 30 por ciento del Producto Bruto Interno nacional, aporta alrededor de 37 por ciento del total de impuestos y recibe casi la mitad de la inversión extranjera que llega a Bolivia.
En Santa Cruz las "misses" ocupan un importante lugar en la sociedad, por lo que no sorprende que fuera una Miss Bolivia quien pretendió marcar, brutalmente, las diferencias entre oriente y occidente: "Nosotros somos altos, blancos y hablamos inglés", dijo no hace mucho Gabriela Oviedo y provocó un escándalo.
Autonomía basada en el reparto de ingresos
El conflicto entre Santa Cruz y La Paz tiene una historia larga —que incluye el levantamiento federal e "igualitario" de Andrés Ibáñez, fusilado en 1877— pero tomó nuevos bríos después de la caída de Gonzalo Sánchez de Lozada en octubre de 2003. La "guerra del gas" no solamente acabó con el arquitecto de las reformas de libre mercado en el país sino que abrió paso a una transición política en la que los grupos de poder cruceños perdieron su cupo en el Estado nacional. Primero fue el entonces presidente Carlos Mesa quien los acusó de ser "unas elites provincianas" y les cerró el paso en su administració n. Luego vino Evo Morales que a sus posiciones nacionalistas sumó una estética andina que irrita a muchos cruceños. Sin embargo, las demandas de autonomía están lejos del reclamo de independencia, sostenido sólo por el grupo marginal Nación Camba. Dos parecen los objetivos del movimiento en marcha. El primero, blindar a estas regiones de la marea "populista e indigenista" de Morales, hostil a los principios de la economía de mercado que en Santa Cruz no fueron cuestionados como en la Bolivia indígena. Y, en segundo lugar, manejar los recursos locales.
"Es muy importante que haya una descentralizació n no sólo del gasto sino de los ingresos, serían las regiones las que entregarían los ingresos al gobierno nacional, quedándose con alrededor del 31%, también se incluye un fondo de compensación para los departamentos más deprimidos", dice Juan Carlos Urenda, principal asesor del Comité Cívico en el tema autonómico.
Dentro del área económica hay un tema especialmente sensible: la tierra. Por eso el proyecto anunciado ayer por el prefecto (gobernador de Santa Cruz) Rubén Costas contempla "competencias compartidas en la gestión de la tierra entre el gobierno nacional y los poderes locales". Los modelos de Urenda son España y Colombia.
“PATRIA EN PELIGRO” ES LA AMENAZA DE EVO MORALES
ABC de Paraguay (www.abc.com.py)
La administración de Evo Morales utiliza con ligereza la amenaza de “la patria en peligro” para acallar a la oposición. Mañana podría hacer lo mismo, argumentando un peligro externo, lo que podría poner a Paraguay en la mira. Las FF.AA. no intervienen en el problema interno, pero están en un proceso de rearme.
“Cuando acechan intentos secesionistas en Bolivia, la autonomía ya es una traición a la patria”, expresó el presidente Evo Morales en el acto de graduación de oficiales del Colegio Militar del Ejército, que tuvo lugar el pasado 11 de diciembre.
La respuesta a esta tajante afirmación vino del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, general Wilfredo Vargas, quien advirtió: “La patria no se toca”, aludiendo a la junta autonómica.
Por su parte, el jefe del Ejército, general Freddy Bersati, dijo lo siguiente: “Autonomías autodeclaradas tienen que seguir un proceso constitucional. Si las leyes dicen que no es legal, pues hay un órgano que es la Policía Nacional, y si esta no es suficiente, van a estar las Fuerzas Armadas ahí detrás”.
Estas declaraciones se hicieron luego de que el presidente Evo Morales llamará a las instituciones militares a defender la integridad territorial.
Los dirigentes cívicos de Santa Cruz, Tarija, Pando y Beni, también apelaron a las Fuerzas Armadas. En una extensa solicitada publicada el jueves 14 de diciembre en los principales medios escritos del país, recordaron que desde un gobierno que nunca fue amigo del Ejército “se incita burdos pretextos de separatismos en los cuatro departamentos donde el actual presidente perdió la elección”.
Agregaron que “el país y las propias Fuerzas Armadas conocen el discurso de los sindicatos que hoy ostentan el poder político respecto al Ejercito nacional. Pretender cobijarse ahora bajo el paraguas militar ante la reacción pacífica del pueblo que lucha por el propio cumplimiento de la ley, de la Constitución y la democracia, no solo es un acto de cinismo, sino también de cobardía”.
Insistiendo en que la lucha por la autonomía y el respeto a los dos tercios en las votaciones para aprobación de la nueva Constitución nacional, recuerdan al alto mando militar lo siguiente: “Solo el gobierno, con su política divisionista, nos llevará a un callejón sin salida que indefectiblemente terminará en la confrontación”.
Las Fuerzas Armadas de Bolivia tienen el poder suficiente para inclinar la balanza a un lado u otro, de allí el llamamiento que realizaron ambos sectores en los días previos al cabildo que congregó a un millón de personas en Santa Cruz.
La gran incógnita es, obviamente, qué harán los militares, porque, salvo palabras protocolares, que no pasan de advertencias mediáticas, se mantienen dentro de sus cuarteles. Una de las primeras medidas de la administración Morales fue aumentar el salario de los militares en su conjunto, sobre todo de suboficiales y soldados, aparte de cambiar de un plumazo el alto mando. En caso de conflicto interno, es probable que los oficiales se nieguen a disparar contra los conciudadanos, pero no se sabe a quién responderán suboficiales y soldados.
En procura de establecer cohesión dentro de las Fuerzas Armadas, el Gobierno insiste en que la patria está en peligro y su división llevará a la destrucción de Bolivia. Obviamente, se responsabiliza al movimiento autonómico de un supuesto intento de secesión.
Si fracasa el paso de crear un enemigo interno, puede seguir una amenaza externa para la supervivencia de Bolivia.
IRRESPONSABILIDAD DE HUGO CHAVEZ
El embajador de Venezuela en Bolivia, Julio Montes, cometió el grave error diplomático de ofrecer en forma pública la presencia de militares venezolanos para enfrentar el conflicto de las autonomías. Primero, es un desprecio absoluto a la capacidad operativa de las Fuerzas Armadas de Bolivia, y segundo, confirmó las sospechas de lealtad de los hombres armados hacia Evo Morales.
Un par de días después, el embajador Montes confirmó que su país financiará más de 20 puestos militares en las fronteras y construirá un puerto en Puerto Quijarro, en las inmediaciones del río Paraguay, al norte de Bahía Negra.
El paquete de ayuda venezolana a Bolivia, en el marco de un convenio de defensa mutua, tiene como objetivo entregar armas y tecnología, así como modernizar las Fuerzas Armadas locales. Construcción de fuertes en la frontera y armamento no son precisamente el apoyo que requiere un país que se encuentra al límite de la confrontación interna, salvo que exista interés en terminar de hundir a Bolivia en un punto extremo que llegue a requerir la presencia de tropas venezolanas en su suelo.
A la asistencia militar de Venezuela se suma el aporte de la República Popular China. El 15 de diciembre, el embajador chino entregó al alto mando militar un primer lote de donaciones que incluyen visores nocturnos, municiones para artillería e infantería, cerebros electrónicos para vehículos, botes de asalto, cascos de combate y chalecos antibala de uso táctico.
El próximo lote consistirá en 34 camiones de transporte de tropas, buses, camionetas y grúas para vehículos pesados. El embajador chino expresó a los medios de comunicación que su país está dispuesto a llevar los lazos militares “a un terreno más amplio y profundo”.
Este es el panorama que plantea Bolivia en el terreno militar, de cara a la región y a la inestable situación interna.¿Qué amenaza puede alegar el país andino para iniciar un proceso de rearme de su ejército? Venezuela y China Popular ofrecen donaciones importantes, que los militares y Evo Morales aceptan encantados. El riesgo es la ligereza con que La Paz utiliza el grito de “la patria en peligro” en procura de acallar la disidencia. Mañana puede hacer lo mismo, frente a una amenaza externa, donde Paraguay puede estar en la mira.
Presidente boliviano celebra un año desde su elección con crisis por Constituyente y autonomías
Diario Pregón de Argentina (www.pregon.com.ar)
El presidente de Bolivia, Evo Morales, felicitó a las autoridades y pueblos de Santa Cruz, Tarija, Trinidad y Cobija, por dejar de lado las ideas separatistas y permitir que la Asamblea Constituyente decida la forma de autonomía y consensúe su forma de votación. Morales felicitó anoche al presidente del Comité Cívico pro Santa Cruz, Germán Antelo, y al prefecto de ese departamento, Rubén Costas, por haber decidido mantener la integridad del territorio nacional, informó la Agencia Boliviana de Información.
En breve contacto con los periodistas en el hall de Palacio Quemado, el Jefe de Estado destacó la decisión de cambio de discurso expresado por Antelo y Costas para preservar la integridad de Bolivia y la unidad de los bolivianos, dejando atrás esos afanes divisionistas. No obstante, los cabildos realizados simultáneamente el viernes en ciudades de Santa Cruz de la Sierra, Tarija, Trinidad y Cobija exigieron al Gobierno respeto a la ley, advirtieron sobre una declaración de “autonomías de facto” y el desacato a la nueva Constitución Política si no es aprobada por dos tercios. Las multitudinarias concentraciones plantearon dar cumplimiento a los resultados del referéndum del 2 de julio pasado, jornada en la que se determinó iniciar un proceso que consolide el régimen autonómico y el respeto a la Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente.La opción “no” del referéndum triunfó en los departamentos andinos de La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba y Chuquisaca, donde el presidente Morales concentra su mayor respaldo popular.Los cabildos fueron convocados por los comités cívicos y gobernadores a fin de reclamar la autonomía de esos departamentos y exigir que la Asamblea Constituyente apruebe la nueva Constitución por dos tercios de votos y no con el 51 por ciento como lo estipularon los constituyentes, 60 por ciento de ellos del oficialismo. Tras los cabildos de la noche del viernes, Morales expresó ante la prensa: “Mis felicitaciones por esa corrección. Podemos equivocarnos y me han impresionado esas intervenciones que están orientadas a la unidad del país, porque por encima de nuestras diferencias ideológicas, culturales y programáticas está la unidad de Bolivia, de la Patria y la unidad de nuestra nación”. El presidente Morales señaló que esa manifestación es una muestra de la decisión de avanzar juntos para la construcción de un nuevo país con igualdad y con justicia, dejando de lado posiciones que intranquilicen a la población. Sin embargo, Morales reiteró que la forma de autonomía no puede ser definida por el Poder Ejecutivo, Legislativo, los comités cívicos o los prefectos, sino únicamente por la Asamblea Constituyente. En ese marco, el jefe de Estado reiteró que la bancada del MAS -al interior de la Asamblea Constituyente- está dispuesta a retomar el diálogo en el momento que así lo requieran para encontrar una fórmula que permita allanar la forma de voto para la aprobación de los artículos de la nueva Carta Magna al interior de la Asamblea Constituyente.La tensión existente en Bolivia se intensificó el viernes con los enfrentamientos mantenidos por las distintas facciones en el bloque de ruta a San Julián (próximo a la capital cruceña) en la que resultaron heridas casi 70 personas.
¿BOLIVIA SE DIRIGE HACIA UNA NUEVA GUERRA CIVIL?
Para que una guerra civil se convierta en tal, debe haber dos bandos en pugna, y en Bolivia los hay. Dos sectores bien diferenciados, con intereses económicos, sociales y culturales bien disímiles y por momentos irreconciliables.
El Universal de México (www.eluniversal.com.mx)
Bolivia y la vorágine de su crisis despiertan temores y pueblan la agenda de conflictos para el 2007. No sólo en La Paz, sino la de todos los analistas y gobiernos de la región, que desde hace meses vienen elaborando planes para el peor de los escenarios: una guerra civil.
Para que una guerra civil se convierta en tal, debe haber dos bandos en pugna, y en Bolivia los hay. Dos sectores bien diferenciados, con intereses económicos, sociales y culturales bien disímiles y por momentos irreconciliables. Dos modelos de país, en su concepción y atados a ideologías enfrentadas. El altiplano empobrecido durante centurias, donde las culturas aborígenes tienen un peso notorio, y el Oriente, donde residen las mayores riquezas naturales de un país generoso en recursos primarios, pujante desde hace 40 años, hasta convertirse en el motor económico del país.
Para una guerra civil se necesitan dos bandos bien armados, o unas fuerzas armadas fracturadas a un lado y a otro de la trinchera, algo que todavía no se dio, y muchas veces, como fuerzas externas que pugnen por un conflicto, para sacar provecho, como ocurrió en Bolivia, en la guerra del Chaco, a finales de los años 30.
Por todo eso las posibilidades de que la irrupción en el gobierno, hace casi un año, de Evo Morales y su Movimiento al Socialismo (MAS), acelerara hasta el espíritu racista de muchos de los actores de la crisis, y esos dos modelos enfrentados de país devengan en una guerra civil, son altas.
Así lo establecen desde septiembre diversos documentos que circulan por las cancillerías de varios países sudamericanos. Un estudio realizado para el Banco Mundial por los especialistas Paul Collier y Anke Hoeffler arroja que existe 56% de posibilidades de que la crisis de Bolivia desemboque en una guerra civil. Algo similar analiza el canciller brasileño, Celso Amorín, quien desde entonces tiene en su despacho un estudio donde se sostiene que "antes de agosto del 2007", Morales y su gobierno "ingresarían en una crisis terminal.".
Asimismo la cancillería argentina mantiene viva su preocupación ante ese escenario. No sólo porque en medio de la crisis energética que vive el país, Bolivia es su principal proveedor de gas, sino porque una guerra civil equivaldría a recibir un gran número de refugiados, "entre 600 mil y un millón de refugiados a un costo anual para el Estado Nacional de entre 440 y 730 millones de dólares", según un análisis realizado sobre los datos de Collier y Hoeffler, quienes desde hace años estudian los desarrollos democráticos y sus respectivas crisis.
