- El Silala no
es un "río" con cause natural que desemboca en Chile. Es un manantial
artificialmente canalizado y conducido a través de obras de ingeniería
hacia Chile. Por tanto, según el derecho internacional el Silala es de
soberanía nacional, no chilena.
- Chile adeuda
más de medio siglo por el consumo de estas aguas, que en principio fueron
adjudicadas por la Prefectura Potosina a una empresa transnacional inglesa
(Bolivian Railway) para que alimente el tren a vapor a Antofagasta. Desde el
momento en que estas aguas dejaron de utilizarse con dicho fin, debieron volver
a territorio boliviano, sin embargo, esta empresa viene cometiendo la
ilegalidad de vender estas aguas a otras empresas chilenas, como a la mina de
Chuquicamata.
- El Silala
proviene de 94 ojos de agua que afloran en territorio boliviano. Antes de ser
canalizado sus aguas se dispersaban o escurrían nuevamente en territorio
boliviano. Tiene un caudal aproximado de 250 litros por segundo. The Bolivian
Railway acumula aproximadamente 18000 metros cúbicos de agua al día, obteniendo
ganancias millonarias sin pagar un solo centavo a Bolivia.
EVO MORALES APOYA DECISIÓN DE POTOSÍ DE UTILIZAR LAS
AGUAS DEL MANANTIAL DEL SILALA
El Presidente
Evo Morales afirmó que no es "agresión ni provocación, ni es ninguna
ofensa a Chile" que Potosí defina proyectos para el aprovechamiento de las
aguas del Silala.
“Si las
vertientes del agua del Silala están en territorio boliviano, nosotros
soberanamente debemos decidir sobre esas aguas", sostuvo Morales.
El Primer
Mandatario también prometió respaldo al gobernador de Potosí, Félix González,
que anunció la semana pasada que este mes pondrá en marcha el primero de varios
proyectos para aprovechar las aguas del Silala, situadas en esa región.
El proyecto
anunciado consiste en la construcción de cuatro represas en esa zona fronteriza
con Chile para instalar criaderos de peces, para lo que la Gobernación potosina
ha previsto una interrupción temporal del flujo de las aguas del Silala de 10 a
15 días para comenzar las obras.
Según las
autoridades, los proyectos demostrarán la soberanía boliviana sobre las aguas
de esos manantiales que fluyen al norte de Chile por canales construidos artificialmente
en el siglo pasado.
El Gobierno
chileno ha solicitado a su consulado en La Paz que pida información a las
autoridades bolivianas sobre éste y otros proyectos para evaluarlos "y
prevenir cualquier daño a este recurso hídrico compartido, en especial aquellos
de carácter medioambiental que pudieran producirse por la contaminación de las
aguas".
Para el
ejecutivo chileno, el Silala es un río de curso internacional.
Morales recordó
ayer que logró avances importantes para resolver la controversia sobre el
Silala cuando Michelle Bachelet era presidenta de Chile, pero lamentó que con
el actual Gobierno de Sebastián Piñera se hayan paralizado las conversaciones.
También criticó
a los líderes cívicos de Potosí, que se opusieron en su momento a la firma de un
primer acuerdo negociado con el Gobierno de Bachelet, por el que Chile accedía
a compensar a Bolivia por la mitad del flujo de las aguas hacia su territorio,
mientras se definía la controversia sobre el resto de los caudales.
El presidente
del Comité Cívico de Potosí (Comcipo), Celestino Condori, dijo ayer que los
proyectos que anunció la Gobernación con el fin de aprovechar las aguas del
Silala deben continuar porque se ejecutarán “dentro de nuestra soberanía
territorial”, por lo tanto, no tendría que existir ningún cuestionamiento por
parte de Chile.
“No tenemos por
qué rendirle cuentas a nadie, si estamos haciendo algo en nuestro terreno nadie
tendría que cuestionar”, dijo Condori al anticipar que impulsarán y de ser
necesario harán respetar la soberanía del país.
Dijo que para
que haya mayor legitimidad en la ejecución de proyectos es necesario la firma
del documento en el que se ha estado trabajando entre ambos países, que
establecerá el uso de las aguas del Silala, el pago de la “deuda histórica” por
parte de Chile, por los años que utilizó el agua, y a cuánto se venderá cada
metro cúbico en adelante.
“Nosotros
queremos que la deuda histórica sea retroactiva, es lo que se tendría que pagar
a todo lo que hasta al momento nos deben. La letra chica (en el documento) no
está especificando cuánto va a pagar, desde cuándo va a pagar”, indicó.
