Llamas jugando en las tranquilas aguas del río Isluga, Bolivia, hoy desviadas por Chile de forma arbitraria y abusiva.
La Razón estuvo en el lugar y constató la presencia de la extensa cerca, construida con troncos y una malla metálica de poco más de dos metros de altura, que limita el libre tránsito del ganado para acceder a los bofedales de agua de la región.
Pedro Pablo Mamani es el dirigente chileno de las poblaciones de Colchani y Pisiga Carpa que encabezó la construcción del enmallado y ayer su hijo, Héctor Mamani, aseguró que lo hicieron con ayuda del Gobierno de su país.
“Lo hemos puesto con la ayuda del Gobierno, que nos ha colaborado para que nuestro ganado ya no pase a Bolivia, donde se pierde, se enferma y muere”, declaró a este medio. Según los pobladores de la zona, el alambrado fue instalado el 9 de abril de este año. Primero fueron 300 metros y ahora llegan a 1.500.
El subalcalde de Pisiga Bolívar, en el lado boliviano, Eddy Colque, denunció hace 15 días la construcción del enmallado, que corta el paso del agua. “Don Pedro Pablo (Mamani) me dijo que le pidieron permiso a su Cancillería y que así lo hicieron para que no pase el ganado”, señaló ayer.
No obstante, otros creen que las acciones del enmallado y el corte del río son parte de una represalia de los chilenos ante el anuncio de reivindicación marítima planteado por el presidente Evo Morales el 23 de marzo. “Es por el anuncio de reivindicación marítima. Esto por represalia lo están haciendo. No es otra cosa”, afirmó, por ejemplo, Luis Colque, un pisigueño de 73 años que fue corregidor y subalcalde de esa región.
Sostuvo además que el argumento de que el ganado camélido chileno se pierde, se enferma o se muere es sólo una exageración. Otra boliviana de esa zona altiplánica, que no quiso dar su nombre, contó que en una ocasión los chilenos intentaron quemar vivas a unas 20 llamas de Bolivia.
Colque fue más prudente. “Es porque su ganado se pasaba al lado boliviano, por eso dice que lo han puesto. No obstante, ya desde hace 40 años, en los tiempos del (presidente Augusto) Pinochet, ya trataron de cortarnos el agua, porque entraba un gran caudal a nuestro lado, pero ahora ya no es así”.
Al instalar el enmallado, los chilenos tienen mayor libertad para redistribuir el agua a sus bofedales. El agua proviene del río Isluga, que nace en las faldas del volcán del mismo nombre en Chile, pero ingresa a Bolivia y hasta llegaba al salar de Coipasa; sin embargo, ahora sólo un chorro de agua entra al lado nacional, según pudo constatar La Razón ayer.
El secretario general de la Subalcaldía de Pisiga Bolívar, Efraín Calani, es más radical y cree que los bolivianos deberían también enmallar la zona compartida por la que las llamas chilenas pasan al lado nacional.
“Deberíamos hacer lo mismo. Ahorita esas llamas que están a nuestro lado son chilenas y nadie les dice nada, pero nosotros no tenemos ayuda para hacer eso”, dijo y luego se preguntó: “¿Cuánto costaría, pues, enmallar?”.
El enmallado de 1.500 metros se encuentra entre el hito 31 y 32. “Lo haremos hasta donde nos sea posible”, adelantó Héctor Mamani. Hay un statu quo en las discusiones de la agenda de 13 puntos entre Bolivia y Chile. Dos problemas similares —los desvíos del Silala y Lauca por parte de Chile— están pendientes.
En el lado de Oruro
Pisiga Bolívar es un distrito y antiguo cantón del municipio de Sabaya, en el departamento de Oruro. Allí viven 718 personas, según el último censo. Está a unas cuatro horas de la ciudad de Oruro, a 240 kilómetros aproximadamente. Una comisión especial visitará la zona de la denuncia
Una comisión interinstitucional que es organizada por la Cancillería se trasladará hasta la población de Pisiga, fronteriza con Chile, para realizar una inspección ocular de la zona y verificar las denuncias sobre un irregular enmallado construido por chilenos.