Ese informe, elaborado por el Grupo de Apoyo a las Colectividades Extranjeras de la Cancillería Argentina, a cargo de Leonardo Mazo, le fue entregado al ministro Jorge Taiana. Por eso, cuando días pasados en Cochabamba, durante la reunión de mandatarios de la Comunidad Andina de Naciones, Hugo Chávez se refirió a la crisis boliviana, dijo una de las más grandes verdades desde que irrumpió en el escenario internacional: "Los países de la región tenemos la responsabilidad de apoyar a Bolivia.". Poco hicieron Chávez y los mandatarios de la región para evitar el peligro. O tal vez lo hicieron mal, como es el caso del venezolano, quien en julio instó a su par Morales a hacer campaña contra la autonomía, lo que no hizo más que complicarle el programa.
Néstor Kirchner apuró en agosto el acuerdo por el aumento del precio del gas que llega a Argentina, como una forma de apuntalar al gobierno de Morales, y Lula se tragó el sapo en plena campaña electoral de cerrar el acuerdo tras la nacionalización del petróleo, que afectó a Petrobras más que a otras multinacionales europeas. Eso y no mucho más.
Morales goza de 56% de apoyo popular, según las últimas encuestas. Pero, restringido en votos, durante al Constituyente, donde siguió los consejos de Chávez en el tema autonómico, buscó forzar la votación por mayoría simple de los artículos de la nueva Constitución y de los dos tercios para el texto completo. De esa manera avanzó sobre la última trinchera que la oposición de derecha y la poderosa "Media Luna Oriental" (Beni, Pando, Tarija y Santa Cruz) tienen para salvar su poderío y lo que ellos entienden por autonomía, que se parece mucho a la secesión. A tal punto que en el último cabildo abierto, donde a último momento matizaron el discurso y frenaron la ruptura, impusieron 11 puntos (control de los recursos naturales y energéticos entre otros), poniendo en jaque la reciente nacionalización emprendida por el gobierno central. Morales abrió la mano a último momento para negociar la Constitución, pero no hay analista en Bolivia que no asegure que "el desenlace quedó para julio". En ese lapso, Evo y su gobierno deberán demostrar si tienen cintura para consensuar un país para todos y no el modelo que había propuesto cuando asumió, con una autonomía basada no sólo en los departamentos (como reclama la oposición), sino también en los municipios y las comunidades indígenas.
Si se escuchan los discursos y las acusaciones, se parece mucho a una pelea de sordos. Donde se tergiversan las propuestas y se busca voltear al rival con triquiñuelas políticas en la estancada Asamblea Constituyente. Por eso, en estos meses los autonomistas deberán demostrar, a su vez, que es la autonomía y no otros intereses más cercanos a gobiernos externos y multinacionales lo que los llevó a acelerar la crisis y a acusar a la administración Morales de "autoritaria, dictatorial y fascista".
Si uno y otro bando no logran demostrar esto y los países de la región no colaboran de lleno con Bolivia, el peor escenario puede plasmarse de forma que se dificulte que Bolivia siga siendo algo parecido a una nación.
Opinión
BOLIVIA: ENTRE LA IDEA DE REFUNDACIÓN Y LA GUERRA CIVIL
Evo Morales se acerca a su primer año de gobierno con simultáneos frentes de conflicto abiertos y una oposición en pie de guerra.
El Clarín de Argentina (www.clarin.com)
Por toda la violencia que signó su desarrollo desde la independencia en 1809, Bolivia ha conseguido esquivar el pozo ciego de una guerra civil. Esto puede parecer un flaco consuelo para una nación que ha visto perder más de la mitad de su territorio original a la codicia de sus vecinos; el puerto de Antofagasta a Chile en el siglo XIX y el estado de Acre a Brasil en 1903, entre otros. Pero el enfrentamiento fratricida no fue en Bolivia una de esas pesadillas que los pueblos sueñan despiertos.
¿Puede que esto cambie ahora, en pleno siglo XXI? Si uno se atiene al tenor del debate actual entre el gobierno de Evo Morales y sus opositores de la derecha del arco político, el horizonte de una guerra civil, que podría incluir un quiebre en la geografía política del país, parece por momentos incómodamente cercano. Morales habla abiertamente de la amenaza golpista de esa derecha y de resistirla por la fuerza si fuese necesario, y sus adversarios de "independizar" los cuatro departamentos (provincias) de la "media luna" oriental —Pando, Beni, Santa Cruz y Tarija— que son también las más ricas del país. Esta es una ecuación de extremos cuyo resultado final puede, sí, ser el infierno tan temido.
Es posible atribuirles a ambos bandos una dramatización deliberada de las circunstancias para reforzar sus propias posiciones. Pero el hecho de que las ideas más oscuras sobre el futuro nacional lleguen a la superficie de las cosas en el mismo momento en que una Asamblea Constituyente intenta, sin éxito hasta el momento, una refundación del Estado y del pacto social que deberá unir a los actuales y futuros bolivianos hace temer también una profecía autocumplida. Aquello que todos vaticinan pero ninguno quiere realmente que suceda puede suceder.
"¡No viviremos como esclavos; dos tercios o nada!", rezaba ayer una de las —para muchos— enigmáticas pancartas de los manifestantes convocados a los cuatro cabildos abiertos en los departamentos levantiscos, con el objeto de presentar un frente multitudinario de oposición a Morales. Morales acuarteló al Ejército, pero en rutas y calles ya se habían producido ayer enfrentamientos entre los grupos con muertos y heridos. El centro actual de esta puja puede parecer un arcano; se centra en un artículo del reglamento —el 71º— que se dio esa Asamblea que establece que los constituyentes pueden aprobar los artículos del nuevo texto constitucional con una mayoría simple.
La matemática: la Asamblea tiene 255 miembros de los cuales el oficialismo cuenta con 137. Si la mayoría es directa (128 votos) Morales y el Movimiento al Socialismo (MAS) podrían obtener una Constitución hecha a la medida del deseo. Si la norma es dos tercios, deberán negociar cada renglón de la nueva ley suprema con la oposición, horizonte desalentador para el presidente. La Constituyente ha sido reducida por el retiro de los delegados opositores a una escenificación hueca y ya hay quienes vaticinan su fracaso por la incapacidad de negociar posiciones, advirtiendo que puede vencer su plazo legal —agosto del 2007— sin tener un nuevo texto.
El argumento de los opositores parece una clásica reivindicación de principios de la teoría democrática. La mayoría directa es, dicen, una forma de excluir a las minorías, de dejarlas con apenas un hilo de voz pero sin fuerza para defenderse. Es también el modo que tiene Morales de contrabandear su "marxismo" en la ley de leyes y de asegurar condiciones que perpetúen a la izquierda, si no al propio presidente, en el centro de un poder que describen como "totalitario". Para más datos demonizadores, agregan que lo que quiere realizar es un remedo de la revolución bolivariana de su amigo, Hugo Chávez.
Pero ¿es realmente así? En esto ambos se parecen en algo, aunque no en lo que gritan sus respectivas oposiciones. Ninguno es el candidato apropiado para el sayo de autócrata o tirano. Ambos tienen innegable legitimidad en la voluntad popular expresada libremente —Morales ganó hace un año con un inédito 54% de los votos— y ninguno ejerce en sus países un perfil represivo siquiera vagamente parecido al de los regímenes dictatoriales. No importa lo que se piense de su calidad como gobernantes, tiranos no son. Morales ejerce, desde la perspectiva económica ortodoxa, una dosis adicional de cautela por sobre las prácticas de Chávez; en sí mismo esto no es necesariamente bueno pero habla a su favor desde la óptica de sus adversarios. En un año de gobierno, resistió fuertes presiones para conceder aumentos en el salario mínimo y en el que cobran los agentes estatales. Y el 2006 terminará superavitario para las arcas públicas en un cinco por ciento (-2,3% en 2005).
El Tesoro público crecerá en el 2007 un 7% del PBI, se estima, por el efecto del aumento de la recaudación sobre la riqueza energética que las empresas productoras aceptaron después del decreto supremo del pasado 1ø de mayo, no porque quisieran ayudar a Morales sino porque el petróleo y gas natural de Bolivia siguen siendo un buen negocio para ellas. Y el gobierno ha incluido la creación de un fondo de estabilización para hacer frente a tiempos en que los precios de la energía y de los minerales sean menos favorables que hoy.
Por supuesto, habrá también más inversión social, algo que Bolivia —donde dos tercios de sus nueve millones de habitantes viven en la pobreza— viene reclamando a gritos desde el fondo de su historia. ¿Esto significará menos para la minoría acaudalada? Sí, porque la distribución es siempre un juego de suma cero, pero no las reducirá a la miseria ni tanto menos.
Si se piensa que una buena parte de la nueva riqueza irá en cualquier caso a los departamentos que hoy aparecen rebeldes, ¿cuál es el fondo de la discusión? La refundación política, porque lo que intenta Morales no tiene que ver sólo con la distribución del ingreso, sino con el reparto del poder político que en Bolivia tiene aún un sesgo decididamente oligárquico.
Enfoque Internacional
CRECE LA TENSIÓN EN BOLIVIA
El Comercio de Ecuador (www.elcomercio.terra.com.ec)
La conducta del oficialismo en el seno de la Asamblea Constituyente, y en especial la intransigencia que se atribuye a la presidenta de ese cuerpo, Silvia Lazarte, parece haber acercado, una vez más, a Bolivia a una peligrosa encrucijada. En efecto, pese a que el artículo 232 de la Carta Magna boliviana y el artículo 4° de la ley de convocatoria a la constituyente establecen que cualquier cambio de la Constitución requiere el voto favorable de dos tercios de los constituyentes, la Asamblea aprobó por mayoría un reglamento que permite avanzar hacia la reforma por simple mayoría. Esta última norma ha sido impugnada por los partidos de la oposición y rechazada por las autoridades de los cuatro departamentos Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija.
El 4 de octubre pasado, cabe recordar, la Corte Suprema de Bolivia produjo un oportuno pronunciamiento que la mayoría de la Asamblea Constituyente, conformada en torno del MAS (la fuerza política que encabeza Evo Morales) ha desoído hasta ahora. Para el máximo tribunal boliviano, la Asamblea Constituyente es "derivada", razón por la cual no puede acumular facultades que corresponden a otros poderes del Estado.
Desoyendo las advertencias del referido tribunal, el MAS insiste en avanzar en la reforma por simple mayoría y, además, se niega a hacer público el proyecto de nueva Constitución que impulsa. Por esta razón, los líderes cívicos y los propios prefectos de los departamentos aludidos acaban de fundar la llamada Junta Autonómica Democrática de Bolivia. Simultáneamente los cuatro departamentos serán sede de cabildos abiertos que establecerán los pasos para obtener la autonomía, noción que incluye que los departamentos sean titulares de la propiedad de la tierra y de los recursos naturales ubicados en su jurisdicción. La falta de respeto al Estado de Derecho parece haber llevado una vez más a la sociedad boliviana al borde de peligrosos enfrentamientos sociales. Todavía queda algún tiempo para la búsqueda de consensos.
Opinión
BOLIVIA Y LOS SEPARATISMOS
El heartland o corazón del continente suramericano esta en conflicto, las noticias que no llega desde la Republica de Bolivia no pueden ser mas desalentadoras, ya que en los últimos días se están desarrollando acontecimientos que tienden progresivamente a una crisis que no sabemos cuales serán las consecuencias finales.
El Momarandu de Argentina (www.momarandu.com)
Hace ya mas de un año en un articulo que publicamos como parte de los conflictos regionales alertábamos sobre: los separatismos, (1) una nueva tendencia que se basaba en antiguos conflictos irresolutos e incentivar las diferencia entre pueblos ya sea por origen, por raza o por riqueza que debemos reconocerlo son apoyado por factores externos interesados en los recursos.
Creo que hemos sido mas que insistente en demostrar que el mundo esta en un proceso de reacomodamiento en grandes bloques por lo menos en los países centrales esa tendencia se profundiza en lo que los hemos definido como “Bloques Continentales Económicos”(2), y como consecuencia de ese reacomodamiento se libra una lucha por el “Control de los Recursos Naturales”,(3) por ello la acción de profundizar nuestra alianza estratégica tomando como base el núcleo fuerte de Argentina y Brasil como base para una conformación ampliada en un nuevo Espacio “Continental Económico” Suramericano.
Hoy esta posibilidad esta en riesgo, el Gobierno Boliviano puede tener “buenas intenciones”, pero “una buena política se mide por su eficacia y no por su intenciones”, y la realidad que nos esta planteando el panorama político de Bolivia es que Evo Morales no gobierna a la totalidad de Bolivia, que se profundiza el conflicto Oriente vs. Occidente, que se estigmatiza, a unos como blancos y otros como indios, y déjemelo bien en claro a esta altura de la historia del Continente todos somos criollos.
Que todos estos falsos paradigmas solo sirven a los diferentes sectores económicos políticos para sacar la mejor tajada posible de los conflictos que fogonean y que lanzan a la lucha callejera a la gente a ser sacrificados por intereses que no entienden y ni los favorece.
Bolivia como bien lo expresara el filosofo Alberto Buela: “…..Bolivia necesita una constitución federal que contemple además de la representación partidocrática una representación estamental que defienda su diversidad cultural. Pero claro, esto es demasiado pedirle a la dirigencia boliviana ganada por el discurso multiculturalista norteamericano (García Linera), el discurso marxista-indigenista de Evo y el discurso liberal-burgués de la oposición”.