PRIVADO, ESTATAL O MIXTO: CÓMO SE EXPLOTA EL LITIO EN EL
MUNDO
Economía y
Negocios de Chile (www.economiaynegocios.cl)
Chile es hoy el
mayor productor de litio del mundo, GRACIAS AL ROBO QUE HIZO A BOLIVIA, pero Australia va camino de sobrepasar al
país en los próximos años. Además, Argentina está empezando a ser un actor
importante de la industria y Bolivia sigue desarrollando su propio modelo
productivo. En Chile, el litio es el único mineral no radiactivo que tiene una restricción
constitucional para ser explotado por privados. A pesar de su baja producción,
de su acotado peso en el PIB nacional y la escasa demanda interna por el
mineral, su explotación dentro de las fronteras nacionales sólo puede llevarse
a cabo por el Estado o sus empresas.
Chile es hoy el
mayor productor de litio del mundo, pero Australia va camino de sobrepasar al
país en los próximos años. Además, Argentina está empezando a ser un actor
importante de la industria y Bolivia sigue desarrollando su propio modelo
productivo.
Con esos datos
a la vista, el gobierno impulsó una polémica y fallida licitación a privados,
para que éstos exploten el mineral a cambio del pago de royalties y tributos,
lo que también ha desatado críticas porque deja al Estado fuera de la
operación.
Pero, ¿cuáles
son los modelos de explotación que tienen los otros países productores? Aquí
algunos ejemplos de los caminos seguidos por ellos.
China: mano de
obra, inversión y beneficios estatales
En China no
existe un modelo para la extracción del litio que sea distinto al del resto de
los minerales. Aquí la explotación se realiza sólo por medio de la planificación
impuesta por el gobierno.
El coordinador
de la minería en el país es el Ministerio de Tierra y Recursos, que encauza las
inversiones y producciones siguiendo con las pautas de los planes quinquenales,
que rigen al país.
La gran ventaja
es que ha desarrollado tecnología propia de extracción y procesamiento de litio
y de producción de baterías, la que usa en la producción interna, pero que
también ha exportado, por ejemplo, a Bolivia.
Hoy China está
en proceso de modificar su legislación minera para facilitar el ingreso de
capital extranjero. Se espera que reforme su sistema de aprobación de los
derechos mineros y de la obtención del derecho de prospección.
Canadá:
explotación privada pero con incentivos estatales en la exploración
En general,
cuando la explotación minera se entrega a privados, lo que se da es un cupo de
explotación máxima en un tiempo limitado. Así, las empresas sólo se enfocan en
obtener el mineral concesionado en el tiempo autorizado, "pero no hacen
exploración", dice Manuel Viera, gerente general de Metaproject.
Por eso es que
en la década de 1980 Canadá estableció un sistema de promoción de la
exploración minera a través de un sistema que se conoce como la Deducción
Tributaria por Agotamiento Minero (Meda, por sus siglas en inglés), que
permitía que las empresas descontaran cuatro dólares de impuestos por cada tres
dólares que invirtieran en la exploración de nuevos yacimientos. El modelo
canadiense ha sido varias veces modificado, pero aún conserva su vocación de
incentivo de la exploración a través de la rebaja tributaria.
Argentina:
buscando inversionistas y valor agregado
El yacimiento
del Salar de Hombre Muerto -en la Provincia de Catamarca- está en operaciones
bajo un modelo de privatización, pero también se están afinando los procesos de
licitación para la extracción en Jujuy, Salta y La Rioja.
Daniel
Taillant, director ejecutivo de la trasandina del Centro de Derechos Humanos y
Ambiente, explica que Jujuy ya ha declarado como "estratégico" al
litio, categoría que, como explica Daniela Desormeaux, gerente general de la
consultora Signumbox, "significa que se formó una comisión evaluadora especial
de los proyectos". Todo para que las extractoras le agreguen valor al
mineral antes de exportarlo por la vía de aprobar sólo proyectos que impliquen
la elaboración de productos finales, como baterías.
Además, el
gobierno de Salta invitó a SQM a asociarse con la empresa estatal, en una unión
que podría materializarse, en el primer semestre del próximo año.
Bolivia: la
asociación mixta que aún no ha dado frutos
El gobierno de
Evo Morales lleva unos años preparando un sistema para conseguir "socios y
no patrones" en la explotación del litio, mineral del que este país
alberga las mayores reservas estimadas del mundo.
La idea es que
el Estado aporte la propiedad minera y los privados la inversión, para luego
dividir entre ambos la utilidad del negocio, siempre fomentando la producción
de productos terminados, como baterías.
"Pero aquí hay una política errónea. La idea del Gobierno es el desarrollo estatal de la explotación, con tecnología propia, porque no entienden el proceso de transferencia tecnológica. En vez de comprar tecnología, como la chilena, que ayudaría a explotar más rápido el carbonato de litio", dice el experto Rolando Jordán, desde La Paz.