El anuncio lo hizo la ministra de Defensa, Cecilia Chacón. "El Ministerio de Relaciones Exteriores, a través de su Dirección de Límites y Fronteras, está coordinando una inspección in situ, una vez que recibió la denuncia del enmallado", informó la autoridad.
Dijo que su despacho participará en la inspección a través de la Segunda División de Ejército. Según fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores, el equipo que viajará en los próximos días al lugar estará conformado por técnicos de ese despacho, del Instituto Geográfico Militar y de la Dirección de Fronteras del Ministerio de Defensa.
Mientras esperan a la comitiva, los vecinos de Pisiga Bolívar hacen todo lo posible para evitar la carencia de agua.
Marco Antonio Vía Tobar sube a las faldas del cerro Carabay, a 30 minutos de Pisiga Bolívar, cada cuatro días con seis turriles de agua para sus 160 llamas. El resto de la semana las pastaba en territorio chileno, ahora tendrá que comprar más agua.
“Con el agua que tenemos del pozo, lleno seis turriles y pago unos Bs 40 por mes, pero ahora voy a tener que pagar más, ante el enmallado que han puesto los chilenos”, sostuvo preocupado Vía Tobar, que ayer llevaba en un camión el líquido para su ganado.
Como él, otros llevaban cerca del cerro a sus animales y después los arreaban al lado chileno, como hacen también sus vecinos.
Vecinos de un nuevo conflicto
Héctor Mamani
Dirigente chileno
“El enmallado lo hemos puesto con ayuda del Gobierno (chileno), que nos ha colaborado (...). Lo vamos a hacer hasta donde sea posible, no es por otra cosa que nuestras llamas”.
Luis Colque
Ex alcalde y ex corregidor de Pisiga Bolívar
“Es una represalia de Chile ante el anuncio de la reivindicación marítima del Presidente. Además, Pedro Pablo (chileno) ya estaba hablando siempre de hacer esto desde el 2010”.
Hilarión Choque
Vecino de Pisiga Bolívar
“Qué van a hacer ahora nuestros pastores. Las llamas iban y venían, no había problemas, pero ahora vamos a tener que ir hasta arriba. Esto nos perjudica, ojalá que nos ayuden”. http://www.la-razon.com
BOLIVIA-CHILE: INVESTIGAN OTRO CASO DE DESVIO DE UN RIO
Agencia ANSA de Italia (www.ansa.it/ansalatina)
El gobierno de Bolivia investiga una denuncia de desvío a territorio de Chile de las aguas del río Isluga, en la frontera entre ambos países, que autoridades de esa región atribuyeron a habitantes del pueblo chileno de Colchane.Pobladores del municipio de Pisiga Bolívar, en la frontera con Chile, afirmaron también que sus vecinos de Colchane colocaron una malla de alambre a lo largo de 300 metros de la línea de frontera.
El ministro de Comunicación, Ivan Canelas, declaró hoy que la cancillería "asumirá alguna acción en el ámbito que corresponda" una vez que tenga toda la información necesaria.
Félix Callapa, secretario de Medio Ambiente y Agua de la Gobernación de Oruro, a cuya jurisdicción pertenece el municipio Pisiga Bolívar, informó que se enviará una comisión para verificar la denuncia.
El funcionario reconoció que se conoce el asunto "sólo por los medios de prensa. Ni bien llegue la denuncia formal iremos al lugar de los hechos. Luego se procede a mecanismos legales que tienen que ver con la Cancillería". El río Isluga nace en territorio boliviano, cruza la línea de frontera hacia Chile y aguas abajo vuelve a territorio de Bolivia, a la altura del hito 31, vecino a las poblaciones de Pisiga, en Bolivia, y Colchane, en Chile. Según la autoridad comunal principal de Pisiga, Darwin Aldava Callata, el 9 de abril habitantes de Colchane comenzaron a tender una malla de alambre a lo largo de la línea de frontera y hasta ahora avanzó alrededor de 300 metros.
Aldava declaró: "queremos saber si se está respetando el tratado internacional que hay entre Chile y nuestro país que indica que 50 metros dentro de nuestro territorio y 50 metros en el ellos, es decir 100 metros, no se consideran como propiedad de ninguno de los países".