La Argentina no puede hacerse la desentendida, y debe operar con su socio estratégico Brasil, para lograr hacer un pívot que desde Santa Cruz de la Sierra, fortalezca un centro para la construcción de la una Geopolítica auténticamente Suramericana y no dejarla librada a elementos que desde Europa o EEUU fogonean los conflictos para sacar gigantescas ventajas económicas incentivando los rencores. Ya en esa Ciudad se instalo la Confederación Internacional por la Libertad y Autonomía Regional (CONFILAR), ONG que nuclea a los autonomistas de la Provincia de Zulia en Venezuela y Guayaquil del Ecuador y que lo preside un dirigente de Santa Cruz de la Sierra. Estos tienen el apoyo de los sectores liberales económicos y de las grandes empresas afectadas por la ola de renacionalización que circula por América del Sur después del fracaso Neoliberal.
Digámoslo con todas las letras un crisis grave en Bolivia nos afectara a los Argentinos y no solo en el suministro del Gas o Petróleo, sino por las consecuencia de que rompe y desconecta el norte Argentino de toda una región donde tenemos intereses e inversiones, además del drama social que conllevaría si se producen enfrentamientos armados, que por el momento están controlados, (el Ejercito Boliviano denuncio el robo de armas a unidades militares por elementos autonomistas), no podemos olvidar que por causas similares se inicio el conflicto en la ex Yugoslavia que termino en una guerra que disolvió a ese País y no tenia las riquezas que tiene la media luna Boliviana.
También, es tema de permanente preocupación para nuestro futuro mediato todo lo que ocurre en el otro extremo de nuestra frontera Norte la llamada Triple frontera, donde recientes denuncias del Departamento del Tesoro de EEUU indicaron que financistas de los grupos terroristas internacionales operan desde Ciudad del Este, denuncia que fue rechazada tanto por Argentina, Brasil y Paraguay, pero la administración Bush sigue con su política de militarizar todo conflicto, no olvidemos que tenemos la Base de mariscal Estigarribia desde donde monitorean la Triple Frontera y están cerca de Santa Cruz de la Sierra, que dicha base aérea permite el traslado de tropas y equipo pesado para intervenir en cualquiera de los dos lugares referenciados anteriormente en el caso de que ocurriera conflictos graves (4).
Esta Argentina, debe sacudirse su aletargamiento y conocer este cuadro de situación (por lo menos en sus cuadros dirigenciales), y comprender estos factores que nos afectaran a todos los habitantes del País, mas si se desmadra la situación antes mencionada, a lo cual debemos sumar el conflicto internacional con Uruguay por las pasteras que todos en su conjunto ponen en juego las relaciones de los Países del Cono Sur. Como vemos el camino de la integración esta lleno de dificultades y nos debe llevar a pensar en sacrificios para logra el objetivo mayor que es impedir la balcanización y fortalecer nuestro “Espacio continental Económico” propio, y para ello debemos defender nuestro heartland o corazón del continente suramericano.
Opinión
LA LECCIÓN DE BOLIVIA
El Comercio de Ecuador (www.elcomercio.terra.com.ec)
Si algo nos enseña la experiencia boliviana en torno a la asamblea constituyente es esto: para que sea exitosa, toda reforma debe contar con el amplio respaldo de los involucrados. Sin el beneplácito generalizado de la ciudadanía, aquel intento de transformación quedará trunco y sólo provocará división y violencia en la sociedad.
¿Por qué el país del altiplano ha llegado a ese estado de crispación social e inestabilidad política? A mi juicio, porque los líderes del Gobierno boliviano -con Evo Morales a la cabeza- no entienden los mecanismos que hacen de las democracias modernas instrumentos efectivos de Gobierno.
Tal vez sin proponérselo, el gobierno de Morales ha aupado una forma caduca de democracia, al estilo de la que se practicaba en la antigua Grecia. En efecto, hace dos mil años, los griegos gobernaban a través de asambleas populares con poderes ilimitados, donde las decisiones se tomaban por mayoría simple y todos debían someterse a los designios de esa mayoría (cambiante y temperamental), sin que hubiera ningún mecanismo para recurrir aquellas decisiones.
Benjamín Constant -insigne historiador de la antigüedad- ha explicado que en este tipo de democracia los derechos de las personas eran inexistentes y que la voluntad de los individuos era sometida a la autoridad de la comunidad. Como es obvio, un esquema así de gobierno indujo a muchos abusos e injusticias. La más grave de ellas fue, con toda seguridad, la condena a muerte de Sócrates por un grupúsculo de asambleístas radicales, incómodos con la forma de pensar y de vivir de aquel filósofo.
Los romanos aprendieron de los errores de los griegos y redefinieron a la democracia ya no como el gobierno de la mayoría simple, sino como el tratamiento igualitario de todos los ciudadanos frente a la Ley. Este nuevo concepto de la democracia dio pie al desarrollo de otra noción importantísima a la que me referí la semana pasada: el balance de poderes.
El imperio de la Ley y la división de poderes son, pues, los dos elementos clave que garantizan el buen funcionamiento de todo régimen democrático. Cualquier reforma que soslaye estos dos ingredientes fundamentales estará condenada al fracaso porque no contará con la legitimidad suficiente para que perdure en el tiempo y se consolide.
El caso boliviano ilustra perfectamente este punto: la asamblea constituyente de ese país ha aprobado, con solo la mitad más uno de los votos, una serie de leyes que suponen cambios profundos en la tenencia de la tierra. Si bien es cierto que la concentración de la propiedad ha sido siempre una fuente de pobreza y de retraso para las sociedades, tampoco es menos cierto que la forma como se quiso corregir ese problema carece de legitimidad por haber sido aprobado entre gallos y medianoche por solo la mitad más uno de los asambleístas.
Al igual que Bolivia, este país también pudiera entrar en una suerte de ‘furor asambleísta’ que nos hiciera creer que todos nuestros problemas pueden ser resueltos de un solo plumazo, irrespetando debidos procesos y violando la legalidad. Por tanto, es indispensable tener claro que los únicos mecanismos que aseguran la viabilidad de las reformas son la legalidad y la división de poderes.
Editorial
LA SITUACIÓN BOLIVIANA
El enfrentamiento entre el gobierno de Evo Morales y las cuatro regiones autonomistas bolivianas está derivando rápidamente hacia un conflicto de características imprevisibles. Las FFAA bolivianas están "alertas y de vigilancia" según informa el diario boliviano La Razón del viernes 15. Aunque luego los responsables de las FFAA, el ministro de Defensa Walter San Miguel y el comandante general de las FFAA Gral. Wilfredo Vargas, se encargaron de atenuar el alcance de la medida, quedó flotando en el ambiente boliviano la declaración del militar quien dijo que las FFAA tienen como misión garantizar al "gobierno legalmente constituido y obedecer al Capitán General -que es Evo Morales". El presidente del Comité Cívico cruceño, Germán Antelo, manifestó que "las FFAA son del Estado boliviano" lo que, para quien sabe leer entre líneas, significa el repudio a su utilización para apoyar militarmente las políticas del gobierno.
La Nación de Paraguay (www.lanacion.com.py)
Se trata, desde luego, de una crisis creciente, que inevitablemente derivará en un fuerte enfrentamiento, porque la autonomía que reclaman Santa Cruz, Beni, Tarija y Pando puede terminar en una guerra de secesión. ¿Cuál será la política paraguaya si sucede lo peor? Nadie sabe, porque el presidente de la República se niega a considerar siquiera la posibilidad de una hipótesis de conflicto con Bolivia o de un derrame de refugiados sobre nuestras fronteras, por lo cual ni las FFAA están preparadas ni hay infraestructura para recibir a civiles en fuga. Mientras esto sucede en nuestras fronteras, y mientras existe un pacto militar entre Evo Morales y Hugo Chávez -quien ya amenazó con intervenir en Bolivia- el presidente de la República hace insensata gala de su política antinorteamericana.
Hay que ver en el mapa sudamericano las posibilidades de Hugo Chávez de intervenir militarmente en Bolivia. Como Venezuela no tiene fronteras con Bolivia tiene que hacerlo a través del cielo brasileño o de la costa chilena, suponiendo que pueda franquear el Canal de Panamá. Ambas cosas son muy poco probables. Pero si Brasil permite utilizar su espacio aéreo, Venezuela tiene capacidad de transportar tropas por vía aérea. Una intervención venezolana en Bolivia desataría una serie de reacciones internacionales peligrosas, porque no es de suponer que Chile y Perú admitan tal intervención.
Hay que recordar los episodios que precedieron a la Primera Guerra Mundial, cuando una pequeña chispa -el asesinato en Sarajevo del Archiduque Francisco Fernando de Austria- hizo estallar un barril de pólvora que incendió Europa. Uno tras otro los países de Europa fueron entrando en la conflagración que solamente se detuvo cuatro años más tarde y luego de treinta millones de muertos.
Nadie desea que se produzca una conflagración a raíz de una posible y hasta probable revolución secesionista en Bolivia, pero nadie puede desconocer que existe tal posibilidad y que, si sucede, Paraguay puede ser una de las víctimas.
El comandante en jefe de las FFAA es un negado en política internacional, en geopolítica y en estrategia militar y, sin embargo, impone su opinión a los profesionales, que se llaman a silencio para no aparecer como deliberantes. Y esto debilita la Defensa Nacional.
Lo más grave de todo es que el pueblo, que no confía en el gobierno, no quiere rearmar a las FFAA por considerar que serán un instrumento de dominación y no de salvación pública.
Opinión
‘COLLAS’ VS. ‘CAMBAS’
El Comercio de Ecuador (www.elcomercio.terra.com.ec)
En enero pasado, a pocos horas de que Evo Morales asuma la Presidencia de Bolivia, el analista paceño Carlos Cordero Garrafa advirtió en una entrevista con el autor de este enfoque que en su país, con el transcurso de los meses, pudiera sumergirse en una encrucijada.
Lo peor que pudiera suceder, decía, es que el primer Mandatario indígena en la historia del país del altiplano optara por la vía del chavecismo venezolano.
Queda claro que el chavecismo supone la concentración de poder, para implementar un sistema político, en este caso la revolución bolivariana o el socialismo del siglo XXI.
Pero la fórmula, como se ve, no funciona en Bolivia, básicamente porque Evo Morales no dispone de los miles de millones de ‘petrodólares’, que si posee su homólogo venezolano y que le han permitido a este último legitimar su poder e incluso ganar todas las elecciones en las cuales ha participado.
Al escoger la vía de la Asamblea Constituyente y, sin previo aviso, cambiar las reglas de juego para el funcionamiento de ese órgano, Morales ha empujado a su país hacia un proceso de fractura, que incluso puede derivar en una secesión, algo sin precedente en América Latina.
En Bolivia, de hecho, existe desde siempre una división no solo geográfica. Por un lado, está el rico oriente, y por el otro, el pauperizado occidente. Se trata de un conflicto político-social que se ha profundizado en estos 11 meses entre los ‘collas’ (indios) y los ‘cambas’ (‘blancos’) de Santa Cruz. El actual Régimen de La Paz ha exacerbado esa división y el resultado es que el país está más fracturado que nunca.
EL "OTRO PAÍS" QUE NO QUIERE COMPARTIR NADA CON LA PAZ
El Clarín de Argentina (wwwlclarin.com.ar)
Santa Cruz es lo que es gracias a Bolivia o a pesar de ella? La respuesta a esta pregunta sintetiza las actuales confrontaciones regionales que vive el país: en el occidente pobre resaltan que todo fue debido a la transferencia de parte del excedente minero hacia este departamento (provincia), mientras que en el oriente le asignan al "carácter emprendedor" de los cruceños todo el mérito por su actual alto lugar en la economía boliviana.
Lo cierto es que, en medio siglo, Santa Cruz pasó de ser una población marginal a ganarse un lugar como la capital del departamento más rico de Bolivia, con una economía basada en la agroindustria. Y hoy lidera a tres departamentos más "la denominada media luna" en su lucha por las autonomías: Tarija, sede de las principales reservas gasíferas y fronterizo con Argentina, Beni, dedicado a la ganadería, y el casi despoblado Pando en la Amazonia. Esta "otra" Bolivia suma el 43% del Producto Bruto Interno nacional.
Hasta los años 50 Santa Cruz se encontraba casi aislada del resto del país: un camión necesitaba seis días para hacer los quinientos kilómetros que la separan de Cochabamba. "En 1904, cuando pedimos un ferrocarril un diputado paceño dijo en el Parlamento: ¿para qué quiere Santa Cruz un ferrocarril, para separarse como Panamá de Colombia?, fíjese usted la perversidad", dice a Clarín el historiador Alcides Parejas. En estos días de pelea con La Paz, todos recuerdan las violentas luchas de 1957 por el 11% de las regalías petroleras "con las que se financiaron varios planes de desarrollo" y las "injurias" del gobierno central que, también entonces, los acusó de separatistas.
Pero los críticos de las "elites cruceñas" resaltan la otra cara de la moneda: los nexos entre el Comité Cívico pro Santa Cruz y los grupos falangistas para conspirar contra el gobierno nacionalista surgido de la revolución de 1952. Dicen que hoy hacen lo mismo con el actual presidente Evo Morales.
Según un informe de la Cámara de Industria y Comercio, Santa Cruz genera el 30 por ciento del Producto Bruto Interno nacional, aporta alrededor de 37 por ciento del total de impuestos y recibe casi la mitad de la inversión extranjera que llega a Bolivia.
En Santa Cruz las "misses" ocupan un importante lugar en la sociedad, por lo que no sorprende que fuera una Miss Bolivia quien pretendió marcar, brutalmente, las diferencias entre oriente y occidente: "Nosotros somos altos, blancos y hablamos inglés", dijo no hace mucho Gabriela Oviedo y provocó un escándalo.