"Pero aquí hay una política errónea. La idea del Gobierno es el desarrollo estatal de la explotación, con tecnología propia, porque no entienden el proceso de transferencia tecnológica. En vez de comprar tecnología, como la chilena, que ayudaría a explotar más rápido el carbonato de litio", dice el experto Rolando Jordán, desde La Paz.
Eso, junto con
la inestabilidad, ha hecho que sean pocos los inversionistas que estén
dispuestos a invertir, aunque en el gobierno cuentan que habría una propuesta
coreana para destinar US$1.500 millones.
EE.UU. y
Australia: modelo 100% privado
Como explica
Daniela Desormeaux, "en EE.UU. el litio alguna vez fue considerado como
estratégico -al igual que en Chile-, de hecho el Departamento de Defensa de
dicho país tenía inventarios de este mineral (por su potencial uso en energía
nuclear); sin embargo, después vendieron todos los inventarios". Hoy, el
modelo de este país es 100% privado, y los ingresos estatales llegan a través
de los impuestos y los royalties , los que pueden superar el 50% de las utilidades
en algunos estados.
En Australia se
sigue este mismo modelo y, aunque tiene un complejo sistema de royalties que,
dicen los expertos, impide calcular una media general, ha permitido el
surgimiento de grandes empresas mineras de alcance global.
Este modelo,
además, mezcla una serie de incentivos para favorecer la investigación, la
empleabilidad y la generación de políticas de mitigación social de los
proyectos.
HUERTAS
BOLIVIANAS, UNA ESCALERA AL PROGRESO EN ARGENTINA
Agencia IPS de México
(www.ipsnoticias.net)
Con 53 años,
Alberto Ramírez conserva poco de aquel niño que, junto a su padre, se
trasladaba cada zafra agrícola anual de Bolivia a Argentina para ocuparse como
trabajador golondrina. Este otrora inmigrante temporal es ahora un próspero
empresario establecido en las cercanías de esta ciudad.
Ramírez,
quien hoy preside la Colectividad Boliviana de Escobar, recibe a IPS en una
amplia oficina construida en un alto del mercado concentrador de frutas,
verduras y hortalizas de esta localidad, donde solo se venden productos
provistos por inmigrantes de ese origen.
Tal es la
exclusividad que, si falta alguna variedad, inmediatamente salen camiones a
buscarla a otras zonas del país donde haya agricultores bolivianos.
El predio de
seis hectáreas de Escobar¸ una localidad de la oriental provincia de Buenos
Aires ubicada a solo 50 kilómetros de la homónima capital argentina, fue
inaugurado en 1990 y hoy ya provee a decenas de ciudades de la zona norte
metropolitana.
El mercado,
que funciona de noche, se transforma en una verdadera romería en torno a las
19:00 horas y sigue así hasta el amanecer del día siguiente. Los pasillos
angostos, formados por las torres de cajones de verduras y frutas ubicados a
ambos lados, resisten el paso veloz de carros empujados por afanosos operarios.
En ese marco, mujeres y hombres trabajan por igual en la producción, compra y venta. Pero ellas son las que más se resisten a ser entrevistadas cuando IPS intenta abordarlas. Parece que quisieran mimetizarse con los tomates, las fresas o las berenjenas ordenadas a la perfección en sus cajones.
En ese marco, mujeres y hombres trabajan por igual en la producción, compra y venta. Pero ellas son las que más se resisten a ser entrevistadas cuando IPS intenta abordarlas. Parece que quisieran mimetizarse con los tomates, las fresas o las berenjenas ordenadas a la perfección en sus cajones.
A metros de
este gran depósito se ve también un mercado, que está cerrado de noche, canchas
de fútbol y un salón para actos culturales. En ese sitio fue donde recibieron
el año pasado al presidente de Bolivia, Evo Morales, quien ahora sonríe desde
una foto colgada en la pared, a un costado del escritorio de Ramírez.
"Regresen, los esperamos con los brazos abiertos", les dijo entonces Morales a sus compatriotas en Escobar, tras contarles los progresos de su país desde que asumió el gobierno en enero de 2006.
"Regresen, los esperamos con los brazos abiertos", les dijo entonces Morales a sus compatriotas en Escobar, tras contarles los progresos de su país desde que asumió el gobierno en enero de 2006.
Pero muchos
de aquellos interlocutores de Morales ya tienen una buena posición económica
aquí y no se han planteado el regreso. Van de visita a Bolivia, una o dos veces
por año, y en cada viaje vuelven con algún pariente que se incorpora al trabajo
en las huertas. Aunque cada vez menos, aclara Ramírez, pues ahora tienen
mejores oportunidades en su país.
"Mi
familia y yo estamos enraizados acá. Con mi padre veníamos para la cosecha de
tabaco. Yo tenía 12 años. A los 22 ya volví con mi esposa y nos quedamos en Escobar.
Empezamos como peones y ahora cambié de rubro", narra Ramírez, orgulloso.