Si se confirma la denuncia, será un caso similar al del río Lauca, por el cual hace más de 50 años Bolivia rompió relaciones con Chile, por considerar que fue un desvío de aguas unilateral e inconsulto, todavía sin resolver.
DEVORADOR DE RECURSOS NATURALES
Revista Punto Final de Chile (www.puntofinal.cl)
Hace sólo dos años, el tradicional grupo Angelini, controlador de Copec, diversas empresas pesqueras, Celulosa Arauco, entre muchas otras, mantenía, como lo había hecho durante décadas, el primer lugar de las fortunas chilenas. La posterior crisis y la turbulencia de los mercados levantó grupos económicos de otros sectores de la producción y los servicios, y deprimió a otros. Dos años más tarde, a inicios de 2011, el grupo Luksic ocupó ese sitial, con una fortuna calculada por el Compass Group de casi 49 mil millones de dólares. Angelini tuvo que conformarse con un segundo lugar, con un patrimonio bursátil evaluado entonces en 36 mil millones de dólares.
Pero hay estadísticas y proyecciones muy promisorias para los millonarios. Serán multimillonarios, o billonarios, en el corto plazo. Porque el futuro de los grandes grupos económicos bajo el modelo neoliberal se les presenta luminoso. Un estudio mundial realizado por Deloitte LLP de Nueva York estimó que los millonarios del mundo duplicarán sus fortunas hacia el final de esta década. Y quienes elevarán en mayor medida sus patrimonios serán los millonarios de los países emergentes, como China, Rusia, India, Brasil y, por qué no, Chile.
La historia del grupo Angelini está ligada al patriarca, el emigrante italiano Anacleto Angelini Fabbri, que hizo su primera fortuna en la segunda mitad del siglo pasado en el norte de Chile, en la pesca y la producción de harina de pescado. Hacia los primeros años de la década de los 70 incursionó en los seguros, con la firma Cruz del Sur y en la década siguiente logra la expansión total: compra Copec e ingresa al negocio forestal, con Celulosa Arauco. Sobre estas tres grandes actividades, la pesca, combustibles y la industria forestal, se levantó la que ha sido una de las mayores fortunas del país. Tras la muerte de Anacleto Angelini, en 2007, tomó el timón del grupo su sobrino, Roberto Angelini Rossi.
“Chile nos quedó chico”
Angelini, que desde hace años aparece como un grupo consolidado en sus exitosos sectores, ha comenzado a moverse con más agresividad ante el dinamismo de otros conglomerados, como Luksic, fuerte en la minería y la banca, pero con grandes intenciones de arrebatarle a Angelini el liderazgo en el negocio de los combustibles con la reciente compra de los activos chilenos de la transnacional Shell. Es así como hace un par de semanas el gerente general de Copec, Eduardo Navarro, afirmó a la prensa que la empresa tiene ya poco espacio para seguir creciendo en Chile en los mismos sectores: “Chile nos quedó chico en los negocios forestal y los combustibles”, por lo que sus horizontes están en los sectores energético y minero, en los que los grupos Matte, Endesa, AES y Luksic tienen un fuerte control, y en Latinoamérica a través de proyectos forestales y de combustibles.
El grupo Angelini articula gran parte de sus actividades a través del holding AntarChile. A diciembre de 2009 este conglomerado gestionaba activos por más de 16 mil millones de dólares en empresas en los sectores de la energía y combustibles (Copec, Metrogas, Abastible y Empresa Eléctrica Guacolda), el pesquero (Pesquera Iquique Guanaye, Pesquera Eperva, South Pacific Corp y Corpesca) y el forestal (Celulosa Arauco). Además, tiene activos mineros (Sociedad Minera Isla Riesco y Minera Can-Can) y en otros rubros, como Sigma, Astilleros Arica y Servicios Corporativos Sercor.
Como es la historia de la gran mayoría de los grupos económicos chilenos, el grupo Angelini también logró su impulso durante los años de la dictadura, bajo la protección militar y la instalación neoliberal. Pero el crecimiento y engorde lo realizó y disfrutó durante los veinte años que gobernó la Concertación. Con un ritmo de crecimiento de las ganancias inédito para la moderna historia económica chilena, estos grupos aplastaron a la competencia más débil, eliminándola del mercado, a la vez que, vía fusiones y adquisiciones, tomaron el control total de sectores completos de la producción y los servicios. El caso de Angelini responde a la perfección a este guión diseñado por los privados, pero muy bien reforzado y aplaudido por políticos y gobernantes.