Autonomía basada en el reparto de ingresos
El conflicto entre Santa Cruz y La Paz tiene una historia larga —que incluye el levantamiento federal e "igualitario" de Andrés Ibáñez, fusilado en 1877— pero tomó nuevos bríos después de la caída de Gonzalo Sánchez de Lozada en octubre de 2003. La "guerra del gas" no solamente acabó con el arquitecto de las reformas de libre mercado en el país sino que abrió paso a una transición política en la que los grupos de poder cruceños perdieron su cupo en el Estado nacional. Primero fue el entonces presidente Carlos Mesa quien los acusó de ser "unas elites provincianas" y les cerró el paso en su administració n. Luego vino Evo Morales que a sus posiciones nacionalistas sumó una estética andina que irrita a muchos cruceños. Sin embargo, las demandas de autonomía están lejos del reclamo de independencia, sostenido sólo por el grupo marginal Nación Camba. Dos parecen los objetivos del movimiento en marcha. El primero, blindar a estas regiones de la marea "populista e indigenista" de Morales, hostil a los principios de la economía de mercado que en Santa Cruz no fueron cuestionados como en la Bolivia indígena. Y, en segundo lugar, manejar los recursos locales.
"Es muy importante que haya una descentralizació n no sólo del gasto sino de los ingresos, serían las regiones las que entregarían los ingresos al gobierno nacional, quedándose con alrededor del 31%, también se incluye un fondo de compensación para los departamentos más deprimidos", dice Juan Carlos Urenda, principal asesor del Comité Cívico en el tema autonómico.
Dentro del área económica hay un tema especialmente sensible: la tierra. Por eso el proyecto anunciado ayer por el prefecto (gobernador de Santa Cruz) Rubén Costas contempla "competencias compartidas en la gestión de la tierra entre el gobierno nacional y los poderes locales". Los modelos de Urenda son España y Colombia.
“PATRIA EN PELIGRO” ES LA AMENAZA DE EVO MORALES
ABC de Paraguay (www.abc.com.py)
La administración de Evo Morales utiliza con ligereza la amenaza de “la patria en peligro” para acallar a la oposición. Mañana podría hacer lo mismo, argumentando un peligro externo, lo que podría poner a Paraguay en la mira. Las FF.AA. no intervienen en el problema interno, pero están en un proceso de rearme.
“Cuando acechan intentos secesionistas en Bolivia, la autonomía ya es una traición a la patria”, expresó el presidente Evo Morales en el acto de graduación de oficiales del Colegio Militar del Ejército, que tuvo lugar el pasado 11 de diciembre.
La respuesta a esta tajante afirmación vino del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, general Wilfredo Vargas, quien advirtió: “La patria no se toca”, aludiendo a la junta autonómica.
Por su parte, el jefe del Ejército, general Freddy Bersati, dijo lo siguiente: “Autonomías autodeclaradas tienen que seguir un proceso constitucional. Si las leyes dicen que no es legal, pues hay un órgano que es la Policía Nacional, y si esta no es suficiente, van a estar las Fuerzas Armadas ahí detrás”.
Estas declaraciones se hicieron luego de que el presidente Evo Morales llamará a las instituciones militares a defender la integridad territorial.
Los dirigentes cívicos de Santa Cruz, Tarija, Pando y Beni, también apelaron a las Fuerzas Armadas. En una extensa solicitada publicada el jueves 14 de diciembre en los principales medios escritos del país, recordaron que desde un gobierno que nunca fue amigo del Ejército “se incita burdos pretextos de separatismos en los cuatro departamentos donde el actual presidente perdió la elección”.
Agregaron que “el país y las propias Fuerzas Armadas conocen el discurso de los sindicatos que hoy ostentan el poder político respecto al Ejercito nacional. Pretender cobijarse ahora bajo el paraguas militar ante la reacción pacífica del pueblo que lucha por el propio cumplimiento de la ley, de la Constitución y la democracia, no solo es un acto de cinismo, sino también de cobardía”.
Insistiendo en que la lucha por la autonomía y el respeto a los dos tercios en las votaciones para aprobación de la nueva Constitución nacional, recuerdan al alto mando militar lo siguiente: “Solo el gobierno, con su política divisionista, nos llevará a un callejón sin salida que indefectiblemente terminará en la confrontación”.
Las Fuerzas Armadas de Bolivia tienen el poder suficiente para inclinar la balanza a un lado u otro, de allí el llamamiento que realizaron ambos sectores en los días previos al cabildo que congregó a un millón de personas en Santa Cruz.
La gran incógnita es, obviamente, qué harán los militares, porque, salvo palabras protocolares, que no pasan de advertencias mediáticas, se mantienen dentro de sus cuarteles. Una de las primeras medidas de la administración Morales fue aumentar el salario de los militares en su conjunto, sobre todo de suboficiales y soldados, aparte de cambiar de un plumazo el alto mando. En caso de conflicto interno, es probable que los oficiales se nieguen a disparar contra los conciudadanos, pero no se sabe a quién responderán suboficiales y soldados.
En procura de establecer cohesión dentro de las Fuerzas Armadas, el Gobierno insiste en que la patria está en peligro y su división llevará a la destrucción de Bolivia. Obviamente, se responsabiliza al movimiento autonómico de un supuesto intento de secesión.
Si fracasa el paso de crear un enemigo interno, puede seguir una amenaza externa para la supervivencia de Bolivia.
IRRESPONSABILIDAD DE HUGO CHAVEZ
El embajador de Venezuela en Bolivia, Julio Montes, cometió el grave error diplomático de ofrecer en forma pública la presencia de militares venezolanos para enfrentar el conflicto de las autonomías. Primero, es un desprecio absoluto a la capacidad operativa de las Fuerzas Armadas de Bolivia, y segundo, confirmó las sospechas de lealtad de los hombres armados hacia Evo Morales.
Un par de días después, el embajador Montes confirmó que su país financiará más de 20 puestos militares en las fronteras y construirá un puerto en Puerto Quijarro, en las inmediaciones del río Paraguay, al norte de Bahía Negra.
El paquete de ayuda venezolana a Bolivia, en el marco de un convenio de defensa mutua, tiene como objetivo entregar armas y tecnología, así como modernizar las Fuerzas Armadas locales. Construcción de fuertes en la frontera y armamento no son precisamente el apoyo que requiere un país que se encuentra al límite de la confrontación interna, salvo que exista interés en terminar de hundir a Bolivia en un punto extremo que llegue a requerir la presencia de tropas venezolanas en su suelo.
A la asistencia militar de Venezuela se suma el aporte de la República Popular China. El 15 de diciembre, el embajador chino entregó al alto mando militar un primer lote de donaciones que incluyen visores nocturnos, municiones para artillería e infantería, cerebros electrónicos para vehículos, botes de asalto, cascos de combate y chalecos antibala de uso táctico.
El próximo lote consistirá en 34 camiones de transporte de tropas, buses, camionetas y grúas para vehículos pesados. El embajador chino expresó a los medios de comunicación que su país está dispuesto a llevar los lazos militares “a un terreno más amplio y profundo”.
Este es el panorama que plantea Bolivia en el terreno militar, de cara a la región y a la inestable situación interna.¿Qué amenaza puede alegar el país andino para iniciar un proceso de rearme de su ejército? Venezuela y China Popular ofrecen donaciones importantes, que los militares y Evo Morales aceptan encantados. El riesgo es la ligereza con que La Paz utiliza el grito de “la patria en peligro” en procura de acallar la disidencia. Mañana puede hacer lo mismo, frente a una amenaza externa, donde Paraguay puede estar en la mira.
Presidente boliviano celebra un año desde su elección con crisis por Constituyente y autonomías
COMPLICADO ANIVERSARIO PARA EVO MORALES
Morales ganó las presidenciales del 18 de diciembre del 2005 con el 53,7% de los votos. Doce meses después las divisiones político-sociales amenazan la estabilidad interna e incluso la integridad territorial boliviana.
La Nación de Chile (www.lanacion.cl)
Los aniversarios suelen ser fechas para la satisfacción, pero Evo Morales -quien recuerda hoy un año desde que resultó electo como el primer Presidente indígena de Bolivia (y de América Latina)- no parece tener ánimo para celebraciones, aunque estén organizadas.
Pese a algunos sonados triunfos políticos como la nacionalización de los hidrocarburos, su posterior negociación con las petroleras extranjeras o el establecimiento de la Asamblea Constituyente (donde logró la mayoría de los votos), estos primeros meses del Gobierno de Morales se han caracterizado por los conflictos.
La situación interna de Bolivia se encuentra más que convulsionada por huelgas de hambre, manifestaciones, declaraciones unilaterales de autonomía de algunos departamentos y quiebres del diálogo entre el Gobierno y la oposición política.
Morales ganó los comicios presidenciales del 18 de diciembre del 2005 con el 53,7% de los votos e inmediatamente dejó claro que uno de sus proyectos más urgentes sería el establecimiento de la Asamblea Constituyente, que tiene por misión reformar la Carta Magna y que fue una de las banderas de lucha de la campaña electoral.
Hoy esta Asamblea está en crisis y su trabajo estancado, justamente por las divisiones entre el oficialismo (que tiene la mayoría de los votos) y la oposición, respecto a los porcentajes requeridos para aprobar los cambios constitucionales que deberían estar listos durante la primera mitad del próximo año.
La oposición rechaza la decisión oficialista de aprobar las modificaciones por mayoría simple y exigen que se haga con los 2/3 de los votos de los constituyentes, lo que le daría más participación.
Estas diferencias pasaron de las discusiones en el seno de la Asamblea a las calles. Masivas huelgas de hambre y manifestaciones callejeras han enrarecido el ambiente nacional.
AMENAZA INTEGRAL
Pero Morales no ha tenido que enfrentar sólo a los partidos que venció en las urnas el año pasado sino que a cuatro departamento, entre ellos dos de los más ricos del país, en los que perdió las elecciones para gobernadores.
Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando insisten en cobrar al Mandatario su promesa de autonomía administrativa regional, para lo cual incluso han convocado a cabildos abiertos (realizados el viernes) para discutir el tema y preparar un eventual quiebre con el Gobierno de La Paz.
Los observadores internos han advertido que la falta de acuerdo en este punto podría fracturar peligrosamente la sociedad boliviana y que estaría en juego, incluso, la integridad territorial del país.
Otro punto que ha polarizado a la sociedad boliviana es el de la modificación a la Ley Agraria, a la que se oponían los partidos de derecha y que sólo fue aprobada cuando el oficialismo logró el apoyo de dos senadores rivales, tras una larga disputa legislativa.
PUNTOS CLAROS
Un tema que parece no haber sido tan complicado en el plano interno -aunque en el externo tuvo en aprietos al régimen de Morales- fue el de la nacionalización de hidrocarburos, que fue aceptada por prácticamente todos los sectores. Pese a sus alegatos iniciales, incluso las multinacionales extranjeras terminaron negociando por el Gobierno, lo que fue considerado un gran triunfo político del Mandatario socialista.
El único punto negro en este tema parece ser las diferencias que el gobernante tendría con el presidente de la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Juan Carlos Ortiz.
Ayer, voceros del Gobierno debieron salir a desmentir las informaciones de prensa que anunciaban la supuesta renuncia de Ortiz “por falta de apoyo a su gestión”. YPFB debe en los próximos meses hacerse cargo de la comercialización del petróleo local.
Pero claramente el desafío más importante del Gobierno de Morales es ahora la pacificación interna y evitar nuevos estallidos de violencia social, los que, en un pasado no tan lejano, ya le costaron el puesto a algunos de sus antecesores.
MORALES LLEGA A SU PRIMER AÑO EN UNA BOLIVIA DIVIDIDA
Cumple su primer aniversario en la presidencia en un contexto marcado por las hostilidades entre oficialismo y oposición. La reforma constitucional causa malestar al igual que promesas incumplidas.
Diario Infobae de Argentina (www.infobae.com)
El presidente de Bolivia, Evo Morales, celebrará hoy un año de su triunfo electoral agobiado por una crisis política centrada en la Asamblea Constituyente, una de sus banderas en la campaña que precedió a los comicios. Morales, de 47 años, ganó los comicios presidenciales del 18 de diciembre del 2005 con el 53,7 por ciento de los votos, frente a varios partidos tradicionales, con el respaldo de los campesinos productores de coca y un sinfín de sindicatos urbanos y agrupaciones agrarias.
Tras once meses de gobierno, el mandatario que había ofrecido "enseñar a gobernar", cumplió casi inmediatamente su promesa de convocar a elecciones para conformar una Constituyente que redacte una nueva carta magna para "refundar" el país.
El objetivo, sin embargo, tropezó con una interpretación a la norma que establece la fórmula de votación en el foro y que ha demandado más de la cuarta parte de los doce meses que tiene de plazo para concluir su misión.
Ese tiempo no sólo absorbió horas de discusión en la Asamblea sino en la gestión del jefe de Estado, que sostiene con firmeza su decisión de realizar una "revolución democrática y cultural" en Bolivia a pesar de la firme postura de la oposición.
Morales no ha tenido que enfrentar sólo a los partidos que venció en las urnas sino a cuatro regiones, entre ellas dos de las más ricas del país, en las que perdió las elecciones para gobernadores, y que son ahora las que duplican su dolor de cabeza.
Tanta es la fuerza en los departamentos de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, que el presidente tuvo que felicitar a sus líderes por llamar a la unidad en las asambleas populares que llevaron a cabo el viernes pasado. Ello a pesar de que en éstas advirtieron con desobedecer la nueva Constitución si el Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido oficialista, persiste en ignorar su pedido de autonomía administrativa regional.
La crisis entre el oficialismo y la oposición comenzó con la confrontación en el Congreso por la modificación a la Ley Agraria, a la que se oponían los partidos de derecha y que fue aprobada cuando el oficialismo logró el apoyo de dos senadores rivales. La oposición de la derecha fue tal que hasta hicieron una huelga en el Legislativo para no aprobar nuevas leyes.