La pareja
logró ascender en la escala social. Fueron peones y luego "medieros"
(trabajadores a porcentaje), hasta que alquilaron una hectárea y se
independizaron. "Si trabajábamos 14 horas al día no nos importaba porque
era para nuestro beneficio", indica.
Ahora, ya con
hijos y nietos nacidos en Argentina, Ramírez es propietario de su negocio y se
dedica al comercio hortícola al por mayor.
Pero el caso
de Ramírez y el mercado de Escobar, que cuenta con unos 900 socios, no es el
único en Argentina. El progreso de los horticultores bolivianos se observa en
el entorno de casi cada ciudad mediana y grande del país, de norte a sur.
"Hay al
menos ocho mercados concentradores de bolivianos solo en la zona norte de
Buenos Aires y este predominio se ve también en otros cinturones verdes urbanos
del país", asegura a IPS el sociólogo e investigador Roberto Benencia.
Para el
experto, este flujo de población "constituye un caso de migración
exitosa". "A algunos les va muy bien, tienen un buen nivel de vida y
ya no piensan en volver a su país, pues invierten y gastan su dinero acá",
sostiene el autor de la investigación titulada "Los inmigrantes bolivianos
en el mercado de trabajo de la horticultura en fresco en Argentina".
La
colectividad boliviana en Argentina es hoy la segunda más numerosa, después de
la paraguaya. Ciudadanos de ese origen comenzaron a llegar en los años 30 para
desempeñarse en la construcción y la industria manufacturera, o en busca de
empleos temporarios en las zafras agrícolas.
A partir de
los años 80, un número mayor comenzó a involucrarse en la producción de
verduras y hortalizas, dando origen a un "proceso de movilidad social
ascendente que denominamos ‘escalera boliviana’", detalla Benencia, cuyo
estudio fue publicado este año por la Organización Internacional para las
Migraciones.
Los recién llegados empiezan como peones, igual que Ramírez y su mujer. Luego pasan a ser medieros y reciben 45 por ciento de lo que cosechan, lo cual los motiva a trabajar durante jornadas más largas para ahorrar y progresar.
Los recién llegados empiezan como peones, igual que Ramírez y su mujer. Luego pasan a ser medieros y reciben 45 por ciento de lo que cosechan, lo cual los motiva a trabajar durante jornadas más largas para ahorrar y progresar.
Así, con un
pequeño capital acumulado, se lanzan a hacerse de una o dos hectáreas y ya, con
el dinero y el dominio de las labores, comienzan a producir por cuenta propia.
Algunos arrendatarios pasan a ser también propietarios o se abocan al comercio.
En la central
provincia de Córdoba, una de las más populosas del país, solo 10 por ciento de
los productores hortícolas eran bolivianos antes de los años 80, según el
estudio de Benencia. Pero 20 años después representan 50 por ciento y su
presencia sigue aumentando.
Agricultores
de pequeña escala llegados de Bolivia también se han asentado en la oriental
Santa Fe, la occidental Mendoza y las norteñas Jujuy y Salta y en provincias
mucho más alejadas de la frontera de ese país como las australes Chubut y
Tierra del Fuego.
"Crearon
territorios hortícolas donde no existían", destaca el experto. Lo hicieron
introduciendo tecnología nueva, como el riego por aspersión o la producción
bajo invernáculo que preserva los cultivos de las heladas y el granizo,
detalla.
Con la
lechuga, una hortaliza muy popular en Argentina, pasaron de tres a nueve
cosechas por año gracias al invernáculo. En el trabajo de Benencia se refleja
también el escepticismo de verduleros argentinos ante el empeño de los
bolivianos.
Se recogen
testimonios de los propios inmigrantes que recuerdan que los argentinos les
decían que no iban a lograr que la tierra les dé tomates en Córdoba o algunos
otros productos con los que fracasaron, efectivamente, varias veces, hasta
lograrlo.
Lo cierto es
que hoy producen una gama multicolor de verduras y frutas de calidad, en
grandes cantidades y muy baratas, lo cual permite a las grandes urbes
abastecerse de esos alimentos frescos a precios bajos.
Los
proveedores de insumos consultados para la investigación aseguran que esta
minoría está siempre buscando las semillas de mejor calidad y que se interesa
por las innovaciones que permitan incrementar el rendimiento de las cosechas.
Según
Benencia, el trabajo hortícola es rechazado por los argentinos. Antes de la
llegada de los bolivianos, esta tarea estaba en manos de inmigrantes
portugueses, italianos o japoneses, colectividades ya desplazadas casi por
completo de las huertas.
Ramírez
señala que el desinterés de los argentinos por estas tareas puede explicarse en
que es una actividad riesgosa y con horarios prolongados. "No siempre se gana. Hay heladas,
granizo, y a veces se pierde", pondera.