En los combustibles, Copec, que Angelini compró en 1986, es el controlador casi absoluto del sector, con poco más del 63 por ciento del mercado. Pero si sumamos la compra de la colombiana Teruel, la participación del grupo Angelini en este negocio se eleva sobre el 70 por ciento, lo que hace evidente una abusiva situación de oligopolio. Pero no sucede sólo en los combustibles. El otro gran activo de Angelini es el negocio de la celulosa, el que comparte en casi su totalidad con el grupo Matte. Hacia finales del año pasado estos dos conglomerados forestales concentraban el 75 por ciento de las exportaciones forestales.
Pero el negocio trasciende fronteras. Un acuerdo entre Forestal Arauco con la finlandesa-sueca Stora Enso para construir una planta de celulosa en Uruguay, podrían convertir a Angelini en el mayor productor mundial de pulpa de papel. La inversión uruguaya por 1.500 millones de dólares aumentaría la producción de Forestal Arauco desde 3,2 millones de toneladas a 4,2 millones. Este volumen de producción de celulosa sólo estaría por debajo del de la brasileña Fibria, que produce 4,7 millones de toneladas.
Con Pinochet y
la Concertación
Los negocios del sector forestal tienen sus orígenes en la dictadura militar bajo el subsidio forestal o decreto ley 701, una idea que se estableció como una forma de neocolonización de la zona mapuche, al estimular la instalación de estos nuevos modos productivos empresariales. Es así como Angelini compró, en 1976, Celulosa Arauco y Forestal Arauco y poco más tarde, Celulosa Constitución, que dio origen a Celulosa Arauco y Constitución.
En 1974 la dictadura emite el DL 701, que ha subsidiado desde entonces a los grandes grupos económicos chilenos en el negocio forestal. Pero la última ampliación de la bula data de fines del cuarto gobierno de la Concertación. ¿Y dónde está el libre mercado? ¿Dónde la tan sacralizada libre competencia? Simplemente, el lobbying que practican estos grupos los ha convertido en invulnerables; y los vínculos de Angelini con la Concertación son desde hace tiempo públicos y han posibilitado la degradación de la tierra, del medioambiente, el monopolio productivo, la ocupación de tierras mapuches, la represión, la depredación del bosque nativo en beneficio de las plantaciones... Como si fuera poco, han contado con una bonificación del 75 por ciento de los costos de producción, inexpropiabilidad y otras franquicias tributarias.
En enero de 2009 la Agrupación de Ingenieros Forestales le envió una carta a la presidenta Bachelet para impedir la ampliación de este injusto subsidio, que no hace otra cosa que aumentar y reforzar las desigualdades ya propias al modelo neoliberal. Como si la injusticia social y económica fuera poca, los gobiernos chilenos subsidian a dos de las familias más ricas del mundo: Arauco, de Angelini, ganó más de 2.500 millones de dólares entre los años 2000 y 2005. CMPC llenó los bolsillos de sus accionistas con casi 1.300 millones de dólares.
Lo que es arriba, y subsidiado por el Estado chileno, no es abajo. El sector forestal todavía mantiene a los trabajadores en condiciones indignas de trabajo: en Chile -consignaron los ingenieros- hay 133 mil trabajadores forestales, de ellos, sólo entre el 25 y 30 por ciento tiene contrato permanente y el 82 por ciento se encuentra bajo la línea de la pobreza; la subcontratación ha dificultado la generación de derechos colectivos y el transporte maderero subsiste debido a presiones de las forestales para bajar tarifas y la amenaza de recurrir a empresas de mayor envergadura en caso de existir quejas. Hay que recordar, en este contexto, la muerte, en 2007, del trabajador de Celulosa Celco Rodrigo Cisternas, durante una protesta por demandas salariales.