La proclama antiimperialista de despenalizar la hoja de coca no se ha podido concretar y apenas ha descubierto el rumbo en la burocracia que requiere esa meta en las Naciones Unidas, pero apenas ha convencido a Estados Unidos de que redujo 5.000 hectáreas de cultivo de la polémica planta.
EL GOBIERNO DE MORALES CELEBRA AÑO CON UNA BOLIVIA DIVIDIDA
ADN mundo de Argentina (www.adnmundo.com)
El Presidente de Bolivia, Evo Morales, celebrará hoy lunes un año de su triunfo electoral agobiado por una crisis política centrada en la Asamblea Constituyente, una de sus banderas en la campaña que precedió a los comicios.
Pese a algunos sonados triunfos políticos como la nacionalización de los hidrocarburos, su posterior negociación con las petroleras extranjeras o el establecimiento de la Asamblea Constituyente (donde logró la mayoría de los votos), estos primeros meses del Gobierno de Morales se han caracterizado por los conflictos. La situación interna de Bolivia se encuentra más que convulsionada por huelgas de hambre, manifestaciones, declaraciones unilaterales de autonomía de algunos departamentos y quiebres del diálogo entre el Gobierno y la oposición política.
Morales ganó los comicios presidenciales del 18 de diciembre del 2005 con el 53,7% de los votos e inmediatamente dejó claro que uno de sus proyectos más urgentes sería el establecimiento de la Asamblea Constituyente, que tiene por misión reformar la Carta Magna y que fue una de las banderas de lucha de la campaña electoral. Tras once meses de gobierno, el mandatario que había ofrecido "enseñar a gobernar", cumplió casi inmediatamente su promesa de convocar a elecciones para conformar una Constituyente que redacte una nueva carta magna para "refundar" el país.
Evo subió con el apoyo de los campesinos productores de coca, especialmente del Chaparé y gran parte de los sindicatos urbanos y agrupaciones del sector campesino que llegado el momento son los defensores del actual gobierno del MAS, sin embargo la Carta Magna no sólo afecta a la mayoría de los bolivianos sino a cada uno de los habitantes del país y en esa dimensión se encuentra el contexto de la Constituyente.
Hoy esta Asamblea está en crisis y su trabajo estancado, justamente por las divisiones entre el oficialismo (que tiene la mayoría de los votos) y la oposición, respecto a los porcentajes requeridos para aprobar los cambios constitucionales que deberían estar listos durante la primera mitad del próximo año.
La oposición rechaza la decisión oficialista de aprobar las modificaciones por mayoría simple y exigen que se haga con los 2/3 de los votos de los constituyentes, lo que le daría más participación.
Tras la dura oposición de las ciudades de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando y el estigma que tiene el primer mandatario de separatismo, los diferentes sectores ahora están definidos. Morales sigue basando su apoyo en los sectores que lo hicieron en las elecciones y no así con la clase media, segunda fuerza de votación, además a la que afectó más el nuevo sistema impuesto por el MAS.
Los cabildos demostraron que la clase media esta alineada con los cívicos que proponen autonomía y en caso de no ocurrir esto amenazan los cinco departamentos con desobedecer la nueva Constitución del Movimiento Al Socialismo (MAS).
Pero los dolores de cabeza, comenzaron en el congreso, cuando tuvieron que tratar las modificaciones de la ley agraria (INRA), que al final fue aprobada en tiempo récord y tirada de los pelos, debido a que se la hizo de una manera un tanto poco usual y con votos de dos senadores opositores al proyecto oficialista.
Estas diferencias pasaron de las discusiones en el seno de la Asamblea a las calles. Masivas huelgas de hambre y manifestaciones callejeras han enrarecido el ambiente nacional.
Puntos de apoyo
Un tema que parece no haber sido tan complicado en el plano interno -aunque en el externo tuvo en aprietos al régimen de Morales- fue el de la nacionalización de hidrocarburos, que fue aceptada por prácticamente todos los sectores. Pese a sus alegatos iniciales, incluso las multinacionales extranjeras terminaron negociando por el Gobierno, lo que fue considerado un gran triunfo político del Mandatario socialista. El único punto negro en este tema parece ser las diferencias que el mandatario tendría con el presidente de la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Juan Carlos Ortiz.
Ayer, voceros del Gobierno debieron salir a desmentir las informaciones de prensa que anunciaban la supuesta renuncia de Ortiz “por falta de apoyo a su gestión”. YPFB debe en los próximos meses hacerse cargo de la comercialización del petróleo local.
Pero claramente el desafío más importante del Gobierno de Morales es ahora la pacificación interna y evitar nuevos estallidos de violencia social, los que, en un pasado no tan lejano, ya le costaron el puesto a algunos de sus antecesores.
Inteligencia
TUPAC AMARU TENDRÍA BASES DE APOYO EN CHILE Y BOLIVIA
La reactivación del grupo terrorista Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) fue denunciada por fuentes de la inteligencia peruana, citadas por el diario "El Comercio" de Lima, revelando además el uso de Chile y Bolivia como bases de apoyo. El MRTA secuestró en 1997 a 72 personas en la embajada de Japón en Lima, cuya liberación dejó a 13 terroristas muertos y el repliegue del grupo. Pero un informe de inteligencia advierte que desde 2004 ha dado "señales claras de recomposición".
El Mercurio de Chile (www.emol.com)
El establecimiento en Chile y Bolivia de dos núcleos importante del grupo subversivo Movimiento Revolucionario Tupac Amaru, tras su repliegue militar y político en 1997, reveló ayer el diario "El Comercio" de Lima. La edición informa que los sobrevivientes y los que eludieron su detención huyeron de Perú, radicándose en los países vecinos, los que, se dice, "son usados desde entonces como bases de apoyo para sus objetivos legales, políticos e incluso militares".
Un rol clave desempeñaría en los nexos del MRTA con Chile el colectivo Micaela Bastidas, promotor de la liberación de presos emerretistas: Es señalado como órgano de fachada del grupo subversivo, ya que es uno de los impulsores de la creación del capítulo chileno de la Coordinadora Continental Bolivariana (CCB).La CCB, según "El Comercio de" Lima, es auspiciada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), aunque la inteligencia peruana también le atribuye vínculos secretos con agrupaciones venezolanas.La versión advierte además que la reactivación del MRTA coincidió con su anexión a la CCB, organización que se autoproclama como una especie de colectivo que convoca a grupos latinoamericanos que aún validan la lucha armada como forma de acción política.
Recientemente, se realizó en Chile el encuentro "Proyecciones de la Lucha Revolucionaria en América Latina", bajo el alero del subversivo Frente Patriótico Manuel Rodríguez.
La nueva estrategia del MRTA, señala el periódico limeño, apunta a continuar con la lucha por la libertad de sus militantes presos, difundir masivamente su ideología para captar adeptos, establecer alianzas con otros grupos radicales, crear óganos de fachada y reactivar a sus cuadros militares.
Además del colectivo Micaela Bastidas, el MRTA intenta crear el ente de fachada Movimiento Patria Libre, con el que buscarán actuar como partido político legalmente constituido.
"EL COMERCIO"
ES CONSIDERADO uno de los diarios más serios y respetados en la región.
BRASIL Y BOLIVIA RETOMARÁN HOY LAS NEGOCIACIONES POR EL PRECIO DEL GAS
Será durante una reunión que mantendrán en Brasilia ministros de los dos países, en la que también discutirán mecanismos para intensificar la cooperación bilateral. El encuentro fue acordado hace 10 días por Evo Morales y Lula Da Silva.
El Clarín de Argentina (www.clarin.com)
Los gobiernos de Brasil y Bolivia reanudarán hoy las negociaciones por el precio del gas natural, durante una reunión que mantendrán en Brasilia ministros de ambos países.
Además del precio del gas natural, los ministros discutirán mecanismos para intensificar las relaciones bilaterales en materia de negocios, inversiones, medio ambiente, energía, microcréditos, infraestructura y comercio. El canciller David Choquehuanca, quien encabeza la comitiva de Bolivia, puntualizó que su país pedirá a Brasil que flexibilice algunas reglamentaciones aduaneras.
"Todos los temas de la agenda bilateral serán tratados; vamos a pedirle a Brasil para que flexibilice medidas aduaneras y también nos interesa identificar potenciales mercados", señaló Choquehuanca, según consignó la agencia noticiosa DPA.
La visita tiene lugar poco después de que los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Bolivia, Evo Morales, se reunieran en Cochabamba, en el marco de la II Cumbre Sudamericana, realizada los días 8 y 9 de diciembre.
En esa ocasión los mandatarios resolvieron reactivar algunos proyectos bilaterales de cooperación que estaban suspendidos debido a la tensión generada tras el decreto de nacionalización de los hidrocarburos impulsado por el gobierno boliviano.
Dicha decisión afectó directamente a la empresa estatal brasileña Petrobrás, que es la mayor inversora del sector en Bolivia. Según la cancillería brasileña, entre enero y noviembre de este año el comercio entre ambos países ascendió a unos 1.925 millones de dólares.
La balanza comercial es favorable a Bolivia, que vende a Brasil por unos 1.300 millones de dólares al año y compra por cerca de 625 millones de dólares.
Además de su canciller, la delegación boliviana estará integrada por los ministros de Hidrocarburos y Energía, Carlos Villegas; de Asuntos Campesinos y Agropecuarios, Hugo Salvatierra; de Desarrollo Económico, Celinda Sosa Lunda; de Planificación del Desarrollo, Hernando Larrazábal, y de Servicios y Obras Públicas, Salvador Ric Riera.
Los ministros bolivianos serán recibidos separadamente por sus pares brasileños de Minas y Energía, Silas Rondeau; de Medio Ambiente, Marina Silva; de Planificación, Paulo Bernardo Silva; de Desarrollo Agrario, Guilherme Cassel; de Desarrollo, Luiz Fernando Furlan, y de Transportes, Paulo Sérgio Passos.
BOLIVIA INVIERTE MÁS EN LA COMPRA DE EQUIPAMIENTO AGRÍCOLA
Recibirá un crédito de u$s 70 mlns de Argentina y 100 de Brasil - Técnicos argentinos asesorarán en las inversiones.
Agro Diario de Argentina (www.agrodiario.com.ar)
Un total de 1.086 tractores, además de un número similar de camiones, motocultores, generadores eléctricos y motobombas, entre otros, entregará el Gobierno de Bolivia a organizaciones campesinas, como cierre del programa de Mecanización del Agro para 2006.
Para el 2007, el plñan elaborado por el Gobierno de Evo Morales contará con financiamiento de la Argentina y Brasil.
Hasta la fecha, el Ministerio de Desarrollo Rural, Agropecuario y Medio Ambiente entregó un total de 886 tractores y hasta el 31 de diciembre tiene previsto adjudicar 150 y 50 unidades en las provincias Ayo Ayo de La Paz y Quillacollo de Cochabamba, respectivamente.
Adicionalmente existen 1.116 maquinarias e implementos agrícolas ya asignados a municipios, comunidades, centrales agrarias, federaciones, sindicatos y cooperativas campesinas e indígenas que serán entregadas en los departamentos de Pando, Beni, Chuquisaca y Potosí, entre enero y abril del próximo año, indicó el ministro de Desarrollo Rural, Hugo Salvatierra.
Adelantó que, tras concluir las negociaciones con el Gobierno de la Argentina, para el próximo año se cuenta con 70 millones de dólares que permitirán la llegada de implementos agrícolas y alrededor de 400 tractores. Un equipo de 15 técnicos argentinos realizó estudios sobre clasificación de suelos y calidad de los pisos ecológicos en el país para luego determinar el tipo de maquinaria que será adquirido.
Este domingo, Salvatierra viaja a la República de Brasil para dar cumplimiento a un preacuerdo suscrito entre los presidentes de Bolivia y de ese país, Luis Inacio "Lula" Da Silva en ocasión de celebrarse la Cumbre Sudamericana de Naciones en Cochabamba, para firmar un contrato de crédito por aproximadamente 100 millones de dólares para la obtención de maquinaria agrícola.
Con esos recursos, asimismo, se finaciará la creación del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Agropecuaria y el crecimiento de producción agropecuaria en las regiones oriental, los valles y Amazonia boliviana. El ministro reiteró que el Programa Mecanización del Agro busca incrementar el ingreso de la población rural mediante la dotación de créditos blandos, asistencia técnica y medios para insertarse de manera sostenida y competitiva en los mercados y alcanzar la transformación productiva del agro para mejorar la calidad de vida de los campesinos e indígenas del país.
LA SOÑADA UNIÓN SUDAMERICANA
El Nuevo Herald de Estados Unidos (www.miami.com/mld/elnuevo)
Como que la historia se repite. Hace más de medio siglo las relaciones entre Argentina y Uruguay ''andaban a las patadas'', como ocurre hoy. En aquella época, fines de los 40 y principios de los 50, el general Juan Domingo Perón, un hombre que en ese entonces abrazaba las ideas nazifascistas y que reiteradamente llevó a la práctica sus métodos, presidía la Argentina. Hoy hay muchos que comparan al comandante Hugo Chávez con el líder argentino. La diferencia es que el venezolano se autocalifica sólo de socialista y dice ser de izquierda y progresista, aunque los métodos que aplica son los mismos que practicaba Perón en su primera incursión por el poder en el país sureño.
También por aquella época Perón, asumiendo ''la tercera posición'', tenía como objetivo fundar una Unión Sudamericana, como contrapeso a o enfrentada con EEUU. Tal cual Lula y Chávez lo proclaman hoy. El diario uruguayo El Día, ya desaparecido, tildaba el plan argentino de ``proyecto imperialista que se disfraza (de) antiimperialismo''.