Hablamos de grandes capitales y también de grandes poderes políticos. El grupo Angelini -Copec, Abastible, Eperva, Forestal Arauco, Celulosa Celco, Antar Chile, entre otras- y el grupo Matte -CMPC, Forestal Mininco, Colbún- no sólo controlan en Chile el negocio forestal y de la pulpa de celulosa, sino que operan como poderes en la sombra. Eliodoro Matte, a la cabeza de su grupo, es el presidente del neoliberal Centro de Estudios Públicos (CEP) y uno de sus principales consejeros es Roberto Angelini. La influencia de este think tank , conformado por conspicuos ex funcionarios de la dictadura de Pinochet, en las políticas públicas y en el Estado chileno es enorme. Influencia que también se extiende al ultraconservador Instituto Libertad y Desarrollo. Tras la presidencia de Carlos Cáceres, uno de los ministros de Hacienda e Interior de Pinochet que forman parte de esta cofradía, está también Patricia Matte, también ex funcionaria de la dictadura y miembro del clan Matte. Bajo tales presiones corporativas, bajo evidentes y millonarias campañas de lobbying , no es algo raro la extensión de los subsidios a los millonarios, la concentración de los mercados y la inequidad en la distribución de la riqueza.
El grupo Angelini no sólo es campeón en la depredación del medioambiente a través de la extracción indiscriminada de los recursos pesqueros, que lo ubica como el primer productor de harina de pescado, alimento no de consumo humano sino como forraje de animales. En el sector forestal ha sido ya bien conocida la contaminación por Celulosa Arauco del Río Cruces, con la muerte de cientos de ejemplares de una especie protegida de cisnes. En tanto, en otro de sus negocios, el minero, prevé comenzar la explotación de carbón en Isla Riesco, actualmente una reserva natural en la Patagonia, para enviarlo a las generadoras termoeléctricas que se están levantando.
Es también necesario recordar el fuerte lobbying de las empresas del grupo Angelini para lograr favores legislativos en el Senado. A comienzos de la década pasada, durante la tramitación de la Ley de Pesca, salieron a la luz los vínculos entre parlamentarios de la Democracia Cristiana -Adolfo y Andrés Zaldívar- con los negocios de Angelini. Los dos hermanos tenían acciones de la empresa pesquera Eperva al momento de la votación. Pero los vínculos eran mucho más profundos y penetraban en la elite de los funcionarios DC de entonces. Tanto, que ministros y subsecretarios habían ocupado sillones en los directorios de Celulosa Arauco.
Si este grupo ha tenido un gran peso en las políticas económicas y represivas de los últimos gobiernos, también lo tiene en la política exterior chilena. No sólo los tratados de libre comercio han sido negociados y diseñados a la medida de los intereses de las grandes corporaciones, sino también el litigio marítimo con Perú que se ventila en La Haya tiene un fuerte cariz empresarial. Y si de mar y pesca se trata, hablamos de los negocios de Angelini. Durante la fuerte discusión sobre la propuesta de licitación de las cuotas pesqueras, a las que Roberto Angelini se opone tenazmente porque históricamente han gozado de permisos indefinidos, el empresario hizo ver al actual gobierno que la demanda de Perú genera una gran incertidumbre en el sector pesquero. Vale recordar que hablar de pesca industrial en el norte de Chile, es hablar del control del mercado por Angelini.
BOLIVIA. EL NUEVO SHOW FEUDAL
El Mercurio de España (www.elmercuriodigital.net)
Un reciente fallo judicial ordenó la detención preventiva del presidente de la Asamblea Departamental Legislativa de Santa Cruz. El individuo, en una traquimaña usual en ese medio de medicina profundamente mercantilizada, se recluyó en una clínica para no ser trasladado a la cárcel. El vicepresidente de la Asamblea está prófugo.
Ambos responden a la "Agrupación Verdes", que es la expresión partidista de los grupos tradicionales de poder en esa región.
El origen del proceso (que lleva más de ocho meses) fue la negativa de esas autoridades a reconocer y posesionar como asambleísta a una mujer indígena, representante del pueblo yuracaré-mojeño, contraviniendo una expresa instrucción del Tribunal Supremo Electoral.
El insólito argumento de los "Verdes" es que el pueblo yuracaré-mojeño no existe, y que se trata de dos pueblos distintos. Sobre esto, hay que decir que aunque el dato es una verdad objetiva, no es menos cierto que ambos pueblos cohabitan en varias comunidades mixtas, como resultado de un proceso histórico lógico y normal que lleva largo tiempo. De esa manera se han constituido como entidad, reconocida y afiliada a la CIDOB (Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia), respaldados en su propio derecho a la autodeterminación y "a definir sus organizaciones, según sus normas y leyes ancestrales" tal como observa el antropólogo alemán-boliviano Jürgen Riester y afirma taxativamente el Convenio 169 de la OIT.
Como se puede advertir, la cuestión de fondo es la soberbia de élites que se arrogan la potestad de decidir, aprobar o vetar la identidad y existencia de otros seres humanos, y su derecho a la organización y autoidentificación. Pretenden sostener estructuras y modos patronales y racistas que funcionaron durante siglos en la región oriental de Bolivia.
La desesperación de la derecha cruceña ante su progresiva pérdida de control y poder (en ocasiones simbólica pero también material) le ha llevado a desatar una airada campaña mediática, que incluyó espectáculos diversos como la quema pública de ejemplares de la Constitución Política del Estado, reaparición de grupos juveniles de choque –energúmenos especializados en humillar y golpear a indígenas-, y anuncios apocalípticos sobre supuestos intentos de golpe contra las instituciones de Santa Cruz. Hito relevante de la estrategia fue un acto en plena plaza principal de la ciudad, decorado con una gigantografía que muestra las fotos de numerosos estafadores, mercenarios, terroristas, separatistas y criminales, presentados como "perseguidos políticos" y poco menos que héroes.
El conjunto de escenificaciones, al cual los grupos de poder recurren infatigablemente, pretende ocultar la dramática realidad de su incapacidad de gestión pública en Santa Cruz, donde lo único que ha avanzado notablemente es la frontera agrícola soyera, depredando bosques y tierra. Como ejemplo, la actual administración departamental cuenta con el deplorable récord de una bajísima ejecución en el rubro inversión del presupuesto 2010 (apenas un 21%), que se sumó a más de 15.000.000 usd sin tocar, provenientes de créditos del Fondo Nórdico, BID, UE y CAF. Ineficiencia, improvisación, falta de planes e incapacidad para usar el dinero se disimulan con el recurso al "enemigo que viene de afuera" (migrantes de otros departamentos, indígenas, gobierno central). Un truco que aún da resultado entre algunos sectores enajenados por la intoxicación y embustes mediáticos.
El conjunto de escenificaciones, al cual los grupos de poder recurren infatigablemente, pretende ocultar la dramática realidad de su incapacidad de gestión pública en Santa Cruz, donde lo único que ha avanzado notablemente es la frontera agrícola soyera, depredando bosques y tierra. Como ejemplo, la actual administración departamental cuenta con el deplorable récord de una bajísima ejecución en el rubro inversión del presupuesto 2010 (apenas un 21%), que se sumó a más de 15.000.000 usd sin tocar, provenientes de créditos del Fondo Nórdico, BID, UE y CAF. Ineficiencia, improvisación, falta de planes e incapacidad para usar el dinero se disimulan con el recurso al "enemigo que viene de afuera" (migrantes de otros departamentos, indígenas, gobierno central). Un truco que aún da resultado entre algunos sectores enajenados por la intoxicación y embustes mediáticos.
ALPACAS, UNA INDUSTRIA POR EXPLOTAR
Una empresaria boliviana-española quiere montar una instalación ganadera en Santa Úrsula
La Opinión de España (www.laopinion.es/economia)
Muy poca gente sabe de qué le están hablando cuando escucha la palabra ´alpaca´. Muchos la confunden con un metal plateado con el que se hacen abalorios. Pero nada de eso. Las alpacas son unos animalitos americanos, muy parecidos a la llama, solo que más pequeños, de cuya lana se saca un tejido tan suave que nada tiene que envidiarle al cashemere. Pero en Tenerife, en concreto en Santa Úrsula, podrían llegar en poco tiempo a ser mucho más.
Vanessa Pereira, una empresaria boliviano-española, ha llegado a la Isla de la mano de Milagros Pérez León, la candidata del PP a la Alcaldía de Santa Úrsula, con la intención de instalar una explotación ganadera de estos animales en los altos de la localidad. El proyecto es de lo más completo. No sólo se trataría de criar a las veinte alpacas que en principio se traerían de Bolivia, sino de asociar toda una industria para procesar la lana y elaborar después ropa con los tejidos obtenidos.