El sueño de Perón no pudo concretarse. Ahora nuevamente está en marcha, encabezado y disputado, en cuanto a su liderazgo, por los mandatarios de Brasil y Venezuela. La semana pasada se cumplió una segunda etapa con ese propósito y los representantes de las doce naciones del subcontinente --ocho de ellos jefes de Estado-- se reunieron en Cochabamba (Bolivia) y firmaron una declaración donde lo único concreto es que se volverán a reunir en Cartagena (Colombia) el año próximo y que previamente habrá una ''cumbre energética'' de la Comunicad Sudamericana de Naciones (CSN) en Caracas.
La larga Declaración de Cochabamba resultado de la II Cumbre Sudamericana, no obstantes sus buenos principios, mejores intenciones y los objetivos que proclama, revela que hubo pocos avances.
Es que no pueden darse los milagros en un continente donde los conflictos, por más que se quieran disimular, son notorios y crecientes en cantidad y gravedad. El MERCOSUR está en crisis y hoy es sólo un instrumento político alejado de los fines para los que fue creado. Argentina y Uruguay están enfrentados como sólo otra vez lo han estado a lo largo de sus historias. La Comunidad Andina de Naciones sigue siendo el blanco de fuertes ataques de Chávez. Brasil está resentido con Bolivia y la pulseada Lula-Chávez ya no se demora más y ha comenzado a hacerse evidente.
Si hubo un hecho que podía ser destacado como noticia de esta cumbre fueron, precisamente, las diferencias y discusiones entre estos dos mandatarios que impidieron la creación de la Secretaría Permanente de la CSN defendida por Chávez y resistida por Lula. En definitiva --según lo manifestó uno de los participantes-- no hubo avances en lo institucional ni voluntad política para ir hacia una efectiva integración. No ayudó ni la fórmula del enemigo común --el imperialismo norteamericano-- por cuanto ya es muy difícil esquivar una realidad que muestra un imperialismo intrarregional y donde los tan mentados y temidos ''tentáculos'' pertenecen cada vez más a empresas que no son del norte, sino que están a los costados. Parecería que lo del desaparecido diario El Día no ha perdido vigencia.
La cumbre de Cochabamba, realizada en un contexto de tensión a raíz de la difícil situación política que vive Bolivia, en alguna forma reflejó a nivel de las naciones reunidas las divisiones que a nivel interno se viven en el país del altiplano.
Para algunos fue un anticipo de las dificultades que traerá consigo el próximo año, ya pasadas las elecciones en varios de los países de la región, debido a la ''competencia'' entre los líderes en una comunidad donde todos son ''caciques'' y escasean los que aceptan ser ``indios''.
BOLIVIA: SALTO CUALITATIVO DE LA “REVOLUCIÓN NARANJA”, LIMPIEZA ÉTNICA Y TERRORISMO OLIGÁRQUICO
Revista Analítica de Venezuela (www.analitica.com)
1. Salta cualitativo de la “la revolución naranja” en Bolivia
La oligarquía separatista de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, que promueve la destrucción del gobierno de Evo Morales, se acercó un paso más hacia este objetivo, el viernes, 15 de diciembre. Los cabildos abiertos y la masiva concentración en Santa Cruz, frente a la cual el gobierno no fue capaz de organizar una manifestación de masas de la misma dimensión, son una alerta roja sobre la correlación de fuerzas en el país.
La oligarquía evitó el error de enfrentar verbalmente al gobierno central con una demanda independentista, porque tal exigencia hubiera puesto en peligro el amplio apoyo que tiene en las Fuerzas Armadas que, pese a seguir estando bajo el control de Washington, podrían dividirse ante una demanda secesionista. Sin embargo, el objetivo final del proceso es absolutamente transparente. Entre las once características que “debe tener la autonomía regional” y sin las cuales los facciosos no aceptarán ninguna Constitución nueva, se encuentran varias, que de hecho pondrían fin al Estado nacional boliviano; entre ellas la prerrogativa de la política exterior que anula de facto la soberanía del Estado central: “las autonomías, como principio universal, tendrán la facultad de insertarse de manera directa en el mundo”.
2. La “Revolución Naranja” y su cortina de humo
Ante un gobierno desenfocado que no encuentra la forma de desarticular la ofensiva de la derecha para retomar la iniciativa estratégica ---y que responde, en consecuencia, con medidas tácticas contradictorias e improvisadas ante el avance de las operaciones del enemigo--- la derecha sabe que el tiempo trabaja en su favor. Y mientras el gobierno sigue en la guerra de papel (por la Constitución), Mister Goldberg, el embajador yanqui que balcanizó exitosamente en Yugoslavia, y Mister Negroponte, el jefe de la subversión estatal estadounidense, quien fue el arquitecto de los escuadrones de la muerte en Honduras en los años ochenta, crean organizaciones paramilitares que complementan con el terror social la política de desestabilización de los cuatro gobernadores bolivianos y sus “comités cívicos”.
La “revolución naranja”, como nuevo modelo subversivo empleado en la Patria Grande, sustituye parcialmente el modelo de fuerza bruta y enfrentamiento directo empleado por el imperialismo anglo-estadounidense-sionista de la pandilla de Bush. Las pretendidas negociaciones con Venezuela, las ofertas a Cuba, la destitución de dos/tres oficiales pinochetistas, los discursos evangélicos de Goldberg in Bolivia, todo esto es el resultado de la fuerte derrota de la falange anglo-estadounidense-sionista en Irak, Irán, Libano y Palestina. No es más que un cambio coyuntural de táctica que conserva los fines estratégicos del modelo anterior.
3. El terrorismo oligárquico en Santa Cruz
El siguiente testimonio, escrito por jóvenes simpatizantes del movimiento de Evo Morales en Santa Cruz, que han sido víctimas del terror de los heraldos de la autonomía, dan fe de las intenciones reales de Washington y de sus oligarcas bolivianos. “Continúan las agresiones del Comité Cívico y cada vez hay una presencia más débil del Estado”, fue el título original del testimonio.
El poderío económico de la oligarquía cruceña y por ende su capacidad de movilización de grupos de choque se encuentran acorralando en Santa Cruz a los movimientos sociales que luchan por los derechos de las mayorías empobrecidas. Las injusticias sociales y los intereses que los mantienen se encuentran bien protegidos por aparatos de choque que desde el Comité Cívico Pro Santa Cruz se coordinan para acallar y meter miedo a las mayorías para que éstas dejen de actuar. Este aparato estructurado funciona como una disciplinada fracción fascista que selecciona dirigentes para amedrentarlos y comenzar a descabezar líderes.
En las últimas semanas han estado sucediendo, cada vez con mayor frecuencia, casos concretos de este tipo como los sucedidos a los compañeros de Derechos Humanos y del MAS (partido de Evo Morales) que fueron agredidos tanto en su integridad física como en las instalaciones en las que trabajan. Concretamente el testimonio de la compañera Mónica Flores quien fue agredida con los compañeros del MAS es el siguiente: “El día primero de octubre de 2006 nos encontrábamos reunidos a eso de las 7 de la noche en la dirección departamental del MAS con algunos compañeros de varios distritos y compañeros campesinos de la provincia Guarayos. En esos momentos llegaron jóvenes en camionetas jeep 4x4, Monteros y otros automóviles de lujo con vidrios ahumados y sin placas, llegaron con periodistas de la red televisiva UNITEL a la cabeza de la conductora Nardy Rodríguez, tres mujeres del Comité Cívico Femenino: Susana, Petronila y otra, más los jóvenes que sumados eran como cincuenta. Destrozaron todo el mobiliario con garrotes, palos y petardos que disparaban apuntando a nuestra humanidad.
Mi compañera Elvira se defendió de las agresiones con lo que tenía a mano y por defenderla me acorralaron y me golpearon en el rostro con el chicotillo con el que se golpea a los caballos. El golpe me dejó un hematoma y un susto que no se me pasa hasta ahora. La policía nunca llegó cuando se la necesitaba, hizo presencia media hora después. Luego del suceso fuimos a sentar la denuncia al comando policial donde no nos atendieron y nos quedamos esperando la llegada del fiscal de policía, dos horas después recién pudimos sentar la denuncia.” Cabe hacer notar que hasta el día de hoy no hay ningún detenido y además el proceso está estancado y aunque se cuenta con las pruebas mismas de las imágenes de la televisión no se tiene avanzado nada en el caso.
Luego de este suceso se dio otro caso aún más grave y que recibió muy poca cobertura por los medios a pesar de que el hecho sucedió en las puertas mismas de la Red UNO de televisión. Nelson Serrano, el compañero Presidente de las Juventudes del MAS de Santa Cruz se predisponía a debatir y defender en la televisión a la dirigencia, que a la cabeza del compañero Lucio Vedía defendía los derechos de los campesinos frente a las agresiones de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC). La UJC mientras tanto ya tenía organizado todo un grupo de choque que nos esperaba en las puertas del canal. El testimonio del compañero es el siguiente:
“Mi nombre es Nelson Serrano, soy presidente departamental de juventudes del MAS en el departamento de Santa Cruz. En octubre de 2006 fuimos a defender los derechos del pueblo como parte de nuestra lucha, participamos en una entrevista de la red uno de la televisión, programa QUE NO ME PIERDA. La entrevista consistió en un debate con la Unión Juvenil Cruceñista, que en ese momento estaba representada por una persona mayor de unos 45 años del COMITE PRO SANTA CRUZ. Nuestro objetivo como activista en aquel debate fue denunciar los actos del comité PRO SANTA CRUZ, la CAO, y la Unión Juvenil Cruceñista contra los campesinos, los trabajadores de la COD (central obrera departamental), quienes defendieron la dirigencia legitima del compañero Lucio Vedia. Otro objetivo nuestro fue defender los derechos de los jóvenes del pueblo cruceño.
En el debate el señor del Comité Cívico, que estaba acompañado de dos mujeres, totalmente fuera del tema nos atacaron utilizando calificativos racistas y discriminatorios. Nos calificaron de “mocosos y traidores a Santa Cruz”, de “cocaleros narcotraficantes”. Nos dijo que por ser collas1 debíamos irnos de Santa Cruz. Nuestro argumento para defendernos fue pedirle que respete los derechos de los que habían migrado a Santa Cruz y vivían honradamente. El representante del comité nos respondió con prepotencia e insultándonos diciéndonos: “collas de mierda, indios, maricones”, igual agresión recibimos de las dos mujeres que lo acompañaban. Después de este desafortunado momento donde el conductor del programa Enrique Salazar, permitió que el comité descargue una sarta de insultos en contra nuestra, aumentando el volumen de su micrófono y quitando el nuestro ante la tele audiencia, a la salida del edificio del canal a las 2 y media de la madrugada mas de trescientos unionistas, gente del Comité pro Santa Cruz, funcionarios de la prefectura y los matones de Cotoca, con armas en las manos (palos, e incluso armas de fuego) nos esperaban en la puerta gritando: “Evo Cabron”, “Evo Chola de Chavez”, “Collas de Mierda”, e intentaron entrar al edificio del canal donde aun nos encontrábamos. Gracias a una llamada de la ministra de gobierno, la policía nos rescató con ochenta efectivos antimotines y cuatro patrullas salvándonos así de un linchamiento.”
Estas agresiones no pueden seguir sucediéndose ni quedar impunes. El pueblo organizado tiene que conocer estos hechos y denunciarlos. El Comité Cívico no es dueño de Santa Cruz ni tiene ningún derecho por encima del pueblo para creerse tal. Denunciamos ante la comunidad internacional estas agresiones y exigimos al gobierno haga respetar a los bolivianos de la presencia de intereses de las transnacionales que se encuentran escondidos en estas organizaciones que se camuflan como cívicas.
4. Limpieza étnica
El 14 de diciembre se publicó el siguiente panfleto fascista, remisciente de los grupos fascistas croatas en la Guerra del Balcano, en varios departamentos de Bolivia, en el cual los cambas (blancos de oriente) llaman a la limpieza étnica contra los collas, los pobladores y emigrantes indígenas. Lo transcribo tal cual.
14 de diciembre del 2006
LLAMADO A LA POBLACION CAMBA
LA NACION CAMBA y la UNION JUVENIL CRUCENISTA, convocamos a los verdaderos hijos de esta tierra de Ñuflo Chavez, al cabildo convocado por los padres de esta nuestra patria RUBEN COSTAS Y GERMAN ANTELO para declarar nuestra independencia y fundar una nueva nación de gente de raza superior que comparta nuestra visión de país, por este motivo solicitamos tu participación.
Una vez acabado el cabildo procederemos a la toma de las instituciones públicas como también de las empresas que sean de collas, ya que todo lo que hay en estas tierras debe ser de nosotros los cambas y no así de las razas malditas que deben ser eliminadas ya que son una contaminación para nosotros.
Las razas malditas son: Quechuas, Aymaras, Guaranies, Ayoreos, Pupyguaranis, Matacos y todos los que no son como nostros.
También para que quede claro:
padre camba + madre camba = hijo camba puro
padre camba + madre colla = hijos camba
padre colla + madre camba = hijo colla
padre colla + madre colla = hijo colla
No debemos permitir ninguna infiltración en nuestra nación.
También les pedimos que todo aquel que tiene algún arma ya sea de fuego o blanca lleve al cabildo, ya que desde ese momento empezaremos la limpieza étnica.
La cultura andina esconde un proyecto histórico que emergía desde la dualidad quechua-aymara
PARADIGMA Y PARADOJAS DEL ESTADO COMUNITARIO
Argenpress de Argentina (www.argenpress.info)
Por: Wilson García Mérida (Datos & Análisis, especial para ARGENPRESS.info)
Los quechuas y aymaras de la pre-conquista española protagonizaban una singular experiencia en la construcción de lo que bien pudo haber sido un Estado Comunitario, único en el mundo. La sabiduría de los pueblos andinos había logrado un equilibrio paradigmático entre sociedad política y sociedad civil, desarrollando una cultura de consensos desde lo religioso. Desde una religión que fue extirpada por los invasores europeos.