Pereira no es ninguna novata en este negocio y tiene la cabeza llena de ideas. Una de ellas sería la de implicar a diseñadores locales en la confección de las prendas. También está al tanto de la destreza de las bordadoras canarias y considera que podría ser una excelente baza a la hora de decorar las creaciones.
Pero es que, más allá de los aspectos relacionados exclusivamente con el lado práctico de la producción, también considera que puede explotarse desde un punto de vista turístico. "A los visitantes no se les puede ofrecer solo sol y playa y estaría muy bien que pudiesen acudir a ver una granja de alpacas, que son unos animales muy dóciles, que a los niños les encantan", señala. Este concepto ya está funcionando bastante bien en Alemania. Además, planea insta lar una pequeña tienda en la que se puedan vender los diseños ya terminados y que pueda servir, a su vez, como atracción turística.
Vanessa Pereira se muestra muy agradecida con Milagros Pérez León por el apoyo decidido a su iniciativa. A través de su trabajo en el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA), Pérez León está muy al tanto de los proyectos que pueden llevarse a cabo en el sector primario de las Islas y, al conocer a Vanessa, enseguida se dio cuenta de las oportunidades que las alpacas ofrecían de establecer una industria nueva en los altos de Santa Úrsula. De ahí que –junto a un proyecto para elaborar sidra con manzanas reineta y otro para lograr biocombustible a partir de una planta llamada miscantus– lo lleve incluidos dentro de su programa electoral. La candidata por el PP a la Alcaldía se muestra "entristecida por el hecho de que haya tantos proyectos válidos que se desechen solamente porque vengan de la oposición, como me pasó con tantas cosas que propuse cuando estaba en el ICIA".
De ahí que anoche mismo, en Santa Úrsula, Vanessa Pereira la acompañase en el mitin para mostrar a los vecinos "lo que puede ser una realidad", puesto que el interés de la empresaria está ahí, e incluso "se pueden aprovechar las ayudas de I+D+i; es una cuestión de voluntad política".
Otro aspecto destacado es la creación de puestos de trabajo. Tal y como lo tiene planteado la empresaria boliviano-española, para criar a las 20 alpacas con las que comenzaría su negocio harían falta tres personas. Además, precisarían un veterinario, aunque advierte que las alpacas "no son animales enfermizos y, además, son muy austeros y ecológicos". Por otro lado, "harían falta chicas jóvenes que se encargasen de la parte turística cuando se montasen las visitas al criadero", explica.
La inversión inicial estaría entre los 80.000 y los 100.000 euros. Pero más adelante, si logra llevar adelante todos sus planes, la empresa tendría que contratar a personas que se encargasen de esquilar a los animales; lavar la lana y procesarla para convertirla en paño; diseñar y confeccionar las prendas de vestir y, finalmente, atender la tienda o tiendas en las que se vendiese la producción final. Toda una industria que puede ser realidad. Ya han establecido contactos con inversores locales que se han mostrado interesados en ser socios de la iniciativa.
No sólo eso, sino que la empresaria cuenta con muchos años de experiencia en esta labor y, además, la lleva a cabo en numerosos países. Lleva siete años en Madrid y allí suministra diseños suyos a varias tiendas situadas en zonas tan importantes como la calle Serrano o Matarranz. Y diseñadores de la talla de Jesús del Pozo se han puesto en contacto con ella para poder emplear el paño obtenido de la lana de las alpacas –que en la actualidad no se elabora en ninguna parte de España, Santa Úrsula sería la pionera– en sus creaciones.Países como Alemania, Suiza o Australia ya han probado el potencial de la cría de las alpacas. De hecho, los suizos acaban de importar 560 ejemplares de estos animales. Pero aunque los 20 de Santa Úrsula parezcan pocos, como dice Vanessa, "todo es comenzar".
1 comment:
Cholos llorones, podemos hacer lo que queremos con NUESTRO TERRITORIO. Como Bolivia hace lo que quiere con los chutos que se traen robados fuera del país.
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