La paradoja suena bonita y a la vez puede significar una abstracción teórica sin límites para especular. A lo sumo, desde que Habermas “descubrió” que la globalidad produce un “vaciamiento” en la soberanía de los estados nacionales, rebasados por emergencias interculturales que rompen viejas fronteras republicanas, el Estado Comunitario es una construcción posible a partir de la continentalización estatal tal cual pretendió ser, por ejemplo, la Comunidad Económica Europea que nació en 1957 como una interacción de disímiles pueblos. Pero resultó que el Estado y la Comunidad terminaron conflictuados por el Mercado, y el concepto se diluyó en la nada.
Todavía es un juego de palabras. ¿Estado Comunitario como una comunidad de estados? ¿Comunidad entendida en términos asociativos como podría ser la junta de accionistas de una sociedad anónima? ¿O acaso comunidad asumida desde la perspectiva de la sociedad civil que permite hablar de comunitarismo y mancomunidades, en una vena anarquista o marxista pre-estalinista? ¿Requerirá el Estado Comunitario, quizá, de una doctrina propia para convertirse en un paradigma histórico con sólida ideología para librarse del grotesco uso intervencionista que de este concepto hacen tipos como el presidente Alvaro Uribe en la ejecución de su Plan Colombia? Así de difusa está la cosa.
La paradoja gramsciana
La ciencia política tuvo a bien, en su evolución, dejar sentado el concepto de Estado. Resume la esfera de lo público y bajo la avanzada concepción de Gramsci es la “sociedad política totalizadora” en la cual deben concurrir cuatro elementos imprescindibles que constituyen esta categoría: el pueblo que es su elemento humano, el territorio como su entorno físico, el poder político que es la facultad de mando sobre la sociedad y la soberanía que es su capacidad de auto gestionarse.
Siendo el Estado la sociedad política totalizadora, es decir un germen natural del totalitarismo, Gramsci nos dio el antídoto: la sociedad civil, que es el germen natural de la democracia, allí de donde emergen las corrientes de reforma ética e intelectual para transformar el Estado desde la cotidianidad de las necesidades culturales, allí donde es posible hallar la genuina esencia de la “comunidad comunitaria”.
Entonces, Estado Comunitario podría ser el equilibrio perfecto entre la sociedad política totalizadora y la sociedad civil democratizadora. Y esto, más que una utopía, es una racionalidad históricamente desconocida y sin embargo estamos en condiciones de demostrar que la cultura andina tiene hoy, guardada en su memoria colectiva, las materias primas para comenzar a construirla.
El paradigma andino
Vayamos al grano. La antropología contemporánea avala la tesis en torno a que entre las naciones aymara y quechua durante el incario, a parte de su diferencia idiomática, no existían desigualdades sustanciales respecto a sus sistemas productivos y creencias religiosas originarias.
Se puede afirmar que las entidades del ayllu, del ayni y de los kuracazgos -en alguna etapa del desarrollo de las fuerzas productivas- eran comunes a los pueblos quechuas y aymaras; pero es evidente que entre estos últimos (los aymaras) dichas instituciones comunitarias se conservaban mucho más arraigadas debido, se supone, a la influencia de las deidades matriarcales y lunares que se eternizaron en el imaginario aymara. Es bien probable que los quechuas, en cambio, profundizaron esos “peligros despóticos” que Platt advierte ya entre los propios señoríos aymaras, formando una burocracia de castas patriarcales y militaristas para dar lugar al surgimiento del Estado Inca, proceso en el cual la religión también debía reformarse bajo una modalidad monoteísta.
Es decir, los aymaras preservaron su “sociedad civil democratizadora” sin romper vínculos con sus deidades matriarcales; mientras los quechuas dieron el salto mortal hacia la “sociedad política totalizadora” monoteísta para hacer viable su proyecto estatal-imperial.
Correlación de fuerzas quechua – aymara
Está claro que al promediar el siglo XV de nuestra era, el mundo andino fue escenario febril de dos naciones en pugna, de dos proyectos marcados por la dialéctica de la historia: El imperio Colla del pueblo Aymara que había heredado la concepción comunitaria y politeísta del extinguido Tiahuanaco, y el imperio Inca del pueblo Quechua -también de raíz tiahuanacota- que se hallaba empero en una etapa activa de centralismo político y de constitución estatal al influjo de una tendencia monoteísta.
Eran dos procesos paralelos, de origen común, pero diferenciados por la dinámica azarosa del desarrollo de las fuerzas productivas.
El Collasuyo Aymara abarcaba una vasta extensión de señoríos como los Canas, Collas, Canchis, Lapacas y Callahuayas al norte del Lago Titicaca, y por el sur los Pacajes, Charcas, Soras, Chuis, Carangas, Quillacas, Urus, Chipayas, Yamparaes, Caracotas y Chichas que atravesaban los actuales territorios bolivianos de La Paz, Cochabamba, Oruro y Potosí, además de los territorios norte de Argentina y Chile.
Para los incas era de estratégica necesidad expandir su dominio sobre esa vastedad Aymara. En 1440 el dominio Quechua se circunscribía apenas a Cuzco y Quito.
Los Quechuas cruzaron el Titicaca homogeneizando lingüística y religiosamente a las etnias que caían conquistados por el dios Inti; pero esta hegemonía no lograba penetrar en los indómitos pueblos Collas (Aymaras), muchos de los cuales poblaban el actual territorio cochabambino.
Los Aymaras Soras por ejemplo, informa Gisbert, poseían un extenso territorio que abarcaba la actual comunidad de Paria, llegando hasta Sipe Sipe y Tapacarí. Otro grupo, los Charcas, abarcaba una superficie de 30.000 kilómetros cuadrados incluyendo Sacaca, Chayanta, Tiquipaya, Tomata, Macari, Cochabamba (Kanata) y Santiago de El paso. Otras zonas del valle cochabambino eran habitadas por Chuis y Cotas, tan indomables como los Soras y Quillacas.
El enigma pendiente
María Rostworowsky halló en el sistema jerárquico de kurakazgos, común a quechuas y aymaras en plena etapa de la expansión incaica sobre los territorios del Collasuyo, la clave para entender las razones que llevaron al inca Huayna Cápac a postergar el proyecto “civilizatorio” consistente en un Estado centralista y monoteísta, buscando reconstituir y conservar las formas de reciprocidad politeísta que los kuracas rebeldes aymaras exigían en su resistencia inicial contra el avance incaico desde el Cuzco hacia el sur del Lago Titicaca (que abarcó los territorios collas de Cochabamba, Oruro, Potosí, Chuquisaca y los nortes de Argentina y Chile). Consecuentemente, bajo el imperio incaico que logrará expandirse tan solo bajo una sistemática concertación con la religión aymara, el Estado actúa como un Gran Kuraca.
Así pues, el Estado Inca utilizaba la “generosidad” con las deidaes aymaras para establecer y reforzar obligaciones y lealtades, lo cual se traducirá más tarde en la formación de los mitimaes: poblaciones íntegras asimiladas al imperio que se desplazarán masivamente para colonizar las zonas rebeldes portando la ideología estatal quechua que, lingüísticamente empero, no alcanzan a penetrar sobre reductos aymaras aún hoy intactos por ejemplo en la zona de Sabaya y otras comunidades aledañas al Lago Poopó y al Sajama, en la frontera entre Oruro y el norte de Chile, donde se habla una antiquísima lengua aymara -diferente a la paceña- actualmente en vías de extinción.
Aquella convivencia entre centralidad estatal y autonomía comunitaria enlazadas mediante un sistema de reciprocidad, nos ofrece un dato paradigmático cuyo devenir colapsó con la invasión española. Quedó sin resolverse el enigma acerca del tipo de Estado y Sociedad que aymaras y quechuas construían en aquel momento de tan complejos encuentros y desencuentros. Hasta que volvió el Pachacuti indicando el camino a seguir para retomar la buena idea del Estado Comunitario.
Una religión unificadora
Al no poder someterlos por la fuerza, los incas optaron por pactar con los Collas y este pacto se produjo esencialmente en el ámbito religioso, aproximadamente entre 1463 y 1493, apenas tres décadas antes de la conquista española.
Dijimos que si bien la estructura política del Collasuyo se hallaba herida de muerte ante la expansión Quechua, es indudable que el poderío Aymara estaba intacto en su compleja expresión religiosa. Esto dio lugar a un “matrimonio de facto” entre las principales deidades Aymaras, representadas por la Pachamama, y el Inti o dios Sol de los Incas.
El Estado Inca, al final, tuvo que asimilarse oficial y formalmente a la religión Aymara todavía hegemónica en el ancestral mundo andino.
El antropólogo Steve Stern, de la Universidad de Wisconsin, nos explica con claridad ese hecho: “En lugar de destruir las huacas regionales más poderosas, los incas trataron de asimilar su prestigio al del Estado. Los incas inundaron de rebaños, tierras, servidores y regalos para los santuarios pacarinas y otros santuarios preincaicos e hicieron transportar al Cuzco en literas a los principales dioses, como invitados de honor en las festividades reales. Al elevar los recursos y el prestigio de determinados dioses (Aymaras) bajo los auspicios de los incas, el Estado esperaba poner a los dioses locales a su servicio, establecer una red de lealtades y de obligaciones mutuas que daría a la dominación imperial un carácter menos forzado”.
Confirmando aquello, de Huarochiri emergió una hermosa leyenda según la cual el inca Quechua Tupac Yupanki que gobernó entre 1471 y 1493 aproximadamente, se vio obligado a rendir devoción a uno de los huacas más influyentes del mundo Aymara, Pariacaca, exigiendo en recompensa que, con su mediación, los dioses colaboren con el Inca en su guerra contra los ayllus rebeldes.
El capítulo 23 del referido manuscrito narra lo siguiente: “Se dice que cuando el inca Tupac Yupanki señoreaba y había conquistado todas las comunidades, descansó varios años con gran contento.
Entonces, en algunas comunidades, grupos rebeldes se alzaron.
A saber: ni los Alancu Marka, ni los Calanco Marka querían ser súbditos del Inca. Lograron arrastrar a su causa a varias huarangas de hombres, y juntos guerrearon durante unos doce años.
Como aniquilaban a todas las fuerzas que enviaba contra ellos, el Inca estaba muy afligido y, lamentándose mucho, se preguntó: : ‘¿Qué va a ser de nosotros?’
Entonces, un día pensó: ‘¿Para qué sirvo a estos huacas con mi oro, mi plata, mi ropa, mi comida y todo lo que poseo? A ver, voy a mandar a llamarlos a todos ellos para que me ayuden contra los enemigos’. Así mandó convocar a los huacas de todas las comunidades que recibían oro y plata para que viniesen al Cuzco.Los huacas aceptaron y se pusieron en marcha.
Pachacámac vino transportado en una litera; de la misma manera todos los huacas locales de todo el Tahuantinsuyo vinieron transportados en literas.
Todos los huacas locales llegaron al Haucaypata, pero Pariacaca no llegaba aún. Seguía resistiendo preguntándose si debía ir o no.
Finalmente Pariacaca envió a su hijo Macahuisa diciéndole: ‘Ve tú, después de haber escuchado lo que digan, vuelve’.
Cuando Macahuisa llegó (...) el Inca empezó a hablar: ‘Padres’, les dijo, ‘Huacas y Huillcas, ya sabéis cómo yo os sirvo de todo corazón con oro y plata; ¿es posible que vosotros no me ayudéis a mí, que os sirvo con tanta generosidad, ahora que estoy perdiendo tantas huarangas de mis hombres? Por ese motivo os he hecho convocar’.
Ninguno de ellos contestó. Más antes, permanecieron en silencio.
Entonces, de nuevo el Inca les dijo: ¡Hablad! ¿Es posible que permitáis que los hombres que han sido animados y hechos por vosotros sean aniquilados en la guerra? Si no queréis ayudarme, ¡en este mismo instante os haré quemar a todos! ¿para qué pues yo os sirvo y embellezco enviándoos todos los años mi oro y mi plata, mis comidas, mi bebida, mi coca, mis llamas y todo cuanto poseo? Entonces, ¿no me ayudaréis después de haber escuchado todas estas mis quejas? Si me negáis vuestra ayuda, arderéis ahora mismo’.
Entonces Pachacámac empezó a hablar: ‘Oh inga sol, yo no propongo nada puesto que suelo hacer temblar la tierra entera con todos vosotros juntos. No sólo aniquilaría al enemigo, sino que acabaría con todos vosotros y con el mundo entero también. Por eso me he quedado callado’.
Como todos los demás huacas se callaron, Macahuisa (el hijo de Pariacaca) empezó a hablar: ‘Oh inga sol, yo voy a ir allá. Tú permanecerás en las proximidades en una tienda bien instalada e identificada con una señal distintiva para que no te aniquile con los demás; en un mínimo de tiempo voy a conquistarlos para tí’. Mientras Macahuisa hablaba, de su boca salía un aliento muy denso cual si fuese humo verde.
Y se dice que también en esa sazón comenzó a soplar su zampoña de oro. Su pinquillu también era de oro. En su cabeza llevaba coronada la diadema. Su phusuca también era de oro, en tanto que su camiseta era negra.Dieron a Macahuisa para su viaje una litera de las que se llaman Chicsirampa, destinada a transportar al propio Inca. Y fueron escogidos por el Inca, para acompañarlo, unos fornidos callahuaya. (...).
Lo transportaron hasta la cima de un cerrito; una vez allí, Macahuisa, el hijo de Pariacaca, comenzó, poco a poco, a caer bajo la forma de lluvia.
Los hombres de las comunidades rebeldes empezaron a organizarse, preguntándose qué podría significar este fenómeno. Atacándolos con sus rayos, Macahuisa aumentó la lluvia y así abrió quebradas por todas partes, y arrastró a los miembros de todas estas comunidades rebeldes con sus aguas torrenciales.
Aniquiló a los kuracas principales y a los hombres valientes con sus rayos. Sólo una parte de la gente común se salvó. Si hubiera querido, habría aniquilado a todos.
Así, después de haber vencido a todos los demás rebeldes, los persiguió hasta el Cuzco. Desde esa época, el Inca apreció todavía más a Pariacaca y le otorgó cincuenta Yanas.
‘Padre Macahuisa’, le dijo al huaca victorioso, ‘¿qué te daré?. Pide todo lo que quieras. No seré avaro’. El otro respondió: ‘Yo no deseo nada excepto que te hagas huacsa y celebres mi culto como lo hacen nuestros hijos de Yauyos’.
El Inca aceptó, pero, como le temía mucho a este huaca, quiso ofrecerle todo lo que pudiera para que no lo aniquilase a él también.
Así mandó que se le ofrendara comida, pero Macahuisa le dijo: ‘Yo no suelo comer estas cosas’ y pidió que le trajeran corales. Se dice que cuando le trajeron corales, los comió con rapidez, ronzando, haciendo sonar ‘k’ap, k’ap’.
Después el Inca mandó que le entregaran a sus ñustas, escogiéndolas entre las más nobles, pero el huaca las rechazó.
Y así volvió Macahuisa donde su padre Pariacaca, informándole acerca de esta su misión.
Desde entonces, y por mucho tiempo, los incas también fueron sus sacerdotes devotos en Jauja, donde bailaban teniendo a Macahuisa en gran estima…”.
Esta alianza espiritual Aymara-Quechua, fruto de una relación de fuerzas donde lo militar-coercitivo cede ante lo religioso-consensual, consolidará la estructura dualista y recíproca del sistema incaico, dentro el cual las deidades matriarcales de la comuna Aymara terminan convivendo en armonía con el Estado centralista del Inti (en un escenario que muy poco después será suplantado por el monoteísmo cristiano, que también habrá de ceder ante el “paganismo” sincretizante de los ayllus politeístas).
Tal estructura -en la cual se origina la utopía del Estado Comunitario que late en estos tiempos de posmodernidad -es un rasgo fundamental todavía vigente en la vida cotidiana de los festivos, místicos y holísticos pueblos indígenas que habitan sobre la cordillera de los Andes desde el sur de Colombia hasta el norte de Chile y Argentina, pasando por Ecuador, Perú y Bolivia.
LATINOAMÉRICA SE INCLINÓ POR LA SENDA IZQUIERDISTA EN EL 2006
El Comercio de Ecuador (www.elcomercio.terra.com.ec)
En Estados Unidos, especialmente en ciertos sectores, hay una especie de paranoia por esta tendencia ideológica que escogieron los latinoamericanos en las urnas y que va a determinar el tipo de relación norte-sur en el 2007. Sin embargo, desde la visión latinoamericana, ni de lejos esos mandatarios son al estilo de la Guerra Fría, como se tiende a pensar desde las esferas de Washington y Nueva York.
“EE.UU. está enfatizando la supuesta ola izquierdista en América Latina, que por cierto es muy suave. Muchas veces los protagonistas llegan a la Presidencia y no tienen mucho que entregar ni la posibilidad de un éxito económico, porque en este mundo globalizado se les niega ese derecho”, dice Christopher Mitchell sentado frente a toda una gama de literatura política y económica sobre la región, en su oficina en New York University.
Ignacio Walker, ex ministro de Relaciones Exteriores de Chile, lo matiza de esta manera. “En Latinoamérica hay tres tipos de izquierda y hasta quizá cuatro. Hay una izquierda marxista, como la de Cuba, Bolivia y quizá Nicaragua; una populista, al estilo de Argentina y Venezuela; y una progresista en Brasil, Chile, República Dominicana y Uruguay”. Está por verse en cuál de estas tendencias se alineará Ecuador.
“Quizá Correa se incline a la balanza de Bachelet, Lula y Tabaré Vásquez o quizá se va al otro lado, pero eso lo va a decidir el dólar”, es el comentario de Jorge Castañeda, ex secretario de Política Exterior de México. Mientras Chávez, Morales y ahora Correa y Daniel Ortega están sometidos a intenso análisis en EE.UU., se observa que no es tan cierto que Latinoamérica esté de rojo entero.
México, Costa Rica, El Salvador y Colombia en este año han elegido gobiernos de centro derecha o derecha y en Perú se decantaron por una social democracia.
Esta nueva cromática política Washington no la quiere desperdiciar, dice el secretario de Estado adjunto de EE.UU.
para Asuntos del Hemisferio Occidental, Thomas Shannon, quien encuentra un momento ideal para volver a reinstalar y reactivar un espíritu panamericanista, con miras a respaldar la democracia y atacar la pobreza, dos temas prioritarios que comparten Washington y Latinoamérica.
Se estima que unos 200 millones de sudamericanos viven en la miseria más absoluta.
Hace 20 años solo tres países vivían en democracia, hoy ha habido 12 elecciones y ha sido el voto popular quien eligió a sus gobernantes. Sin embargo, eso no significa que la democracia como una institución esté garantizada, pues en lo que va de estas dos décadas 14 administraciones han sido interrumpidas.
A los ojos de Walker, Ecuador y Bolivia presentan más debilidades democráticas. Aunque la tarea para el 2007 de todos estos nuevos o reelectos presidentes es consolidar las instituciones democráticas, crear buenas relaciones entre el Ejecutivo y el Congreso y con los partidos políticos.
“El establecimiento boliviano tiene muchos siglos de adaptarse a los sentimientos temporales de unas mayorías necesitadas. No veo en la llegada de Morales el fin del viejo sistema, ese todavía tiene muchas cartas que jugar.
Ecuador también tiene otras tantas”, es la opinión de Mitchell.
¿Y Estados Unidos?, el país también cambió el comando del timón legislativo y los impulsos de la Casa Blanca para romper las fronteras comerciales que podrían sufrir atrasos considerables.
“Será más difícil pero no imposible para Colombia y Perú obtener los TLC con los demócratas al frente del Congreso. Para el resto todo va a depender de Iraq. ¿Por qué? Porque este conflicto aunque no tiene un impacto directo en Latinoamérica sí extendió un sentimiento antiestadounidense”, asegura Castañeda.
Pero Shannon tiene planes y esperanzas para el 2007. Washington está buscando “un nuevo vocabulario” para dialogar con la región. Queda solo un país donde la democracia y la integración están pendientes: Cuba, país que a su criterio “solo los cubanos en Cuba van a determinar su futuro”.
El dilema para Estados Unidos no se clarifica aún.
OLLANTA HUMALA: “YO NO QUIERO JUBILARME DE POLÍTICO”
Por primera vez tras el sonado amiste entre Alan García y Hugo Chávez, el líder nacionalista Ollanta Humala habla del tema en esta entrevista en la que, además, delinea su futuro político, renueva sus lapidarias críticas al gobierno aprista y se califica, modestamente, de líder de la oposición.
La República de Perú (www.larepublica.com.pe)
–Luego del abrazo entre Alan García y Hugo Chávez, Carlos Tapia los llamó "caimanes del mismo pozo. ¿Es la posición oficial del nacionalismo?
–No, es un comentario personal e irónico del señor Tapia. A mí no me corresponde juzgar a Chávez, pero sí al presidente peruano, y creo que Alan García ha demostrado que es un criollazo, que no tiene coherencia, porque de candidato fue uno y de presidente es otro. Es una persona que fácilmente pasa la página, después de todo un costal de insultos y después de haber denunciado una hipótetica injerencia venezolana en las elecciones, que yo descarto.
–¿Ha conversado con Chávez?
–No. Mantenemos relaciones amicales, pero no solamente con Chávez. Como partido joven que somos, nos hemos dado el trabajo de construir contactos con políticos como Evo Morales, Lula y otros.
–Usted ya reconoció que fue un error de campaña no deslindar con Chávez.
–Sí.
–¿Y por qué no lo hizo cuando debió?
–En ese momento me pareció que meter más leña al fuego era inconveniente. Recuerde que la Comunidad Andina de Naciones pasaba por problemas y la idea era evitar que Venezuela y Bolivia se retiren.
–¿Usted se considera líder de la oposición, o un simple peón como leí por ahí?
–Yo, modestamente, me considero un líder de la oposición.
–Un radical, como usted suele llamarse.
–Acá se habla de oposición constructiva, destructiva, democrática y se manosea el tema. La nuestra no es una oposición a García, sino a sus errores. Pretendemos constituirnos en la conciencia política del gobierno. Yo me siento orgulloso de ser radical, pero no soy un extremista.
–Y la diferencia es…
–Que el radical analiza las cosas y busca llegar a la raíz de ellas, mientras que el extremista está en el borde de la mesa, en los extramuros del espacio político, en la línea de lo legal y lo ilegal.
–¿Y ese radicalismo no le impediría reconocerle aciertos al actual gobierno?
–Radical no es sinónimo de miope.
–Es decir, acepta que el actual régimen tiene puntos a favor.
–Bueno, en lo fundamental está equivocado. Puede haber cosas que haga bien, como lo de la austeridad, pero en general anda extraviado.
–¿Por ejemplo?
–Sostiene el pasado, el modelo económico neoliberal. García, para llegar al poder y satisfacer su ego personal, se ha hipotecado por cinco años.
–¿Qué le sugiere el actual acercamiento con Chile?
–Recuerdo que una de mis propuestas de campaña fue ponerle límite a las inversiones chilenas en actividades estratégicas. Eso no significa Ripley, ni Saga. Pero sí es estratégico cuando hablamos de los servicios portuarios, donde más del 70% de los capitales son chilenos. García también habló de algo parecido y dijo que el Perú debía convertirse en la primera potencia del Pacífico sur. ¿Y qué está haciendo?
–Entonces la política con Chile le parece errada.
–Y no porque haya un acercamiento. Yo no soy antichileno. Pero debemos acercanos con un objetivo. ¿Darnos besos y abrazos, o aclarar de una vez los límites marítimos? A Chile llegan submarinos y nosotros no nos armamos. No propongo una carrera armamentista, pero lo que hace García es patear los problemas para que los enfrente el nuevo gobierno.
–No cree en eso de la seguridad cooperativa, de la que hablaba Allan Wagner.
–¿Y usted cree que Chile le va a dar seguridad a usted? El Perú debe confiar en sus propias fuerzas. Repito, García no tiene el valor de enfrentar los problemas. Pero si ni siquiera tiene la consistencia para calificar a Pinochet por lo que es: un asesino.
–¿Cómo recuperará el peso político que ha perdido?
–Difiero de esa aseveración. Mira, Barrantes quedó segundo en las elecciones de 1985. ¿Y qué es de él? ¿Qué es de la Izquierda Unida? Javier Pérez de Cuéllar quedó segundo en las de 1995. ¿Y qué es de él? La tendencia normal es que los segundos puestos tienden a desaparecer.
–Está cometiendo una injusticia histórica con Barrantes y Pérez de Cuéllar.
–No pretendo restarles méritos. Lo que digo es que hacer oposición en el país es muy difícil, y más si no tienes la perspectiva de construir un partido político y solamente te enganchas a un proceso coyuntural. Pero nosotros –No ganaron una sola presidencia regional.
–Pero somos la segunda fuerza más votada, con cerca de un millón y medio de votos.
–¿No faltaron reflejos para hacer alianzas con los movimientos regionales?
–Hay que tener en cuenta que éramos un partido que no contaba ni con 10 meses de nacido y que los plazos eran muy cortos. En todo caso, los movimientos regionales que salieron victoriosos llevan el discurso antineoliberal. Los grandes derrotados en este proceso han sido los partidos nacionales tradicionales y entre ellos, el APRA.
–Qué obsesión la suya con el APRA.
–Es la realidad. Ellos tenían 12 regiones y ahora pelean por 3. Nosotros, en cambio, que no contábamos con ningún regidor, ya tenemos 80 alcaldes. ¿Quién ha perdido?
–A ustedes en Lima les dieron una paliza. A Gonzalo García lo enviaron prácticamente a un suicidio electoral.
–No, no. Con Gonzalo hubiésemos tenido a un muy buen alcalde. Tal vez en la campaña se cometieron errores, y por eso su candidatura no despegó.
–Leí una declaración suya que me sorprendió: "Sabía que me iban a traicionar". Se refería a Carlos Torres Caro y otros. ¿Entonces por qué postuló con ellos?
–Sabía que me iban a traicionar pero no de dónde vendrían los traidores. De haber ganado la presidencia, probablemente Carlos Torres Caro seguiría camuflado como un nacionalista más. El aporte de él y de quienes lo secundan es que han batido el récord mundial del transfuguismo.
–Esos son los tránsfugas que están a la vista. Imagino que muchos anónimos se fueron tras la segunda vuelta.
–Muchos, sí, ¿por qué? Porque como el proceso de crecimiento de nuestro partido fue aluvional, llegaron golondrinos que se subieron al coche y se fueron. Y en buena hora que así haya sido. Con la gente oportunista, ¿qué puedes construir?
–Se quedó con los leales.
–¿Y cuántos más se podrán ir? La traición es cuestión de tiempo y de oportunidad.
–¿A qué se va a dedicar ahora?
–Mi tarea principal es el partido, y voy a abocarme a la parte organizativa e ideológica.
–¿Y de qué vive? Si no es molestia.
–De mi pensión, y aparte mi esposa, Nadine, trabaja.
–Es obvio que postulará en el 2011.
–No es tan obvio. Lo importante ahora es construir el partido. ¿Te digo algo? Eso no me quita el sueño.
–¿Le quita tiempo la política?
–Te quita mucho tiempo, es verdad. Pero yo no quiero jubilarme de político.
no vamos a seguir ese camino. No vamos a desaparecer, estamos creciendo.
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